martes, 27 de agosto de 2013

Las Muertes que ha causado la doctrina del "cristiano-suicida"

Quisiera escribir esta entrada para todos los hermanos pastores, y también para los candidatos al oficio de pastor, quienes tienen y tendrán a cargo, no solamente la tarea de aconsejar a las ovejas de Cristo que, por la gracia de Dios, se encuentran bajo su cuidado en el peregrinaje aquí en la tierra; sino también tendrán que aconsejar a algunas personas incrédulas acerca de Dios y lo que hizo en favor de los pecadores por medio de Cristo.

Es muy difícil conocer exactamente cuál es la verdadera motivación de la persona que escribe algún artículo o nota, no podemos ver sus ojos, ni tampoco podemos ver su corazón. En estos días podemos observar por los comentarios que se levantan, que muchas réplicas son la respuesta a una comprensión equivocada y peligrosa frente a una publicación. Por eso debo comenzar diciendo que no es mi intención atacar a las personas que se mencionarán, ni a sus ministerios; sino que debemos aprender de los errores en que han caído algunas personas públicas en sus ministerios, para que nosotros no caigamos también en aquellos errores; más aun considerando que son almas a las que nosotros debemos aconsejar y, como en los presentes casos, sus vidas dependen de una consejería bíblica y responsable.

Esta entrada, como el título de la misma lo dice, tiene que ver con la consejería cristiana acerca del suicidio, y los desenlaces fatales que tuvieron los consejos que algunos pastores hicieron a miembros de sus iglesias (personalmente no creo que hayan sido creyentes), donde los aconsejados terminaron suicidándose.

Por ello, mi labor en esta entrada se concentra más en la traducción de algunas partes de un par de documentos que corresponden a la demanda que hizo la familia Nally en contra de la iglesia Grace Community Church y los pastores MacArthur, Rea, Thomson, entre otros, por mala práctica en consejería que culminó en el suicido de Kenneth Nally.

El primer link desde donde he traducido, y que provee las referencias de los folios de la demanda, se encuentra en: http://digitalcommons.law.scu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1484&context=lawreview

Otra iglesia cuyo pastor cree de la misma manera: “que un cristiano se puede suicidar y aun llegar al cielo” y que tiene en su sitio web la referencia del suicidio de tres miembros de su congregación, es la del pastor John Piper, cuya traducción de su posición al respecto y los enlaces de los mencionados suicidios se proveerán en la segunda parte.

El suicidio de Kenneth Nally, miembro de la Iglesia Grace Community Church

Los folios que se adjuntan en el documento comienzan con el número 467, voy a utilizar estos folios para que se puedan identificar los lugares desde donde he hecho la traducción.

En la página 467, al inicio se declara cual es la causa de la demanda que se interpone contra la iglesia en mención:
 “que los demandantes pueden entablar una demanda por la falla negligente para prevenir un suicidio, en contra de los consejeros pastorales afiliados a Grace Community Church” ("la Iglesia")
Luego, hasta la página 488 se tocan temas que tienen que ver con las cuestiones relacionadas a las leyes y jurisprudencias norteamericanas, pero a partir de esa misma página, se comienza con lo relacionado al juicio “Nally versus “la Iglesia” En las páginas 488, 489 y490 se describen los hechos de este juicio:
Los consejeros no-terapistas en Nally (se refiere al caso) eran miembros de Grace Community Church of the Valley, una gran congregación cristiana protestante, la cual ofrece consejería pastoral a los miembros de la iglesia “en asuntos de fe, doctrina y la aplicación de principios cristianos” Los pastores Thompson, Rea y Barshaw quienes estaban entre los treinta consejeros quienes proveían “consejería bíblica” en la iglesia, testificaron que ellos no solamente poseían competencia para tratar una gran variedad de enfermedades mentales como la depresión y la esquizofrenia, sino también tenían amplia experiencia en la consejería de personas con tendencias suicidas u homicidas. Su literatura incluye una “Guía para Consejeros Bíblicos” también profesaron que en ausencia de una causa fisiológica grave, como un tumor cerebral, ‘cada problema emocional’ estaba dentro de la competencia del consejero pastoral “incluido” el abuso de drogas, alcoholismo, depresión severa, suicidio, manías, crisis nerviosas, trastornos maniaco depresivos y esquizofrenia.

La relación de consejería entre Nally y los terapistas de la iglesia se inició  cuando Nally comenzó a asistir a la iglesia en 1974 mientras él estaba estudiando en la Universidad de Los Ángeles en California (UCLA). En los inicios de 1978 él estableció una “relación de discipulado”, una forma de consejería basada en la religión, con el pastor Rea, durante la cual ellos discutieron los problemas familiares y de noviazgo. Después del rompimiento con su novia en Diciembre de 1978, Nally se puso cada vez más deprimido y una vez más asistió a las sesiones de discipulado con el pastor Rea. Además, Nally buscó el tratamiento de dos médicos, y él fue prescrito con antidepresivos.

Durante una sesión de consejería con el pastor Rea en Febrero de 1979 Nally indicó que había considerado el suicidio en 1974 mientras era estudiante en la UCLA. En Marzo de 1979 Nally intentó suicidarse por una sobredosis de drogas y fue hospitalizado. Durante su hospitalización Nally le dijo al pastor MacArthur que él lamentaba que no haya tenido éxito en su intento de suicidio. Él le dijo al pastor Rea que si se daba la oportunidad después de su alta del hospital, él intentaría suicidarse de nuevo. Ningún pastor transmitió esta información a ningún médico o a la familia Nally. Si bien un siquiatra del staff recomendó que Nally sea encargado a un hospital siquiátrico, la familia Nally escogió que sea un paciente no-hospitalizado. Nally fue dado de alta y se mudó con el pastor MacArthur.

Once días antes de su suicidio, Nally le preguntó al pastor Thomson durante una consejería espiritual, si un cristiano, no obstante que se suicida, es “salvo” Thomson respondió que “una persona que es salva, es siempre salva”

Thomson posteriormente remitió a Nally a un médico para exámenes, pero no a un siquiatra. Cuando Nally se encontró con Thomson varios días después y le dijo que estaba considerando ver a un sicólogo, Thomson recomendó a Nally que contacte al director de la Escuela de Graduados de Sicología Rosemead, Dr. Mohline. Después de una visita de noventa minutos, Mohline lo remitió a la Clínica Sicológica Fullerton, donde él vio a un sicólogo asistente.

Varios días después, la ex novia de Nally rechazó una aparente propuesta de matrimonio diciendo: “tienes que tranquilizarte”, “tú tienes que poner a Dios primero en tu vida” Dos días más tarde se encontró a Nally muerto de una herida de bala auto-infringida.

Otra página web que provee más detalles en el caso dice lo siguiente en la sección III Antecedentes del proceso A. Los alegatos de la demanda:
La tercera acusación incorporó los alegatos de negligencia en función, y acusan a los acusados con conducta indignante por enseñar ciertas doctrinas religiosas protestantes que estaban en conflicto con la crianza católica de Nally y la cual “contrariamente agravó” “los sentimientos pre-existentes de culpa, ansiedad y depresión” de Nally (En este contexto, los demandantes alegaron que uno de los acusados {Página 47 Cal3d 288} dijo a Nally que la paralización temporal de su brazo, causada por su intento de suicidio fue “Dios castigándole” por su pecado. Los demandantes también alegaron que la conducta de los acusados en la consejería a Nally fue indignante porque ellos “enseñaron o de otra manera infundieron [a Nally] a quien conocían se deprimían y tenía pensamientos que acariciaban el suicidio con la idea que si él había aceptado a Jesucristo como su salvador personal [él] seguiría siendo aceptado en el cielo si él cometía suicidio. En este caso, los demandantes se basaron en la declaración de Thomson a Nally 11 días antes de su suicidio, que uno quien es salvo es “siempre salvo” y en un breve pasaje tomado de una serie de doce partes grabadas en cintas, titulado “Rick Thomson: Principios de consejería Bíblica” que era una grabación del pastor Thomson de 1980 en las enseñanzas de clase a los estudiantes de seminario.

El pasaje de la cinta grabada fue registrada 18 meses después del suicidio de Nally, y declaró, en la parte pertinente: “Y el suicida dice ‘yo estoy bajo tal presión tremenda, ¡ahora he llegado a tener el placer de la liberación! ¡Ahora! ¡No me importa el futuro!’ Eso es característico de la naturaleza humana. Así que es muy característico del suicida su temor al juicio que le lleva a la muerte después de la cual él tiene que enfrentar tal juicio, si él es un incrédulo. Y después del cual, si él es un creyente, él irá con el Señor.
El link donde encontraran este párrafo anterior es este: http://profj.us/nally.htm

El suicidio de tres miembros de la iglesia del Dr. John Piper

La revista Christianity (Cristianismo) toma de las palabras que fueron pronunciadas por el Dr. John Piper en la meditación durante el funeral de un “cristiano” que cometió suicidio, para responder a la pregunta ¿Trae el suicidio condenación? La respuesta comienza citando Mc 3:28-29.- “De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean; pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno” y el Dr. John Piper continúa diciendo:
Solamente una cosa pone a una persona más allá del perdón: Blasfemar contra el Espíritu Santo. Pero esto no es un hecho singular, porque Jesús dice que cualquier pecado, o todos los pecados, y blasfemias serán perdonados a aquellos quienes le siguen. No. La blasfemia contra el Espíritu de Dios es tratar al Espíritu como sucio por resistir y rechazar su llamado al arrepentimiento de manera continua y persistente hasta la muerte.

Ni un solo pecado, ni siquiera el suicidio expulsa a una persona desde el cielo al infierno. Uno cosa sí lo hace: el continuo rechazo al Espíritu de Dios. Nuestro amigo (la suicida), creemos, renunció a tal resistencia y aceptó el perdón de Cristo. ¿Qué clase de debilidad momentánea, qué breve nube de desesperanza la llevó a ella a quitarse la vida? Esto permanece en el misterio. Pero nadie puede decir esto: que su último acto es imperdonable. Tampoco cualquier otro acto por cualquiera de nosotros. Porque Jesús dijo: que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres si ellos renuncian a resistir al Espíritu y buscan a Jesús para salvación.
Este es el link sobre las palabras citadas: http://www.christianity.com/theology/theological-faq/does-suicide-bring-condemnation-11553479.html

Los links tomados directamente del sitio web “Desiring God” de las meditaciones en los funerales de los “cristianos” que se suicidaron son los siguientes (se puede usar cualquier traductor en línea):

http://www.desiringgod.org/resource-library/sermons/funeral-meditation-for-a-christian-who-committed-suicide-1981

http://www.desiringgod.org/resource-library/sermons/funeral-meditation-for-a-christian-who-committed-suicide-1988

http://www.desiringgod.org/resource-library/sermons/funeral-message-for-luke-kenneth-anderson

Como observamos, existe un peligro en la vida real cuando se enseña de manera contraria a la Palabra de Dios en cuanto a la posibilidad que exista un “cristiano-suicida”

Quiero expresar unas cuantas palabras mías bajo la autoridad de las Escrituras: Personalmente creo que un cristiano no llega al suicidio pues Cristo intercede eficazmente por los suyos para que su fe no les falte; por ello, la consejería a estas personas que abrazan el suicidio como una opción de librarse de las aflicciones y los problemas, debe ser la de predicarles el evangelio y hacerlos ver que es muy posible que Cristo no los haya salvado, debido a la falta de confianza que expresan sus palabras, de la misma manera en que lo hacia el apóstol Pablo diciéndoles: “pues nuestro evangelio no vino a vosotros solamente en palabras, sino también en poder y en el Espíritu Santo y con plena convicción” (1Th 1:5) De la misma manera, leemos en la Biblia diversas aseveraciones apostólicas tales como: “yo peleo”, “yo corro”, “yo pongo mi cuerpo en servidumbre”, “limpiémonos”, “trabajemos”, “despojémonos de todo peso”; cosas para las cuales Dios capacita a sus redimidos para poder realizarlas y terminar la carrera perseverando por el Poder del Espíritu Santo.

Quiera Dios que los corazones de los pastores-consejeros sean movidos hacia las Escrituras y no hacia las posturas de hombres, no sea que seamos juzgados como médicos inútiles, como dice la siguiente Escritura:
Mas vosotros sois forjadores de mentiras; todos vosotros sois médicos inútiles. ¡Quién diera que guardarais completo silencio y se convirtiera esto en vuestra sabiduría! (Job 13:4-5 LBLA)

jueves, 22 de agosto de 2013

¿Puede un Cristiano cometer Suicidio?

Esta pregunta se ha levantado en estos últimos días como consecuencia de la declaración de unos pastores quienes afirmaban de manera positiva que 1) un cristiano sí puede suicidarse; y, 2) que su camino al cielo está asegurado por la expiación de Cristo quien ha cubierto tal pecado en Su sacrificio en la cruz.

¿Por qué se ha levantado la polémica sobre este tema, aun entre el grupo de los autodenominados “reformados”?

En estos últimos tiempos la internet nos ha vuelto perezosos para la lectura de aquellos libros de más de 1,000 páginas que conocemos bajo el nombre de “teología sistemática” (o “dogmática”) En el pasado, cuando la internet era escaza, los pastores y maestros debían de recurrir de manera obligatoria a estas obras para poder llevar a cabo el estudio de las grandes doctrinas de la Biblia, y alcanzar la calificación de “apto para enseñar” (1Ti 3:2) En la actualidad queremos aprender doctrina sin esforzarnos en un estudio arduo y concienzudo, aprendemos de los videos en youtube, de algunas meditaciones cortas sobre alguna doctrina, o de algunos artículos publicados en los blogs como este, recurren hasta la sicología secular para buscar respuestas; pero el asunto es que queremos aprender de materiales que no contengan más de 2 páginas, y luego nos lanzamos a presentar debates en las redes sociales.

Otro de los problemas que debemos sumar al primero, es la realidad de que cada uno aprende lo que quiere y como quiere; es decir, sin la guía del pastor y los ancianos de la iglesia local (en muchos casos ni existen), quienes han sido suplantados por la internet, el efecto de esto es la diferencia de opiniones dentro de una sola congregación local en cuanto a las doctrinas bíblicas.

Finalmente, todo esto ha tenido como consecuencia que sea otra persona (un pastor o maestro) quien piense por nosotros en cuanto a las cuestiones teológicas. La primera idea que ellos afirman, la recibimos como la verdad absoluta, y no podemos discernirla, ya que no tenemos cimientos teológicos de la fe que profesamos.

Muchos hermanos y hermanas conocen cual es mi posición en cuanto a la teología bíblica, soy un Bautista Reformado; en ese sentido, he estudiado y afirmado lo que conocemos como “Las Doctrinas de la Gracia”, y precisamente quisiera exponer de manera breve, la última de esas cinco doctrinas, “La Perseverancia de los Santos”, para responder a la pregunta ¿Puede un cristiano cometer suicidio? Y lo haré desde la posición calvinista histórica que es muy diferente en muchos aspectos a las nuevas enseñanzas planteadas por los proponentes del nuevo calvinismo.

Considerando lo limitado del espacio para escribir, veo por conveniente citar a los académicos en cuanto a la postura bíblica, calvinista e histórica sobre esta doctrina y hacer comentarios breves. Finalmente les compartiré un breve articulo acerca de la diferencia entre la doctrina “la salvación no se pierde” o “una vez salvo siempre salvo”; de la doctrina calvinista-histórica “La Perseverancia de los Santos”, cuyo nombre verdadero por los argumentos postulados debería ser “La Perseverancia de Dios en la Salvación de Sus Redimidos”

Charles Hodge, en el segundo volumen de su obra “Teología Sistemática” afirma lo siguiente, con relación a la doctrina de la Perseverancia

En el capítulo II “El Pacto de Gracia”, en la sección “Cristo como mediador del Pacto” escribe lo siguiente:
Como Cristo es una parte del pacto de la redención, también es constantemente presentado como el mediador del pacto de la gracia, y no sólo en sentido de un internuncius, como Moisés fue mediador entre Dios y el pueblo de Israel, sino en el sentido, (1) De que fue por Su intervención y sólo en base de la que Él había hecho, o prometido hacer, que Dios entró en este nuevo pacto con los hombres caídos. Y, (2) en el sentido de una garantía. Él garantiza el cumplimiento de todas las promesas y condiciones del pacto. Su sangre fue la sangre del pacto. Esto es, Su muerte tuvo todos los efectos de un sacrificio federal, no sólo vinculando a las partes del contrato, sino también asegurando el cumplimiento de todas sus estipulaciones. Por ello, se le llama no sólo Mesistës, sino también Enguos (Hc 7:22), un patrocinador, o prenda de garantía. Al cumplir las condiciones de las que dependían las promesas del pacto de la redención, la veracidad y la justicia de Dios quedan comprometidas para asegurar la salvación de Su pueblo; y esto asegura la fidelidad de Su pueblo. De manera que Dios responde tanto por Dios como por el hombre. Su obra asegura los dones de la gracia de Dios, y la perseverancia de Su pueblo en la fe y en la obediencia. Por ello, Él es en todos los sentidos nuestra salvación.

Esta cita hace referencia a la obra de Cristo, la cual no solamente es perfecta para perdonar los pecados; sino también para asegurar la perseverancia de Su pueblo en fe y obediencia. La Escritura lo dice de esta manera: “ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios” (Ga 2:20)

Más adelante, Charles Hodge, en el capítulo XVI referido a la fe, afirma lo siguiente:
Se tiene que recordar aquí que el Apóstol no argumenta para demostrar meramente la certidumbre de la salvación de los que creen; sino su segura perseverancia en la santidad. Según el sistema de Pablo, la salvación en pecado es una contradicción lógica. Esta perseverancia en santidad es asegurada en parte mediante la influencia secreta interior del Espíritu, y en parte por todos los medios adaptados para lograr este fin: instrucciones, amonestaciones, exhortaciones, advertencias, los medios de la gracia, y las dispensaciones de Su providencia.

Aquí Hodge no dice que vamos a morir sin pecados ya que en el párrafo siguiente cita el pasaje que se está utilizando mucho en este debate del suicidio del creyente: “Estoy persuadido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús nuestro Señor” (Ro 8:38-39) Sin embargo, en ese mismo párrafo Hodge declara:
La perseverancia, nos enseña él, se debe al propósito de Dios, a la obra de Cristo, a la morada del Espíritu Santo, y a la fuente primaria de todo; al infinito, misterioso e inmutable amor de Dios. No nos guardamos a nosotros mismos: somos guardados por el poder de Dios, por medio de la fe, para salvación (1 P 1:5)

1Pe 1:5 nos dice “que sois protegidos por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo”

Juan Calvino también escribe acerca de la necesidad de la Perseverancia de Dios en la Salvación del creyente. Las citas corresponden a su obra “La Institución de la Religión Cristiana”. En esta primera, vemos la manera como Calvino utiliza el pasaje de Ef 2:10 para sostener la perseverancia de los santos hasta el final; Calvino dice:
Pero, a fin de disipar esta fantasía de un mérito de nuestra parte, argumenta de esta manera: "porque en Cristo fuimos creados para las buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano"; con las cuales palabras quiere decir que todas las buenas obras en su totalidad, desde el primer momento hasta la perseverancia final, pertenecen a Dios. (II.III.6)

A continuación, Juan Calvino continúa hablándonos de la perseverancia de Dios en guardar a sus santos; aquí menciona la palabra “albedrio” en el salvado, lo que en el artículo final tocaremos bajo el nombre “Libertad Libertaria”. El autor también refiere de una fuerza invisible para resistir al mal, hecho que en sus palabras “lo podemos sólo por la Gracia de Cristo”:
Pero no es posible resumir esta materia más brevemente de lo que él lo expone en el capítulo octavo del libro De la Corrección y de la Gracia. Enseña allí primeramente que la voluntad del hombre no alcanza la gracia por su libertad, sino la libertad por la gracia; en segundo lugar, que en virtud de aquella gracia se conforma al bien, porque se le imprime un deleitable afecto a perseverar en él; lo tercero, que es fortalecida con una fuerza invencible para resistir al mal; en cuarto lugar, que estando regida por ella jamás falta, pero si es abandonada, al punto cae otra vez. Asimismo, que por la gratuita misericordia de Dios la voluntad es convertida al bien, y convertida, persevera en él. Que, cuando la voluntad del hombre es guiada al bien, el que, después de ser a él encaminada, sea constante en él, todo esto depende de la voluntad de Dios únicamente, y no de mérito alguno suyo. De esta manera, no le queda al hombre más albedrío -. si así se puede llamar - que el que él describe en otro lugar: "tal que ni puede convertirse a Dios, ni permanecer en Dios, mas que por la sola gracia; y que todo cuanto puede, sólo por la gracia lo puede"3 (La gracia de la perseverancia es gratuita.- II, III, 14.)

En la siguiente cita, Calvino niega que la fe salvífica se puede limitar a un momento de tiempo; sino que dice que esa fe salvífica supera la vida presente y nos lleva a la gloria eterna. El teólogo utiliza la palabra “dislate” que también significa “absurdo”, “necedad”, con ello, señala como necios a aquellos que dicen que la certidumbre de la fe pueda ser abandonada en esta vida:
Es cierto que el Apóstol en otro lugar nos pone sobre aviso, recordándonos nuestra debilidad e inconstancia: "El que piensa estar firme", dice, "mire que no caiga" (1 Cor.10:12). Esto es verdad. Sin embargo, él no se refiere a un temor que deba hacernos desmayar y perder el ánimo, sino de un temor en virtud del cual aprendamos a humillarnos bajo la poderosa mano de Dios, como lo declara san Pedro (1Pe. 5:6). Además, ¿qué dislate no sería querer limitar a un momento de tiempo la certidumbre de la fe, cuando es cualidad propia suya superar la vida presente y llegar a la inmortalidad futura? (La naturaleza de la verdadera fe es perseverar III, II, 40.)

En esta parte de las citas de los teólogos calvinistas-históricos, quisiera traer aportes de la obra “Teología Sistemática” de Louis Berkhof. ¿Por qué cayeron los ángeles que cayeron? ¿Fue por una causa de libre elección de cada uno de ellos? Sabemos que algunos escogieron quedarse con Dios ¿Por qué lo hicieron? El autor nos refiere este hecho a “una gracia especial de perseverancia”:
Los ángeles buenos se llaman elegidos en 1Ti 5:21. Recibieron, evidentemente, en adición a la gracia con que todos los ángeles fueron dotados, y que fue suficiente para hacerlos capaces de retener su posición, una gracia especial de perseverancia por medio de la cual fueron confirmados en su posición. (pag. 171)

En la sección que Berkhof habla acerca del Orden de la Salvación, encontramos un aporte por el cual el autor afirma que la bendición de Cristo preserva al hombre para su herencia eterna, lo libra de los sufrimientos y lo libra de la muerte:
Bavinck distingue tres grupos en las bendiciones de la salvación. Comienza por decir que el pecado es culpa, contaminación y miseria, porque envuelve el quebrantamiento del pacto de obras, una pérdida de la imagen de Dios y una sujeción al poder de corrupción. Cristo nos libró de estos tres mediante sus padecimientos, su satisfacción de las demandas de la ley y su victoria sobre la muerte. En consecuencia, las bendiciones de Cristo consisten en lo siguiente:

1. El restaura la relación correcta del hombre con Dios y con todas las criaturas mediante la justificación, incluyendo el perdón de los pecados la adopción de hijos, la paz con Dios y la libertad gloriosa.

2. Renueva al hombre a la imagen de Dios por medio de la regeneración, el llamamiento interno, la conversión, la renovación y la santificación.

3. Preserva al hombre para su herencia eterna, lo libra de los sufrimientos y de la muerte, y lo pone en posesión de la salvación eterna mediante la preservación, la perseverancia, y la glorificación. (Berkhof.- el orden de la salvación (Pag. 497)

Cristo libra de la muerte a sus ovejas: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resistirla” (1Co 10:13) de este versículo se desprenden las siguientes afirmaciones: 1) las tentaciones que recibimos los creyentes no son únicas; sino que otros hermanos son también tentados de la misma manera, 2) Cristo no va a permitir que la tentación a Su oveja sea mayor a la que ésta pueda soportar, si ocurriese el caso que la tentación fuera superior a la capacidad del creyente, entonces Cristo ha fallado en Su promesa; finalmente, 3) Cristo promete proveer una salida junto con la prueba, si una oveja llega al suicidio, debemos entender que Cristo falló en su promesa. Todo esto se refiere a la Perseverancia de Cristo para preservar a Su pueblo.

En esta cita final, Berkhof añade a su argumento los Cánones de Dort, donde sabiamente se hace una diferencia entre “el pecado de muerte” y “el pecado en contra del Espíritu Santo” en la actividad espiritual de la perseverancia de Dios:
Sólo en las iglesias calvinistas es donde la doctrina se ha mantenido en una forma que proporciona seguridad absoluta. Los Cánones de Dort, después de llamar la atención a la mucha debilidad y fracasos de los hijos de Dios, declara: "Pero Dios que es rico en misericordia, según su inmutable propósito de elección, no quita por completo el Espíritu Santo de aquellos que son su pueblo, ni siquiera en sus más graves caídas; ni los deja que se alejen tanto como para que pierdan la gracia de la adoración y sean despojados del estado de la justificación, o cometan el pecado de muerte o en contra del Espíritu Santo ; ni les permite desertar totalmente, y lanzarse a la destrucción eterna".(Pag. 653)

Para terminar esta entrada, quisiera citar un artículo que enseña la diferencia entre la Doctrina de la Perseverancia de los Santos, de otras doctrinas que pueden parecer similares. Es interesante la forma en que se debe abordar este tema, partiendo de la premisa de si “tienen los redimidos de Dios libre albedrio (Libertad Libertaria) para tomar sus decisiones libres de cualquier fuerza externa y del plan soberano de Dios:

Las Doctrinas de “Una Vez Salvo, Siempre Salvo” (UVSSS) y la “Seguridad Eterna”; Versus la “Doctrina de la Perseverancia de los Santos”


Breves definiciones:

Libertad Compatible.- Una teoría del libre albedrío que postula que la voluntad del hombre es libre de tomar una decisión, pero limitada por las circunstancias y consideraciones externas, y por el decreto soberano de Dios.

Libre albedrio.- Un término que denota la libertad del hombre para hacer cosas y tomar decisiones sin estar sujeto a fuerzas externas.

Libertad Libertaria.- Una teoría del libre albedrio que postula que la voluntad del hombre es libre para tomar decisiones libres de todas las fuerzas externas, circunstancias y consideraciones, y libre del plan soberano de Dios.

Artículo:

Muchos arminianos modernos por ejemplo David Hunt y el llamado “calvinista moderado” Norman Geisler son arminianos de cuatro puntos quienes solamente están en desacuerdo con el arminianismo clásico en su rechazo de la perseverancia condicional en la fe, y abrazan la doctrina de la “eterna seguridad” o “Una vez salvo, siempre salvo” (UVSSS). Esto suena como la doctrina cristiana de “La Perseverancia de los Santos” ¿Son ellas iguales?

La doctrina arminiana de la seguridad eterna y la doctrina calvinista de la perseverancia de los santos, tienen en común su compromiso con el hecho de que la salvación es por la gracia de Dios y no por obras (Ef 2:8-9) y en consecuencia, cuando una persona es salvada, ellos son verdaderamente salvos y no pueden caer, señalando que Jesús dijo que ninguno de aquellos quienes fueron dados a Él, ninguno se perderá (Jn 6:39) La gran diferencia, sin embargo, surge de la premisa de la “Libertad Libertaria” de los arminianos la cual conduce a un divorcio entre la justificación y la santificación en las vidas de los creyentes verdaderos.

El apologista del arminianismo clásico Dan Corner, del llamado ministerio “Alcance Evangélico” acusa a los evangélicos de predicar un evangelio falso y atacar directamente a la doctrina evangélica arminiana de la seguridad eterna, llamándola “el falso evangelio del diablo de la seguridad-en-el-pecado”. Esto es debido a la forma en que enmarcan la doctrina y la presentan en los círculos evangélicos.

En la doctrina de la seguridad eterna, el proceso de justificación está divorciado del proceso de santificación. Por lo tanto, una persona quien es justificada puede no someterse a la santificación. Como se ha declarado arriba, esto se levanta de la creencia de una “Libertad Libertaria”, la cual, en consecuencia, le da la libertad al hombre de escoger si él, o ella, quieren ser santificado después que él/ella ha sido justificado. De este modo, una situación puede levantarse cuando una persona, después de haber sido justificado delante de Dios, resbala hacia atrás en sus viejos hábitos de pecado y convertirse en un llamado cristiano carnal. Además, es afirmado por algunos, especialmente en el campo del no-Señorío, que incluso que si esta persona comete pecados graves como asesinato o violación, aquella persona finalmente será salva así como él/ella son justificados delante de Dios. Es entonces fácil ver porque tal doctrina destructora-de-almas provocaría tal reacción de arminianos como Dan Corner. Sin embargo su alternativa no es mejor en rescatar personas y es igualmente condenable ya que lógicamente conduce a la doctrina de salvación por “fe y obras”, la posición del Catolicismo Romano, aun cuando él diga lo contrario.

La doctrina calvinista de la Perseverancia de los Santos es mucho mejor de lejos. A diferencia de la seguridad eterna, no separa la justificación de la santificación (aunque ambos procesos son distintos el uno del otro) ni tampoco cae en la falsa premisa arminiana de la “Libertad Libertaria”. En su lugar, proclama que toda persona quien es justificada, también es santificada (Ro 5:2-11 vea especialmente el versículo 5 y 8) y finalmente glorificado (Ro 8:30) En contraste con el arminiano, aquellos que son justificados no tienen “el libre albedrio” para ‘resistir’ la santificación, aunque ellos deseosamente se someten a ella (Compatibilismo) En consecuencia, aquellos quienes son justificados no caerán en tales pecados gravosos para oscurecer su salvación, sino que finalmente se arrepentirán. Por lo tanto, la objeción del arminianismo clásico hacia el cristianismo reformado, se desmorona con el entendimiento de la doctrina de la Perseverancia de los Santos. Más aún, si hay tales personas quienes pecan gravosamente sin ningún remordimiento, la doctrina reformada de la Perseverancia de los Santos también declara que aquella persona quien peca deseosa y felizmente, no puede ser salva después de todo (1 Jn 2:19)

En conclusión, la doctrina de la seguridad eterna y la Doctrina de la Perseverancia de los Santos parecen similares. Sin embargo, en el fondo, son totalmente diferentes la una de la otra y conducirán a conclusiones diferentes con respecto a la salvación.

http://www.angelfire.com/falcon/ddd_chc82/theology/OSAS.html

Todos estos argumentos deben concluir en que un cristiano genuino, POR CAUSA DE LA PERSEVERANCIA DE CRISTO EN SU SALVACION, NO PUEDE COMETER SUICIDIO, siendo esto cierto, queda por demás preguntarnos si el destino del alma que comete tal pecado irá al cielo o no.
Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. (2Co 1:5)

Soli Deo Gloria

viernes, 16 de agosto de 2013

¿Qué sucede cuando la Autoridad de la Sagrada Escritura es Ignorada?


Por Mike Ratliff
(Traducido con permiso)

La Gran Controversia del Declive a finales del siglo 19th fue entre Charles Spurgeon y unos pocos ministros ortodoxos quienes estaban de pie en contra de la tendencia hacia el modernismo que estaba barriendo toda Inglaterra. Esto también coincidió con los últimos años del ministerio de Spurgeon. Este conflicto tiene muchas similitudes con la batalla en que estamos en medio ahora con el movimiento “a lo relevante” y “el neo evangelismo”. Así como en los días de Spurgeon, parece haber sólo un remanente que está de pie en contra de este ataque en contra de la verdad por agradar al hombre.

Otra similitud es que aquellos quienes parecen ser progresivos declaran que aquellos que señalan sus errores mediante la Escritura están siendo divisivos. La Unión Bautista que se había vuelto más y más apóstata, censuró a Spurgeon cuando él retiró a su iglesia fuera de aquella asociación. Él hizo esto porque sus advertencias contra la falsa predicación y enseñanza dentro de sus pastores miembros fueron totalmente ignoradas. Él fue colocado en el papel de un hombre divisivo.

¿Qué hace que la apostasía sorprenda cada movimiento del Espíritu y aparentemente anule todo el buen trabajo que vino antes? La Reforma Protestante fue seguida por un periodo de apostasía el cual dio lugar al Movimiento Puritano. Los puritanos fueron fieles a la Soberanía de Dios en todas las cosas, mientras aquellos que se opusieron a ellos simplemente buscaban el poder religioso. Un movimiento lento hacia un enfriamiento espiritual siguió a la era Puritana. El Primer Gran Avivamiento siguió a mediados del siglo 18th. Fue un gran movimiento del Espíritu, pero fue rápidamente seguido por un periodo de hiper-calvinismo. Este ciclo parece continuar una y otra vez. ¿Cuál es la raíz que causa esto?

Cuando la Autoridad de la Palabra de Dios se ve como algo menos por los cristianos profesantes y sus líderes, el compromiso sigue inmediatamente. Estos compromisos vienen en muchos sabores y estos parecen ser muy inocentes en un primer momento, que pocos ven el peligro. Parece que es como que más y más líderes llevan a sus rebaños a la apostasía y que son pocos quienes permanecen fieles para dar la voz de alarma. Observe el siguiente pasaje:
Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; 13 mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. 14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (2Ti 3:12-17 RV60)
¿Cuál es el contraste aquí? Aquellos quienes son malos y engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Ellos son los que persiguen a aquellos que se mantienen en la verdad. Los perseguidos no comprometen la verdad de la Palabra de Dios, mientras aquellos que se oponen hacen precisamente eso hasta el punto de ignorar la enseñanza clara de la Biblia para que puedan continuar en su rebelión.
Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. 6 Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. 7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. (2Ti 4:1-8 RV60)
Si aquella declaración no describe lo que está pasando en la iglesia hoy, entonces yo no sé cual lo haría. Debemos predicar la verdad. Debemos redargüir, reprender y exhortar no importa quién se oponga y aun cuando en realidad no tengamos ganas. La doctrina y los credos son buenos si ellos son escriturales. Adivina lo que los de la apostasía dicen sobre esto. Si, es correcto. Ellos dicen: “¡No necesitamos ningún credo apestoso!” ¿Por qué dicen eso? Es porque las verdades contenidas dentro de los credos reprenden lo que ellos dicen y hacen. Ellos no soportarán la sana doctrina, sino que en sus propios deseos se amontonarán para sí maestros, teniendo comezón de oír. En otras palabras, ellos tendrán sus predicadores favoritos quienes les dirán a ellos lo que quieren oír y nunca los reprenderán.

Estos hombres ignoran la Autoridad de la Palabra de Dios. Ellos han creado otro evangelio y sirven un dios de su propia creación. Nunca debemos dejar de reprenderlos hasta que, y a menos que, se arrepientan. También debemos permanecer firmes aquí sin movernos, porque ceder terreno en alguna dirección es movernos a la oscuridad y aquello es compromiso y con cada compromiso simplemente nos acostumbramos a vivir en aquella oscuridad hasta que nos encontremos como Lot dentro de las murallas de Sodoma en lugar de afuera llamando a todos al arrepentimiento.

¡Soli Deo Gloria!

 http://mikeratliff.wordpress.com/2013/08/15/what-happens-when-the-authority-of-sacred-scripture-is-ignored/