domingo, 14 de junio de 2015

El camino en que nos encontramos: una nueva autoridad, una nueva fe, y una nueva dirección

Mientras que la mayoría de los estadounidenses afirman alguna conexión con el cristianismo, esta conexión es por lo general un “cristianismo hecho por uno mismo”

De acuerdo con el grupo Barna*, el 71% dicen que ellos desarrollarán su propia lista de creencias religiosas en lugar de aceptar un paquete de creencias promovidos por una iglesia o una denominación. Principalmente, esto tiene sus raíces en una creciente desconfianza en la Biblia. “Solamente la mitad de aquellos quienes se identifican como cristianos creen que la Biblia es totalmente exacta en todos los principios (no en los hechos, sino en los principios) que ella enseña” (Barna)

El creciente resultado de esto es una visión pervertida de lo que debe ser el cristianismo. Frecuentemente, esto significa que los puntos de vista liberales y progresivos de la llamada “ética cristiana” son aceptados porque ellos ‘son sentidos’ como correctos para nuestros días. Ahora estamos iluminados. Hemos progresado más allá de los puntos de vista puritanos del pasado.

Cuando esto tiene lugar, encontramos a las multitudes no solamente deseosas de aceptar un cristianismo diferente al de la revelación del Nuevo Testamento, sino que esa masa es hostil a aquella revelación del Nuevo Testamento. Al final, nos encontramos viviendo en un país pagano. Sin embargo, no es meramente pagano, sino que es un paganismo que es enemigo al cristianismo verdadero, siendo aun inoculado contra la Verdad de la Biblia. Una verdadera insensibilidad ha tenido lugar, y no hay un verdadero temor de Dios.

El camino que la iglesia tiene por delante será difícil, pero debe involucrar la evangelización a los perdidos. Debe envolver un cristianismo por el que valga la pena vivir y morir. Y esto sucederá solamente cuando Dios se mueva, y debemos creer que Su Palabra es verdaderamente capaz de convertir los hombres y mujeres de nuestros días. El día está oscuro, pero la Palabra tiene poder. El diablo parece estar ganando, pero las puertas del hades no prevalecerán contra la iglesia de Cristo. La respuesta de Dios para nuestros días es el Cristo del evangelio siendo proclamado en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre por una iglesia moralmente pura, fiel, sacrificial, que ora y que espera le venida de su Señor.

Traducción libre hecha por el pastor Guillermo de Lama, del siguiente artículo: https://ilyston.wordpress.com/2015/06/13/the-road-we-are-on-new-authority-new-faith-and-new-direction/

*Barna es una compañía dedicada a realizar encuestas en USA

martes, 9 de junio de 2015

Separación Secundaria: ¿Fueron los pastores Martyn Lloyd-Jones yCharles H. Spurgeon herejes?

“Cuando la verdad es silenciada,
los puntos de vista falsos parecen plausibles”
(Walter J. Chantry)
Supongo que al leer este artículo, piense que estoy reaccionando o dando respuesta a una reciente publicación en las redes sociales por las que se calificó de “hereje” a un pastor que cuenta con más de 50 años en el ministerio y cuyo testimonio es impecable como ministro del evangelio de Jesucristo. La verdad no he escrito este artículo para defender a ningún pastor o ministro evangélico.

En las redes sociales se pueden leer multitud de escritos sin fundamento ni prueba alguna, en los cuales se puede apreciar claramente el desconocimiento de sus autores no solo de la Biblia misma, o de la historia de la iglesia sino peor aún, de términos tan sencillos como“herejía” A la verdad, responderlos sería darle importancia a aquello que no lo tiene.

Entonces ¿Por qué tomo el tiempo para escribir sobre este asunto?

Lo hago movido por las consultas que algunos hermanos de diferentes países me han enviado con la siguiente pregunta “¿Qué significa la separación secundaria?; y ¿Por qué una persona que lo practica es considerada como un hereje?”

Soy un asiduo lector de algunos blogs en el idioma inglés con cuyos autores no comparto necesariamente las mismas posiciones teológicas. Precisamente, es en el ámbito “anglo” donde he visto debates serios acerca de este tema, pero nunca he leído u oído que alguno de estos autores haya llamado “hereje” al Dr. Peter Masters o a cualquier otro que defienda la doctrina bíblica de la separación secundaria; en algunas partes quizás sean llamados “extremistas”, “radicales”, “fundamentalistas”, etc.; pero nunca se les ha llamado “herejes”.

Pero en el ámbito hispano, estoy convencido que muchos no tienen claridad sobre esta doctrina y los que verdaderamente la conocen prefieren no hablar de ella, supongo que siguiendo sus intereses “eclesiásticos”, de allí que me he visto en la necesidad de escribir sobre ello.

Me sorprende de igual manera que quienes llaman hereje al Dr. Peter Masters por defender la doctrina de la separación secundaria, recomienden literatura de Spurgeon y del Dr. Lloyd-Jones, con quienes el Dr. Masters tiene exactamente la misma posición en lo que respecta a la separación secundaria. ¿Por qué no le llama herejes también a este par de hombres? No encuentro otra razón que no sea esta: el total desconocimiento bíblico de la doctrina, de la historia de la iglesia, además de una pasión desmedida en su intento de justificar su liberalismo sobre la Escritura y su heterodoxia sobre la Ortodoxia.

¿Es el Dr. Peter Masters el único ministro que enseña y practica la doctrina de la separación secundaria?

Yo aprendí la doctrina de la separación secundaria por las Escrituras y la profundicé en la iglesia Norteamericana de la que era miembro (cuando vivía en los Estados Unidos), esta iglesia afirmaba la Confesión de 1689. Supongo que esto me convierte a mí y mis pastores en “herejes” y como a nosotros, también a miles de miles de pastores que creen y obedecen esta doctrina.

A medida de mi caminar en Cristo, pude ver que otros ministros ortodoxos de igual manera la enseñaban y practicaban; y que también había personas quienes la despreciaban y atacaban. Pero hay dos siervos de Dios que alcanzaron cierta fama que creían y practicaban la “separación secundaria”, ellos son: el Dr. Martyn Lloyd Jones y el pastor Charles Haddon Spurgeon. Y esto no lo digo sin ninguna prueba, solamente basta saber la historia de estos dos ministros para reconocer que fue así.

¿Fueron los pastores Martyn Lloyd-Jones y Charles H. Spurgeon herejes?

Pido disculpas por la fotografía que acompaña este artículo, ¿Verdad que se ve mal? Es posible que no estemos de acuerdo con todas las cosas que predicaron y enseñaron estos pastores, pero creo que jamás podríamos llamarlos herejes; pero si vamos a decirle “hereje” al Dr. Peter Masters por practicar la separación secundaria, entonces por exactamente las mismas razones también debemos hacerlo con Lloyd-Jones y Spurgeon…si es que queremos ser consistentes en nuestras declaraciones, de otra manera, dejaríamos al descubierto nuestra carencia de entendimiento al respecto.

Una explicación bíblica e histórica de la doctrina de la separación secundaria

Me he visto en la necesidad de traducir un artículo, que no se encuentra disponible en idioma español, que trata de la doctrina de la “separación secundaria” por medio del cual se puede descubrir la caricatura que han hecho algunos indoctos, aprovechándose del desconocimiento de la verdadera posición doctrinal que no solamente es sostenida por el Tabernáculo Metropolitano sino que lo ha sido a través de los siglos por miles de ministros confesionales alrededor del mundo, incluyendo por supuesto al Dr.Martyn Lloyd-Jones y a Charles H. Spurgeon.

Tengo presente lo que el apóstol Pablo dice: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Ef 6:12 – RV60); en ese sentido, este artículo no debe ser tomado como algo personal.

Traducción del artículo del Dr. Peter Masters, titulado “Cuando separarse”
La Separación Secundaria – Cuando separarse.

Está claro que es un deber fundamental de los cristianos estar separados de los falsos maestros que niegan los fundamentos de la fe. “No se junten con ellos", dice el apóstol Pablo (véase 2 Corintios 6,14), “No te asocies” (Se proveen referencias completas de la Biblia al final del artículo) Este deber bíblico se ha conocido como la doctrina de la separación.

Sin embargo, hay ministros y congregaciones que creen en la Biblia quienes pertenecen a denominaciones apóstatas donde las personas que rechazan el verdadero Evangelio constituyen la abrumadora mayoría, como la Iglesia de Inglaterra, o la Unión Bautista.

Algunas veces los ministros evangélicos y miembros del clero en estas denominaciones pueden actuar de una manera bastante "independiente", pero por lo general ellos cooperan con sus líderes denominacionales y colegas quienes niegan los fundamentos de la fe. Al hacer esto, ellos ignoran y repudian el claro deber de la separación bíblica. Ellos reconocen y trabajan con aquellos a quienes el Señor llama: “lobos con piel de ovejas”

¿Es correcta la separación secundaria?

Surge la pregunta - ¿Cómo deberían tratar los evangélicos que obedecen al llamado de Dios de separase, a los compañeros evangélicos que se niegan a hacerlo?; ¿Deberían ellos mantener pleno compañerismo con los tales, o separase de los que desobedecen? Este último es llamado como “la separación secundaria”

En el pasado, las iglesias independientes, las iglesias Bautistas Estrictas y las Asambleas de Hermanos en Gran Bretaña, han sostenido y practicado unánimemente la separación secundaria, a menudo con gran pesar, ése también es nuestro deber. Pero hoy en día escuchamos a los pastores de esas iglesias diciendo que no creen en la separación secundaria. Algunos llaman a esta doctrina “hiper-separación" y hacen que suene dura y sin amor. Incluso hemos oído que se le ha llamado “el pecado de cisma”.

Nadie debe olvidar que el deber de la separación, bien sea primaria o secundaria, es dado en la Biblia a causa de la bondad infinita de Dios. Muy lejos de ser una práctica seca y sin amor, es un deber que preserva el Evangelio y protege la iglesia. Está diseñada para nuestra bendición y poder. Está allí para protegernos de miles de trampas…

Separación con discreción

Una de las razones por la que algunos pastores rehúyen de obedecerla separación secundaria es esta: ignoran que ésta debe aplicarse con discreción, en el espíritu de 1 Corintios 16:14 –“Que todas vuestras cosas sean hechas con amor”(Pablo dice esto inmediatamente después de exhortarnos a mantenernos firmes en la fe)

Si un ministro que pertenece a una denominación apóstata a sabiendas, está voluntaria y activamente cooperando con falsos maestros, jamás tendríamos comunión con él; pero si tal ministro es afligido a causa de sus colegas no-evangélicos por refutarles y darles testimonio y por negarse a cooperar con ellos, entonces debemos respetarlo, y ser caritativos. Quizás él nunca ha considerado su posición. Ciertamente deberíamos reconocerle como un hermano, tener comunión con él en privado, orar por él y convencerlo de que deje esa denominación, si está a nuestro alcance.

Sin embargo, no podríamos compartir una plataforma, o un púlpito con él, o una conferencia, o pedirle que predique para nosotros, porque eso sería avalar su denominación apóstata y confundir al pueblo de Dios. Pero no nos alejaríamos de él en la misma medida en que lo haríamos de un ministro evangélico que voluntariamente es desobediente y que coopera con los falsos maestros de su denominación.

La interpretación que hace la Biblia King James sobre Judas 22 también expresa amor en la reprobación: ‘Y recibid a los unos en piedad, discerniendo’ - RV-1862; o (en este caso) distinguiendo entre los niveles de participación en el error.

El Dr. Lloyd-Jones acerca de la separación

En tiempos recientes se ha afirmado que la separación secundaria es extremismo.

Este escritor (el Dr. Peter Masters) ha sido nombrado como uno de aquellos que va más allá del Dr. Martyn Lloyd-Jones (1899-1981), el famoso ministro de la Westminster Chapel, quien hizo un llamado a los evangélicos para que abandonen las denominaciones apóstatas.

Se afirma que el Dr. Lloyd-Jones se opuso a la separación secundaria, diciendo: “Si yo estoy convencido de que un hombre es mi hermano voy a tolerarlo. No voy a separarme de él… Hemos nacido de nuevo, por el mismo Espíritu estamos en la misma familia… No voy a separarme de mi hermano” (Unidad en la Verdad, páginas 120-121)

El Dr. Lloyd-Jones, sin embargo, no estaba hablando de la separación secundaria en aquella cita, sino acerca de la unidad entre evangélicos quienes habían abandonado las denominaciones apóstatas.

Su sueño y esperanza fue que todos los evangélicos británicos se separaran del error y se unieran en una nueva denominación. No todos estaban entusiasmados, algunos le dijeron: “Somos bautistas, y no podríamos unirnos a los paedo-bautistas”, mientras que otros dijeron, “Nosotros somos calvinistas y no podríamos unirnos a los arminianos”. El Dr. Lloyd-Jones apeló a ellos y les dijo que él no iba a separarse de su hermano y que ellos tampoco debían hacerlo.

Él no estaba hablando de separase de los evangélicos que cooperan con los no-evangélicos en sus denominaciones, porque él defendía tal separación. Él estaba apelando a la unidad entre aquellos que se habían separado. El sintió que ellos debían dejar de lado sus convicciones sobre el bautismo y las doctrinas de la gracia, y así sucesivamente, en aras de la unidad.

El Dr. Lloyd-Jones y Billy Graham

Para probar el punto recordemos la forma en la cual el Dr. Lloyd-Jones rechazó trabajar con Billy Graham, y este es un ejemplo significativo de la separación secundaria. En el año de 1963 el evangelista le pidió al Dr. Lloyd-Jones presidir el primer Congreso Mundial de Evangelismo (eventualmente llevado a cabo en Berlín en 1966; predecesor de Lausanne)

El Dr. Lloyd-Jones le dijo a Billy Graham que si él cesaba de invitar a liberales y católicos romanos en su plataforma, y desechaba el sistema de invitaciones al altar (conocido como decisionismo), entonces él lo apoyaría y presidiría el Congreso.

Billy Graham no cambiaría sus puntos de vista, y el Dr. Lloyd-Jones declinó en refrendar o aprobar o trabajar con él. Sin ninguna duda la reunión entre ellos fue conducida cortésmente (duró casi tres horas) pero el resultado fue una firme aplicación de la separación secundaria.

El Dr. Lloyd-Jones adoptó la misma actitud hacia las cruzadas en Londres que hizo Billy Graham. El Dr. Lloyd-Jones tuvo su punto de vista, y lo declaró públicamente, que tener una unidad visible con aquellos quienes están en oposición a las cuestiones esenciales de la salvación, era pecaminoso. (El también creía que el sistema de invitación al altar era una fuente de engaño en masa y causaba gran daño a las iglesias)

A pesar de la alta estima de Billy Graham con la mayoría de los evangélicos británicos, del apoyo entusiasta que recibió de los medios de comunicación seculares, del hecho de que su nombre era muy conocido, y a pesar del lugar significativo en el evangelicalismo mundial que le estaba ofreciendo al Dr. Lloyd-Jones, este último se mantuvo en su principio bíblico, y declinó todas las propuestas. El no aprobaría ni trabajaría con el Dr. Billy Graham. Esta es verdadera lealtad a la Palabra de Dios.

Por lo que merece la pena, en cuanto al presente autor (Dr. Peter Masters) se refiere, su punto de vista en cuanto a la separación secundaria no va más allá de la perspectiva del Dr. Lloyd-Jones (aunque el autor no comparte el entusiasmo que este gran hombre tuvo en sus últimos días por una nueva denominación evangélica)

Spurgeon acerca de la separación secundaria

En un famoso sermón, C.H. Spurgeon expresó la mismísima posición en estas palabras: “Para que yo no pueda poner en ridículo mi testimonio me he desligado yo mismo de los que yerran en la fe, y aun de aquellos quienes se asocian con ellos” (Metropolitan Tabernacle Pulpit 1888, No 2047) El Dr. Lloyd-Jones era de la misma opinión, pero ambos ejercieron tierna discreción.

Escuchamos algunas veces que se dice que no hay ningún texto en la Biblia que requiera una separación secundaria, pero nosotros encontramos esta aseveración asombrosa. Por un lado, los mismos textos que ordenan una separación primaria son enfáticos, insistentes, obligatorios e imperativos, demostrando cuán grande sería nuestro error si los rechazamos. Ellos son categóricos y absolutos. Ellos son obligatorios y no simplemente permisivos.

La desobediencia a estos textos (favor mirar al final del presente artículo) ciertamente pone a un creyente dentro de la categoría de uno que “anda desordenadamente” y desalineado de las instrucciones apostólicas. Por lo cual la palabra de 2 Tesalonicenses 3:14 es clara: “Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence”

De otro lado, las palabras solemnes de Apocalipsis 18:4 expresan un principio profundo y profético: “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados…” En 2 Juan 11 se nos enseña que aquel quien ofrece bienvenida a un falso maestro es participante de sus malas obras. Dios asigna culpabilidad al que no se separa, y nosotros no debemos sacudir esa enseñanza de la Biblia.

Al final, aquellos quienes erradamente permanecen en denominaciones apóstatas contribuyen (sea o no su objetivo) con la victoria de los enemigos del Señor. Vemos esto en el declive histórico de las que una vez fueron las grandes denominaciones evangélicas.

En este artículo hemos llamado gran error el desobedecer los textos relacionados con la separación. El Dr. Lloyd-Jones lo llama “un pecado”. Estos versículos ciertamente requieren que nos mantengamos separados de aquellos quienes dan reconocimiento y asistencia a los falsos maestros.

Algunos están ansiosos en cuanto a la separación secundaria porque ellos creen que tenemos el deber de promover la unidad entre iglesias por razón de la oración sacerdotal del Salvador de Juan 17. Este asunto será tratado en el apéndice de este artículo, pero antes, debemos considerar otra causa importante de separación.

Separación de los evangélicos mundanos

El deber bíblico de permanecer separados de ciertos evangélicos aplica, no solamente a los falsos maestros y a quienes los ayudan, sino también a los evangélicos quienes promueven una conducta pecaminosa, mundana y dañina. Esta categoría de separación incluye a aquellos quienes cometen serias transgresiones, tales como inmoralidad y demás pecados referidos en 1 Corintios 5:9, 11 y 13 y en otros lugares de la Biblia. De hecho, tanto asociaciones profesionales seculares como clubes deportivos excluyen a aquellos quienes con su conducta traen descrédito a su causa.

La conducta mundana y dañina ciertamente incluye malas palabras y juramentos, faltas graves de respeto a Cristo o a las Escrituras, e insinuación sexual deliberada o lenguaje pornográfico. Existen predicadores en nuestros días afirmando ser evangélicos sanos, quienes traen el testimonio en descredito por tales conductas, y nosotros, de ninguna manera, podemos aprobarlos.

Es realmente sorprendente que algunos evangélicos los aprueben. Ellos pueden afirmar ser reformados en doctrina, pero de hecho niegan con sus conductas el fundamento de la fe, diciendo en realidad que Dios no es Santo después de todo. ¡A Dios no le importan las borracheras, ni los juramentos, ni las vulgaridades ni tampoco el exhibicionismo mundano! De hecho, Él se deleita en ver a Su pueblo dándose riendas sueltas. Esta es la “declaración confesional” de sus vidas.

Entonces si existe un enorme problema en lo que respecta a otras formas de mundanalidad intencional. ¿Quién puede calcular el daño que la mundanalidad está haciendo en las iglesias de Cristo?

Separación del Rap y del Rock

¿Quién habría imaginado veinte años atrás que el rap, con todas sus asociaciones culturales degradadas, sería usado en la adoración y aplaudida aún dentro de las iglesias reformadas? Se ha hecho un daño incalculable, la reverencia se ha perdido, el mensaje ha sido distorsionado por la cultura, y los jóvenes son privados de toda distinción entre la iglesia y el mundo.

Las cosas pecaminosas primero permean la iglesia para después dominar la adoración mundana y poco inteligente de la actualidad, porque los pastores pensaron que distanciarse de estas cosas sería carecer de amor. En consecuencia, el rebaño es pronto mutilado, la santidad es atrofiada y el amor por Cristo da paso a una mera autocomplacencia con el fin de entretener.

La reciente pero masiva invasión de la mundanidad en la iglesia comenzó poco a poco en la década de 1960, pero la escala que podemos presenciar hoy en día no se alcanzó hasta la década de 1990, mucho después de que los ministerios de Dr. Lloyd-Jones, EJ Poole-Connor, y de otros notables, quienes incluyeron advertencias de protección en sus labores pastorales. Ellos no advirtieron de la extrema mundanalidad de hoy, ya que aún no había surgido. De hecho, nada parecido se ha visto en toda la historia de la iglesia cristiana. Las personas más jóvenes no tienen idea de lo mucho que la cultura de la iglesia se ha semejado al mundo carnal.

Exponer el error nunca es algo divisivo, al igual que tampoco lo es disciplinar el pecado o permanecer separado de las influencias profundamente perjudiciales.

El Medium es el mensaje

En la actualidad hay algunos predicadores que poseen habilidades finas de presentación y personalidades agradables. Ellos dicen que quieren ver almas salvadas, pero que erróneamente han adjuntado al Evangelio la amenaza del rock, del rap y de otros métodos manchados de pecado. Es un grave error decir que sólo nos debe interesar si ellos dicen creer en el Evangelio y tener el deseo de ganar almas: ¡No! Eso no es todo lo que nos debe preocupar.

La frase acuñada en 1964 por el filósofo Marshall McLuhan es verdadera: “el médium es el mensaje”. Él quiso decir que la manera de comunicación influencia profundamente y moldea la percepción del oyente del mensaje. El predicador habla de la santidad de Dios y el pecado del hombre, de la muerte expiatoria de Cristo, y del arrepentimiento y la fe, pero el pecador que escucha tal predicación observa la cultura a su alrededor, los artistas con ropas ligeras, y el estilo de música tomado de personas mundanas quienes la diseñaron para proclamar la inmoralidad y el desenfreno.

Consecuentemente él percibe el mensaje predicado de la siguiente manera: “tú puedes continuar disfrutando de los aspectos pecaminosos del mundo, y sin embargo Cristo te llevará al cielo”. Esta es la manera como se transa con el Evangelio, esta es la manera como el Evangelio es distorsionado. (De hecho, el grado de manipulación empleado -por los estilos musicales modernos- para conseguir una respuesta al Evangelio es mucho más distorsionado que aquel sistema de invitación al altar –practicado por Billy Graham- con el cual el Dr. Lloyd-Jones rechazó trabajar)

Textos que advierten del daño al Evangelio

El serio daño al Evangelio hace necesario que nosotros nos “mantengamos separados” de este tipo de evangélicos mundanos y perjudiciales, no importa cuán grande sea el atractivo humano de sus predicadores que han cedido el Evangelio a la cultura.

Con referencia a su propio ministerio y a los ministerios de sus colaboradores, Pablo habla de “No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea vituperado” (2 Corintios 6:3). En otras palabras, no ponemos ningún obstáculo en el camino de nadie, para que nadie se escandalice de nosotros. Nada que desacredite, distorsione, niegue o deshonre el evangelio debe ser permitido.

El pasaje continúa mostrando cómo los obreros del evangelio son aprobados y autenticados por virtudes tales como paciencia y pureza, y por la Palabra de Verdad y el poder de Dios. La adopción de la mundanalidad es bíblicamente condenada, no defendida.

El Señor Jesucristo no enseñó que el evangelio podía ser predicado de manera mundana, mucho menos con el uso de palabras sucias e insinuaciones sexuales. Por el contrario, dijo, "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos." (Mateo 5:16).

Pablo dijo que él sufriría cualquier cosa antes de “poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo” (1 Corintios 9:12) Nosotros debemos ser “irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; asidos de la palabra de vida (Filipenses 2:15-16)

La imitación deliberada y la adopción de la música y la manera de vestir asociada con el pecado y la impiedad constituye una falsificación alarmante del evangelio y nosotros no debemos cooperar con ello.

Pablo da repetidas exhortaciones a la santidad: “que el nombre de Dios y Su doctrina no sean blasfemados” (1 Timoteo 6:1) Tito es llamado a vivir una vida santa “presentándose como ejemplo de buenas obras” con “palabra sana e irreprochable” (Tito 2:1-11). El evangelio es autenticado por las buenas obras (1 Pedro 2:12) no por una conformidad al estilo de vida del mundo pecador. No importa cuán sólidamente el evangelio sea proclamado, o cuan ferviente sea el predicador, el “médium” puede distorsionar el mensaje, haciendo del mensaje una licencia para el pecado, y no una liberación del mismo.

Vemos el error en los resultados obtenidos por muchos que emplean los nuevos métodos que se conforman al mundo. Cualquier persona puede ver los clips de Internet de las principales conferencias de los jóvenes donde muchos de ellos están inmoralmente vestidos en medios de sus sesiones de alabanza con “rock cristiano”. Se comportan del mismo modo que el mundo lo hace. El Evangelio que se les predican no consigue sacarlos del mundo.

También escuchamos de las caídas colosales de los números en las iglesias que entran en estas prácticas. Se nos dice de manera fiable que de centenares de estudiantes en estas congregaciones, casi ninguno continúa caminando con el Señor después de su graduación. Estamos informados, por parte de obreros preocupados de una muy conocida mega-iglesia que usa métodos contemporáneos, de cuán pocas son las personas salvas allí que viven sus vidas en santidad y servicio a Cristo.

Separación de la estrategia de Satanás

Cuando Satanás inspiró “Evangélicos y Católicos Juntos” a finales de los 1900 en los Estados Unidos, un gran número de iglesias evangélicas rechazaron las propuestas. Satanás descubrió que tratar de unir a los creyentes de la Biblia con los católicos sobre una base doctrinal era un paso demasiado lejos y demasiado rápido.

Su siguiente campaña contra iglesias parece haber sido la promoción acelerada de adoración contemporánea y estilos de vida mundanos, primero de una manera moderada, pero cada vez más duro y más rápido a medida que pasaba el tiempo. Tal vez Satanás vio que una vez que los católicos y los evangélicos adoren de la misma manera, entonces ellos ya no verían ninguna diferencia entre ellos. ¿Quién sabe dónde terminarán estas cuestiones? ¿Quién sabe qué daño ya se ha causado?

Si tan sólo pudiéramos escuchar las instrucciones de Dios, en su protectora y preservadora bondad, para mantenernos separados de las prácticas mundanas y dañinas. La separación secundaria significa separase aun de creyentes de la Biblia cuando ellos hacen cosas que mutilan y dañan al evangelio y a las iglesias.

Como ya hemos mencionado, debemos separarnos con discreción. Si un ministro o una iglesia están empleando material contemporáneo solamente en un pequeño grado, deberíamos apelar y persuadir en lugar de romper la comunión.

Sin embargo, si el estruendo de los tambores refleja la plena manifestación de la mundanalidad, no podremos trabajar juntos. Santiago 4:4 es relevante en esta situación: “Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios” 2 Tesalonicenses 3:14-15 debe ser honrado – “Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence. Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano” Ciertamente amonestamos al obrero que ha errado como a un hermano, pero las palabras claves permanecen – “no os juntéis con él”

La advertencia solemne de Pablo en 1 Corintios 3:17 que ninguno debe dañar a las iglesias, deben advertirnos a todos nosotros: “Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”

Me veo en la necesidad de decirles a los pastores, ancianos y diáconos que tenemos una elección. O mostramos bondad sin reservas, protección y solidaridad para con el ofensor, o lo hacemos con el Evangelio y con nuestras congregaciones. Endorsamos una cosa o la otra. ¿Cuál es la opción que elegiremos? Ningún pastor u oficial de la iglesia puede ser verdaderamente leal a la Palabra de Dios y actuar como protector de Su rebaño, mientras ignora la práctica de la separación bíblica secundaria, aplicada con suma discreción y siendo sensibles en gracia y piedad.

[Vea al final del artículo los textos de la doctrina de la separación bíblica]

¿Existe el deber de una unidad inter-iglesias?

Algunos pastores dudan acerca de la separación secundaria porque han sido persuadidos y presionados de que tienen una obligación bíblica de lograr una unidad evangélica entre las iglesias. Ellos han entendido la oración de Cristo, "que todos sean uno", como si esta se refiriese al deseo de una asociación terrenal formal. Pero en el Nuevo Testamento el Señor no requiere una unidad terrenal humanamente organizada. No hay ninguna señal de tal cosa en el patrón de la iglesia del Nuevo Testamento.

La unidad por la que Cristo oró fue un fenómeno espiritual, y Su oración fue totalmente respondida desde el momento en que fue hecha. Cristo oró para que Su pueblo estuviese unido en Él mismo, siendo Él el eje de la rueda, y Su pueblo los radios, quienes a pesar de que nunca se conocerían, estuvieran unidos en la semejanza a Cristo, en doctrinas fundamentales, en su manera de pensar, en su anhelo por la santidad, en el servicio por su Señor y en la esperanza por Su regreso.

Él oró para que su propio pueblo comprado con Su sangre, aunque desconocidos entre sí y alejados los unos de los otros (algunos en las alejadas y pobres aldeas del Himalaya, otros en la hostil Corea del Norte, o en Somalia, o en el mundo libre) compartieran una dependencia común en Él, y tuvieran el mismo testimonio para el mundo.

Expresamos esta unidad espiritual, siempre que podamos, de muchas formas: Si surge la oportunidad, estamos encantados de conocernos, o enviando socorro a los necesitados, ya sean calvinistas o arminianos, bautistas o presbiterianos. La unidad no es una cuestión de pertenencia a una sociedad terrenal, la única unidad de este tipo en el Nuevo Testamento es en la congregación local o particular.

Spurgeon dijo una vez que cada congregación es como un barco del evangelio que es libre de navegar junto con otros barcos de ideas afines y libres de proporcionar asistencia necesaria, pero que su fin no era necesariamente que estuviesen unidos con cuerdas adornando los océanos.

Nosotros no tenemos ninguna instrucción bíblica para formar una organización terrenal. Cada vez que se han intentado este tipo de cosas, han hecho el bien durante un tiempo, pero luego se han corrompido, y se han convertido en un medio para infectar a otras iglesias con todo tipo de error. Esta ha sido la historia de las denominaciones históricas a lo largo de su recorrido.

Con el tiempo, la comunión entre iglesias parece atraer hacia quienes las lideran, una fatal mezcla de personas que buscan promover su propia agenda dentro de las iglesias. La genialidad divina de la Biblia en realidad no exige este tipo de asociaciones, y en consecuencia no hay ninguna obligación para las iglesias a buscar afiliarse a ellos. La Palabra no los requiere, el evangelio no los necesita, y el amor, la comunión y el servicio al prójimo puede expresarse mucho mejor sin ellos.

Textos para la separación bíblica

La obligatoria, insistente, e imperativa naturaleza de los mandamientos presentados a continuación, nos dice cuán equivocado sería rechazarlos, y porqué el principio de 2 Tesalonicenses 3:6 y 14 aplica para con quienes lo hagan:

2 Corintios 6:14-18

Gálatas 1:8-9

Efesios 5:11

Romanos 16:17

2 Juan 6-11

2 Tesalonicenses 3:6 y 14

Tito 3:10

1 Timoteo 1:18-20; 5:22; 6:3-5

2 Timoteo 2:16-21

2 Timoteo 3:5

2 Crónicas 19:2

Apocalipsis 18:4

Referencias para la separación de las prácticas mundanas y dañinas:

Santiago 4:4

1 Juan 2:15

Gálatas 1:4

Juan 17:13-16

Romanos 12:2

Efesios 5:8
El artículo original en idioma inglés lo encuentra por medio del siguiente link:

http://www.metropolitantabernacle.org/Christian-Article/Secondary-Separation-When-to-Stand-Apart/Sword-and-Trowel-Magazine

Otro artículo en idioma inglés que compara la separación secundaria que practicaba el pastor Martyn Lloyd-Jones con las posiciones diferentes de la conducta del Dr. John Piper y el Dr. Albert Mohler:

http://indefenseofthegospel.blogspot.com/2013/11/secondary-separation-when-to-stand.html