En uno de sus sermones, titulado “El Libre Albedrio: Un Esclavo”, el pastor Charles Spurgeon presenta esta oración y al final de ella la califica como “Diabolica”, pues nadie mas que el diablo puede orar de esa manera. Bueno, el resumen es que cuando los cristianos oran creen que Dios es Soberano aun en la salvación de las almas; pero cuando se levantan de sus rodillas, entronizan al hombre y su “libre albedrio”.
Imagínenlo orando así: “Señor, te doy gracias porque no soy como esos pobres calvinistas presumidos. Señor, yo nací con un glorioso libre albedrío; yo nací con el poder de ir a ti por mi propia voluntad; yo he aprovechado mi gracia. Si todos hubieran hecho lo mismo con su gracia como lo he hecho yo, todos podrían haber sido salvos. Señor, yo sé que Tú no puedes hacernos querer si nosotros mismos no lo queremos así. Tú das la gracia a todo mundo; algunos no la utilizan, pero yo sí. Hay muchos que irán al infierno a pesar de haber sido comprados con la sangre de Cristo al igual que yo; a ellos les fue dado el Espíritu Santo también; tuvieron una muy buena oportunidad, y fueron tan bendecidos como lo he sido yo. No fue tu gracia lo que hizo la diferencia; acepto que sirvió de mucho, pero fui yo el que hizo la diferencia; yo hice buen uso de lo que me fue dado, en cambio otros no lo hicieron así; esa es la diferencia principal entre ellos y yo.”
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