Un ministro descalificado es la criatura más despreciable y dañina que se encuentra en el mundo. Él es una desgracia para la iglesia, una piedra de tropiezo por la que muchos caen en la perdición eterna, y la causa de la condenación de muchas almas. Un servidor fiel de Cristo, por el contrario, es un adorno en la casa de Dios, una luz sobre el candelero, una ciudad sobre una colina, un líder de ciegos, un terror para los impíos, un gozo para los piadosos, un consolador para los afligidos, un consejero para aquellos que están en duda, y un guía para los creyentes en el camino al cielo. Su vida generalmente es de corta duración, durante la cual su predicación llega sólo a unos pocos y él mismo es consumido mientras ilumina a otros. La pérdida de un ministro quien está dotado con la gracia es inestimable.
Escrito por Wilhelmus à Brakel (1635 – 1711) Pastor Holandes Reformado quien sirviera en Holanda.
http://theoldguys.org/2014/06/21/wilhelmus-a-brakel-an-unqualified-vs-a-qualified-minister/