Un ministro descalificado es la criatura más despreciable y dañina que se encuentra en el mundo. Él es una desgracia para la iglesia, una piedra de tropiezo por la que muchos caen en la perdición eterna, y la causa de la condenación de muchas almas. Un servidor fiel de Cristo, por el contrario, es un adorno en la casa de Dios, una luz sobre el candelero, una ciudad sobre una colina, un líder de ciegos, un terror para los impíos, un gozo para los piadosos, un consolador para los afligidos, un consejero para aquellos que están en duda, y un guía para los creyentes en el camino al cielo. Su vida generalmente es de corta duración, durante la cual su predicación llega sólo a unos pocos y él mismo es consumido mientras ilumina a otros. La pérdida de un ministro quien está dotado con la gracia es inestimable.
Escrito por Wilhelmus à Brakel (1635 – 1711) Pastor Holandes Reformado quien sirviera en Holanda.
http://theoldguys.org/2014/06/21/wilhelmus-a-brakel-an-unqualified-vs-a-qualified-minister/
Excelente artículo... pero quisiera saber su opinión con respecto a ministros que genuinamente han mostrado ser verdaderos hombres de Dios y han sido de bendición para muchos pero, que por alguna razón, cayeron en pecado( adulterio, fornicación, etc). Pueden estos hombres seguir en el ministerio? Deben ser expulsados o removidos del cargo, para ser diciplinados y luego a su debido tiempo restituirlos al mismo puesto? Gracias.
ResponderEliminarEsta es una buena pregunta.
ResponderEliminarLa Biblia dice que el ministro debe ser "irreprensible" (1 Timoteo 3:2); cuando un ministro cae en pecados como adulterio, fornicación, etc.; entonces deja de ser irreprensible, por lo tanto ya no puede ministrar la Palabra de Dios. Si es creyente, la iglesia deberá restaurarlo como oveja, pero ya no le permitirá ejercer un oficio para el cual se encuentra descalificado por la Palabra de Dios. Creo que la Biblia enseña que los tales no han sido llamados al ministerio por Dios, considerando que la suficiencia para tal oficio (incluyendo la perseverancia y preservacion) provienen de Dios.- "no que seamos suficientes en nosotros mismos para pensar que cosa alguna procede de nosotros, sino que nuestra suficiencia es de Dios" (2Co 3:5)
Correcto! Pastor de Lama, es exactamente lo que pienso! Si es creyente, pide sincero perdón, Dios le perdona, La Iglesia lo devuelve al redil, pero hay una inhabilidad de carácter moral que se convierte en impedimento bíblico!
ResponderEliminarGracias por su comentario Pastor García,
ResponderEliminarLamentablemente este principio de "la inhabilidad de carácter moral" es dejado de lado aun entre aquellas congregaciones que se autodenominan "reformadas" donde algunos "pastores" se han librado de una condena judicial por artilugios legales.
En tiempos antiguos la ordenación que había sido otorgada, también podía ser retirada cuando se evidenciaba que la persona había dejado de ser irreprensible.
Bendiciones.