La vestimenta litúrgica, la túnica o la sotana solían estar en
boga en el evangelismo protestante. Aunque se asoció con el catolicismo romano
en la mente de los cristianos de los Estados Unidos, la realidad histórica es
que esta prenda de vestir fue llamada “El Traje de Ginebra” (Geneva Gown, en
inglés). Esta vestimenta comenzó su existencia entre los reformadores de Europa
Occidental quienes rechazaron la vestimenta del clero papista, pero cuyos
predicadores a menudo vestían atuendos asociados con sus estatus de eruditos
académicos. El punto, suponían ellos, es que la gente no debería enfocarse en
absoluto en su vestimenta, por lo que desarrollaron la tradición de usar el Traje
de Ginebra para acentuar su mensaje en lugar de hacer énfasis en el mensajero.
No fue hace mucho el tiempo en el que los ministros
reformados vestían el Traje de Ginebra cuando ellos predicaban. Considere, por
ejemplo, al finado Dr. Martyn Lloyd-Jones; quien dijo:
Creo que es bueno y correcto para un predicador vestir el Traje [de Ginebra] en el púlpito ... El Traje para mí es una señal del llamado, una señal del hecho de que un hombre ha sido 'separado' para hacer esta obra. No es más que eso, pero es eso.
Muchos han estado de acuerdo con él a través de las edades.
El calvinista francés, Richard Paquier, dijo lo siguiente en
su libro “Dinámicas de Adoración”:
Es natural que el hombre que oficia en la adoración de la iglesia esté vestido en una forma que corresponda con la tarea asignada a él y expresando visiblemente lo que hace. Es más, quien dirige en el acto de la adoración no lo realiza como si fuese una parte privada, sino como un ministro de la iglesia, él es el representante de la comunidad y el vocero del Señor. Por lo tanto, una túnica especialmente prescrita, una especie de "uniforme" eclesiástico, es útil para recordar tanto a los fieles como a él mismo que en este acto él no es el señor fulano, sino un ministro de la iglesia en medio de un multitud de otros fieles"
¿Por qué no sería una mala idea “el Traje de Ginebra”? No
solamente reconoce que el pastor es un oficial de una iglesia organizada, sino
que sirve para el propósito de esconder al predicador en los lazos de la
modestia delante de la congregación. Una cosa es segura, ninguno regresaría a
casa hablando acerca de la vestimenta del predicador.
Para una explicación completa del Traje de Ginebra,
alcanzamos un link al final.
Reconozco el sensacionalismo y la aparente novedad de mi
sugerencia de que la túnica clerical no sería tan mala idea. Pero, considere lo
que es común hoy...
La persona de arriba es Carl Lentz, pastor de Hillsong New
York. Si usted cree que puede vestirse más varonilmente en el púlpito (para ser
justos, no usa púlpito), esta es una foto de él predicando:
Y este es el popular predicador Steven Furtick, vistiendo
jeans ajustados con agujeros fabricados...
Y este es Mark Driscoll, quien aparentemente tiene poco
respeto por el Segundo Mandamiento…
Esta es Nadia Bolz-Weber, predicando, mientras expone todos
sus tatuajes...
Aquí están Jeff Durbin y Luke Pierson, luciendo su deslumbrante
cultura hipster...
No hay duda que el cristianismo más serio está en declive
por la cultura; los pastores tienen menos respeto por el decoro y la
respetabilidad en su apariencia. Mientras miramos a pastores quienes rechazan
predicar sin una corbata como viejos, de mente angosta; vemos pastores quienes
predican exhibiendo sus tatuajes, sus joyas faciales, sus pantalones
resplandecientes, sus joyas chillonas y vulgares; esto al menos debería
hacernos levantar una ceja ¿Es esto a lo que ha llegado el pastorado? ¿Esto?
Estamos muy lejos de cuando la exposición fue vista como tan
importante y, de hecho, tan sagrada, que los hombres hicieron todo lo posible
para no sobresalir poniendo sobre ellos un estilo mundano. Por el contrario,
ellos se escondieron detrás de un manto negro antes que hacer que la gente
hablara de lo que vistieron de camino a casa. Hoy, Ed Young incluso tiene un
sitio web (pastorfashion.com) para enseñar a los pastores a estar a la moda.
La revista “Fashionista” dice que Carl Lentz y Judah Smith están
“alcanzando a las personas a través de la moda” ellos escribieron:
Con la generación de este milenio abandonando por multitudes a la iglesia en los Estados Unidos, ¿Cómo pueden continuar estos pastores atrayendo a miles de personas jóvenes, concientizados por la cultura, a sus servicios de adoración dominical? La respuesta es compleja, por supuesto, pero no queda ninguna duda que la moda juega al menos un rol de apoyo.
Hay un poco de duda en cuanto a que este tipo de artilugios
está en cuarentena sólo para los círculos arminianos, ya que el movimiento “Joven,
Inquieto y Reformado” (YRR -Young, Restless, and Reformed) está empapado con el
pensamiento “cool”, como se ve en la moda hipster de sus defensores más
destacados. Incluso el archi-calvinista reformado, James White, exhibe sus tatuajes
que lo convierten en alguien muy querido para el tipo más joven, barbado y
“cool” que es difundido por el Nuevo Calvinismo.
¿Es justo decir que los días de vestimenta respetable entre
el clero han sido dejados atrás? ¿Las corbatas son ahora un tabú? ¿Pueden los
ministros entintar su piel de la manera en que eso fuera antes reservado para los
marineros, los motociclistas y los delincuentes? ¿Deberíamos acostumbrarnos al
uso de pantalones vaqueros rasgados en
el púlpito? ¿Hacer estas preguntas nos convierte en fariseos fundamentalistas y
legalistas? ¿La Biblia realmente no tiene nada que decir sobre la manera de
vestirnos?
De hecho, la Biblia tiene mucho que decir acerca de la vestimenta
y la apariencia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Algunos
principios bíblicos básicos comunican a nuestro entendimiento sobre la
vestimenta y la modestia.
Primero, la misma
invención de la ropa demuestra realidades teológicas. La ropa existe para
cubrir la vergüenza del hombre, lo cual es análogo con la desnudez (Génesis 3)
Las personas que no tienen vergüenza usan poca ropa. De la misma forma, las
personas que tienen una conciencia de la vergüenza son modestas. Ya sea por
desnudez o para llamar la atención a uno mismo, (como por ejemplo deslumbrar la
parte de los jeans que corresponden a las nalgas, la joyería desmesurada, etc.)
el intento de adornar su cuerpo para hacerlo el foco de atención es
inherentemente inmodesto.
Segundo, la
Biblia da grandes detalles acerca de la vestimenta, erradicando cualquier
noción de que “a Dios no le importa la manera en que usted se vista” Tanto el
libro del Éxodo en sus capítulos 28 y 39 explica en detalle lo que los
sacerdotes deben vestir, y lo llama: “con dignidad y honor” Aunque ciertos
aspectos del diseño de la vestimenta en el Antiguo Testamento, divinamente
inspirado, fueron tipos y sombras cumplidos en el sacerdocio de Cristo, hay una
indicación definitiva de que Dios no es completamente neutral en cuanto a la
moda. Las borlas mandadas para los bordes de sus vestimentas, en Números 15:38,
demuestra que Dios desea que Su pueblo se vista de una manera separada a la que
el mundo acostumbra, y la equidad general de esa ley – ahora desaparecida – aun
nos recuerda el propósito de Dios en cuanto a la vestimenta. Instrucciones
detalladas son dadas en 1Timoteo 2:9-10 y 1Pedro 3:3-5 con respecto a las
limitaciones en nuestro adorno externo.
Tercero,
establecer estándares de decencia para los laicos o esperar que los pastores se
vistan respetuosamente no es malo, solo porque las definiciones diminutas de
"decente" y "respetable" son difíciles de obtener. Todo
cristiano debería reconocer que la Biblia nos demanda modestia, pero muchos se
vuelven rabiosamente locos en el momento en que llamas algo (o a alguien)
inmodesto. Su defensa es que la modestia es imposible de definir, por lo tanto,
es prácticamente inútil aspirar a ella. Por un lado, creen en la modestia,
pero, por otro lado, ellos rechazan definirla bajo el temible temor de ser
acusados de legalismo. De hecho, la definición es clara: lo que
innecesariamente llama la atención indebida hacia uno mismo y lo que tiene una
clara asociación con la mundanalidad es inmodesto.
Cuarto, asumiendo
que la forma en que estos pastores se visten puede no sea técnicamente
pecaminosa (si esa es su posición), tal vez podríamos estar de acuerdo en que
no es provechosa. Se trata, francamente, de un intento desesperado de verse “cool”.
Se ven como un estudiante de noveno grado en un club nocturno de menores de 18
años. Si no tienen una falta de respeto por el púlpito, sin duda se ven así. Si
usted va a usar pantalones vaqueros, debe fisgonear por un par de zapatos que
terminen en punta y dibujar con tinta sobre sus brazos; tal vez esos Trajes de
Ginebra no son una mala idea después de todo.
Quizás las iglesias puedan advertir a sus pastores. Si ellos
se siguen vistiendo como una niña adolescente que desea ser la estrella del
espectáculo, el Traje de Ginebra será obligatorio.
El artículo original lo encuentra en el siguiente enlace:
Escrito por: Pastor Jordan D. Hall
Traducción libre: Pastor Guillermo de Lama
Una explicación completa del Traje de Ginebra (en idioma
inglés):
http://pulpitandpen.org/wp-content/uploads/2017/11/Why_a_Geneva_Gown.pdf