En primer lugar, las Escrituras nos dicen que ellos son más inteligentes y astutos que los creyentes: “porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz” (Lc 16:8) Ellos tienen una manera de pensar, que los hace políticamente más astutos, los más listos de la calle, los más imaginativos en sus maquinaciones, y los más deseosos en actuar en maneras pecaminosas para alcanzar sus metas. Robar, mentir y sobornar está bien, siempre y cuando ellos “avancen el reino”
En segundo lugar, los herejes introducen ideas falsas de manera sigilosa: “y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud, (Gal 2:4); y: “Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación” (Jud 1:4) Ellos parecen ser ovejas, pero no lo son; y las ideas que ellos enseñan, al principio, parecen ser verdaderas, pero no lo son. Por medio de sus palabras suaves, ellos engañan a muchos para que piensen que son hermanos cristianos y que las ideas que ellos promueven son bíblicas.
En tercer lugar, los herejes usan la fuerza para perseguir a los cristianos. La fuerza funciona, ella silencia a la oposición. Esa es la razón por la que los herejes y los tiranos la usan. La sangre de los mártires no es la semilla de la iglesia, solamente el evangelio lo es.
En cuarto lugar, y el más importante, aquellos quienes creen la verdad tienden a ser lentos para reconocer el error y aún más lentos para tomar las acciones necesarias para defender la verdad. Ellos carecen de dos cosas: discernimiento y valor. Este es el asunto crucial. Los cristianos no pueden evitar el hecho que los hijos de este mundo sean más astutos de lo que ellos son, o que los falsos hermanos hagan cosas sutilmente, con disimulo y coercitivamente. Pero los cristianos pueden ayudar a cómo entender y responder a semejante subversión doctrinal y eclesiástica. Su falta de discernimiento es debido a que carecen del conocimiento de las Escrituras; y su falta de valor viene de una falta de fe en las promesas de las Escrituras.
Extracto del artículo escrito por John W. Robbins, titulado “Por qué los herejes Ganan Batallas”. El artículo completo se encuentra en idioma inglés en: http://www.trinityfoundation.org/journal.php?id=207
Podrán ganar batallas pasajeras en el mundo, (los astutos), pero no podrán entrar al cielo, así que sus triunfos como dice un tango: "SON POBRES TRIUNFOS PASAJEROS".
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