martes, 20 de septiembre de 2011

La Predicación de otro Evangelio

(Un extracto del sermón predicado por Guillermo de Lama: “Predicando el Evangelio sin ser Anatemas” basado en Gálatas 1:6-9)

Debemos comenzar preguntando ¿Qué es el Evangelio?
¿Es el Evangelio el mensaje para salvación y nada más? ¿Enseñan eso las Escrituras? Luego que una persona es salvada por Dios ¿Qué más viene?
Estuve revisando en los diccionarios bíblicos la definición de “Evangelio” La mejor definición la pude encontrar en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: Evangelio (Del lat. evangelium, y este del gr. eaggelion, buena nueva) m. Historia de la vida, doctrina y milagros de Jesucristo, contenida en los cuatro relatos que llevan el nombre de los cuatro evangelistas y que componen el primer libro canónico del Nuevo Testamento. m. Libro que contiene el relato de la vida y mensaje de Jesucristo.
Esta es una excelente definición, en mi opinión. ¡El evangelio no es, solamente, el relato de la vida, obra y milagros del Señor Jesús!; ¡El Evangelio abarca el mensaje y la doctrina de Cristo!
En nuestro texto observamos que los judaizantes habían introducido doctrinas que distorsionaban el mensaje del Evangelio. ¡Aquí no estamos hablando únicamente de conversión! ¡Estamos hablando de Justificación por fe! Y pablo dice que una distorsión de esta doctrina es predicar otro evangelio. En este contexto, podemos ver que el evangelio es un conjunto de doctrinas que Pablo enseñó a las iglesias en Galacia.
Otra prueba que el evangelio son un conjunto de doctrinas, lo encontramos en Romanos 1:15” Así que, por mi parte, ansioso estoy de anunciar el evangelio también a vosotros que estáis en Roma” Ahora, Pablo comienza a explicar el evangelio desde el versículo siguiente (Versículo 16) Pablo iba a instruir a los creyentes romanos con el evangelio Romanos 1:8 “En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos vosotros, porque por todo el mundo se habla de vuestra fe” ¡Pablo iba a predicar el Evangelio a CREYENTES!
El evangelio es algo más que el mensaje de salvación para el incrédulo, el evangelio acompaña al creyente durante todo su peregrinaje aquí en la tierra. El evangelio no es solamente la semilla de la nueva vida, también es el tallo, las ramas, las hojas, las flores y el fruto del creyente.
En cuanto a la doctrina de la santificación veamos el siguiente pasaje: Filipenses 1:27 “Solamente comportaos de una manera digna del evangelio de Cristo, de modo que ya sea que vaya a veros, o que permanezca ausente, pueda oír que vosotros estáis firmes en un mismo espíritu, luchando unánimes por la fe del evangelio”
De este versículo podemos observar que las reglas del evangelio son para ser aplicadas a toda nuestra manera de vivir: Nuestras conversaciones, nuestros trabajos, nuestros negocios, nuestra manera de vestir, la forma en que nos entretenemos, ¡toda nuestra manera de vivir! El creyente tiene un estilo de vida diferente al estilo de vida del mundano. El Evangelio cambia y regula en la vida de los convertidos.
¿Cristiano carnal? Los que predican esto, predican otro evangelio.
En Gálatas 2:14 “Pero cuando vi que no andaban con rectitud en cuanto a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como los judíos, ¿por qué obligas a los gentiles a vivir como judíos?” Dice “andar de acuerdo con la verdad del Evangelio” Aquí habla de andar conforme al espíritu y diseño del evangelio. Es decir, andar en honestidad y en integridad. Los pastores que tratan (no hablo de predicar) al pecado con superficialidad, predican otro evangelio.
Predicar acerca de la verdadera doctrina de la santificación, es predicar el evangelio. La mayoría de congregaciones tienen un entendimiento no-bíblico de esta doctrina.
La creencia fácil, el decisionismo y las prácticas no-bíblicas para evangelizar, han tenido como resultado la incorporación de no-creyentes en los templos. La doctrina del cristiano carnal nació en la biblia anotada Scofield. Y es aplicada para “justificar” la vida del “convencido”; pero “no convertido” Antes jamás fue predicada ni aceptada tal cosa.
El anhelo por los números de convertidos y de bautismos ha tenido como consecuencia una re-definición de lo que es la santidad bíblica. Ven estos números como el “éxito” en el ministerio. Por eso, el evangelio con la doctrina de la santidad del creyente es rechazado abiertamente, (en la práctica) por la gran mayoría de congregaciones. Pero es algo que estamos llamados a hacer, si no queremos predicar “otro evangelio”
1Tesalonicenses 2:2 “sino que después de haber sufrido y sido maltratados en Filipos, como sabéis, tuvimos el valor, confiados en nuestro Dios, de hablaros el evangelio de Dios en medio de mucha oposición”
Así también nosotros: debemos predicar el evangelio en medio de oposición.

Escuche el sermón en línea o descargarlo gratis desde: ww.sermonaudio.com/bautistareformado

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