Quisiera comenzar esta entrada escribiendo lo siguiente:
“Un hombre puede ser, evidentemente, de la familia elegida por Dios; y sin embargo, a pesar de ser un elegido, puede que no crea en la doctrina de la elección. Afirmo que hay muchos llamados para salvación, que no creen en el llamamiento eficaz, y que hay muchos que perseveran hasta el fin, quienes no creen en la doctrina de la perseverancia. Confiamos en que los corazones de muchos están muchísimo mejor que sus cabezas. No ponemos sus falsedades abajo por cualquier oposición deliberada a la verdad que es en Jesús, sino que simplemente es un error en sus juicios, que oramos a Dios para que sean corregidos. Confiamos en que si ellos piensan que nosotros también estamos equivocados, ellos nos retribuirían con la misma cortesía cristiana; y cuando nos reunamos alrededor de la cruz, esperemos que alguna vez sintamos que somos uno en Cristo Jesús”
Es más, creo que también sería oportuno que yo escriba además lo siguiente:
"Creemos en los cinco grandes puntos comúnmente conocidos como calvinistas; pero no consideramos que esos cinco puntos sean como espinos de púas que deban ser empujados entre las costillas de nuestros hermanos en Cristo"
Si se han dado cuenta, por el nombre de este blog, quien escribe estas palabras sería alguien que afirma sostener las doctrinas reformadas. Y yo estaría afirmando que aun las personas que no creen en algunos “puntos del Calvinismo” son también salvas y pertenecientes a la familia de Dios.
Es decir, aunque algunos hermanos cristianos nieguen “la Elección Incondicional”, “El Llamamiento Eficaz” y “La Perseverancia de los Santos”; doctrinas en las que nosotros creemos firmemente; eso no los descalificaría como herederos de las Promesas Divinas y de la salvación eterna.
Si las primeras palabras han despertado el enojo de algunos “Hipo-Calvinistas”; las últimas deben haber terminado por enfurecerlos.
¿Hipo-Calvinistas? ¿Qué es eso? ¿Estoy inventando algo nuevo?
¡No! no estoy inventando nada nuevo, este término ya tiene algún tiempo en el ambiente “evangelical”; solamente que no ha sido conocido por muchos de nosotros, y creo que debe ser explicado. Quisiera hacerlo mediante un ejemplo: Sabemos que el “hiper-calvinismo” es una palabra que denota la distorsión o exageración del Calvinismo histórico. Tomemos como muestra la libre oferta del evangelio. Un “hiper” postula que el evangelio debe ser predicado únicamente a los escogidos por Dios; en tanto que un “Hipo” condena a los calvinistas que piensan y practican de manera contraria; es decir, a los que predican a toda criatura.
El “Hipo-Calvinismo” es una enseñanza que cae por debajo del verdadero calvinismo y que obra la apostasía del calvinismo histórico en las iglesias reformadas.
Con relación a nuestro tema, un “Hipo-Calvinista” condena a otros “Calvinistas” por no condenar a aquellos que no sostienen las doctrinas de la gracia. Cuando digo la palabra “condena” quiero decir “manda al infierno”, los consideran como “no regenerados”.
Un “Hipo” afirma que una persona “ha sufrido verdadera conversión” (o regeneración) cuando cree (aunque sea intelectualmente) en los famosos “Cinco Puntos del Calvinismo”; y además, reprueba y condena a quienes no creen de la misma forma. Si estos dos factores no obran juntos; entonces la persona es “no salva”. No basta con creer, hay que condenar también.
Un “Hipo” es en realidad un sandemaniano elevado a la enésima potencia.
La prueba de conversión para un “Hipo” es “¿Crees en las doctrinas de la Gracia? ¿Si?, entonces bienvenido ‘hermano’; ahora condenemos al resto que no piensa como nosotros”. Para un “Hipo” no es importante el testimonio de vida de la persona. No importa si la persona vive como las bienaventuranzas del Sermón del Monte expresan; si no cree en los cinco puntos: no es cristiana (así de simple).
Esto es algo que, creo yo, tenía que aparecer de todas formas. ¿Por qué? Pues por que la mayoría de “reformados” salen (nacen) de la “internet” o la “blogosfera”.
Hay muchos que recurren a los blogs “reformados” buscando material para sus sermones y enseñanzas; ellos han sido formados doctrinalmente en ese “ciber-espacio”; por lo tanto, no notan la diferencia entre un “Hiper” o un “Hipo” y menos un “Histórico” calvinista.
Morgan Guyton escribe en su blog: “Para aquellos de ustedes que fueron dichosamente inconscientes, en la blogosfera cristiana, hay un grupo de feroces pirañas teológicas conocido como los calvinistas. Si usted no sabe lo que el calvinismo es, en pocas palabras, es la creencia de que Dios decidió antes del comienzo del tiempo quién va al cielo y quién va al infierno y nadie sabe quién va a donde (salvo que la gente que va al lugar correcto siempre parece estar de acuerdo con la teología calvinista). Hay otros aspectos a ello también, como ser muy argumentativo con otros cristianos y radicalmente seguro de su propia rectitud teológica (aunque estoy seguro de que hay calvinistas que son realmente humildes, buena gente, que incluso podría tener sentido del humor)”
Es de esperar que este post pueda despertar la “pluma” de los “Hiper” y de los “Hipo” para condenarme a mí en el infierno. Siempre me ha parecido sumamente divertido leer algunos comentarios que me escriben con “letras mayúsculas” pues los imagino a estos “siervos” levantándome la voz y haciendo aspavientos con sus manos, rechinando los dientes enfurecidos y caminando de una pared a otra en sus oficinas, (evidentemente tienen que presentar palabras suaves y moderación delante del público), lo lamentable es cuando no encuentro en sus comentarios citas bíblicas o históricas que refuercen sus posiciones y afirmaciones.
Esta es la primera de varias entradas con el mismo tema: “Los Hiper Hipo-Calvinistas Condenando a Todos”
Antes de terminar, y antes que me olvide, las dos primeras citas en realidad fueron palabras del pastor Charles Spurgeon. La primera es una cita de la predicación: “Los Efectos de la Sana Doctrina” del 22 de Abril de 1860. Y la segunda fue expresada en “La ceremonia de la instalación de la primera Piedra para la construcción del Nuevo Tabernáculo el 11 de Abril de 1861.
Como debe bien suponer usted; por estas y otras citas, el pastor Charles Spurgeon ha sido condenado (en un sitio web) por los “Hipo-Calvinistas”, quienes no están seguros que este hombre de Dios haya alcanzado el cielo; a no ser que se haya arrepentido de estas afirmaciones y, por supuesto, haya condenado a quienes no creen en los famosos cinco puntos.
Artículos bíblicos en defensa de la sana doctrina, sostiene la confesión de fe 1689.
lunes, 31 de octubre de 2011
Los Hipo-Calvinistas Condenando a Todos (Parte 1)
jueves, 27 de octubre de 2011
La Perspectiva Reformada de la Predestinación
En marcado contraste a la caricatura de la doble predestinación vista en el esquema “positivo-positivo” está la posición clásica de la teología reformada de la predestinación. En este punto de vista la predestinación es doble, ya que implica tanto la elección y la reprobación, pero no es simétrica con respecto al modo de la actividad divina. Un estricto paralelismo de operación es negado. Más bien nosotros vemos la predestinación en términos de una relación “positiva-negativa”
En el punto de vista reformado, Dios desde toda la eternidad decreta a algunos para elección, y positivamente interviene en sus vidas para obrar regeneración y fe mediante una obra monergistica de gracia. Para los que no son elegidos, Dios detiene esta obra monergista de gracia, pasándolos por alto y abandonándolos a ellos mismos. Dios no obra monergisticamente pecado o incredulidad en sus vidas.
(Escrito por el Dr. R.C. Sproul en http://www.the-highway.com/DoublePredestination_Sproul.html; y traducido por Guillermo de Lama)
En el punto de vista reformado, Dios desde toda la eternidad decreta a algunos para elección, y positivamente interviene en sus vidas para obrar regeneración y fe mediante una obra monergistica de gracia. Para los que no son elegidos, Dios detiene esta obra monergista de gracia, pasándolos por alto y abandonándolos a ellos mismos. Dios no obra monergisticamente pecado o incredulidad en sus vidas.
(Escrito por el Dr. R.C. Sproul en http://www.the-highway.com/DoublePredestination_Sproul.html; y traducido por Guillermo de Lama)
Las Herejías de Ayer, la Sana Doctrina Hoy
miércoles, 26 de octubre de 2011
La Distorsión de la Doble Predestinación
La distorsión de la doble predestinación es como sigue: Hay una simetría que existe entre la elección y la reprobación. Dios obra en la misma forma y en la misma manera respecto a la elección y a la reprobación. Es decir, desde toda la eternidad Dios decretó a algunos para elección y por iniciativa divina obra fe en sus corazones y los trae a ellos activamente hacia la salvación. De la misma manera, desde toda la eternidad Dios decretó a algunos al pecado y a la condenación (destinare ad peccatum) y activamente interviene para obrar pecado en sus vidas, trayéndolos a ellos a la condenación por iniciativa divina. En el caso de los electos, la regeneración es la obra monergística de Dios. En el caso del reprobado, el pecado y la degeneración son también la obra monergística de Dios. Dicho de otra manera, nosotros podemos establecer un paralelismo de la preordenación y la predestinación por medio de una simetría positiva. Nosotros podemos llamar a esto como visión “positiva-positiva” de la predestinación. Esto es, Dios positivamente y activamente interviene en las vidas de los electos para traerlos a ellos a la salvación. En la misma manera, Dios positivamente y activamente interviene en las vidas de los reprobados para traerlos a ellos al pecado.
Esta distorsión “positiva-positiva” de la predestinación, claramente hace a Dios el autor del pecado, quien además castiga a la persona por hacer lo que Dios monergística e irresistiblemente coacciona al hombre a hacer. Este punto de vista es sin duda un asalto monstruoso a la integridad de Dios. Esa no es la visión reformada de la predestinación, sino una burda e inexcusable caricatura de la doctrina. Tal punto de vista puede ser identificado con lo que a menudo y de forma vaga se describe como hipercalvinismo, y consiste en una forma radical de supralapsarismo. Tal punto de vista de la predestinación ha sido práctica, universal y monolíticamente rechazado por los pensadores reformados.
(Escrito por el Dr. R.C. Sproul en http://www.the-highway.com/DoublePredestination_Sproul.html; y traducido por Guillermo de Lama)
Esta distorsión “positiva-positiva” de la predestinación, claramente hace a Dios el autor del pecado, quien además castiga a la persona por hacer lo que Dios monergística e irresistiblemente coacciona al hombre a hacer. Este punto de vista es sin duda un asalto monstruoso a la integridad de Dios. Esa no es la visión reformada de la predestinación, sino una burda e inexcusable caricatura de la doctrina. Tal punto de vista puede ser identificado con lo que a menudo y de forma vaga se describe como hipercalvinismo, y consiste en una forma radical de supralapsarismo. Tal punto de vista de la predestinación ha sido práctica, universal y monolíticamente rechazado por los pensadores reformados.
(Escrito por el Dr. R.C. Sproul en http://www.the-highway.com/DoublePredestination_Sproul.html; y traducido por Guillermo de Lama)
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sábado, 22 de octubre de 2011
¿Por qué encontramos el orgullo en otros tan molesto?
Hay un defecto del cual nadie en el mundo es libre, que cada uno en el mundo odia cuando lo ve en otra persona, y del que casi nadie, excepto los cristianos, nunca se imaginan que son culpables ellos mismos.
He escuchado a personas admitir que son de mal carácter, o que no pueden controlar la cabeza en asuntos de chicas o bebidas, o incluso que son cobardes.
Creo que jamás he oído a nadie que no era cristiano acusarse de este vicio.
Y al mismo tiempo he conocido a alguien muy raro, que no era cristiano, que mostró la más ligera piedad por ello en los demás.
No hay defecto que hace que un hombre sea más impopular, y no hay defecto del que somos más inconscientes en nosotros mismos.
Y lo que más tenemos en nosotros mismos, es lo que más nos desagrada de los demás.
El vicio del que estoy hablando es el Orgullo…
… De hecho, si tú quieres averiguar cuan orgulloso eres, la manera mas fácil es preguntarte tú mismo: ¿Cuánto me desagrada cuando otras personas me desaíran? ¿O se niegan a hacerme caso? ¿O cuando otros “meten su cuchara”? ¿O se niegan a favorecerme? ¿O cuando los demás sobresalen?
El punto es que el orgullo de cada persona, está en competencia con el orgullo de los demás.
Por que yo quiero ser el centro de la atracción, es que me molesto cuando alguien más quiere ser el centro de la atracción.
C.S. Lewis “Simple Cristianismo” Capítulo 8 (Justin Taylor - Between Two Worlds)Traducción: Guillermo de Lama
He escuchado a personas admitir que son de mal carácter, o que no pueden controlar la cabeza en asuntos de chicas o bebidas, o incluso que son cobardes.
Creo que jamás he oído a nadie que no era cristiano acusarse de este vicio.
Y al mismo tiempo he conocido a alguien muy raro, que no era cristiano, que mostró la más ligera piedad por ello en los demás.
No hay defecto que hace que un hombre sea más impopular, y no hay defecto del que somos más inconscientes en nosotros mismos.
Y lo que más tenemos en nosotros mismos, es lo que más nos desagrada de los demás.
El vicio del que estoy hablando es el Orgullo…
… De hecho, si tú quieres averiguar cuan orgulloso eres, la manera mas fácil es preguntarte tú mismo: ¿Cuánto me desagrada cuando otras personas me desaíran? ¿O se niegan a hacerme caso? ¿O cuando otros “meten su cuchara”? ¿O se niegan a favorecerme? ¿O cuando los demás sobresalen?
El punto es que el orgullo de cada persona, está en competencia con el orgullo de los demás.
Por que yo quiero ser el centro de la atracción, es que me molesto cuando alguien más quiere ser el centro de la atracción.
C.S. Lewis “Simple Cristianismo” Capítulo 8 (Justin Taylor - Between Two Worlds)Traducción: Guillermo de Lama
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martes, 18 de octubre de 2011
“Sola Scriptura” no es lo mismo que “Solo Scriptura”
(Traducido por Guillermo de Lama. Tomado de http://effectualgrace.com/2011/10/17/well-done-phil/)
“Sola Scriptura” no es lo mismo que “Solo Scriptura”. Un entendimiento adecuado de “Sola Scriptura” no conducirá a una actitud individualista “mi biblia y yo en el bosque” para una interpretación de la Biblia. Debido a los dones de Cristo para la Iglesia a través de los siglos, tenemos el privilegio de estar parados en los hombros de gigantes.
En este tema, me encanta leer la respuesta de Phil Johnson (hace un tiempo atrás) a un interlocutor en su blog “Piromaníacos” quien preguntó:
Su identidad como un bautista, sus interminables citas de Charles Spurgeon, su fe devota a John Macarthur, y especialmente su deseo de llamarse a si mismo “calvinista” son grandes banderas rojas que me dicen que algo está seriamente equivocado con su teología. ¿Por qué usted enseña un sistema de doctrina que lleva el nombre de un simple hombre? ¿Por qué está usted siguiendo maestros humanos, en lugar de ir a la Biblia sola? Después de todo 1 Jn 2:27 dice: “la unción que recibisteis de El permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe” ¡Debemos ir a la sola Escritura para establecer nuestra doctrina! La verdad está en la Santa Palabra de Dios, no en un sistema teológico o en un libro de teología desarrollados por simples hombres. ¿No fue ese el principio original de la reforma? ¿Sola Scriptura? ¿Aun el mismo Calvino no fue a la Escritura por la verdad, en lugar de leer otros hombres? Yo creo que si Calvino mismo escribiera para este blog, él guiaría a las personas hacia la verdad en la Santa Palabra de Dios, no hacia una teología desarrollada por algún otro hombre.
La respuesta de Phil: Usted ha malentendido seriamente “Sola Scriptura” si realmente se imagina que ésta excluye a los maestros humanos o que elimina a la teología sistemática. Los reformadores (incluyendo Calvino) por lo general citaban las obras de Agustín, Tertuliano, Jerónimo, Cipriano, Ambrosio, y otros que van desde los padres de la iglesia hasta Tomás de Aquino. Los reformadores no siguieron a ellos de manera “esclavizada”, por su puesto, pero es cierto que ellos los tomaron seriamente. Ninguno de los grandes reformadores habría tolerado la afirmación que por que los padres de la iglesia eran simples hombres, ellos fueran irrelevantes o incapaces de arrojar alguna luz de ayuda en cuestiones teológicas difíciles.
Sola Scriptura significa que la Escritura sola es la última instancia de apelación en todos los asuntos de fe y práctica. Es una afirmación de que "todo el consejo de Dios, sobre todas las cosas necesarias para su propia gloria, la salvación del hombre, la fe y la vida, están en forma expresa establecidos en la Escritura, o por buena y necesaria consecuencia se deduce de las Escrituras" y que "nada en ningún momento se va a agregar (a la Biblia), ya sea por nuevas revelaciones del Espíritu, o por las tradiciones de los hombres". Reconoce en última instancia que no hay ninguna autoridad espiritual más elevada que la Palabra de Dios, por lo que "la única regla infalible para interpretar la Biblia es la Biblia misma, y en consecuencia, cuando hay una pregunta sobre el sentido verdadero y completo de algún pasaje de la Escritura. . . éste debe ser examinado y conocido por otros pasajes que hablan con más claridad"
Pero nada de esto significa que estamos obligados a descartar la sabiduría de hombres piadosos del pasado, y requerir que cada hombre intente discernir la verdad, partiendo de cero, por la lectura de nada más que la Escritura misma.
En cuanto a Calvino, él ciertamente “guiaba a las personas hacia la verdad en la Santa Palabra de Dios” pero una cosa que él no hizo fue alejar a las personas de los teólogos importantes del pasado. De hecho, las obras de Calvino están llenas con referencias de los padres de la iglesia – Agustín en particular. Calvino sabía que era importante demostrar que él no estaba proponiendo nada nuevo y que su teología estaba en el linaje de la doctrina de los más grandes teólogos de la iglesia. Se consideraba a sí mismo como “agustino”, exactamente de la misma manera que hoy en día muchos se consideran a sí mismos "calvinistas".
Si Calvino escribiera para este blog y alguien respondiera en uno de sus posts, el rechazo a leer lo que Agustín escribió, Calvino probablemente escribiría que esa persona es arrogante e ineducable.
Por cierto, 1 Juan 2:20, 27 es la respuesta del apóstol Juan a un antiguo brote con sabor gnóstico hacia un elitismo espiritual. Estaba refutando a algunos de los falsos maestros (que él llamó los "anticristos"), quienes insistían que la verdad real es un secreto profundo, diferente del mensaje apostólico, en el que la gente debe ser iniciada por un guía ungido. El Espíritu Santo habita y unge a cada creyente, y El es el único quien verdaderamente ilumina para entender la verdad. Pero El también ha dado dones a ciertas personas con una capacidad peculiar para enseñar a otros (Romanos 12:6-7; Efesios 4:11) Por lo tanto, mientras Juan estaba condenando la noción de guías iluminados con el estilo de “masonería” y “gnosticismo” él no estaba haciendo una condenación general en contra de los maestros. El mismo era un maestro.
“Sola Scriptura” no es lo mismo que “Solo Scriptura”. Un entendimiento adecuado de “Sola Scriptura” no conducirá a una actitud individualista “mi biblia y yo en el bosque” para una interpretación de la Biblia. Debido a los dones de Cristo para la Iglesia a través de los siglos, tenemos el privilegio de estar parados en los hombros de gigantes.
En este tema, me encanta leer la respuesta de Phil Johnson (hace un tiempo atrás) a un interlocutor en su blog “Piromaníacos” quien preguntó:
Su identidad como un bautista, sus interminables citas de Charles Spurgeon, su fe devota a John Macarthur, y especialmente su deseo de llamarse a si mismo “calvinista” son grandes banderas rojas que me dicen que algo está seriamente equivocado con su teología. ¿Por qué usted enseña un sistema de doctrina que lleva el nombre de un simple hombre? ¿Por qué está usted siguiendo maestros humanos, en lugar de ir a la Biblia sola? Después de todo 1 Jn 2:27 dice: “la unción que recibisteis de El permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe” ¡Debemos ir a la sola Escritura para establecer nuestra doctrina! La verdad está en la Santa Palabra de Dios, no en un sistema teológico o en un libro de teología desarrollados por simples hombres. ¿No fue ese el principio original de la reforma? ¿Sola Scriptura? ¿Aun el mismo Calvino no fue a la Escritura por la verdad, en lugar de leer otros hombres? Yo creo que si Calvino mismo escribiera para este blog, él guiaría a las personas hacia la verdad en la Santa Palabra de Dios, no hacia una teología desarrollada por algún otro hombre.
La respuesta de Phil: Usted ha malentendido seriamente “Sola Scriptura” si realmente se imagina que ésta excluye a los maestros humanos o que elimina a la teología sistemática. Los reformadores (incluyendo Calvino) por lo general citaban las obras de Agustín, Tertuliano, Jerónimo, Cipriano, Ambrosio, y otros que van desde los padres de la iglesia hasta Tomás de Aquino. Los reformadores no siguieron a ellos de manera “esclavizada”, por su puesto, pero es cierto que ellos los tomaron seriamente. Ninguno de los grandes reformadores habría tolerado la afirmación que por que los padres de la iglesia eran simples hombres, ellos fueran irrelevantes o incapaces de arrojar alguna luz de ayuda en cuestiones teológicas difíciles.
Sola Scriptura significa que la Escritura sola es la última instancia de apelación en todos los asuntos de fe y práctica. Es una afirmación de que "todo el consejo de Dios, sobre todas las cosas necesarias para su propia gloria, la salvación del hombre, la fe y la vida, están en forma expresa establecidos en la Escritura, o por buena y necesaria consecuencia se deduce de las Escrituras" y que "nada en ningún momento se va a agregar (a la Biblia), ya sea por nuevas revelaciones del Espíritu, o por las tradiciones de los hombres". Reconoce en última instancia que no hay ninguna autoridad espiritual más elevada que la Palabra de Dios, por lo que "la única regla infalible para interpretar la Biblia es la Biblia misma, y en consecuencia, cuando hay una pregunta sobre el sentido verdadero y completo de algún pasaje de la Escritura. . . éste debe ser examinado y conocido por otros pasajes que hablan con más claridad"
Pero nada de esto significa que estamos obligados a descartar la sabiduría de hombres piadosos del pasado, y requerir que cada hombre intente discernir la verdad, partiendo de cero, por la lectura de nada más que la Escritura misma.
En cuanto a Calvino, él ciertamente “guiaba a las personas hacia la verdad en la Santa Palabra de Dios” pero una cosa que él no hizo fue alejar a las personas de los teólogos importantes del pasado. De hecho, las obras de Calvino están llenas con referencias de los padres de la iglesia – Agustín en particular. Calvino sabía que era importante demostrar que él no estaba proponiendo nada nuevo y que su teología estaba en el linaje de la doctrina de los más grandes teólogos de la iglesia. Se consideraba a sí mismo como “agustino”, exactamente de la misma manera que hoy en día muchos se consideran a sí mismos "calvinistas".
Si Calvino escribiera para este blog y alguien respondiera en uno de sus posts, el rechazo a leer lo que Agustín escribió, Calvino probablemente escribiría que esa persona es arrogante e ineducable.
Por cierto, 1 Juan 2:20, 27 es la respuesta del apóstol Juan a un antiguo brote con sabor gnóstico hacia un elitismo espiritual. Estaba refutando a algunos de los falsos maestros (que él llamó los "anticristos"), quienes insistían que la verdad real es un secreto profundo, diferente del mensaje apostólico, en el que la gente debe ser iniciada por un guía ungido. El Espíritu Santo habita y unge a cada creyente, y El es el único quien verdaderamente ilumina para entender la verdad. Pero El también ha dado dones a ciertas personas con una capacidad peculiar para enseñar a otros (Romanos 12:6-7; Efesios 4:11) Por lo tanto, mientras Juan estaba condenando la noción de guías iluminados con el estilo de “masonería” y “gnosticismo” él no estaba haciendo una condenación general en contra de los maestros. El mismo era un maestro.
jueves, 13 de octubre de 2011
Joe Thorn y los Enojados (Falsos) Calvinistas
Traducido por Guillermo de Lama. El titulo original es “Joe Thorn and Angry (Fake) Calvinists. El artículo se encuentra en el siguiente sitio web: http://www.edstetzer.com/2011/09/joe-thorn-and-fake-calvinists.html
Hoy, pensé que tendríamos una conversación interesante y necesaria sobre los calvinistas enojados. Para ser justos, esta originalmente iba a ser una entrevista para el nuevo libro de Joe Thorn, pero se convirtió en algo más (¡aunque usted debe comprar su nuevo libro!).
Joe es un amigo que conocí cuando era un estudiante y yo era su profesor de seminario. Él y yo tuvimos una conversación amistosa sobre la falta de amistad.
Verás, tengo algunas ideas sobre los calvinistas enojados que incluyen:
- La mayoría de los calvinistas son gente amable y no enojada.
- Los calvinistas tienen una mala reputación de ser contenciosos.
- La reputación de contenciosos ha sido ganada por un grupo de calvinistas enojados.
- Y, aquí está el principio, la mayoría de los calvinistas no son enojados, sino porque hay un número desproporcionado de calvinistas enojados, los calvinistas se han ganado esa reputación.
Ahora, puede que usted no me crea, pero a lo mejor escucha la respuesta de John Piper: "¿Por que son los calvinistas tan negativos?"
Así que comencé una conversación con Joe sobre este mismo tema.
Ed Stetzer: Yo iba a hablar contigo acerca de “Note To Self”, pero pensé que sería divertido y útil tocar otra cosa. ¿Estás listo?
Joe Thorn: ¡Seguro!
(En la primera pregunta hablan del libro de Thorn)
Ed Stetzer: Es un gran libro. Lo disfruté mucho - y me alegré de que lo respalden. El libro está definitivamente viniendo desde una perspectiva reformada. No es ningún secreto que usted es un calvinista, pero usted no está enfadado o maniático al respecto. Me gusta eso. Yo creo que puede funcionar en los calvinistas de mal humor. Por lo tanto, esto me lleva a mi pregunta: ¿por qué crees que algunos calvinistas son tan enojados?
Joe Thorn: Yo sé lo que estás hablando, pero, honestamente, creo que no tiene nada que ver con su calvinismo, y todo que ver con la fe de ellos. No me refiero al objeto de su fe - Jesús. Y no me refiero a "la fe una vez dada a los santos", sino que me refiero a la fe de ellos. Por supuesto, funciona de esta manera en mí. Cuando estoy de mal humor, quejándome, o cualquier corrupción saliendo a la superficie, no es mi confesión o teología lo que esta errado, sino mi corazón. Cuando me siento orgulloso o pequeño es mi corazón el que no está alineado con mi teología.
Ed Stetzer: Seguro, yo estoy de acuerdo con eso. Aunque es evidente que no es cierto de todos los calvinistas, hay un número desproporcionado de los calvinistas enojados en comparación con otros grupos.
Joe Thorn: Bueno, sí yo veo eso. La pregunta para mi es ¿Por qué estamos viendo eso, y que estamos viendo exactamente? ¿Por qué hay más calvinistas enojados, ruidosos y orgullosos, calvinistas combativos que otra clase de cristianos? Yo pienso, y puedo estar equivocado, pero pienso que es una combinación de algunas cosas.
Uno es que el calvinismo, como un bíblico y bello entendimiento de Dios, el hombre y la redención; es a menudo muy emocionante para aquellos que recién se familiarizan con esta doctrina. Muchos quienes han crecido en la fe con poquita teología y luego descubren la teología reformada son simplemente “sobre-celosos”. Son informados sobre la verdad y quieren que todos vean lo que ellos ven. A esto le llamamos la "etapa de la jaula." Algunos de nosotros, y yo era uno de ellos, se beneficiarían de estar encerrado en una jaula durante algunos años hasta que nuestro corazón pueda ponerse a la par con la cabeza. Más realistamente, un buen discipulado ayuda con eso.
Segundo, yo creo que algunos quienes encuentran su camino en la fe reformada, están enojados por haber sido negada una sólida base teológica en su pasado. Ellos se sienten como si hubieran perdido años de sus vidas, o que la iglesia los ha defraudado. Por lo tanto, están enojados por eso, a veces incluso de su propio pasado, que sólo sangra más en esta nueva pasión que tienen para enseñar. Yo lo entiendo, pero es una pena. Una simple gratitud por crecer teológicamente es una mejor respuesta a cultivar.
Tercero, el conocimiento puede y hace "envanecer", como dice Pablo. Y si bien este es un problema compartido con otros sistemas de la teología, sin duda es una realidad entre los reformados. Es irónico sin embargo. El conocimiento de la soberanía de Dios y la gracia, y de la depravación total del hombre y la absoluta dependencia de Dios por misericordia, debe producir amor y pasión caracterizada por la humildad y la mansedumbre. Y aquello nos lleva a lo que realmente estamos viendo. Cuando los calvinistas somos descorteses, innecesariamente combativos, orgullosos y arrogantes, no estamos siendo verdaderos calvinistas. Nos hacemos pasar por calvinistas.
Es por eso que creo que tenemos que llevar la discusión hacia el corazón. Los calvinistas enojados existen cuando hay algún tipo de cortocircuito entre la cabeza y el corazón.
Ed Stetzer: Por lo tanto, si se trata de un asunto del corazón, un problema de pecado, ¿cómo debemos tratarlo?
Joe Thorn: En primer lugar, creo que sería más provechoso que más corrección venga desde el interior de nuestra tribu teológica. No estoy diciendo que la crítica es inadecuada si no es interna. Como iglesia nosotros debemos ser capaces de corregir los unos a los otros atravesando divisiones denominacionales y doctrinales. Pero, nosotros debemos ser más críticos con nosotros mismos, y creo que abordar nuestros propios problemas desde dentro de nuestro propio grupo en general, será más fructífero.
Segundo, cuando abordamos el tema de “aquellos calvinistas enojados” necesitamos ser cuidadosos y no hacer del calvinismo el problema. No es acerca del calvinismo. La negatividad, el orgullo y el dedo agitado no se tratan acerca de las Doctrinas de la Gracia, sino del corazón. Entonces, cuando nosotros vemos tales cosas viniendo de calvinistas, debemos buscar en señalar que esa actitud es en realidad incompatible con el calvinismo.
Tercero, yo animaría a las personas que simplemente presenten un mejor camino. Sea usted un calvinista o no, presente paciencia amorosa sobre una reacción agresiva, discernimiento de gracia en lugar de pensar lo peor acerca de las palabras de otra persona, una hermandad cimentada en el evangelio en lugar de una separación innecesaria, va a terminar teniendo una mayor influencia en la comunidad cristiana que simplemente dejando caer bombas uno contra el otro.
Cuarto, yo animaría a los demás a simplemente no tener participación con los que odian. Hay blogs que simplemente yo no los leo por que no me traen ningún beneficio espiritual. Algunas personas me mueven a examinarme a mi mismo, mirar a Jesús y crecer en gracia. Otros simplemente me provocan al enojo. Muchas veces el enojo es injusto, o incluso de una justicia propia. Yo puedo convertirme del doppelgänger(*) calvinista enojado en el calvinista enojado del que estoy hablando. En realidad los que odian no son mi problema, yo soy mi propio problema. Por lo tanto, yo he aprendido a estar lejos de ciertos lugares de internet. Yo animo a los demás a simplemente no participar con personas o personalidades que no son de ayuda.
Ed Stetzer: Pero alguien puede contestar diciendo “Hay tiempo de enojarse, podemos ser provocados por algunas cosas” ¿Qué dirías a esto?
Joe Thorn: Estoy de acuerdo, hay una forma de enojo santo. La semana pasada fuiste “nuclear” acerca del legalismo femenino evangelical en tu blog.
Ed Stetzer: No fui “nuclear” Joe
Joe Thorn: OK, pero usted “apretó” en un tema que es importante. El enojo es algunas veces muy apropiado. Nosotros vemos esto en los profetas y apóstoles, aun en el Señor Jesús. Pero cuando tratamos con hermanos y hermanas en Cristo es importante hacer algo más que “dejar las cosas claras” o probar que uno está equivocado y señalar la verdad. Necesitamos hacer eso, pero necesitamos hacerlo de una manera que sea fructífera y bíblicamente significa hacerlo cuidadosamente. Algunas veces significa que tenemos que soltar algunas bombas, pero en la mayoría de los casos significa que necesitamos sentarnos con un hermano (literalmente o figurativamente) y razonar con él.
Y, mira, hay gente que no necesita ningún aliento para ponerse "buenos y enojados" en las cosas correctas, ellos tienen enfriando el "enojarse". Ellos necesitan consejo para que actúen con más gracia, humildad y amabilidad. Todos lo necesitamos. Al final todos nosotros necesitamos aprender a ser mejores maestros y médicos de las almas cuando tenemos que corregir a los demás.
(*) Nota de traducción.- doppelgänger es una palabra poco común y según los diccionarios significa “un doble fantasmal de una persona viva que persigue a su contraparte de vida”
Hoy, pensé que tendríamos una conversación interesante y necesaria sobre los calvinistas enojados. Para ser justos, esta originalmente iba a ser una entrevista para el nuevo libro de Joe Thorn, pero se convirtió en algo más (¡aunque usted debe comprar su nuevo libro!).
Joe es un amigo que conocí cuando era un estudiante y yo era su profesor de seminario. Él y yo tuvimos una conversación amistosa sobre la falta de amistad.
Verás, tengo algunas ideas sobre los calvinistas enojados que incluyen:
- La mayoría de los calvinistas son gente amable y no enojada.
- Los calvinistas tienen una mala reputación de ser contenciosos.
- La reputación de contenciosos ha sido ganada por un grupo de calvinistas enojados.
- Y, aquí está el principio, la mayoría de los calvinistas no son enojados, sino porque hay un número desproporcionado de calvinistas enojados, los calvinistas se han ganado esa reputación.
Ahora, puede que usted no me crea, pero a lo mejor escucha la respuesta de John Piper: "¿Por que son los calvinistas tan negativos?"
Así que comencé una conversación con Joe sobre este mismo tema.
Ed Stetzer: Yo iba a hablar contigo acerca de “Note To Self”, pero pensé que sería divertido y útil tocar otra cosa. ¿Estás listo?
Joe Thorn: ¡Seguro!
(En la primera pregunta hablan del libro de Thorn)
Ed Stetzer: Es un gran libro. Lo disfruté mucho - y me alegré de que lo respalden. El libro está definitivamente viniendo desde una perspectiva reformada. No es ningún secreto que usted es un calvinista, pero usted no está enfadado o maniático al respecto. Me gusta eso. Yo creo que puede funcionar en los calvinistas de mal humor. Por lo tanto, esto me lleva a mi pregunta: ¿por qué crees que algunos calvinistas son tan enojados?
Joe Thorn: Yo sé lo que estás hablando, pero, honestamente, creo que no tiene nada que ver con su calvinismo, y todo que ver con la fe de ellos. No me refiero al objeto de su fe - Jesús. Y no me refiero a "la fe una vez dada a los santos", sino que me refiero a la fe de ellos. Por supuesto, funciona de esta manera en mí. Cuando estoy de mal humor, quejándome, o cualquier corrupción saliendo a la superficie, no es mi confesión o teología lo que esta errado, sino mi corazón. Cuando me siento orgulloso o pequeño es mi corazón el que no está alineado con mi teología.
Ed Stetzer: Seguro, yo estoy de acuerdo con eso. Aunque es evidente que no es cierto de todos los calvinistas, hay un número desproporcionado de los calvinistas enojados en comparación con otros grupos.
Joe Thorn: Bueno, sí yo veo eso. La pregunta para mi es ¿Por qué estamos viendo eso, y que estamos viendo exactamente? ¿Por qué hay más calvinistas enojados, ruidosos y orgullosos, calvinistas combativos que otra clase de cristianos? Yo pienso, y puedo estar equivocado, pero pienso que es una combinación de algunas cosas.
Uno es que el calvinismo, como un bíblico y bello entendimiento de Dios, el hombre y la redención; es a menudo muy emocionante para aquellos que recién se familiarizan con esta doctrina. Muchos quienes han crecido en la fe con poquita teología y luego descubren la teología reformada son simplemente “sobre-celosos”. Son informados sobre la verdad y quieren que todos vean lo que ellos ven. A esto le llamamos la "etapa de la jaula." Algunos de nosotros, y yo era uno de ellos, se beneficiarían de estar encerrado en una jaula durante algunos años hasta que nuestro corazón pueda ponerse a la par con la cabeza. Más realistamente, un buen discipulado ayuda con eso.
Segundo, yo creo que algunos quienes encuentran su camino en la fe reformada, están enojados por haber sido negada una sólida base teológica en su pasado. Ellos se sienten como si hubieran perdido años de sus vidas, o que la iglesia los ha defraudado. Por lo tanto, están enojados por eso, a veces incluso de su propio pasado, que sólo sangra más en esta nueva pasión que tienen para enseñar. Yo lo entiendo, pero es una pena. Una simple gratitud por crecer teológicamente es una mejor respuesta a cultivar.
Tercero, el conocimiento puede y hace "envanecer", como dice Pablo. Y si bien este es un problema compartido con otros sistemas de la teología, sin duda es una realidad entre los reformados. Es irónico sin embargo. El conocimiento de la soberanía de Dios y la gracia, y de la depravación total del hombre y la absoluta dependencia de Dios por misericordia, debe producir amor y pasión caracterizada por la humildad y la mansedumbre. Y aquello nos lleva a lo que realmente estamos viendo. Cuando los calvinistas somos descorteses, innecesariamente combativos, orgullosos y arrogantes, no estamos siendo verdaderos calvinistas. Nos hacemos pasar por calvinistas.
Es por eso que creo que tenemos que llevar la discusión hacia el corazón. Los calvinistas enojados existen cuando hay algún tipo de cortocircuito entre la cabeza y el corazón.
Ed Stetzer: Por lo tanto, si se trata de un asunto del corazón, un problema de pecado, ¿cómo debemos tratarlo?
Joe Thorn: En primer lugar, creo que sería más provechoso que más corrección venga desde el interior de nuestra tribu teológica. No estoy diciendo que la crítica es inadecuada si no es interna. Como iglesia nosotros debemos ser capaces de corregir los unos a los otros atravesando divisiones denominacionales y doctrinales. Pero, nosotros debemos ser más críticos con nosotros mismos, y creo que abordar nuestros propios problemas desde dentro de nuestro propio grupo en general, será más fructífero.
Segundo, cuando abordamos el tema de “aquellos calvinistas enojados” necesitamos ser cuidadosos y no hacer del calvinismo el problema. No es acerca del calvinismo. La negatividad, el orgullo y el dedo agitado no se tratan acerca de las Doctrinas de la Gracia, sino del corazón. Entonces, cuando nosotros vemos tales cosas viniendo de calvinistas, debemos buscar en señalar que esa actitud es en realidad incompatible con el calvinismo.
Tercero, yo animaría a las personas que simplemente presenten un mejor camino. Sea usted un calvinista o no, presente paciencia amorosa sobre una reacción agresiva, discernimiento de gracia en lugar de pensar lo peor acerca de las palabras de otra persona, una hermandad cimentada en el evangelio en lugar de una separación innecesaria, va a terminar teniendo una mayor influencia en la comunidad cristiana que simplemente dejando caer bombas uno contra el otro.
Cuarto, yo animaría a los demás a simplemente no tener participación con los que odian. Hay blogs que simplemente yo no los leo por que no me traen ningún beneficio espiritual. Algunas personas me mueven a examinarme a mi mismo, mirar a Jesús y crecer en gracia. Otros simplemente me provocan al enojo. Muchas veces el enojo es injusto, o incluso de una justicia propia. Yo puedo convertirme del doppelgänger(*) calvinista enojado en el calvinista enojado del que estoy hablando. En realidad los que odian no son mi problema, yo soy mi propio problema. Por lo tanto, yo he aprendido a estar lejos de ciertos lugares de internet. Yo animo a los demás a simplemente no participar con personas o personalidades que no son de ayuda.
Ed Stetzer: Pero alguien puede contestar diciendo “Hay tiempo de enojarse, podemos ser provocados por algunas cosas” ¿Qué dirías a esto?
Joe Thorn: Estoy de acuerdo, hay una forma de enojo santo. La semana pasada fuiste “nuclear” acerca del legalismo femenino evangelical en tu blog.
Ed Stetzer: No fui “nuclear” Joe
Joe Thorn: OK, pero usted “apretó” en un tema que es importante. El enojo es algunas veces muy apropiado. Nosotros vemos esto en los profetas y apóstoles, aun en el Señor Jesús. Pero cuando tratamos con hermanos y hermanas en Cristo es importante hacer algo más que “dejar las cosas claras” o probar que uno está equivocado y señalar la verdad. Necesitamos hacer eso, pero necesitamos hacerlo de una manera que sea fructífera y bíblicamente significa hacerlo cuidadosamente. Algunas veces significa que tenemos que soltar algunas bombas, pero en la mayoría de los casos significa que necesitamos sentarnos con un hermano (literalmente o figurativamente) y razonar con él.
Y, mira, hay gente que no necesita ningún aliento para ponerse "buenos y enojados" en las cosas correctas, ellos tienen enfriando el "enojarse". Ellos necesitan consejo para que actúen con más gracia, humildad y amabilidad. Todos lo necesitamos. Al final todos nosotros necesitamos aprender a ser mejores maestros y médicos de las almas cuando tenemos que corregir a los demás.
(*) Nota de traducción.- doppelgänger es una palabra poco común y según los diccionarios significa “un doble fantasmal de una persona viva que persigue a su contraparte de vida”
martes, 11 de octubre de 2011
El Retroceso del Avivamiento Reformado (Subtitulado)
Gracias a Dios por la vida del pastor John Macarthur por este mensaje oportuno para este tiempo, y para los “reformados” de todo el mundo. Agradando a Dios antes que a los hombres.
lunes, 10 de octubre de 2011
sábado, 8 de octubre de 2011
El Ultimo Verdadero Avivamiento
Se toma lo supernatural para romper las cadenas de lo natural. Tú puedes hacer una comunidad con “conciencia misionera”. Tú puedes hacer una comunidad con “conciencia de cruzadas”. Pero solamente Dios puede hacer una comunidad “consciente de Dios”. Solamente piensa acerca de lo que podría pasar si Dios viene a cualquier comunidad en Poder. Yo creo que ese día está viniendo. Quiera Dios prepararnos para ello. Amen.
Esta es la historia del último avivamiento verdadero en el cual Dios utilizó al pastor Duncan Campbell un ministro presbiteriano. Aquí esta el artículo:
AVIVAMIENTO EN LA ISLA DE LUIS, ESCOCIA (Impresionante lo que Dios hizo)
Por Duncan Campbell
Ante todo, quiero decir que yo no produje el avivamiento en Luis, sino que empezó antes de que yo llegara a la isla.
¿QUE ES EL AVIVAMIENTO?
Existen muchas opiniones en las iglesias de hoy, en cuanto a qué es un avivamiento. Hay una gran diferencia entre un avivamiento y una cruzada de evangelismo, esto último no es avivamiento, aunque doy gracias a Dios por cada alma alcanzada para Cristo por medio de tales esfuerzos y doy gracias a Dios por cada tiempo de bendición recibida en nuestras conferencias y convenciones, sin embargo tales esfuerzos, por lo común, no tocan al vecindario, y la inmensa mayoría de la gente se van precipitadamente hacia el infierno.
En un avivamiento, la comunidad repentinamente se concientiza de la presencia de Dios. El comienza a obrar entre su propia gente, y en cosa de pocas horas -no de días, sino de horas- las iglesias vienen a ser muy concurridas, no hay anuncio de reuniones especiales, pero pasa algo que atrae a hombres y mujeres a la casa de Dios. Dentro de horas, habrán veintenas de personas pidiendo perdón a Dios antes de siquiera llegar cerca de la iglesia.
En el avivamiento que hubo en tiempo de Jonathan Edwards, eso fue lo que pasó. En el avivamiento de Gales, eso fue lo que pasó. Y en el avivamiento más reciente en Luis, eso es lo que pasó. Dios se manifestó y súbitamente los hombres y las mujeres por todas partes de la parroquia fueron paralizados por temor a Dios.
COMO EMPEZO EL AVIVAMIENTO EN LUIS
Un día al atardecer, una mujer ciega de 84 años, tuvo una visión. Esta anciana querida, Margarita, vio en la visión a la iglesia de sus padres llena de jóvenes y a un ministro desconocido en el púlpito. Estaba tan emocionada por esta visión que llamó al pastor y se la contó. El pastor de la colonia era un hombre que temía a Dios y anhelaba verlo obrando, había tratado muchas cosas para interesar a los jóvenes de la parroquia, pero ni siquiera un adolescente asistía a la iglesia.
¿Qué es lo que le dijo Margarita? -Estoy segura de que usted está anhelando ver a Dios obrar. ¿Qué piensa de convocar a los ancianos y diáconos y sugerirles que pasen dos noches por semana en oración a Dios? Ustedes han probado misiones; han probado evangelistas especiales. ¿Han probado a Dios?
El pastor humildemente obedeció.
-Sí, convocaré la sesión, sugiriendo que nos juntemos los martes y viernes en la noche, para pasar toda la noche en oración.
-Muy bien -respondió-, si ustedes hacen eso, mi hermana y yo nos arrodillaremos a las 10:00 pm cada martes y viernes, y nos quedaremos allí hasta las 4:00 de la mañana.
Así todos se concentraron en la oración. Tuvieron esta promesa de Dios, y con esa promesa suplicaron: “Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida” (Isaías 44:3). En sus oraciones, según lo que dijo el pastor, ellos debían pedir vez tras vez: Señor, Tú eres un Dios que guarda tu pacto, y debes cumplir Tu promesa.
Las súplicas y las reuniones duraron por varios meses, luego, una noche, aconteció algo muy notable; estando de rodillas en medio de la paja en el granero, de repente un joven se puso de pie y leyó en voz alta una parte del Salmo 24: “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová” (v.v. 3-5), cerró su Biblia y mirando a los ojos del ministro y a los otros arrodillados allí, dijo: Hermanos, me parece que es tiempo perdido el orar como hemos estado orando, y esperar como hemos estado esperando, si nosotros mismos no tenemos relaciones debidas con Dios, entonces comenzó a orar: “Señor, ¿están limpias mis manos? ¿Es puro mi corazón?” Y aquel querido hombre no siguió más adelante, pronto se arrodilló y se extendió boca abajo en la paja. En cosa de pocos minutos, un poder se soltó en Barvas, el cual desconcertó a todos los habitantes de la isla.
¡DIOS SE MANIFESTÓ!
El Espíritu Santo comenzó a obrar en medio de la gente. El pastor, describió lo que pasó la mañana siguiente y dice: “Se encontró a Dios en el yermo; se le encontró en los hogares. Dios parecía estar en todas partes”.
¿Y qué fue eso? ¡Fue avivamiento! No fue algo organizado a base de esfuerzo humano, sino que era toda la comunidad consciente de Dios, lo cual tuvo en suspenso a todos en el área, tanto así que todo trabajo se paró. La gente se reunió en grupos. Los jóvenes se reunían en el campo y comenzaron a hablar acerca de este fenómeno de parte de Dios, que saturaba la comunidad.
En cosa de unos días, recibí una carta invitándome a la isla. En ese momento experimentaba un movimiento muy grande en la isla de Skye. No era un avivamiento, pero hombres y mujeres aceptaban a Cristo, y Dios fue glorificado por los muchos hombres notables quienes encontraban al Salvador.
Cuando recibí esta invitación a venir a Luis por diez días, respondí que no me era posible puesto que estaba envuelto en una convención durante los días de fiesta. Ya habíamos hechos los arreglos para los predicadores y también por las habitaciones en los hoteles para la gente que venía de todas partes de Gran Bretaña, pero después tuve que cancelar esa convención, principalmente, porque la agencia de viajes alquiló los hoteles para una semana especial que iban a celebrar.
El pastor recibió la carta en la cual yo había rehusado aceptar la invitación, y se la leyó a Margarita. “Eso es lo que piensa el hombre”, dijo ella, “pero Dios ha dicho lo contrario. El Sr. Campbell estará aquí dentro de dos semanas”.
La convención no estaba cancelada cuando ella dijo eso, pero ella sabía. “La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto” (Salmo 25:14). Y ella tenía comunión íntima con Dios.
Llegué a la isla en diez días, y el pastor con dos ancianos me recibieron en el embarcadero. En el momento que me bajé del barco un hermano anciano se acercó y me enfrentó con una pregunta: “Sr. Campbell, ¿puedo hacerle esta pregunta? ¿Está usted caminando con Dios?” He aquí tres hombres que vivían en serio, hombres que temían que una mano no ungida tocara el Arca. Me alegré de poder decir: “Ahora bien, pienso que puedo decir que temo a Dios”. “Bueno”, dijo el anciano querido, mirándome, “si usted teme a Dios, eso bastará”. Entonces el pastor se volvió hacia mí y dijo: “Estamos seguros, Sr. Campbell, que usted está cansado y deseando cenar, pero me pregunto si primero consentiría en predicar un sermón en la iglesia antes de llegar a casa para que los asistentes le vean. Habrá una asistencia prometedora; quizá no muchos, pero suponga eso de dos o trescientos. Tenga en cuenta que hay una manifestación de Dios entre nosotros”.
Nunca comí esa cena porque no llegué a la casa del pastor hasta las cinco y veinte de la mañana. Fuimos a la iglesia, y prediqué a una congregación de más o menos 300 personas. Fue una buena reunión, con un sentido maravilloso de la presencia de Dios, pero nada excepcional pasó. Terminé la junta con oración y caminaba por el pasillo cuando un joven se me acercó y dijo: “Nada todavía ha pasado, pero Dios está presente, y en cualquier momento El va a abrir un camino”.
Soy perfectamente honesto cuando digo que no sentí nada. Pero aquí había un joven mucho más cerca de Dios que yo, y él sabía el secreto.
Continuamos hacia la puerta de la iglesia a medida que toda la congregación salía. Sólo el joven y yo quedábamos dentro. El levantó las manos y comenzó a orar: “Dios, Tú nos has prometido derramar aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida, pero no lo estás haciendo”.
El oraba, y oraba, y oraba de nuevo hasta que cayó en el piso. Estuvo tumbado allí por cinco minutos, estando yo de pie a su lado, y luego se abrió la puerta de la iglesia, alguien entró y dijo: “Sr. Campbell, pasó algo maravilloso. ¡Un avivamiento ha comenzado! Por favor, venga a la puerta para ver la muchedumbre que ha llegado a las once”. Cuando miré, vi a seiscientas o setecientas personas agrupándose en torno a la iglesia.
Este joven querido se paró a la puerta y sugirió que cantáramos el Salmo 126:1-2: “Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra boca de alabanza…” Y ellos cantaban y cantaban. De entre ellos podía oír yo el grito de los penitentes, hombres pidiendo a Dios misericordia.
Me volví al anciano y dije: “¿No piensa que debiéramos abrir de nuevo las puertas de la iglesia y permitirles entrar?”
En unos minutos la iglesia se llenó, a quince minutos de la medianoche. ¿De dónde vino la gente? ¿Cómo sabían ellos que se celebraba un culto? No puedo decirle, pero vinieron de las aldeas y los caseríos. Si hoy uno les preguntara: “¿Qué es lo que les influenció a venir?”, ellos no podrían decirle. Fueron conmovidos por un poder que está más allá de una explicación, y ese poder les dio a entender que eran pecadores que merecían el infierno y el único lugar en el cual podían pensar para obtener el socorro, fue la iglesia. Allí estaban, entre seiscientos y setecientos.
Esa misma noche había un baile en la parroquia. Cuando este joven oraba en el pasillo de la iglesia, el poder de Dios entró a ese baile, y los jóvenes, más de 100 de ellos, huyeron del baile como si fueran huyendo de una plaga, y se dirigieron a la iglesia.
Cuando traté de subirme al púlpito, fui impedido por los muchos jóvenes del baile. Cuando por fin logré hacerlo, descubrí que allí en el piso detrás del púlpito estaba una joven, una graduada de la Universidad Aberdeen, quien estaba sentada allí llorando: “¿No hay nada para mí? ¿No hay nada para mí?”
Dios estaba obrando, y la visión de Margarita fue verdadera y real. La iglesia fue llena tanto de jóvenes como de adultos.
Esa reunión duró hasta las cuatro de la mañana. Al salir de la iglesia, encontré a un joven que no era creyente, aunque temía a Dios, y me dijo: “Señor Campbell, debe haber entre 200 y 300 personas congregadas en la comisaría. Algunos están arrodillados. No lo entiendo”.
Hubo aquí una multitud de hombres y mujeres de una aldea vecina, a eso de cinco millas de allí, quienes se encontraban tan conmovidos por Dios, que vinieron a la comisaría porque sabían que el policía allí era un hombre bien salvo que temía a Dios. La comisaría estaba junto a la casa de Margarita. Este joven me suplicó que fuera a la comisaría, lo cual hice. Nunca olvidaré lo que oí y vi esa mañana: Jóvenes se arrodillaban al borde del camino. Pienso en un grupo de seis, uno de ellos borracho. Su madre anciana estaba arrodillada a su lado, llorando: “Oh, Memo, ¿por fin vienes? Memo, Memo, ¿por fin vienes?” Y ahora Memo es pastor en la parroquia. Y del grupo de jóvenes quienes buscaron a Dios esa noche, nueve de ellos están predicando.
¡ESO ES UN AVIVAMIENTO!
¡Dios obró! ¡Eso es el avivamiento! Esa es la necesidad enorme de la iglesia alrededor del mundo hoy día. No es este o aquel esfuerzo con base en tentativas humanas, sino una manifestación de Dios la cual conmueve a los pecadores a pedir la misericordia antes de acercarse al edificio del culto.
Esa es la manera en que se inició el avivamiento en Luis. Luego pasó fuera de los límites de esa parroquia a las vecinas. Comenzamos predicando en las reuniones día y noche. Una vez en el transcurso de 24 horas, prediqué en ocho reuniones -cinco veces en cultos muy concurridos, dos veces en el campo y una vez en la playa-. Hombres ancianos habían cruzado las aguas esa noche, y muchos encontraron al Salvador. Les seguimos a la playa, y allí cantamos los salmos de Sion a las dos de la mañana, antes de que ellos se embarcaran con rumbo a sus casas. ¡Eso es Dios obrando!
Una noche un hombre se me acercó y dijo: “¿Le será posible venir y visitar nuestra parroquia?” “Bueno, depende de cuándo pueda yo visitarla. Creo que sería posible a la una de la mañana”. Y así fue que fuimos, llegando a la una y media.
Al llegar, encontré una de las iglesias grandes totalmente llena, con mucha gente afuera. Prediqué allí por una hora, y después salí mientras centenares de personas pedían a Dios misericordia.
Al salir de la iglesia, otro joven se acercó y me dijo: “Sr. Campbell, debe haber entre 300 y 500 en un campo aquí abajo, y los ancianos están preguntándose si usted puede hablar con ellos.
Fui y encontré a este gentío, oh, fue muy fácil predicarles. El Espíritu de Dios estaba conmoviéndolos.
Vi a un hombre tendido en el suelo, intensamente, muy ansioso acerca de su alma. Luego vinieron cuatro jovencitas, como de 16 años, arrodillándose a su lado. Una de ellas dijo: “Mira, el Cristo que nos salvó anoche, te puede salvar ahora”. Y ese hombre fue salvo mientras que las muchachas oraban alrededor de él. ¡Eso es avivamiento!
Cuando regresé de esa reunión a la casa del pastor, encontramos a un anciano esperándonos para decir que había un granjero en mucha angustia de alma. Aquel hombre no había estado cerca de una iglesia por 12 años, pero vivía solamente para sus caballos y su ganado. Pero aunque él vivía por este mundo, tenía a una esposa e hija piadosas, quienes se afligían por él. Me habían invitado a la granja antes de aquella noche, y yo había hablado con él, a lo cual contestó: “Ahora bien, quizás algún día me presentaré a la iglesia”.
Después de un día o dos, alguien le vio caminando por la calle hacia la iglesia, y uno de los ancianos pensó que el traje que llevaba puesto fue el mismo con el cual se casó. Es seguro que no era un traje moderno. Fue a la iglesia, y la iglesia estaba tan concurrida, que tuvo que sentarse en el escalón del púlpito, bastante cerca de mí.
Dios le habló, y él estaba en un estado terrible. Gritó repetidas veces. “¡Dios, el infierno me es demasiado bueno!”
Oh, que pudiéramos ver más convicción -convicción de pecado, la cual postrara a los hombres ante la presencia de Dios-. ¡Dios, dánosla, dánosla!
Esa noche después de predicar en el campo, el anciano, el pastor y yo fuimos a la granja. Cada cuarto del cortijo fue lleno de gente, quienes estaban orando por el granjero. “¿Dónde está Donato?”, le pregunté a la esposa. “Oh, está en el cuarto allá. Está en un estado terrible. ¡Oh, que Dios tenga misericordia de tan gran pecador!”
Fuimos por el pasillo, y ella abrió con cuidado la puerta, y allí estaba el granjero, arrodillado, clamando vez tras vez: “Dios, ¿puedes tener piedad de mí? ¿Puedes tener piedad de mí? Me parece que el infierno es demasiado bueno para mí”.
Estábamos parados en la puerta y él no se dio cuenta de nosotros. Luego la esposa imploró a Dios de que El lo sacudiera tanto por sus pecados, que su experiencia con Dios fuera real. Muchas veces se oyeron en ese avivamiento en Luis las palabras: “Déjelo que libre su propia batalla. Déjelo allí. Permita que Dios trate con él”. Creo que una veces quitamos de la mano de Dios las cosas cuando damos los consejos. Oh, que lleguemos al punto donde con toda confianza en Dios le permitamos obrar.
En la mañana tuvo un encuentro con Dios, experimentando un rescate glorioso, y pidió una reunión de oración. Como resultado de esa reunión, hay cuatro ministros hoy sirviendo en la iglesia.
CARACTERISTICAS PRIMORDIALES DEL AVIVAMIENTO
Para mí, el rasgo destacado del movimiento era el sentido de la presencia de Dios, el temor a Dios. Uno podía hablar con cualquier persona, y descubría que cada uno pensaba en Dios y pedía misericordia. Dios estaba en todas partes, y por causa de esta conciencia de Dios, las iglesias estaban muy concurridas desde el principio hasta el fin de los días y durando las noches enteras hasta las cinco o seis de la mañana. En avivamiento, no existe el tiempo. La presencia de Dios ahuyenta los programas.
Otro rasgo destacado era esa convicción muy profunda del pecado. He aquí dos incidentes. Un día la querida anciana, Margarita, vino y me dijo: “Me siento guiada a pedirle que vaya a esta parte particular de la parroquia. Hay pecadores empedernidos allí que necesitan la salvación”. “Pero no me siento guiado a ir allí”, le dije. “Hay hombres allí quienes amargamente se me oponen, y me figuro que no habrá un lugar para celebrar una reunión”.
Ella me miró y dijo: “Señor Campbell, si usted viviera tan cerca de Dios como le conviene, El le revelaría Su secreto también”.
Recibí eso como una reprensión, y regresé al hogar del pastor y le dije: “Creo que debemos pasar la mañana con Margarita, y esperar en Dios junto con ella en su cuarto”. Así que Margarita y su hermana se arrodillaron con nosotros en su cuartito, y esa querida mujer comenzó a orar: “Señor, Tú recuerdas la conversación que tuvimos esta mañana a las dos. Tú me dijiste que ibas a visitar esta parte de la parroquia con avivamiento. Acabo de hablar con el Sr. Campbell pero no está preparado para pensar en ello. Tú debes darle la sabiduría, porque él la necesita muchísimo. “Bueno, Margarita”, dije después de ponernos de pie, “¿a dónde quiere que vaya? ¿Y dónde vamos a convocar la reunión?” “Oh, sólo vaya, y Dios proveerá la congregación y el lugar para reunirse”.
“Bueno, Margarita, iré”. Me fui la próxima noche, y encontré a eso de trescientas o cuatrocientas personas congregadas alrededor de un chalet de siete cuartos. La casa fue tan concurrida, y tantos jóvenes querían entrar, que el dueño de la casa, siendo un hombre que temía a Dios aunque no era cristiano, sugirió que ellos se pusieran sobre las camas en filas de tres personas cada una; quitarse los zapatos, y juntarse como sardinas en lata. Y eso es lo que hicieron, pero aun así, todavía quedaban un igual número afuera.
Leí el texto de la Biblia del cual pensaba predicar: “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó…” (Hechos 17:30-31).
Habían allí cinco pastores. Si usted les hubiera preguntado de que era lo que los trajo a ese pueblecito, ni siguiera uno le podía decir, pero movidos por un Dios soberano, estaban allí. Hablé cerca de diez minutos cuando uno de los ancianos se me acercó y dijo: “Sr. Campbell, ¿vendrá usted al otro lado de la casa? Uno de los hombres principales del pueblecito está clamando a Dios por misericordia, vaya usted allí, y nosotros iremos a la pila de turba aquí donde se puede ver esas mujeres clamando a Dios, arrodilladas.
Fui al otro lado de la casa, y allí estaban los mismísimos hombres que Dios mostró a Margarita, hombres que se convertirían en pilares de la iglesia de sus padres. Y eso es lo que son hoy en día.
Entre los que pedían misericordia estaban dos flautistas los cuales estaban anunciados a tocar en un concierto y un baile en una parroquia vecina. Y el pastor de aquella parroquia estaba allí, él y su esposa estaban mirando a los flautistas pedir a Dios piedad.
Repentinamente el pastor volvió la mirada hacia su esposa, diciendo: “Regresaremos a la parroquia e iremos al baile, y les diremos allí lo que está pasando en Barvas”.
Se alejaron una distancia de quince millas, llegando cuando el baile estaba en plena marcha. Entrando el pastor, se interrumpió el baile, y el pastor se paró en la pista de baile. “Jóvenes, tengo una historia interesante que contarles. Los flautistas no están con ustedes porque están en Barvas pidiendo a Dios misericordia”. Un silencio -silencio de la eternidad, según el pastor- impregnó el salón de baile. Luego él dijo: “Jóvenes, les quiero cantar un salmo. Creo que debemos cantar el Salmo 50 (donde Dios se representa como fuego que consumirá)”, y comenzó a cantar, él mismo tomando el lugar del director. Al llegar al segundo versículo, de repente se oyó un grito, y un joven cayó al suelo y comenzó a pedir misericordia a Dios. Dentro de cinco minutos el salón estaba desocupado, y los jóvenes huyeron a los tres coches que los trajeron desde otras parroquias. Pronto se arrodillaron, clamando a Dios que tuviera piedad de ellos.
¡Eso es Dios obrando! Tan fuerte conmovía Dios, y tan terrible era la convicción, que no podíamos más que dejarlos allí.
Había un movimiento notable en la aldea de Arnol. La situación allí fue difícil, e igual como en los otros lugares, era amarga la resistencia. A la medianoche un cierto hombre se puso de pie para orar. Todavía recuerdo sus palabras: “Oh Dios, ¿sabes que Tu honor está en peligro? ¿Sabes que hiciste una promesa la cual no estás cumpliendo? Ahora bien, he aquí cinco pastores junto con el Sr. Campbell. No sé nada de la condición interior de ellos, ni siquiera del Sr. Campbell, pero si sé algo de mi propio corazón, creo que puedo decir que tengo sed. Tengo sed de una manifestación de tu poder”.
Luego, a eso de las dos de la mañana, se puso de pie y dijo esto: “Con base en Tu promesa de derramar aguas sobre el sequedal (espiritual), me atrevo a desafiarte a que cumplas Tu pacto”.
Cuando ese hombre dijo eso, la casa del granjero tembló como hoja. Cuando Juan Smith cesó de orar, terminé la reunión y salí afuera donde descubrí que toda la comunidad estaba despierta. La oposición se desvaneció, y un movimiento glorioso comenzó, el cual se nombra en Escocia como el avivamiento de Arnol. Esto fue uno de los movimientos poderosos en medio de la visitación graciosa de Dios en la isla de Luis. La taberna se cerró esa noche, y nunca volvió a abrirse. Los hombres que solían emborracharse allí en las noches, ahora están orando en nuestras reuniones. Uno de ellos es misionero en Arabia del Sur.
¡CONVICCION! ¡ANGUSTIA DEL ALMA!
Catorce jóvenes discutían acera de cuánta cerveza debían traer a la parroquia para un baile el viernes. De pronto uno de ellos dijo a los otros: “Muchachos, aumentemos la cantidad, porque creo que esta es la última vez que llegará la cerveza a esta parroquia”.
“Angus”, dijo otro, “¿insinúas que el avivamiento va a llegar a esta parroquia impía?” “No puedo decir lo que va a acontecer, o que va a venir, pero algo pasa conmigo”. Eso es todo lo que dijo, pero catorce jóvenes se arrodillaron al frente del salón de baile, quedándose allí por más de una hora. Como resultado, todos fueron salvos, y once desempeñan un cargo en la iglesia hoy en día.
¿Qué son los frutos del avivamiento? Podía contar sobre mis cinco dedos las personas que dejaron de asistir a las reuniones de oración. En Luis, y en las tierras altas de Escocia en general, no creerían que una persona que no asistía a los cultos de oración era cristiana, no más de lo que creerían que el diablo era cristiano. Cuando un alma renace, repentinamente uno está con hambre de reunirse con los que oran a Dios.
Los cultos de oración se volvieron muy concurridos. No había ni siquiera una parroquia en Luis que no tuviera a lo menos cinco cultos de oración. La prensa del pueblo anunció que había más gente asistiendo a los cultos de oración, que los que solían frecuentar el culto de mañana en el día de comulgar. Eso es una de las características notables en cuanto al fruto que se queda.
Y ha provenido de esas reuniones un movimiento entre los jóvenes, que está atravesando por toda la isla de Luis. Los jóvenes y las señoritas que en días anteriores hubieran estado yendo a ver las películas, al baile o a las tabernas, hoy día están asistiendo, por veintenas, a los cultos de oración. No digo que esto sea avivamiento -no en el mismo sentido de lo que experimentamos hace varios años- pero en las parroquias se encontrará desarrollándose cinco o seis cultos de oración. Primero están en la iglesia, después van a cenar un poco, luego van a varias casas para esperar en Dios hasta las dos de la mañana. Y en aquellos cultos de oración los jóvenes están entregándose a Cristo.
Otro rasgo en cuanto a los frutos, es el número de hombres y mujeres quienes han salido por tiempo completo en el ministerio y como misioneros.
¿Entiende usted lo que significa el avivamiento? Significa mirar obrar a Dios -el Dios de milagros-, obrando de una manera soberana y sobrenatural, manifestándose entre los hombres y mujeres, induciéndolos a entrar al Reino de Dios
(Tomado de la revista “La Trompeta de Dios”, no. 63, may-jun 1990)
Esta es la historia del último avivamiento verdadero en el cual Dios utilizó al pastor Duncan Campbell un ministro presbiteriano. Aquí esta el artículo:
AVIVAMIENTO EN LA ISLA DE LUIS, ESCOCIA (Impresionante lo que Dios hizo)
Por Duncan Campbell
Ante todo, quiero decir que yo no produje el avivamiento en Luis, sino que empezó antes de que yo llegara a la isla.
¿QUE ES EL AVIVAMIENTO?
Existen muchas opiniones en las iglesias de hoy, en cuanto a qué es un avivamiento. Hay una gran diferencia entre un avivamiento y una cruzada de evangelismo, esto último no es avivamiento, aunque doy gracias a Dios por cada alma alcanzada para Cristo por medio de tales esfuerzos y doy gracias a Dios por cada tiempo de bendición recibida en nuestras conferencias y convenciones, sin embargo tales esfuerzos, por lo común, no tocan al vecindario, y la inmensa mayoría de la gente se van precipitadamente hacia el infierno.
En un avivamiento, la comunidad repentinamente se concientiza de la presencia de Dios. El comienza a obrar entre su propia gente, y en cosa de pocas horas -no de días, sino de horas- las iglesias vienen a ser muy concurridas, no hay anuncio de reuniones especiales, pero pasa algo que atrae a hombres y mujeres a la casa de Dios. Dentro de horas, habrán veintenas de personas pidiendo perdón a Dios antes de siquiera llegar cerca de la iglesia.
En el avivamiento que hubo en tiempo de Jonathan Edwards, eso fue lo que pasó. En el avivamiento de Gales, eso fue lo que pasó. Y en el avivamiento más reciente en Luis, eso es lo que pasó. Dios se manifestó y súbitamente los hombres y las mujeres por todas partes de la parroquia fueron paralizados por temor a Dios.
COMO EMPEZO EL AVIVAMIENTO EN LUIS
Un día al atardecer, una mujer ciega de 84 años, tuvo una visión. Esta anciana querida, Margarita, vio en la visión a la iglesia de sus padres llena de jóvenes y a un ministro desconocido en el púlpito. Estaba tan emocionada por esta visión que llamó al pastor y se la contó. El pastor de la colonia era un hombre que temía a Dios y anhelaba verlo obrando, había tratado muchas cosas para interesar a los jóvenes de la parroquia, pero ni siquiera un adolescente asistía a la iglesia.
¿Qué es lo que le dijo Margarita? -Estoy segura de que usted está anhelando ver a Dios obrar. ¿Qué piensa de convocar a los ancianos y diáconos y sugerirles que pasen dos noches por semana en oración a Dios? Ustedes han probado misiones; han probado evangelistas especiales. ¿Han probado a Dios?
El pastor humildemente obedeció.
-Sí, convocaré la sesión, sugiriendo que nos juntemos los martes y viernes en la noche, para pasar toda la noche en oración.
-Muy bien -respondió-, si ustedes hacen eso, mi hermana y yo nos arrodillaremos a las 10:00 pm cada martes y viernes, y nos quedaremos allí hasta las 4:00 de la mañana.
Así todos se concentraron en la oración. Tuvieron esta promesa de Dios, y con esa promesa suplicaron: “Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida” (Isaías 44:3). En sus oraciones, según lo que dijo el pastor, ellos debían pedir vez tras vez: Señor, Tú eres un Dios que guarda tu pacto, y debes cumplir Tu promesa.
Las súplicas y las reuniones duraron por varios meses, luego, una noche, aconteció algo muy notable; estando de rodillas en medio de la paja en el granero, de repente un joven se puso de pie y leyó en voz alta una parte del Salmo 24: “¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová” (v.v. 3-5), cerró su Biblia y mirando a los ojos del ministro y a los otros arrodillados allí, dijo: Hermanos, me parece que es tiempo perdido el orar como hemos estado orando, y esperar como hemos estado esperando, si nosotros mismos no tenemos relaciones debidas con Dios, entonces comenzó a orar: “Señor, ¿están limpias mis manos? ¿Es puro mi corazón?” Y aquel querido hombre no siguió más adelante, pronto se arrodilló y se extendió boca abajo en la paja. En cosa de pocos minutos, un poder se soltó en Barvas, el cual desconcertó a todos los habitantes de la isla.
¡DIOS SE MANIFESTÓ!
El Espíritu Santo comenzó a obrar en medio de la gente. El pastor, describió lo que pasó la mañana siguiente y dice: “Se encontró a Dios en el yermo; se le encontró en los hogares. Dios parecía estar en todas partes”.
¿Y qué fue eso? ¡Fue avivamiento! No fue algo organizado a base de esfuerzo humano, sino que era toda la comunidad consciente de Dios, lo cual tuvo en suspenso a todos en el área, tanto así que todo trabajo se paró. La gente se reunió en grupos. Los jóvenes se reunían en el campo y comenzaron a hablar acerca de este fenómeno de parte de Dios, que saturaba la comunidad.
En cosa de unos días, recibí una carta invitándome a la isla. En ese momento experimentaba un movimiento muy grande en la isla de Skye. No era un avivamiento, pero hombres y mujeres aceptaban a Cristo, y Dios fue glorificado por los muchos hombres notables quienes encontraban al Salvador.
Cuando recibí esta invitación a venir a Luis por diez días, respondí que no me era posible puesto que estaba envuelto en una convención durante los días de fiesta. Ya habíamos hechos los arreglos para los predicadores y también por las habitaciones en los hoteles para la gente que venía de todas partes de Gran Bretaña, pero después tuve que cancelar esa convención, principalmente, porque la agencia de viajes alquiló los hoteles para una semana especial que iban a celebrar.
El pastor recibió la carta en la cual yo había rehusado aceptar la invitación, y se la leyó a Margarita. “Eso es lo que piensa el hombre”, dijo ella, “pero Dios ha dicho lo contrario. El Sr. Campbell estará aquí dentro de dos semanas”.
La convención no estaba cancelada cuando ella dijo eso, pero ella sabía. “La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto” (Salmo 25:14). Y ella tenía comunión íntima con Dios.
Llegué a la isla en diez días, y el pastor con dos ancianos me recibieron en el embarcadero. En el momento que me bajé del barco un hermano anciano se acercó y me enfrentó con una pregunta: “Sr. Campbell, ¿puedo hacerle esta pregunta? ¿Está usted caminando con Dios?” He aquí tres hombres que vivían en serio, hombres que temían que una mano no ungida tocara el Arca. Me alegré de poder decir: “Ahora bien, pienso que puedo decir que temo a Dios”. “Bueno”, dijo el anciano querido, mirándome, “si usted teme a Dios, eso bastará”. Entonces el pastor se volvió hacia mí y dijo: “Estamos seguros, Sr. Campbell, que usted está cansado y deseando cenar, pero me pregunto si primero consentiría en predicar un sermón en la iglesia antes de llegar a casa para que los asistentes le vean. Habrá una asistencia prometedora; quizá no muchos, pero suponga eso de dos o trescientos. Tenga en cuenta que hay una manifestación de Dios entre nosotros”.
Nunca comí esa cena porque no llegué a la casa del pastor hasta las cinco y veinte de la mañana. Fuimos a la iglesia, y prediqué a una congregación de más o menos 300 personas. Fue una buena reunión, con un sentido maravilloso de la presencia de Dios, pero nada excepcional pasó. Terminé la junta con oración y caminaba por el pasillo cuando un joven se me acercó y dijo: “Nada todavía ha pasado, pero Dios está presente, y en cualquier momento El va a abrir un camino”.
Soy perfectamente honesto cuando digo que no sentí nada. Pero aquí había un joven mucho más cerca de Dios que yo, y él sabía el secreto.
Continuamos hacia la puerta de la iglesia a medida que toda la congregación salía. Sólo el joven y yo quedábamos dentro. El levantó las manos y comenzó a orar: “Dios, Tú nos has prometido derramar aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida, pero no lo estás haciendo”.
El oraba, y oraba, y oraba de nuevo hasta que cayó en el piso. Estuvo tumbado allí por cinco minutos, estando yo de pie a su lado, y luego se abrió la puerta de la iglesia, alguien entró y dijo: “Sr. Campbell, pasó algo maravilloso. ¡Un avivamiento ha comenzado! Por favor, venga a la puerta para ver la muchedumbre que ha llegado a las once”. Cuando miré, vi a seiscientas o setecientas personas agrupándose en torno a la iglesia.
Este joven querido se paró a la puerta y sugirió que cantáramos el Salmo 126:1-2: “Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion, seremos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenará de risa, y nuestra boca de alabanza…” Y ellos cantaban y cantaban. De entre ellos podía oír yo el grito de los penitentes, hombres pidiendo a Dios misericordia.
Me volví al anciano y dije: “¿No piensa que debiéramos abrir de nuevo las puertas de la iglesia y permitirles entrar?”
En unos minutos la iglesia se llenó, a quince minutos de la medianoche. ¿De dónde vino la gente? ¿Cómo sabían ellos que se celebraba un culto? No puedo decirle, pero vinieron de las aldeas y los caseríos. Si hoy uno les preguntara: “¿Qué es lo que les influenció a venir?”, ellos no podrían decirle. Fueron conmovidos por un poder que está más allá de una explicación, y ese poder les dio a entender que eran pecadores que merecían el infierno y el único lugar en el cual podían pensar para obtener el socorro, fue la iglesia. Allí estaban, entre seiscientos y setecientos.
Esa misma noche había un baile en la parroquia. Cuando este joven oraba en el pasillo de la iglesia, el poder de Dios entró a ese baile, y los jóvenes, más de 100 de ellos, huyeron del baile como si fueran huyendo de una plaga, y se dirigieron a la iglesia.
Cuando traté de subirme al púlpito, fui impedido por los muchos jóvenes del baile. Cuando por fin logré hacerlo, descubrí que allí en el piso detrás del púlpito estaba una joven, una graduada de la Universidad Aberdeen, quien estaba sentada allí llorando: “¿No hay nada para mí? ¿No hay nada para mí?”
Dios estaba obrando, y la visión de Margarita fue verdadera y real. La iglesia fue llena tanto de jóvenes como de adultos.
Esa reunión duró hasta las cuatro de la mañana. Al salir de la iglesia, encontré a un joven que no era creyente, aunque temía a Dios, y me dijo: “Señor Campbell, debe haber entre 200 y 300 personas congregadas en la comisaría. Algunos están arrodillados. No lo entiendo”.
Hubo aquí una multitud de hombres y mujeres de una aldea vecina, a eso de cinco millas de allí, quienes se encontraban tan conmovidos por Dios, que vinieron a la comisaría porque sabían que el policía allí era un hombre bien salvo que temía a Dios. La comisaría estaba junto a la casa de Margarita. Este joven me suplicó que fuera a la comisaría, lo cual hice. Nunca olvidaré lo que oí y vi esa mañana: Jóvenes se arrodillaban al borde del camino. Pienso en un grupo de seis, uno de ellos borracho. Su madre anciana estaba arrodillada a su lado, llorando: “Oh, Memo, ¿por fin vienes? Memo, Memo, ¿por fin vienes?” Y ahora Memo es pastor en la parroquia. Y del grupo de jóvenes quienes buscaron a Dios esa noche, nueve de ellos están predicando.
¡ESO ES UN AVIVAMIENTO!
¡Dios obró! ¡Eso es el avivamiento! Esa es la necesidad enorme de la iglesia alrededor del mundo hoy día. No es este o aquel esfuerzo con base en tentativas humanas, sino una manifestación de Dios la cual conmueve a los pecadores a pedir la misericordia antes de acercarse al edificio del culto.
Esa es la manera en que se inició el avivamiento en Luis. Luego pasó fuera de los límites de esa parroquia a las vecinas. Comenzamos predicando en las reuniones día y noche. Una vez en el transcurso de 24 horas, prediqué en ocho reuniones -cinco veces en cultos muy concurridos, dos veces en el campo y una vez en la playa-. Hombres ancianos habían cruzado las aguas esa noche, y muchos encontraron al Salvador. Les seguimos a la playa, y allí cantamos los salmos de Sion a las dos de la mañana, antes de que ellos se embarcaran con rumbo a sus casas. ¡Eso es Dios obrando!
Una noche un hombre se me acercó y dijo: “¿Le será posible venir y visitar nuestra parroquia?” “Bueno, depende de cuándo pueda yo visitarla. Creo que sería posible a la una de la mañana”. Y así fue que fuimos, llegando a la una y media.
Al llegar, encontré una de las iglesias grandes totalmente llena, con mucha gente afuera. Prediqué allí por una hora, y después salí mientras centenares de personas pedían a Dios misericordia.
Al salir de la iglesia, otro joven se acercó y me dijo: “Sr. Campbell, debe haber entre 300 y 500 en un campo aquí abajo, y los ancianos están preguntándose si usted puede hablar con ellos.
Fui y encontré a este gentío, oh, fue muy fácil predicarles. El Espíritu de Dios estaba conmoviéndolos.
Vi a un hombre tendido en el suelo, intensamente, muy ansioso acerca de su alma. Luego vinieron cuatro jovencitas, como de 16 años, arrodillándose a su lado. Una de ellas dijo: “Mira, el Cristo que nos salvó anoche, te puede salvar ahora”. Y ese hombre fue salvo mientras que las muchachas oraban alrededor de él. ¡Eso es avivamiento!
Cuando regresé de esa reunión a la casa del pastor, encontramos a un anciano esperándonos para decir que había un granjero en mucha angustia de alma. Aquel hombre no había estado cerca de una iglesia por 12 años, pero vivía solamente para sus caballos y su ganado. Pero aunque él vivía por este mundo, tenía a una esposa e hija piadosas, quienes se afligían por él. Me habían invitado a la granja antes de aquella noche, y yo había hablado con él, a lo cual contestó: “Ahora bien, quizás algún día me presentaré a la iglesia”.
Después de un día o dos, alguien le vio caminando por la calle hacia la iglesia, y uno de los ancianos pensó que el traje que llevaba puesto fue el mismo con el cual se casó. Es seguro que no era un traje moderno. Fue a la iglesia, y la iglesia estaba tan concurrida, que tuvo que sentarse en el escalón del púlpito, bastante cerca de mí.
Dios le habló, y él estaba en un estado terrible. Gritó repetidas veces. “¡Dios, el infierno me es demasiado bueno!”
Oh, que pudiéramos ver más convicción -convicción de pecado, la cual postrara a los hombres ante la presencia de Dios-. ¡Dios, dánosla, dánosla!
Esa noche después de predicar en el campo, el anciano, el pastor y yo fuimos a la granja. Cada cuarto del cortijo fue lleno de gente, quienes estaban orando por el granjero. “¿Dónde está Donato?”, le pregunté a la esposa. “Oh, está en el cuarto allá. Está en un estado terrible. ¡Oh, que Dios tenga misericordia de tan gran pecador!”
Fuimos por el pasillo, y ella abrió con cuidado la puerta, y allí estaba el granjero, arrodillado, clamando vez tras vez: “Dios, ¿puedes tener piedad de mí? ¿Puedes tener piedad de mí? Me parece que el infierno es demasiado bueno para mí”.
Estábamos parados en la puerta y él no se dio cuenta de nosotros. Luego la esposa imploró a Dios de que El lo sacudiera tanto por sus pecados, que su experiencia con Dios fuera real. Muchas veces se oyeron en ese avivamiento en Luis las palabras: “Déjelo que libre su propia batalla. Déjelo allí. Permita que Dios trate con él”. Creo que una veces quitamos de la mano de Dios las cosas cuando damos los consejos. Oh, que lleguemos al punto donde con toda confianza en Dios le permitamos obrar.
En la mañana tuvo un encuentro con Dios, experimentando un rescate glorioso, y pidió una reunión de oración. Como resultado de esa reunión, hay cuatro ministros hoy sirviendo en la iglesia.
CARACTERISTICAS PRIMORDIALES DEL AVIVAMIENTO
Para mí, el rasgo destacado del movimiento era el sentido de la presencia de Dios, el temor a Dios. Uno podía hablar con cualquier persona, y descubría que cada uno pensaba en Dios y pedía misericordia. Dios estaba en todas partes, y por causa de esta conciencia de Dios, las iglesias estaban muy concurridas desde el principio hasta el fin de los días y durando las noches enteras hasta las cinco o seis de la mañana. En avivamiento, no existe el tiempo. La presencia de Dios ahuyenta los programas.
Otro rasgo destacado era esa convicción muy profunda del pecado. He aquí dos incidentes. Un día la querida anciana, Margarita, vino y me dijo: “Me siento guiada a pedirle que vaya a esta parte particular de la parroquia. Hay pecadores empedernidos allí que necesitan la salvación”. “Pero no me siento guiado a ir allí”, le dije. “Hay hombres allí quienes amargamente se me oponen, y me figuro que no habrá un lugar para celebrar una reunión”.
Ella me miró y dijo: “Señor Campbell, si usted viviera tan cerca de Dios como le conviene, El le revelaría Su secreto también”.
Recibí eso como una reprensión, y regresé al hogar del pastor y le dije: “Creo que debemos pasar la mañana con Margarita, y esperar en Dios junto con ella en su cuarto”. Así que Margarita y su hermana se arrodillaron con nosotros en su cuartito, y esa querida mujer comenzó a orar: “Señor, Tú recuerdas la conversación que tuvimos esta mañana a las dos. Tú me dijiste que ibas a visitar esta parte de la parroquia con avivamiento. Acabo de hablar con el Sr. Campbell pero no está preparado para pensar en ello. Tú debes darle la sabiduría, porque él la necesita muchísimo. “Bueno, Margarita”, dije después de ponernos de pie, “¿a dónde quiere que vaya? ¿Y dónde vamos a convocar la reunión?” “Oh, sólo vaya, y Dios proveerá la congregación y el lugar para reunirse”.
“Bueno, Margarita, iré”. Me fui la próxima noche, y encontré a eso de trescientas o cuatrocientas personas congregadas alrededor de un chalet de siete cuartos. La casa fue tan concurrida, y tantos jóvenes querían entrar, que el dueño de la casa, siendo un hombre que temía a Dios aunque no era cristiano, sugirió que ellos se pusieran sobre las camas en filas de tres personas cada una; quitarse los zapatos, y juntarse como sardinas en lata. Y eso es lo que hicieron, pero aun así, todavía quedaban un igual número afuera.
Leí el texto de la Biblia del cual pensaba predicar: “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó…” (Hechos 17:30-31).
Habían allí cinco pastores. Si usted les hubiera preguntado de que era lo que los trajo a ese pueblecito, ni siguiera uno le podía decir, pero movidos por un Dios soberano, estaban allí. Hablé cerca de diez minutos cuando uno de los ancianos se me acercó y dijo: “Sr. Campbell, ¿vendrá usted al otro lado de la casa? Uno de los hombres principales del pueblecito está clamando a Dios por misericordia, vaya usted allí, y nosotros iremos a la pila de turba aquí donde se puede ver esas mujeres clamando a Dios, arrodilladas.
Fui al otro lado de la casa, y allí estaban los mismísimos hombres que Dios mostró a Margarita, hombres que se convertirían en pilares de la iglesia de sus padres. Y eso es lo que son hoy en día.
Entre los que pedían misericordia estaban dos flautistas los cuales estaban anunciados a tocar en un concierto y un baile en una parroquia vecina. Y el pastor de aquella parroquia estaba allí, él y su esposa estaban mirando a los flautistas pedir a Dios piedad.
Repentinamente el pastor volvió la mirada hacia su esposa, diciendo: “Regresaremos a la parroquia e iremos al baile, y les diremos allí lo que está pasando en Barvas”.
Se alejaron una distancia de quince millas, llegando cuando el baile estaba en plena marcha. Entrando el pastor, se interrumpió el baile, y el pastor se paró en la pista de baile. “Jóvenes, tengo una historia interesante que contarles. Los flautistas no están con ustedes porque están en Barvas pidiendo a Dios misericordia”. Un silencio -silencio de la eternidad, según el pastor- impregnó el salón de baile. Luego él dijo: “Jóvenes, les quiero cantar un salmo. Creo que debemos cantar el Salmo 50 (donde Dios se representa como fuego que consumirá)”, y comenzó a cantar, él mismo tomando el lugar del director. Al llegar al segundo versículo, de repente se oyó un grito, y un joven cayó al suelo y comenzó a pedir misericordia a Dios. Dentro de cinco minutos el salón estaba desocupado, y los jóvenes huyeron a los tres coches que los trajeron desde otras parroquias. Pronto se arrodillaron, clamando a Dios que tuviera piedad de ellos.
¡Eso es Dios obrando! Tan fuerte conmovía Dios, y tan terrible era la convicción, que no podíamos más que dejarlos allí.
Había un movimiento notable en la aldea de Arnol. La situación allí fue difícil, e igual como en los otros lugares, era amarga la resistencia. A la medianoche un cierto hombre se puso de pie para orar. Todavía recuerdo sus palabras: “Oh Dios, ¿sabes que Tu honor está en peligro? ¿Sabes que hiciste una promesa la cual no estás cumpliendo? Ahora bien, he aquí cinco pastores junto con el Sr. Campbell. No sé nada de la condición interior de ellos, ni siquiera del Sr. Campbell, pero si sé algo de mi propio corazón, creo que puedo decir que tengo sed. Tengo sed de una manifestación de tu poder”.
Luego, a eso de las dos de la mañana, se puso de pie y dijo esto: “Con base en Tu promesa de derramar aguas sobre el sequedal (espiritual), me atrevo a desafiarte a que cumplas Tu pacto”.
Cuando ese hombre dijo eso, la casa del granjero tembló como hoja. Cuando Juan Smith cesó de orar, terminé la reunión y salí afuera donde descubrí que toda la comunidad estaba despierta. La oposición se desvaneció, y un movimiento glorioso comenzó, el cual se nombra en Escocia como el avivamiento de Arnol. Esto fue uno de los movimientos poderosos en medio de la visitación graciosa de Dios en la isla de Luis. La taberna se cerró esa noche, y nunca volvió a abrirse. Los hombres que solían emborracharse allí en las noches, ahora están orando en nuestras reuniones. Uno de ellos es misionero en Arabia del Sur.
¡CONVICCION! ¡ANGUSTIA DEL ALMA!
Catorce jóvenes discutían acera de cuánta cerveza debían traer a la parroquia para un baile el viernes. De pronto uno de ellos dijo a los otros: “Muchachos, aumentemos la cantidad, porque creo que esta es la última vez que llegará la cerveza a esta parroquia”.
“Angus”, dijo otro, “¿insinúas que el avivamiento va a llegar a esta parroquia impía?” “No puedo decir lo que va a acontecer, o que va a venir, pero algo pasa conmigo”. Eso es todo lo que dijo, pero catorce jóvenes se arrodillaron al frente del salón de baile, quedándose allí por más de una hora. Como resultado, todos fueron salvos, y once desempeñan un cargo en la iglesia hoy en día.
¿Qué son los frutos del avivamiento? Podía contar sobre mis cinco dedos las personas que dejaron de asistir a las reuniones de oración. En Luis, y en las tierras altas de Escocia en general, no creerían que una persona que no asistía a los cultos de oración era cristiana, no más de lo que creerían que el diablo era cristiano. Cuando un alma renace, repentinamente uno está con hambre de reunirse con los que oran a Dios.
Los cultos de oración se volvieron muy concurridos. No había ni siquiera una parroquia en Luis que no tuviera a lo menos cinco cultos de oración. La prensa del pueblo anunció que había más gente asistiendo a los cultos de oración, que los que solían frecuentar el culto de mañana en el día de comulgar. Eso es una de las características notables en cuanto al fruto que se queda.
Y ha provenido de esas reuniones un movimiento entre los jóvenes, que está atravesando por toda la isla de Luis. Los jóvenes y las señoritas que en días anteriores hubieran estado yendo a ver las películas, al baile o a las tabernas, hoy día están asistiendo, por veintenas, a los cultos de oración. No digo que esto sea avivamiento -no en el mismo sentido de lo que experimentamos hace varios años- pero en las parroquias se encontrará desarrollándose cinco o seis cultos de oración. Primero están en la iglesia, después van a cenar un poco, luego van a varias casas para esperar en Dios hasta las dos de la mañana. Y en aquellos cultos de oración los jóvenes están entregándose a Cristo.
Otro rasgo en cuanto a los frutos, es el número de hombres y mujeres quienes han salido por tiempo completo en el ministerio y como misioneros.
¿Entiende usted lo que significa el avivamiento? Significa mirar obrar a Dios -el Dios de milagros-, obrando de una manera soberana y sobrenatural, manifestándose entre los hombres y mujeres, induciéndolos a entrar al Reino de Dios
(Tomado de la revista “La Trompeta de Dios”, no. 63, may-jun 1990)
lunes, 3 de octubre de 2011
¿Avivamiento Reformado o Sandemanianismo?
(Un extracto del sermón predicado por Guillermo de Lama: “¿Avivamiento Reformado o Sandemanianismo?” basado 2 Reyes Cap. 22 – Escuche o descárguelo desde www.sermonaudio.com/bautistareformado)
Últimamente se han propagado noticias acerca de un “Avivamiento Reformado” por todo el mundo. Avivamiento en USA, avivamiento en Latinoamérica, avivamiento en Asia, avivamiento en Perú. ¿Pero que es lo que significa este “avivamiento” que se menciona mucho últimamente? Lo que se ha llamado “avivamiento”; en realidad es un interés nuevo en estudiar las “Doctrinas de la Gracia” o el “Calvinismo”
Como consecuencia de escuchar ciertos sermones que están en la web, las personas se ven atraídas por estas doctrinas. Encuentran en estas enseñanzas la consistencia teológica que explica la salvación del hombre. El paso siguiente es buscar los lugares donde se enseña esta forma de doctrina, para luego transmitirla a la congregación, y expandirla en otras congregaciones locales.
Debemos preguntarnos: ¿Puede llamarse a esto un “Avivamiento Reformado”? ¿Refleja esto una victoria en el ministerio pastoral? ¿Es esto lo que la iglesia ha estado esperando durante mucho tiempo? ¿Significa esto un golpe mortal al reino del diablo y a sus huestes malignas?
¿Podemos decir que existe un avivamiento porque creo en las doctrinas de la gracia, pero practico el decisionismo? Soy reformado, pero creo en el cristiano carnal. Soy reformado, pero aborrezco la predestinación. Soy calvinista, pero me opongo al señorío de Cristo en la vida del creyente. Creo en las doctrinas de la gracia, pero también creo que Dios cambia de parecer con mis oraciones. Soy calvinista, pero sostengo la “creencia fácil” La respuesta es que esto es un falso “Avivamiento Reformado”
¿Podemos decir que existe un avivamiento, por que creo en las doctrinas de la gracia, pero utilizo métodos mundanos para evangelizar? Soy reformado, pero hablo como el mundo, camino como el mundo, me visto como el mundo, me gusta el mundo. Soy reformado, pero se puede ver mucho del mundo en nuestros servicios de adoración, música, coreografía, etc. La respuesta es que esto es también un falso “Avivamiento Reformado”
No puede decirse que hay un avivamiento, mientras las congregaciones crean y practiquen doctrinas anti-bíblicas. No puede decirse que hay un avivamiento, mientras en los templos se vea la influencia del mundo. No puede decirse que hay un avivamiento mientras que en la sociedad el pecado se multiplica. No puede decirse que hay un avivamiento por el simple hecho que las personas estén estudiando y creyendo en las doctrinas de la gracia.
Entonces, si esto no es un “Avivamiento Reformado”; ¿Qué es lo que está sucediendo? ¿Cómo se le llama a esto? Esto es el regreso del “Sandemaneanismo” Este nombre viene de la doctrina postulada por Robert Sandeman, quien vivió en el siglo XVIII. Sandeman era considerado como un hiper-calvinista y, además, antinomiano. Robert Sandeman enseñaba que la salvación viene por el hecho de creer, o estar de acuerdo, con el mensaje del evangelio. Esto parece bíblico, pero la diferencia está en que se refiere a una aceptación intelectual del evangelio. El sandemanianismo enseña que no se necesita “sentir” una convicción de pecado para ser salvo. Solamente “entender” las Doctrinas de la Gracia.
En el siglo XVIII, algunos de los que habían creído en las doctrinas de Sandeman eran “calvinistas” o “reformados” Una cosa peculiar de estos “reformados” era que ellos detestaban la predicación de George Whitefield. Whitefield era un calvinista que predicaba que los pecadores no solamente deben “saber” que son pecadores; sino que deben “sentirse” pecadores. Whitefield predicaba que antes de la conversión el pecador debe ser convencido de su pecado; debe “sentir” su pecado. Deben lamentarse, llorar hasta desesperarse por causa de sus pecados.
¿Alguien ha preguntado si estos hombres y mujeres que ahora estudian las doctrinas de la gracia, han pasado por una real convicción de pecado? ¿Qué evangelio escucharon cuando fueron salvados?
Que diferente a los avivamientos cuando ministraban Richard Baxter en el poblado de Kidderminster, o Jonathan Edwards cuando predicó en pueblo vecino de Enfield, Connecticut.; o Geoge Whitefield con los mineros de carbón en Kingswood, Bristol.
El evangelio predicado por estos hombres de Dios cambiaba la sociedad. Dios obraba de una manera maravillosa en esos verdaderos avivamientos: Los bares se cerraban, la prostitución desaparecía gradualmente, las personas asistían a los cultos para adorar a Dios, pero antes de todo eso aquellos pecadores sentían su pecado y lloraban y se quebrantaban, tal como sucedió en los relatos de la Biblia.
Esos son ejemplos de avivamientos en tiempos bíblicos y también hace unos siglos atrás. ¿Realmente tenemos ese “avivamiento” en nuestros días? La respuesta es “NO” El hecho de llenar las mentes de las personas con las doctrinas de la gracia, no representa nada. Por que el problema del hombre no es su intelecto, es su pecado.
Puede ser que a profesantes no convertidos, se les esté llenando las gavetas de su intelecto con “calvinismo”, pero eso no significa un “Avivamiento”
Los carismáticos están estudiando las doctrinas de la gracia, los bautistas están estudiando las doctrinas de la gracia, los pentecostales están estudiando las doctrinas de la gracia, la denominación “tal” están estudiando las doctrinas de la gracia. Eso no es un avivamiento. Ni el Señor Jesús, ni Pedro, ni Pablo, ni Richard Baxter, ni Jonathan Edwards, ni George Whitefield predicaron las doctrinas de la gracia como un medio de salvación. ¡Ellos predicaron el evangelio! Que es poder de Dios para salvación. Antes del discipulado, debe haber conversión.
¿Alguna vez alguien se ha preguntado si todas esas personas que estudian las doctrinas de la gracia son salvos? ¿Tienen fruto de fe y arrepentimiento? ¿Experimentaron ellos verdadera convicción de pecado? ¡Nadie habla de eso! ¡Lo que importa son los números! ¡Estamos creciendo!
¿Soy calvinista? ¿Soy reformado? Sí lo soy, pero primero fui salvo.
Grandes hombres del pasado hicieron frente a esta clase de enseñanza: Sandemanianismo. Martyn Lloyd Jones escribió una obra llamada “Los puritanos: sus orígenes y sucesores” donde dedica un capítulo entero para refutar esta corriente doctrinal.
Considero que las doctrinas de la gracia, son sana doctrina. Están en la Biblia. Pero también hay que reconocer que hay muchas otras doctrinas igual de importantes a las cuales debemos prestar atención.
¿Queremos un Avivamiento Espiritual en nuestros días? ¡Por supuesto que sí! ¡Anhelamos uno! Pero uno conforme a las Escrituras, uno como los que sucedieron en el tiempo de los puritanos. Debemos orar por eso. Pero de la misma manera estamos llamados a denunciar el error.
Últimamente se han propagado noticias acerca de un “Avivamiento Reformado” por todo el mundo. Avivamiento en USA, avivamiento en Latinoamérica, avivamiento en Asia, avivamiento en Perú. ¿Pero que es lo que significa este “avivamiento” que se menciona mucho últimamente? Lo que se ha llamado “avivamiento”; en realidad es un interés nuevo en estudiar las “Doctrinas de la Gracia” o el “Calvinismo”
Como consecuencia de escuchar ciertos sermones que están en la web, las personas se ven atraídas por estas doctrinas. Encuentran en estas enseñanzas la consistencia teológica que explica la salvación del hombre. El paso siguiente es buscar los lugares donde se enseña esta forma de doctrina, para luego transmitirla a la congregación, y expandirla en otras congregaciones locales.
Debemos preguntarnos: ¿Puede llamarse a esto un “Avivamiento Reformado”? ¿Refleja esto una victoria en el ministerio pastoral? ¿Es esto lo que la iglesia ha estado esperando durante mucho tiempo? ¿Significa esto un golpe mortal al reino del diablo y a sus huestes malignas?
¿Podemos decir que existe un avivamiento porque creo en las doctrinas de la gracia, pero practico el decisionismo? Soy reformado, pero creo en el cristiano carnal. Soy reformado, pero aborrezco la predestinación. Soy calvinista, pero me opongo al señorío de Cristo en la vida del creyente. Creo en las doctrinas de la gracia, pero también creo que Dios cambia de parecer con mis oraciones. Soy calvinista, pero sostengo la “creencia fácil” La respuesta es que esto es un falso “Avivamiento Reformado”
¿Podemos decir que existe un avivamiento, por que creo en las doctrinas de la gracia, pero utilizo métodos mundanos para evangelizar? Soy reformado, pero hablo como el mundo, camino como el mundo, me visto como el mundo, me gusta el mundo. Soy reformado, pero se puede ver mucho del mundo en nuestros servicios de adoración, música, coreografía, etc. La respuesta es que esto es también un falso “Avivamiento Reformado”
No puede decirse que hay un avivamiento, mientras las congregaciones crean y practiquen doctrinas anti-bíblicas. No puede decirse que hay un avivamiento, mientras en los templos se vea la influencia del mundo. No puede decirse que hay un avivamiento mientras que en la sociedad el pecado se multiplica. No puede decirse que hay un avivamiento por el simple hecho que las personas estén estudiando y creyendo en las doctrinas de la gracia.
Entonces, si esto no es un “Avivamiento Reformado”; ¿Qué es lo que está sucediendo? ¿Cómo se le llama a esto? Esto es el regreso del “Sandemaneanismo” Este nombre viene de la doctrina postulada por Robert Sandeman, quien vivió en el siglo XVIII. Sandeman era considerado como un hiper-calvinista y, además, antinomiano. Robert Sandeman enseñaba que la salvación viene por el hecho de creer, o estar de acuerdo, con el mensaje del evangelio. Esto parece bíblico, pero la diferencia está en que se refiere a una aceptación intelectual del evangelio. El sandemanianismo enseña que no se necesita “sentir” una convicción de pecado para ser salvo. Solamente “entender” las Doctrinas de la Gracia.
En el siglo XVIII, algunos de los que habían creído en las doctrinas de Sandeman eran “calvinistas” o “reformados” Una cosa peculiar de estos “reformados” era que ellos detestaban la predicación de George Whitefield. Whitefield era un calvinista que predicaba que los pecadores no solamente deben “saber” que son pecadores; sino que deben “sentirse” pecadores. Whitefield predicaba que antes de la conversión el pecador debe ser convencido de su pecado; debe “sentir” su pecado. Deben lamentarse, llorar hasta desesperarse por causa de sus pecados.
¿Alguien ha preguntado si estos hombres y mujeres que ahora estudian las doctrinas de la gracia, han pasado por una real convicción de pecado? ¿Qué evangelio escucharon cuando fueron salvados?
Que diferente a los avivamientos cuando ministraban Richard Baxter en el poblado de Kidderminster, o Jonathan Edwards cuando predicó en pueblo vecino de Enfield, Connecticut.; o Geoge Whitefield con los mineros de carbón en Kingswood, Bristol.
El evangelio predicado por estos hombres de Dios cambiaba la sociedad. Dios obraba de una manera maravillosa en esos verdaderos avivamientos: Los bares se cerraban, la prostitución desaparecía gradualmente, las personas asistían a los cultos para adorar a Dios, pero antes de todo eso aquellos pecadores sentían su pecado y lloraban y se quebrantaban, tal como sucedió en los relatos de la Biblia.
Esos son ejemplos de avivamientos en tiempos bíblicos y también hace unos siglos atrás. ¿Realmente tenemos ese “avivamiento” en nuestros días? La respuesta es “NO” El hecho de llenar las mentes de las personas con las doctrinas de la gracia, no representa nada. Por que el problema del hombre no es su intelecto, es su pecado.
Puede ser que a profesantes no convertidos, se les esté llenando las gavetas de su intelecto con “calvinismo”, pero eso no significa un “Avivamiento”
Los carismáticos están estudiando las doctrinas de la gracia, los bautistas están estudiando las doctrinas de la gracia, los pentecostales están estudiando las doctrinas de la gracia, la denominación “tal” están estudiando las doctrinas de la gracia. Eso no es un avivamiento. Ni el Señor Jesús, ni Pedro, ni Pablo, ni Richard Baxter, ni Jonathan Edwards, ni George Whitefield predicaron las doctrinas de la gracia como un medio de salvación. ¡Ellos predicaron el evangelio! Que es poder de Dios para salvación. Antes del discipulado, debe haber conversión.
¿Alguna vez alguien se ha preguntado si todas esas personas que estudian las doctrinas de la gracia son salvos? ¿Tienen fruto de fe y arrepentimiento? ¿Experimentaron ellos verdadera convicción de pecado? ¡Nadie habla de eso! ¡Lo que importa son los números! ¡Estamos creciendo!
¿Soy calvinista? ¿Soy reformado? Sí lo soy, pero primero fui salvo.
Grandes hombres del pasado hicieron frente a esta clase de enseñanza: Sandemanianismo. Martyn Lloyd Jones escribió una obra llamada “Los puritanos: sus orígenes y sucesores” donde dedica un capítulo entero para refutar esta corriente doctrinal.
Considero que las doctrinas de la gracia, son sana doctrina. Están en la Biblia. Pero también hay que reconocer que hay muchas otras doctrinas igual de importantes a las cuales debemos prestar atención.
¿Queremos un Avivamiento Espiritual en nuestros días? ¡Por supuesto que sí! ¡Anhelamos uno! Pero uno conforme a las Escrituras, uno como los que sucedieron en el tiempo de los puritanos. Debemos orar por eso. Pero de la misma manera estamos llamados a denunciar el error.
Cuando Abandonar tu Iglesia
Hay momentos cuando se vuelve necesario abandonar una iglesia por el bien de la propia conciencia o por el deber de obedecer a Dios antes que a los hombres. Tales circunstancias incluyen:
Si se están enseñando herejías desde el púlpito sobre verdades fundamentales (Ga 1:7-9)
Si los líderes de la iglesia toleran serios errores doctrinales de cualquiera que esté enseñando a la congregación (Ro 16:17)
Si la iglesia se caracteriza por una indiferencia insensible por la Escritura, tal como la negativa a sancionar a los miembros que están pecando abiertamente (1Co 5:1-7)
Si una vida no-santa es tolerada en la iglesia (1Co 5:9-11)
Si la iglesia está seriamente alejada del modelo bíblico para la iglesia (2Ts 3:6, 14)
Si la iglesia está marcada por la hipocresía, dando servicio de labios al cristianismo bíblico pero negándose a reconocer su verdadero poder (2Ti 3:5)
Esto no quiere decir que estas son las únicas circunstancias bajo las cuales a las personas se les permite salir de una iglesia.
Extracto tomado de “Pulpit Magazine” escrito por John Macarthur y traducido por Guillermo de Lama
http://www.sfpulpit.com/2008/06/23/when-to-leave-your-church/
Si se están enseñando herejías desde el púlpito sobre verdades fundamentales (Ga 1:7-9)
Si los líderes de la iglesia toleran serios errores doctrinales de cualquiera que esté enseñando a la congregación (Ro 16:17)
Si la iglesia se caracteriza por una indiferencia insensible por la Escritura, tal como la negativa a sancionar a los miembros que están pecando abiertamente (1Co 5:1-7)
Si una vida no-santa es tolerada en la iglesia (1Co 5:9-11)
Si la iglesia está seriamente alejada del modelo bíblico para la iglesia (2Ts 3:6, 14)
Si la iglesia está marcada por la hipocresía, dando servicio de labios al cristianismo bíblico pero negándose a reconocer su verdadero poder (2Ti 3:5)
Esto no quiere decir que estas son las únicas circunstancias bajo las cuales a las personas se les permite salir de una iglesia.
Extracto tomado de “Pulpit Magazine” escrito por John Macarthur y traducido por Guillermo de Lama
http://www.sfpulpit.com/2008/06/23/when-to-leave-your-church/
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