El motivo del título de esta entrada nace por una pregunta que un hermano me hace por e-mail. Hablando de la doctrina de la regeneración, el hermano pregunta ¿Esta regeneración puede ocurrir con sólo leer la biblia aparte en su casa?
No voy a tocar el tema de la regeneración, sino el mensaje de Dios, “El Evangelio” para la salvación del pecador. ¿Cómo podemos definir “El Evangelio”?
La Biblia lo define de esta manera: 1Co 15:1-4 “Ahora os hago saber, hermanos, el evangelio que os prediqué, el cual también recibisteis, en el cual también estáis firmes, por el cual también sois salvos, si retenéis la palabra que os prediqué, a no ser que hayáis creído en vano. Porque yo os entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras”
Una cita del famoso predicador bautista Charles H. Spurgeon dice:
“Yo tengo mi propia opinión particular que no hay tal cosa como predicar a Cristo y a Él crucificado, a menos que prediquemos lo que hoy en día se llama la doctrina calvinista. El calvinismo no es otra cosa que el Evangelio. No creo que podamos predicar el Evangelio si no predicamos la justificación por la fe, sin obras; ni a menos que prediquemos la soberanía de Dios en Su dispensación de la Gracia; ni a menos que exaltemos el amor que elige y que no se puede cambiar, eterno, inmutable y conquistador de Jehová.
Tampoco pienso que podamos predicar el Evangelio a menos que lo basemos sobre la redención especial y particular de Su pueblo escogido y elegido, que Cristo llevó a cabo en la cruz. Tampoco puedo comprender un Evangelio que permite que los santos se aparten de manera definitiva después de haber sido llamados y deja que los hijos de Dios se quemen en los fuegos de la condenación después de haber creído una vez en Jesús” (Mensaje tomado de la autobiografía de C. Spurgeon, Vol I)
¿Está diciendo Spurgeon que una persona puede ser salva solamente si cree en un evangelio explicado sobre la base de la depravación total, elección incondicional, expiación limitada, llamamiento eficaz y perseverancia de los santos? Es decir, ¿debemos acercarnos a un inconverso con la explicación de los cinco puntos como la forma de evangelizar? Algunos, yo diría muchos, han llegado a creer de esa manera: si una persona no entiende los cinco puntos, simplemente no es salva; por el contrario, si entiende y afirma los cinco puntos, entonces es salva.
Pero, ¿Fue ese el evangelio que escuchó Spurgeon cuando Dios lo salvó? Este siervo de Dios, hablando sobre su testimonio de conversión, dijo lo siguiente:
“A veces pienso que podría haber estado en tinieblas y desesperanza hasta ahora si no hubiera sido por la bondad de Dios en enviar una tormenta de nieve, una mañana de Domingo, mientras estaba yendo a cierto lugar para adorar. Cuando no pude seguir adelante, doblé en una calle lateral, y llegué a un pequeño Templo Metodista Primitivo. En ese recinto puede haber habido una docena o quince personas. Había escuchado acerca de los Metodistas Primitivos, de como cantan tan sonoramente que provocan dolor de cabeza a la gente; pero eso no me importó a mí. Yo quería saber cómo podría ser salvado, y si ellos podían decirme eso, no me preocupaba cuanto dolor de cabeza podrían producirme. El ministro no fue esa mañana; supongo que fue impedido por la nieve. Finalmente, un hombre muy delgado, un zapatero, o sastre o algo por el estilo, subió al púlpito para predicar. Ahora, es bueno que los predicadores sean instruidos; pero este hombre era verdaderamente simple. Él estuvo obligado a apegarse a su texto, por la simple razón de que él tenía muy poco más para decir. El texto era, — 'MIRAD A MÍ, Y SED SALVOS, TODOS LOS TÉRMINOS DE LA TIERRA' [Isaías 45:22]. Él ni siquiera pronunciaba las palabras correctamente, pero eso no importaba. Había, pensé, un vislumbre de esperanza para mí en ese texto. El predicador comenzó así: — 'Mis queridos amigos, este es un texto muy simple verdaderamente. Éste dice, "Mirad". Ahora bien, mirar no requiere un montón de esfuerzos. Esto no es alzar su pie o su dedo; es sólo, "Mirar". Bien, un hombre no necesita ir a la universidad para aprender a mirar. Usted puede ser el tonto más grande, y sin embargo puede mirar. Un hombre no necesita mil años para ser capaz de mirar. Cualquiera puede mirar; incluso un niño puede mirar. Pero luego el texto dice, "Mirad a mí". ¡Ay! dijo él, con la pronunciación característica de Essex 'muchos de ustedes están mirando a sí mismos, pero no hay provecho en mirar allí. Nunca encontrarán bienestar alguno en ustedes mismos. Algunos miran a Dios el Padre. No, miren a Él más tarde. Jesucristo dice, "Mirad a mí". Algunos dicen, "Debemos esperar el obrar de su espíritu". Usted no tiene nada que hacer con eso ahora mismo. Mire a Cristo. El texto dice, "Mirad a Mí".'
Entonces el buen hombre continuó con su texto en esta manera: — 'Mirad a Mí; yo estoy sudando grandes gotas de sangre. Mirad a Mí, estoy colgado en la cruz. Mirad a Mí; estoy muerto y enterrado. Mirad a Mí; yo me levanté de nuevo. Mirad a Mí; ascendí al Cielo. Mirad a Mí; estoy sentado a la diestra del Padre. ¡Oh pobre pecador, mira a Mí! ¡Mira a Mí!'
Cuando él había llegado hasta ese tramo, y logrado extenderse unos diez minutos, estaba al fin de sus recursos. Entonces miró hacia la galería, y me animo a decir que con tan pocos presentes, él sabía que yo era un extraño. Fijando sus ojos justo en mí, como si conociera todo mi corazón, dijo, 'Joven muchacho, luces muy miserable'. Bien, ciertamente que era sí, pero antes no había acostumbrado recibir comentarios desde el púlpito sobre mi apariencia personal. Sin embargo, este fue un buen golpe, dado justo en el punto. Él continuó, 'y tú siempre serás miserable — miserable en la vida, y miserable en la muerte — , si no obedeces mi texto; pero si obedeces ahora, en este momento, serás salvado.' Entonces levantando sus manos, él exclamó, como sólo un Metodista Primitivo podía hacer: 'Joven, mira a Jesucristo. ¡Míralo! ¡Míralo! ¡Míralo! No tienes otra cosa que hacer sino mirar y vivir.'
Inmediatamente vi el camino de la salvación. No sé que más dijo él, — no presté atención a eso —, yo estaba tan obsesionado con aquel único pensamiento”
Lo primero que viene a mi mente es que en una iglesia metodista jamás voy a escuchar predicar “calvinismo”
Segundo, en el mensaje escueto que relata Spurgeon de su propia conversión, no se aprecia ninguno de los cinco puntos.
Tercero, y este es el punto crucial de la entrada, si este mensaje no contiene calvinismo, ni fue predicado por un calvinista ¿Cómo pudo llevar a Spurgeon a la salvación?
¿Qué fue lo que quiso decir él cuando dijo “El calvinismo es el evangelio”?
Si el calvinismo es el evangelio, entonces los no-calvinistas no predican el evangelio. Y si ellos no predican el evangelio, entonces Spurgeon se ha equivocado en cuanto a su propia salvación, ya que el predicador era un metodista que teológicamente es 100% arminiano.
Muchos reformados afirman que un calvinista predica más efectivamente el Evangelio. Entonces, si el calvinismo “hace más efectivo” el evangelio, por consiguiente el arminianismo lo “hace menos efectivo”; es decir, el evangelio depende de la forma de palabras que se digan para hacerlo “más” o “menos” efectivo. Aquí encontramos dos problemas graves:
Primero, que el evangelio es poder de Dios y ese poder no aumenta ni disminuye, o es más efectivo o menos efectivo, dependiendo de la forma de hablar del evangelista, Pablo dijo: 1Co 2:4 “Y ni mi mensaje ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder”
Segundo, en la persona que lleva el mensaje del evangelio no descansa poder alguno para la conversión: Hch 26:28 “Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano” Sabemos que Pablo predicaba fielmente el evangelio; pero ¿estaba en él persuadir a los pecadores? Absolutamente no. Sabemos que muchos que escucharon el mensaje de Pablo murieron en sus pecados, al igual que en nuestros tiempos.
El evangelio es el poder de Dios, no depende de palabras ni de personas. El calvinismo no garantiza los resultados en nuestras actividades de evangelismo, Dios lo garantiza. Cuando el Señor predicaba decía: “arrepentíos y creed en el evangelio” pero no todos obedecieron.
Tal vez el mayor extremo es decir que aquellos que no predican el evangelio como nosotros, los reformados, no deberían predicar ningún evangelio. Pero encontramos esa actitud en los evangelios y el Señor nos deja su respuesta: Mar 9:38-40 “Juan le dijo: Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos seguía. Pero Jesús dijo: No se lo impidáis, porque no hay nadie que haga un milagro en mi nombre, y que pueda enseguida hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, por nosotros está”
Esta bien que deseemos que todos los redimidos sean ortodoxos y consistentes en cuanto a su visión de la salvación y de la soberanía de Dios, y que prediquen el evangelio de la forma en que lo hicieron los apóstoles y la iglesia primitiva; pero Dios nos ha enseñado que El salva a pesar que muchos de los mensajes evangelísticos no siguen la forma que El mismo enseñó. Estos hermanos que predican de forma anti-bíblica darán cuentas a Dios por sus acciones, pero esperamos que esta entrada los despierte a una práctica evangelística según la Palabra de Dios y no en tradiciones humanistas. Debemos orar por eso, antes de tener una actitud condenatoria contra ellos.
Para responder la pregunta del hermano, si la salvación podría venir únicamente leyendo la Biblia, hice mención de la conversión de Martin Lutero, el reformador. Creo que para todos es sabido que cuando Martin Lutero estuvo estudiando de manera personal las Escrituras, más precisamente la Carta a los Romanos del apóstol Pablo, hubo un versículo, que en palabras de Lutero “lo hizo sentir renacer” ¿Cuál era este? “Mas el justo vivirá por su fe”. Lutero también dijo de este versículo "me pareció haber entrado por las puertas ampliamente abiertas del mismo Paraíso. Desde entonces la Escritura tomó toda entera un aspecto nuevo ante mis ojos" Debemos recordar que Lutero vivía en un entorno católico-romano que enseña “salvación por obras”, donde no había ningún calvinista que le predique el evangelio, sin embargo eso no fue problema para el Todopoderoso Dios, quien había escogido y predestinado a este monje para salvación desde antes de la fundación del mundo.
Entonces ¿Cuál es la relación entre el calvinismo con el evangelio? ¿Por qué Mr. Spurgeon dijo lo que dijo?
Para comenzar, creo que lo que se llama “calvinismo” se encuentra enseñado por Dios en las Escrituras, las cuales afirman que el hombre no puede conseguir la salvación sobre la base de sus méritos o de un poder propio; sino que la salvación es del Señor (Jonás 2:9). Que la justificación por fe es una total obra de Dios por medio de la vida, muerte, sepultura y resurrección del Señor Jesús.
Por estas razones, pienso que lo que el pastor Spurgeon quiso decir es que el “calvinismo” solamente desarrolla nuestro entendimiento (o comprensión) del poder del Evangelio para la salvación del pecador, según lo que las Escrituras claramente revelan.
Por lo tanto creo que el calvinismo no es el evangelio, sino que expresa la idea que la salvación es de Dios (monergista). Decir que el calvinismo es bíblico es una cosa; pero decir que es el evangelio es algo totalmente diferente. El calvinismo nos ayuda a entender la gracia, pero no es la gracia misma.
Las sistematizaciones , como los 5 puntos de Dort, son preciosas y de mucha ayuda , es mas diría que ineludible , pero no es el Evangelio, aunque contenga partes de el, es un sistema, es el sistema correcto , pero el evangelio esta en las Escrituras, cuando somos salvos no es por que acabamos de aprender intelectualmente 5 puntos si no por que creímos, un don de Dios , La Salvación que viene de Dios a través de Cristo, no porque nosotros tengamos un merito intelectual de haber entendido 5 puntos. Los 5 puntos son por tanto una sistematización, un bosquejo ordenado , pero el Evangelio que es poder de Dios no se enseña, para entenderse se predica para dar Vida Eterna.Conosco con pena muchos réprobos que son mas confesionales que Bíblicos y no conocen la Gracia, pero podrían jactarse de gran erudición, como hay otros confesionales con fruto que son una bendición para el pueblo del pacto y también conozco hermanos que ignoran muchas verdades, pero Dios los tiene en su mano Soberana y con evidencias de una santificación progresiva, y predican el Evangelio, Biblico, y la gente es salvada Soberanamente por Dios, los 5 puntos no son la medida para la salvación, entonces mi opinión repito una vez más, es que el T.u.l.i.p una hermosa y practica sistematización, el T.u.l.i.p es Bíblico, y contiene las partes más preciosas del Evangelio, y como dices hermano , un sistema que muestra la salvación Monergista y que con esto ya Glorifica a Dios, pero que sea el evangelio? No creo eso, es solo …un sistema correcto que da Gloria a Dios.
ResponderEliminarMuy claro y verdadero, gracias.
ResponderEliminarBuena reflexión hermano Guillermo, pues algunos han reducido el evangelio a una determinada interpretación del mismo..............no cabe duda que el calvinismo es el sistema que mejor ha sintetizado el evangelio, pero no podemos caer en el error de pensar que ántes del calvinismo "no hubo salvados porque no conocieron en sí el evangelio tal y como lo presenta el calvinismo"....................eso es herejía!...............pues los mimos reformadores se basaron en los padres de la Iglesia y sus escritos para sustentar su interpretación del evangelio................estoy seguro que muchos calvinistas irán al infierno, así como serán salvos muchos otros arminianos......no caigamos en el sandemanianismo calvinista ni reformado, pues el sólo entender algo del evangelio no garantiza el nuevo nacimiento!
ResponderEliminarSaludos desde Colombia.
Gracias por comentar hermano y muy pertinente lo que ha escrito. Bendiciones!
ResponderEliminarGracias por su aporte hermano! Dios lo bendiga.
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