lunes, 9 de febrero de 2015

¿Cómo deber vestir el creyente en medio de una cultura que se desviste?(Parte 2)

“Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda. Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad” (1Ti 2:8-10 / cursivas añadidas)

Con la ayuda de Dios continuaremos con nuestra exposición de este importante tema.

En nuestros días son muchas las personas que apelan a la frase: “Dios conoce mi corazón”, y sabemos que tal argumento no es bíblico, y en ese sentido debo comenzar afirmando que la vestimenta de un hombre o de una mujer, es el reflejo de lo que hay en el corazón de una persona; ya que es imposible separar ambos: lo que vemos en el exterior es lo que hay en el interior. La Biblia nos enseña esto de una manera muy clara:
Mt 12:35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
John Gill comenta de este versículo de la siguiente manera:
El “hombre malo” es el hombre tal cual nace, el cual es totalmente carne, es carnal; y en su estado natural está destituido del Espíritu de Dios, y no tiene ningún principio de la gracia divina en él (o ella) El “mal tesoro” es la corrupción de su naturaleza, la maldad desesperada de su corazón, y sus enjambres de lujurias y toda clase de pecado que mora allí… que no solamente contamina a ellos mismos, sino también a otros.
William Hendriksen comenta de este mismo versículo:
El corazón de una persona es un depósito, un almacén, o, como lo expresa literalmente el original, un “tesauros” (tesoro)… donde la palabra se usa para indicar un cofre o caja de la cual los magos sacaron oro, incienso y mirra. Lo que un hombre saca de su almacén interior, sea bueno o malo, precioso o barato, depende de lo que lleva en él.
Jamieson-Faussett-Brown:
El significado de la expresión es: “Que no hay sino dos reinos, dos intereses, dos partidos, y las obras propias de cada uno; si yo pertenezco a uno, no puedo pertenecer al otro; pero aquellos que se colocan en oposición voluntaria al reino de la luz, proclaman abiertamente a qué reino pertenecen. En cuanto a vosotros, con lo que acabáis de decir, no habéis revelado sino la malignidad venenosa de “vuestros corazones”.
La manera de vestirse de una persona refleja la abundancia de su corazón. Juan Calvino, en su comentario a la 1ra epístola de Timoteo escribe (Pgs 77-78) escribe:
Sin embargo, debemos siempre comenzar con las disposiciones; porque donde reina el libertinaje, no habrá castidad; y donde reina la ambición, no habrá modestia en el vestido externo
Continúa diciendo en su comentario que:
Como corresponde a mujeres; porque indudablemente el vestido de una mujer piadosa y recatada debe ser diferente al de una ramera. Lo que él establece son marcas de distinción; y si la piedad ha de testificarse con las buenas obras, esta virtud tiene que hacerse visible en castidad y vestidos decorosos
Dios es el creador de la vestimenta.
Gen 3:21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. (Subrayado añadido)
Vimos anteriormente que nuestros padres se habían diseñado su propia ropa, la cual consistía en unos taparrabos, pero Dios “los viste” a ellos por medio de pieles. Ellos cubrieron sus partes íntimas, pero para Dios eso no fue suficiente; Él mismo los cubrió desde el cuello hasta la rodilla por medio de las túnicas que hizo. El propósito de la ropa es cubrir el cuerpo de la persona: Dios cubrió la desnudez de ellos”; sin embargo, el hombre y la mujer caídos buscan descubrirse cada vez más por medio de ropa indecorosa y sensual. Muchas mujeres ya no quieren cubrir sus figuras; al contrario, ellas desean que sus cuerpos sean vistos por los hombres, para eso visten prendas que son inmodestas e impúdicas, y prácticamente, ya no dejan nada para la imaginación del hombre.

¿Sera así con una mujer cristiana?

¿Puede una mujer cristiana ser la causa de que los hombres caigan en pecado de adulterio en sus corazones?

¿Puede una mujer cristiana hacer nacer en los hombres toda clase de deseo prohibido y lujurias?

Una mujer cristiana no puede ser causa de tropiezo sexual, ni en el templo, ni en la calle.

Unas palabras de las Escrituras que nos hablan de las vestiduras de los santos en el cielo deben llamar la atención de nuestras conciencias:
Ap 6:11 Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.
La palabra española “vestidura” es la traducción de la palabra griega “stole” que tiene los siguientes significados:
  • VINE Ropas largas

  • STRONG Tunica larga
Si en el cielo vamos a estar con vestidos que cubren nuestro cuerpo; ¿Cómo debemos estar vestidos durante nuestro peregrinaje aquí en la tierra? Creo que podemos pensar que una persona que ha vivido aquí en la tierra desnudándose y exhibiéndose, se incomodará llegar al cielo para que el Señor la vista con una túnica. Las “vestiduras blancas” a que se refiere el versículo de Apocalipsis, representa la pureza, la inocencia y el triunfo del creyente. Debemos afirmar que esos vestidos que representan la pureza y la inocencia en el cielo, comienza aquí en la tierra primero, vistiéndose el creyente de esa misma manera: con pureza e inocencia; es decir, con pudor y decoro.

Es preciso volver a aclarar, como lo hicimos en la primera parte, que la modestia y pudor en el vestir, no significa necesariamente que una persona sea convertida; una persona incrédula, en su carne, puede vestirse de esa manera sin que su corazón haya sido cambiado por Dios. Pero sí afirmamos que una mujer que ha hecho una profesión de fe en Cristo, se vestirá conforme a la nueva naturaleza de su corazón regenerado, diferenciándose de aquellas que vagan sin Dios por el mundo. Tampoco es la intención que nosotros vistamos con túnicas, como en el tiempo del Señor; sino que el propósito es rescatar los principios bíblicos en cuanto a la forma de vestir de un creyente verdadero.

¿Es importante el mandamiento que Dios nos da en cuanto a la vestimenta en 1 de Timoteo capítulo 2?; ¿Puede una mujer piadosa desobedecerlo? Creo que la desobediencia a un mandamiento, trae la consecuencia de desobedecer a otros mandamientos más.

Quisiera citar un ejemplo. Nosotros somos muy estrictos en cuanto al mandamiento prescrito en el versículo 12 del mismo capítulo y de la misma carta:
1Ti 2:12 Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.
¡Cuántas veces he oído de muchos pastores y maestros ser tenaces en cuanto a este mandamiento! Pero ¿serán así de tenaces con relación al mandamiento que se encuentra 3 versículos atrás?
1Ti 2:9 Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,
El deseo de no tocar temas controversiales los conduce al silencio en cuanto al mandamiento acerca de la modestia cristiana; y los vuelve a ellos más laxos para evitar una posible división dentro de la congregación local: “silenciando a Dios en esta parte, se mantiene la paz y la unidad de la congregación”

El pastor Albert Martin predicó en Febrero del 2008 sobre este tema de la modestia cristiana, en un sermón predicado en su iglesia en New Jersey, con el título: “validando el evangelio en la modestia” (interesante este título). En una parte de su sermón el pastor dice:
Cuando usted ve las imágenes de las rameras, una de las marcas de una ramera es que ellas tienen siempre sus nalgas bien ceñidas, ya sea con una mini-falda, ya sea con unos blue-jeans, ya sea con pantalones apretados. Sus nalgas están siempre ceñidas porque eso es lo que ellas están vendiendo. Y eso es lo que ella quiere venderme. Eso es un imán para los ojos de los hombres.
Estas palabras son directas y señalan precisamente lo que toda mujer piadosa debe evitar: “poner a la venta su cuerpo por medio de una vestimenta impúdica y sin modestia”; la mujer cristiana debe evitar convertirse en un imán para los ojos de los hombres; ella no debe ser la causa de pecado inmoral para los hombres; ella no debe ser causa de tropiezo ni para los incrédulos, ni para los hijos de Dios.

Debo decir que en nuestra congregación tenemos muchos jóvenes solteros; seguramente que también los hay en otras congregaciones. Una de las principales batallas que ellos enfrentan es precisamente el mantener la pureza de sus corazones y de sus cuerpos en el ámbito sexual. Los hermanos que son vírgenes; es decir, que nunca tuvieron contacto sexual con una mujer, son un poco diferentes de aquellos hermanos que, en sus vidas pasadas, cometieron pecados de fornicación. Ahora, ¿Puede usted imaginarse que a una congregación, donde estos jóvenes congregan, vengan las hermanas vestidas de manera sensual y sexual? Sin lugar a dudas, ellas se convertirían en piedra de tropiezo para los creyentes que vienen luchando por la pureza y castidad que Dios les ordena. ¿Qué dice la Biblia de los tales?
Mat 18:6 Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.
Muchas veces me resulta increíble escuchar los argumentos que presentan algunas mujeres que profesan la fe, para vestirse con menos ropas. Primeramente quisiera mencionar el del clima caluroso. Un dato importante es que en Palestina, la tierra en los tiempos bíblicos, la temperatura más alta en el verano es de hasta 36 grados centígrados. Ahora quisiera que nosotros nos imaginemos esta circunstancia:
Gen 18:6 Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.

Gen 18:9 Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda.
Al parecer la puerta de la tienda estaba cerrada ya que los tres ángeles no llegaron a ver a Sara, la esposa de Abraham. ¿Qué tan alta puede ser la temperatura interior de una tienda con la puerta cerrada y que se encuentra en un lugar donde la temperatura exterior es de 36º? Sin embargo, Sara vestía con sus largas túnicas, no exhibía su cuerpo ni su figura.

Ahora quisiera mencionar el tema de la moda que el mundo impone. El mundo ejerce presión para meterse dentro de la iglesia; y, lamentablemente hay algunos predicadores que le han dado una mano para abrirle la puerta. Esta ayuda se hace por medio del silencio y también por medio de enseñanzas que buscan una amistad con el mundo.

Mucho se ha escrito sobre la mundanalidad en la iglesia. Cuando las personas escuchan que la palabra mundanalidad sale de la boca de un predicador, muchas de ellas piensan que quien habla esta palabra “mundanalidad” debe ser una persona “legalista” Pero eso no es así cuando se utiliza esta palabra “mundanalidad” dentro de lo que la Biblia enseña de ella. Es más, la mundanalidad tiene que ver con la seguridad de salvación de un creyente.

Seguramente habrán muchas preguntas ilegítimas para procurar desmerecer lo que quiero compartir. Ejemplos de esta clase de preguntas serían:
  • ¿Usar pantalones blue-jeans, me convierte en mundano?

  • ¿Comprar un televisor, me convierte en una persona mundana?
Siempre se levantarán estas preguntas por aquellos quienes viven atraídos por el mundo y lo que el mundo ofrece. Preguntas verdaderas serian como las que siguen:
  • ¿Puede un cristiano estar atado al mundo?

  • ¿O más bien un cristiano ha sido libertado del mundo, por la gracia de la salvación?

  • ¿Hay un terreno intermedio entre ambas posiciones?
La mundanalidad se refiere a aquellos que viven conforme a los estándares o las normas del mundo. Hay dos palabras griegas que han sido traducidas como “mundo” y son “kosmos” y “aion”. La palabra “kosmos” tiene un uso amplio en las Escrituras, pero en el siguiente pasaje tiene un sentido específico:
1Jn 2:15-17 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
El Mundo Se refiere a todo el orden presente que incluye a los hombres  y a las cosas (su pensamiento, su corriente, su moda, su música, su arte, su estilo de vivir la vida) todas ellas en un estado apartado de Dios, que se opone a Dios y al propósito de Dios, y como tal, el mundo, el kosmos, es gobernado por el príncipe del mundo, el diablo mismo:
1Jn 5:19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.
La palabra “aion” se refiere a la presente era, con sus características actuales que se encuentra caída por el pecado y bajo el gobierno del diablo.

Nuestra pregunta inicial es: ¿Puede un cristiano estar atado a todo el orden presente que incluye a los hombres y a las cosas, incluyendo su moda, la cual es apartada de la voluntad de Dios, y que es gobernada por el príncipe del mundo, el diablo mismo? La respuesta, sobre la base de las Escrituras es ¡NO! Un cristiano es uno que ha sido liberado del mundo por la gracia de Cristo:
Ga 1:4 el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo (aion) malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre
Este versículo nos dice claramente la característica de este siglo o era, la cual es “mala”, “malvada”, “perversa”, y que el creyente ha sido librado de ella; es decir, los grilletes que lo mantenían en esclavitud a ella han sido cortados por el poder de Cristo al momento de salvarlo.

Otro pasaje que nos enseña claramente que ya no vivimos conforme al mundo y sus estándares, su corriente, su pensamiento y su estilo de vida, es el siguiente:
Ef 2:1-3 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo (kosmos), conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. (Subrayado añadido)
Esta palabra que observamos en el versículo 3 “por naturaleza”; es decir, “por nacimiento” (vea su uso en Ga 2:15 “de nacimiento”), nos enseña que todos los seres humanos nacemos para vivir “según la corriente de este mundo”; es decir, todos nacemos esclavos del sistema que se opone a Dios y a Su propósito, (incluyendo su moda) la misma que se encuentra bajo el dominio activo del mismo Satanás.

De allí podemos nosotros obtener afirmaciones concluyentes de la relación que un cristiano tiene con el mundo: Primero, así como un cristiano ya no es hijo de ira, igual que los demás; tampoco vive conforme a la corriente del mundo igual que los demás. Segundo, si alguno dice que es cristiano, pero que vive “siguiendo la corriente del mundo” tal persona está bajo condenación, no importa lo que sus labios hayan profesado.

Lamentablemente, vivimos en tiempos en que se ha pensado que el cristianismo es sostener doctrinas bíblicas ortodoxas solamente, o una decisión de labios y nada más, sin importar si la vida de la persona sigue siendo “conforme a la corriente de este mundo”; es decir, bajo la condenación eterna.

¿Hay un terreno intermedio entre el cristiano y el mundo?
Gal 6:14 Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo (kosmos) me es crucificado a mí, y yo al mundo (kosmos).
Un creyente no puede estar bajo el reino de las tinieblas y el reino de la luz al mimo tiempo, no hay colores grises cuando se trata de la salvación. Cristo liberta al pecador de las ataduras a las que estaba sometido, rompe esa unión con la que vivía “siguiendo la corriente del mundo” Cuando un pecador recibe el perdón por sus pecados, es crucificado para el mundo, y el mundo es crucificado para él.

Los cristianos estamos crucificados para la corriente y la moda del mundo; así como la corriente y la moda del mundo esta crucificado para los cristianos. Los cristianos estamos crucificados para el arte y la música del mundo; así como el arte y la música del mundo esta crucificado para los cristianos. Los cristianos estamos crucificados para el estilo de vida del mundo; así como el estilo de vida del mundo esta crucificado para los cristianos.

Como palabras finales quisiera decir que: Una mujer para verse hermosa no necesita recurrir a lo que Dios aborrece; la verdadera belleza en la mujer se demuestra cuando ella se viste para el Señor.
Amén.

1 comentario:

  1. Le doy gracias a Dios por ustedes y todos los que El Señor a levantado para predicar conforme a las escrituras...

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