Un nuevo año está amaneciendo para todos, y para los Bautistas Reformados, será el año que probará nuestro confesionalismo. Como David Dykstra y yo lo escribimos en la crónica de nuestra historia: “Manteniendo la Comunión Juntos”, el movimiento Bautista Reformado en los Estados Unidos ha sufrido cinco décadas de desarrollo alejado de nuestras raíces en la confusa escena cristiana de los 1950s y 60s hacia una completa y más consistente adherencia a la Confesión de 1689 la cual nos define. A medida que aprendemos más la historia de la Confesión y de los hombres quienes la escribieron, estamos mejor capacitados para entender lo que la vida Bautista significa. Nuestro argumento es que dos principios que se encuentran íntimamente relacionados son necesarios para un movimiento Bautista Reformado saludable.
El primero de estos es el “confesionalismo”. Los Bautistas Reformados deben ser definidos, no por las distintas interrelaciones personales, sino por una adherencia común a nuestros estándares doctrinales los cuales unen nuestro muy pequeño movimiento como en sus primeras décadas. Llamarnos nosotros mismos como “Bautistas Reformados” en lugar de llamarnos simplemente “Calvinista” y “Bautista” es plantar nuestra bandera en una colina confesional – para decir: “Aquí es donde tenemos que pararnos por Cristo y por la Verdad”
El segundo principio íntimamente relacionado es el “asociacionismo”. Nuestra Confesión demanda una asociación formal entre iglesias “plantadas por la providencia de Dios con el objetivo que puedan disfrutar la oportunidad y la ventaja para ello”. Además, la asociación proporciona el contexto en el cual el confesionalismo encuentra tanto su expresión como su columna vertebral. Si un movimiento verdaderamente confesional va a prosperar, solamente puede hacerlo en el contexto de la asociación.
Nuestra historia ha sido una en la cual el asociacionismo formal fue una vez evitado, y aun sigue siendo impedido por muchos, pero durante las últimas tres décadas ha producido un crecimiento nacional asociativo. Tal vez el tema dominante de aquella historia de asociación ha sido la pregunta recurrente si es que los compromisos confesionales serán mantenidos, y que si va a ser la Confesión – y no las lealtades personales – lo que nos defina.
Con toda certeza, parece que el 2015 está dispuesto a ser un año memorable entre los Bautistas Reformados, tanto por el confesionalismo como por el asociacionismo formal. Una vez más, se les pide a las Iglesias Bautistas Reformadas que afirmen su compromiso a una subscripción confesional estricta. En la medida que el año avanza, aprenderemos mucho acerca de la futura trayectoria del movimiento Bautista Reformado en los Estados Unidos.
A la luz de las cuestiones confesionales que enfrentamos, aquí están dos citas recientes respecto a la subscripción confesional – o más propiamente dos paráfrasis, ya que no las tengo bien registradas o por escrito.
La primera es de Ian Hamilton, un ministro Presbiteriano en Cambridge y miembro del Consejo del Banner of Truth. La primavera pasada él estaba dirigiendo la Conferencia Banner Minister en Pennsylvania con respecto a lo que se llama “Calvinismo en la práctica” Para muchos esta palabra ha significado una forma de Calvinismo la cual eleva los sentimiento ardientes por encima de la verdad, pero no es necesariamente así. En lugar de ello, Hamilton pidió a los ministros a casarse con sus teologías, a tener un sentimiento ardiente por Cristo y la urgencia por el evangelio. Fue en este contexto que él dijo algo de esta manera:
“Yo soy un subscripcionista estricto, aunque yo desearía que el calificativo fuera innecesario. A mí me parece bastante simple, de verdad: o usted se suscribe, o no lo hace”La otra casi-cita está en la misma dirección. Es de mi padre, Walter Chantry. Durante los últimos meses varios amigos han hablado con él acerca de asuntos específicos entre los Bautistas Reformados, y ellos han preguntado: ¿Realmente importa esta doctrina?; su respuesta ha sido a lo largo de estas líneas:
Y en realidad este es el punto ¿no es verdad? O bien usted se suscribe a una Confesión de Fe, o no lo hace. La forma de “subscripción” que “selecciona y escoge” pesando y evaluando cada principio contra el gusto personal de cada uno, es simplemente que “no hay subscripción en lo absoluto”
Sí, por supuesto que es importante. Tienen que ver con nuestra visión de Dios ¿cómo no podría ser esto importante? Pero más allá de ello, se debe reconocer algo: si usted va a tener una confesión, y usted va a tener una iglesia confesional, siempre importa cuando alguien quiere venir y quitar “X” como parte de ella. Puede parecer pequeño, pero si salen con la suya es cuestión de tiempo de que alguien más quite “Xs” de la confesión; y pronto habrán más y más “”Xs” y más “”Xs” y usted no tendrá ya mas una iglesia confesional. Esto es exactamente lo que ha pasado en las iglesias tradicionales al final del siglo 19, y principios del 20. Las primeras doctrinas “Xs” que fueron quitadas pueden haber parecido periféricas, pero fueron eliminadas más y más hasta que ya no hubo ninguna confesión – y de hecho, ya no hubo iglesia.Parece ser un año memorable. Es responsabilidad de todos nosotros estar listos, orar, amarnos unos a otros, y amar la Verdad.
Escrito por Tom Chantry
https://chantrynotes.wordpress.com/2015/01/01/the-year-of-confessionalism/
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