jueves, 18 de noviembre de 2010

¿Atacando al Calvinismo, o a los calvinistas?

Sin lugar a dudas, existe un resurgimiento de las Doctrinas de la Gracia en este tiempo. Algunos hermanos que abrazan estas enseñanzas lo hacen porque nacieron en las pocas iglesias reformadas que hay en el mundo; pero creo que muchos otros lo hacen al verse expuestos ante las Escrituras. Charles Spurgeon dijo “La antigua verdad que San Pablo predicó, y que Calvino predicó, es la verdad que yo también debo predicar. De no hacerlo, dejaría de ser fiel a mi conciencia y a mi Dios”
El problema surge cuando la exposición fiel de las Escrituras comienza a despertar la mente de aquellos que han caminado por la senda arminiana, ellos escuchan la predicación y notan inmediatamente que aquella proclamación de la Verdad de Dios es consistente con el contexto del pasaje, del capitulo y aun de la Biblia misma.
Lo que sigue es lo inevitable, estos arminianos comienzan a hacer preguntas a sus “maestros bíblicos (arminianos también)” los cuales no pueden contestar con satisfacción. Prácticamente, estos “maestros” tiene que hacer un hueco en su teología para tapar otro. Esto les resulta incómodo pues nadie quiere verse expuesto a preguntas que no pueden satisfacer de forma sólida.
Lo que sigue de forma inevitable son unas de estas cosas, sino todas:
Primero, comienzan a atacar la persona del ministro que predicó el mensaje. Parte de este ataque incluyen frases como “Fulano de tal sigue doctrinas de hombres”; “lo que busca es dividir la iglesia”, etc.
Segundo, empiezan con la prohibición de escuchar a aquel predicador y a otros que prediquen las Doctrinas de la Gracia. Por ejemplo ¿Qué pensaría usted si supiera que a los estudiantes de un seminario bautista se les prohibió escuchar el programa “Gracia Vosotros” de John Macarthur; o se les impide leer la Biblia de Estudio de este predicador? ¡NO TE JUNTES CON AQUEL PREDICADOR! ¡NO TE QUIERO VER CONVERSANDO CON AQUEL CALVINISTA! ¡NO ESCUCHES A AQUEL PREDICADOR CALVINISTA!
Tercero, inician un acoso contra el hermano que no ve sus preguntas respondidas bíblica y consistentemente; y que aun mantiene una actitud cuestionadora. Lo humillan delante de los demás. Lo excluyen como a una persona que tuviese lepra en la piel. Lo intimidan a la obediencia de aquella doctrina que está recibiendo como instrucción, aunque no satisfaga su inquietud espiritual. ¡Eso es así! ¡recíbelo nomás! (Dicen ellos)
Hoy estaba viendo en internet unos debates acerca del Arminianismo versus el Calvinismo. Realmente la doctrina arminiana es inconsistente por todos lados, por eso estos maestros jamás llevarían a un calvinista a sus clases de escuela dominical para exponer (delante de los hermanos estudiantes) sus doctrinas arminianas como bíblicas, armoniosas y contundentes (Por que no los son).
Si un joven hermano los hace temblar con unas cuantas preguntas, ¿qué pasaría si se enfrentan a algo mayor?

miércoles, 3 de noviembre de 2010

El Libre Albedrio

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¿Por qué deberíamos de llamar Dios a alguien cuyo poder está siendo continuamente impedido por los designios de la gente y de satanás? ¿Por qué deberíamos de llamar Dios a alguien cuyo poderío es cada vez más limitado, y resistido por algún "libre albedrío"? ¿Quién es capaz de adorar a esa deidad tan truncada y frustrada?
(Puede descargar el audio haciendo click en el icono con el boton derecho del mouse "save target as")