miércoles, 27 de julio de 2016

Tres falsos evangelios que usted no se puede dar cuenta que están en su iglesia


Sin ninguna duda, la iglesia visible de hoy se encuentra llena de falsos evangelios. Están, por supuesto, las sectas como el mormonismo y la sociedad Watchtower (Testigos de Jehová)  Está la iglesia Católica-Romana la cual es la líder mundial de falsos evangelios. Tenemos el evangelio de la prosperidad, el movimiento Palabra-de-Fe, la Reforma-Nueva-Apostólica, la Carismanía, la creencia-fácil y así sucesivamente. El ataque de Satanás sobre la iglesia es despiadado e interminable. Pero hay unos pocos y menos perceptibles evangelios falsos que se han introducido aun en las iglesias más sólidas a través del tiempo. Quisiera mencionar algunos de nuestros días.

El Evangelio de la Simpatía. Mientras crecía, siempre fui enseñado a ser simpático con las personas. “tú puedes atrapar mas moscas con miel que con vinagre” dice el viejo refrán. La enseñanza es prevalente, y usualmente involucra a los padres, o maestros animando a los niños a ser atentos y amables con los demás: “invita tus dulces” o “juega con los otros niños”

El cristianismo es a menudo confundido con simpatía.- “usted es muy agradable, ¿es usted cristiano?”

Si bien las Escrituras nos enseñan a ser buenos y compasivos hacia los demás, ella no enseña que debemos hacerlo a expensas de la verdad. Es aquí donde el evangelio es transado y se vuelve un falso evangelio. No queremos ofender a las personas. Está bien hablar acerca de las cosas positivas del cristianismo, pero no queremos molestar a nadie diciéndoles que son pecadores. La iglesia tiene miedo si les decimos a las personas que son pecadores, y que necesitan arrepentirse, que ellos no volverán.

Tenemos miedo de estropear una amistad, o perturbar una relación cercana por hablar la verdad. Si bien estamos llamados a estar en el mundo, y compartir el amor de Cristo, no debemos poner nuestras relaciones por encima de la obra del Espíritu Santo. Como un cristiano, usted debe esperar ser odiado por el mundo (Mateo 10:22) Si usted tiene amistad cercana con aquellos que están en el mundo, solamente necesita ser basada en la Verdad. Si usted no está compartiendo todo el consejo de Dios con sus amigos que están perdidos, usted esta conduciéndolos a ellos hacia el tormento eterno.

La Biblia dice en 1 Pedro 2:8 que Jesús es ofensivo - una "roca de escándalo." La Palabra de Dios es locura a los que se pierden (1 Corintios 1:18). Dios es amor, y Dios es bueno, pero Dios también es recto y justo, y lleno de ira (Nahúm 1:2) Sin embargo Él es misericordioso, y envió a Su Hijo a morir en la cruz por nuestros pecados y ser levantado de entre los muertos para que todos aquellos que se arrepientan y crean en Él sean salvos. Nosotros no podemos cambiar a las personas en lo mínimo solamente por ser simpáticos. Debemos ofender a las personas con la verdad.

El Evangelio de la Unidad. Este es uno del que escuchamos todo el tiempo, la iglesia debe estar unida. De hecho, cada vez es más claro que el enfoque de la iglesia evangélica se está centrando alrededor de la unidad. El llamamiento a la unidad en la Biblia es muy claro y se repite con regularidad. 1 Corintios 1:10 dice:
Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.

1 Pedro 3:8 dice:
Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables

Y Filipenses 2:2 dice:
completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.

En consecuencia no hay duda de que la iglesia debe estar unida - ¿Pero alrededor de qué?

Muchas iglesias de hoy han aguado tanto la verdad que ya no queda ninguna verdad que ellos puedan predicar. Ellos han puesto a un lado la sana doctrina para, una vez más, no ofender a las personas. Es alrededor de este sistema religioso aguado, que usualmente se enfocan en el “amor”, “la tolerancia” y la “aceptación” de todos los que puedan permanecer reunidos. La sana doctrina se ha convertido en menos importante, y la unidad se ha convertido en el tema central. Muchas iglesias sólidas han caído en esta trampa. Se ha vuelto normal que las iglesias sólidas tengan una unidad ecuménica con Roma en aras de avances políticos y culturales.

Pero el espejismo de la unidad entre estos sistemas religiosos es falso, y peligroso. No es la sana doctrina la que causa las divisiones y destruye la unidad, como muchos han sido llevados a creer. Romanos 16:17 dice:
Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos.

Es la falsa doctrina la que crea divisiones, puede haber muchas, muchas falsas doctrinas, todas contrarias las unas de las otras, pero solamente puede haber una Verdad. La verdadera iglesia está unida sobre la Verdad de Dios, no sobre el error. No puede haber una unidad verdadera alrededor del error. La Verdad no tiene armonía con el error, y debe ser expuesto a la luz de la Verdad en Jesucristo.

El Evangelio del Amor. Amor, ¡Quien no quiere ser amado! Los púlpitos están llenos con historias del amor de Dios por nosotros, por el mundo y por toda Su creación. Se nos ha enseñado desde una edad temprana a amarnos unos a otros como Cristo nos ha amado (Juan 13:34) después de todo, el amor es el gran mandamiento ¿Verdad?

Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22:37-39)

Pero ¿Qué es el amor bíblico? Juan 13:34, 35 dice:
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

A partir de este pasaje, muchos creen que son discípulos de Cristo – cristianos – simplemente porque ellos “aman los unos a los otros” Pero aquí está lo que no es el amor bíblico… el amor no es una emoción o un sentimiento. Amor no es recibir y no es conseguir algo de alguna relación; y amor no es aceptar y tolerar el pecado.

Amor es sacrificio, es dar y buscar lo mejor para alguien más. El más grande ejemplo de amor jamás demostrado a la humanidad fue el sacrificio de Cristo en la cruz por nuestros pecados ¿Por qué hizo eso? Porque Dios nos ama (Juan 3:16) Dios no aceptó nuestro pecado ni nos aceptó por “lo que somos”, porque si lo hiciera no habría necesidad de una justicia. La paga del pecado es muerte (Romanos 6:23) Dios no recibe nada de nosotros por su sacrificio en la cruz. Efesios 2:8,9 dice:
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;  no por obras, para que nadie se gloríe.

Este fue realmente un acto de amor desinteresado e incondicional de Dios, para todos quienes se arrepienten y creen en Él. La iglesia no puede enseñar simplemente el amor, debe enseñar todo el consejo de Dios incluyendo  Su ira. Pero este falso evangelio del amor se ha convertido en muy predominante, aun en púlpitos bien intencionados, sin embargo está llevando personas directamente al infierno.

Si su iglesia no condena el pecado, y no lo llama como lo que es; sino que predica solamente “amor”, o si su iglesia está centrada en la “unidad”, o en la “simpatía” o en cualquier otro aspecto del cristianismo visible en una forma no-bíblica, al menos usted debería hablar. Pero si su iglesia no está enseñando toda la verdad de Dios, entonces usted no está en una iglesia en lo absoluto y puede ser el momento de moverse de allí.
Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.
(Gálatas 1:6-8)

Escrito por Jeff Maples y publicado en:


Traducción: Guillermo de Lama