lunes, 5 de noviembre de 2012

La Fusión del Calvinismo con la Mundanalidad

Yo había comenzado desde hace unas semanas atrás la traducción de un artículo escrito por el pastor Dr. Peter Masters de la iglesia “El Tabernáculo Metropolitano de Londres”, la misma iglesia donde fue pastor Charles Spurgeon. Había pensado también en solicitar los permisos de mi traducción del artículo para publicarlo en este blog; pero veo que otro hermano ya hizo todo esto (traducción y permiso)

Así es que yo quisiera compartir lo que este hermano ha traducido en su blog que se encuentra en http://solagraciasolafesolaescritura.blogspot.com/2011/09/la-union-del-calvinismo-con-la.html

El título que había traducido iba a ser “La Fusión del Calvinismo con la Mundanalidad” y el contenido del artículo me impacto bastante, pues es la misma forma como yo estaba viendo que sucedía con el llamado “Calvinismo Moderno”

El artículo original, en idioma inglés, lo encuentran en http://www.metropolitantabernacle.org/Sword-And-Trowel/Sword-and-Trowel-Articles/The-Merger-of-Calvinism-with-Worldliness

Dios les bendiga

martes, 23 de octubre de 2012

Los Atributos de Dios: La Necesidad de Teología, no de Religión

Quisiera, después de tiempo, compartir por este medio unos artículos extraídos de mis notas de los sermones que tratan acerca de “Los Atributos de Dios” En esta primera entrada quisiera hacer reflexionar a los lectores acerca de la “Necesidad de Teología, no de Religión”

Vivimos tiempos de mucha confusión teológica. En nuestros días estamos experimentando interpretaciones nuevas, vemos que aparecen doctrinas nuevas; y definiciones nuevas de ciertas palabras usadas en la teología en el pasado; y la Persona de Dios no ha escapado a esta corriente que guarda un espíritu humanista.

El problema ha comenzado en el momento en que se cambia de una teología centrada en Dios hacia una religión centrada en el hombre.

Adolf Harnack en su libro ¿Qué es el Cristianismo? “Ha reducido al cristianismo en dos afirmaciones esenciales: (1) La Paternidad Universal de Dios; y, (2) La Hermandad Universal del Hombre” Sabemos que ninguna de estas dos afirmaciones puede ser sostenida por las Escrituras, el problema principal aparece cuanto estas declaraciones, son creídas.

Otra característica de nuestro tiempo, es que cada persona ha hecho su propio “ídolo” del Dios de las Escrituras. La religión en nuestros días, centrada en el hombre, busca de muchas maneras “crearse”, “inventarse” un “dios” según sus propios deseos y deleites. Por ejemplo, en una parroquia católica-romana cerca de la casa de mis suegros, el sacerdote que había entrado para hacerse cargo fue retirado por los miembros “Católicos” que asistían en aquel lugar ¿Cuál fue la Razón? La razón fue que este cura había dicho que ya no se iban a celebrar más fiestas patronales porque eso hacía que las personas consuman licor, en lugar de ser una fecha que invite a la reflexión. Los parroquianos destituyeron al curita “moralista” y se consiguieron otro que les permita dar rienda a sus pecados.

En este tiempo uno no llega a demorarse mucho para ver que el “dios” de muchos “evangélicos”, no es el Dios de la Biblia. Ellos se han hecho un dios al cual pueden controlar: El “dios” de ellos no es tan estricto como otros lo quieren hacer ver. El “dios” del que ellos hablan se mueve por los “sentimientos” no por sus “principios”. El “dios” de ellos permite que sus redimidos vivan en carnalidad habitual… Pero igual irán a la gloria eterna.

Por esta razón surge una pregunta que es muy importante: ¿Es importante conocer a Dios?

A esta pregunta podemos responderla con otra pregunta: ¿Nos importa donde pasaremos la eternidad? La relación entre ambas preguntas es que nuestra vida eterna depende de lo que nosotros conocemos de Dios.

Las Escrituras nos hablan que Dios se ha revelado por medio de la naturaleza (Esta es una revelación que no salva):
Ro 1:20 Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa.

Pero sabemos que Dios se ha revelado también por medio de una revelación especial: La Biblia. Por medio de las Escrituras podemos conocer a Dios, Su Persona, Sus hechos y Su Plan de Salvación. También por el conocimiento de la Persona de Dios, nosotros podemos tener paz, seguridad y esperanza.

Hay un versículo que debe ser considerado con mucho cuidado, pues nos da una alarma de advertencia:
Hch 17:29 Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la naturaleza divina sea semejante a oro, plata o piedra, esculpidos por el arte y el pensamiento humano.
La frase “pensamiento humano” también puede entenderse como “imaginación humana” y habla del interior de la persona, no solamente lo que hace exteriormente con sus manos y habilidades; sino también lo que hace con los pensamientos de su corazón.

Mucha de la “religión” trata de cambiar al hombre por fuera: Se le ponen reglas para vestirse, reglas para el maquillaje de las mujeres; reglas para comer, “yo soy bautista, no me visto con pantalones cortos”; pero el conocimiento del Dios de la Biblia, hace que nos examinemos a nosotros mismos.

Por medio de la revelación general, los hombres conocen a Dios, pero rehúsan adorarle:
Ro 1:23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Un caso dramático lo encontramos en el libro del Éxodo:
Ex 19:10-20 “Jehová desciende ante los ojos de todos”

Ex 32:1-8 “Tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, se ha corrompido”
En estos relatos podemos observar la diferencia entre lo que es la religión y la teología. De este ejemplo podemos ver que sin la gracia de Dios, un hombre puede llegar a ser dos cosas: es un ateo; o es un idolatra. La gracia de Dios hace la diferencia.

En cuanto a los ateos, el teólogo Louis Berkhof afirma que éstos son de dos clases:

Los “Prácticos”, que son personas que no conocen a Dios y viven como si no existiera Dios. (En este grupo podemos reunir a los “cristianos carnales”) Luego están los “teóricos” los cuales son los que tratan de probar por medio de razonamientos que no Dios no existe.

Berkhof dice que: “El ateísmo resulta, en último análisis, del estado de perversión moral del hombre, y de su deseo de esconderse de Dios” El problema del ateo (cualquiera de ellos) no está en el intelecto; sino en el corazón.

Algo que debemos resaltar es que los demonios no son ateos, pues ellos creen en Dios y además tiemblan (Stg 2:19) Los demonios tampoco son idolatras, la Biblia en ningún lugar afirma que ellos se hagan ídolos ni con sus manos ni en sus corazones.

El problema mayor es el de aquellos que dicen “conocer a Dios” y se encuentran en dos categorías: La primera es la del “ateo práctico”; y la segunda es la del “creyente idólatra” que dice conocer a Dios, pero que se ha hecho una imagen diferente (Flp 3:19):
(DHH) y acabarán por ser destruidos. Su dios son sus propios apetitos, y se sienten orgullosos de aquello que debería darles vergüenza. Solo piensan en las cosas de este mundo.

(PDT) Ellos viven de una manera que los está llevando a la destrucción. Su religión consiste en complacerse a sí mismos. Presumen de hacer lo que debería darles vergüenza y sólo tienen la mirada puesta en las cosas terrenales.
Esta es la religión de los libertinos y mundanos: “sus propios apetitos”; o dicho de otra manera: “sus deseos interiores” Otro pasaje muy claro acerca de estos “ateos prácticos” o “creyentes idolatras” es este (Tit 1:16):
(BLS) Dicen que conocen a Dios pero, cuando vemos el mal que hacen, sabemos que eso no es cierto. Son odiosos y desobedientes, incapaces de hacer algo bueno.

(PDT) "Dicen que conocen a Dios, pero todo lo malo que hacen demuestra que no lo aceptan. Son muy malos, se niegan a obedecer y no son capaces de hacer nada bueno."
¿Es importante conocer a Dios?
Isa 29:13 Dijo entonces el Señor: Por cuanto este pueblo se me acerca con sus palabras y me honra con sus labios, pero aleja de mí su corazón, y su veneración hacia mí es sólo una tradición aprendida de memoria,
Este versículo dice claramente que “la religión es solo una tradición aprendida de memoria” también enseña que nuestra adoración será verdadera o falsa, dependiendo de nuestro conocimiento de Dios.

En las siguientes entradas, los artículos tratarán de responder las preguntas: ¿Cómo es Dios? ¿Cómo es Su carácter? ¿Qué le agrada? ¿Qué le ofende? Es preciso conocer al Dios de las Escrituras, porque Aquel es el Dios que puede salvar verdaderamente a un pecador.

Necesitamos quitar de nosotros cualquier prejuicio religioso, cualquier idea que hayamos tenido en nuestra imaginación; y ya que Dios se ha revelado por medio de las Escrituras, vamos a recurrir a ellas para conocerlo. No vamos a torcer pasajes para hacernos un dios en nuestras mentes; sino que humildemente pediremos a Dios dirección y dependencia para que nos permita conocerlo, tal y como Él es.

Juan Calvino escribió:
“Por otra parte, es cosa evidente que el hombre nunca jamás llega al conocimiento de sí mismo, si primero no contempla el rostro de Dios y, después de haberlo contemplado, desciende a considerarse a sí mismo. Porque estando arraigado en nosotros el orgullo y soberbia, siempre nos tenemos por justos, perfectos, sabios y santos, a no ser que con manifiestas pruebas seamos convencidos de nuestra injusticia, fealdad, locura y suciedad; pero no nos convencemos si solamente nos consideramos a nosotros y no a Dios, el cual es la sola regla con que se debe ordenar y regular este juicio”
Como resumen, en esta primera entrada, podemos decir: Un conocimiento equivocado de Dios, trae un conocimiento equivocado del hombre y nos da un conocimiento equivocado acerca del pecado; y lo más importante: Un conocimiento equivocado de Dios, trae un concepto falso de la salvación del pecador.

martes, 10 de abril de 2012

¿La Doctrina Divide?

Esta pregunta la encontré en una de las redes sociales y me motivó a escribir esta nota que ahora quiero compartir en este blog.

Las Escrituras que respondan:
Jn 7:43 “Así que se suscitó una división entre la multitud por causa de El”
Nosotros sabemos que hay cientos de pasajes que enseñan esta verdad.
Como comentario creo que la gran división en nuestros días se encuentra en el campo “evangelical” donde hay una división:
  • Entre los que creen que el evangelio está centrado en el hombre… y los que creen que el evangelio está centrado en la gloria de Dios;

  • Entre los que practican el decisionismo… y los que predican según el ejemplo de Cristo y Sus apóstoles;

  • Entre los que defienden “el cristiano carnal”… y los que dicen “Sin santidad nadie vera a Dios” (Heb 12:14);

  • Entre los que defienden el libertinaje… y los que creen en el Señorío de Cristo;

  • Entre los que “coquetean” con el mundo, sus pensamientos y costumbres… y los que viven purificándose así como Cristo es puro;

  • Entre los que siguen nuevas visiones escatológicas… y los que se aferran a las Escrituras como una fuente de revelación;

  • Entre los que creen que el poder de Dios está limitado por el “libre albedrio” del hombre… y los que están seguros de la total soberanía de Dios;

  • Entre los que creen que Cristo hizo Su parte en la cruz y ahora el hombre debe “poner” su fe… y los que creen que Su sacrificio fue completo;

  • Entre los que presentan a Cristo como un mendigo en una puerta… y los que lo reconocen como un Señor Majestuoso y Soberano;

  • Entre los que creen que Cristo hizo Su mejor intento en la cruz para salvar la humanidad… y los que creen que El salva de manera efectiva;
Yo podría seguir con esta larga lista, pero les dejo a ustedes para que lo hagan con sus comentarios. La doctrina de Cristo HA CAUSADO DIVISIONES Y SEGUIRA DIVIDIENDO. ¿De que lado estas tú?

lunes, 13 de febrero de 2012

Refutando a la Teología Reformada Bautista

He visto que en google algunos hermanos están utilizando las palabras “refutando a la teología reformada bautista” (lo sé por que así llegan a mi blog). Lo que yo haría, en lugar de ellos, son dos cosas: Primeramente abriría la Biblia (no google) para escudriñar si las cosas que dicen o predican los bautistas reformados son en realidad la Palabra de Dios; (Debemos considerar que hay en el internet muchos que se hacen llamar “reformados” y no lo son) y, en segundo lugar buscaría un libro de teología, principalmente de los autores bautistas antiguos y de los puritanos, para conocer si esa interpretación corresponde a los 20 siglos de vida de la iglesia. ¿Quieren aprender leyendo 15 minutos en un blog, lo que a muchos nos ha tomado 5 años estudiando en las Escrituras y en la Teología Sistemática? Eso no es sabio, creo que eso es muy necio. (Este blog no tiene como propósito reemplazar el estudio diligente de la Palabra de Dios; ni un estudio responsable de la Teología Sistemática)

Amigo, amiga; mi consejo es que leas las Escrituras sin ningún prejuicio en tu mente; y que oigas las voces de los maestros del pasado que Dios los levantó como tales: Ef 4:11 “Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros,”

También debes de ser bereano, no debes poner tu confianza en lo que un predicador predica; debes escudriñar las Escrituras y verificar en ellas lo que predicamos desde los púlpitos; incluyendo (principalmente) lo que yo predico y enseño. Así lo hicieron los de Berea con el apóstol Pablo,  ¡cuanto más debe ser así con nosotros los que estamos en la posición de maestros! Ellos pensaron: “Sí, Pablo, ya nos dijiste que tú estuviste en el tercer cielo recibiendo palabras inefables del mismo Dios; pero voy a verificar en las Escrituras lo que tú enseñas” ¡Ese es el consejo de Dios para su pueblo redimido!

Muchos hablan mal de una o de otra doctrina por que así han escuchado de otros; pero ¿has estudiado esas doctrinas? ¿O solamente repites como un loro lo que otros ni siquiera han estudiado e investigado? Hch 17:11  “Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, para ver si estas cosas eran así” (Resalte usted “Para ver si estas cosas eran así”)

¿Hace usted lo que Dios le ordena por medio de Su Palabra? ¿Es usted un escudriñador? Si usted no lo hace de esa manera, déjeme decirle bajo la autoridad de las Escrituras que usted está en desobediencia abierta contra Dios.

Como testimonio personal le contaré que en los inicios de mi vida como creyente, de una lectura personal de las Escrituras, yo notaba que habían diferencias entre lo que el predicador predicaba y lo que yo entendía de la Biblia, yo no sabía cual era mi posición doctrinal, solamente sabía que la Escritura hablaba diferente de lo que yo escuchaba en los púlpitos; y así anduve poco mas de un año de mi vida como creyente. Hasta que un día cayó en mis manos, por la providencia de Dios, un libro de Charles Spurgeon, y yo dije ¡Este hombre entiende la Biblia igual que yo! Y desde ese día conocí como se llamaba la denominación a la que yo pertenecía. Soy cristiano primeramente, también soy bautista; y soy reformado. ¡Toda la gloria es para mi todo soberano Dios!

lunes, 6 de febrero de 2012

¿Adoran los Cristianos y los Judíos al mismo Dios?

La mayoría de creyentes hemos sido enseñados que los cristianos adoramos al mismo Dios de los judíos; y de la misma forma, que los judíos adoran al mismo Dios de los cristianos.

En ese sentido, la enseñanza popular afirma que el cristianismo nace del judaísmo y por tal motivo los creyentes debemos bendecir al pueblo judío. Este tipo de enseñanza también se identifica por las alegatos que el cristianismo es la culminación del judaísmo. Nada mas equivocado, el cristianismo no nace del judaísmo. Es mas, el cristianismo y el judaísmo se oponen el uno al otro.

Las Escrituras del Antiguo testamento afirman:

Dt 6:4 Escucha, oh Israel, el SEÑOR es nuestro Dios, el SEÑOR uno es.

Dt 32:39 Ved ahora que yo, yo soy el Señor, y fuera de mí no hay dios.

El mensaje es claro, no solamente por estos dos versículos sino por toda la Biblia, Dios es uno, y fuera de El no hay un dios verdadero: ¡Hay un solo Dios verdadero!

 El Dios de la Biblia es Trino

Dios es uno en Tres Personas: El Padre, el Hijo y El Espíritu Santo. ¿Habla el Antiguo Testamento de la Trinidad?

Isa 48:16-17 Acercaos a mí, escuchad esto: Desde el principio no he hablado en secreto, desde el momento en que sucedió, allí estaba yo. Y ahora me ha enviado el Señor DIOS, y su Espíritu. 17Así dice el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel: Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña para tu beneficio, que te conduce por el camino en que debes andar.

Si nos damos cuenta, la última frase del versículo 16 habla de Tres Personas. ¡La Trinidad en un solo versículo!

¿Habla el Nuevo Testamento de la Trinidad?

Lc 4:18-19 El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; 19A predicar el año agradable del Señor.

Comparemos este pasaje de Lucas con el citado de Isaías.

 La Segunda Persona de la Trinidad es Dios, Jesús el Cristo

Nos llamamos “cristianos” por que seguimos al “Cristo” de Dios; es decir, al Señor Jesucristo.

El cristianismo considera a los falsos “testigos de Jehová” como una secta por no creer en la divinidad de del Señor Jesús. ¿No deberíamos considerar también como secta a los judíos? Ellos de igual manera niegan que el Señor Jesús sea el Cristo de Dios y Dios mismo. Hemos visto en nuestro anterior pasaje del libro de Isaías que afirma claramente: 17Así dice el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel. ¿Acaso no es una declaración contundente que el Redentor es Dios?

 El Señor Jesús es el único camino a Dios

Los judíos no creen esta afirmación; los judíos no creen en Jesús como el Cristo del único y sabio Dios. Pero los judíos rechazan a la Segunda Persona de la Trinidad y quieren acercarse a Dios tratando de cumplir la Ley de Moisés.

Ahora si Dios es uno en Tres Personas, rechazar a una de esas Tres Personas, es rechazar al Único Dios.

1Ti 2:5 Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre,

Ga 3:19-20 Entonces, ¿para qué fue dada la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a la cual había sido hecha la promesa, ley que fue promulgada mediante ángeles por mano de un mediador. 20Ahora bien, un mediador no es de una parte solamente, ya que Dios es uno solo.

 El Señor Jesús es Dios y es Hombre

Ya vimos el pasaje de 1 Timoteo 2:5 Pero hay más Palabra de Dios que afirma tal hecho de una manera clara:

Jn 1:1 En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.

Jn 20:28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!

Ro 9:5 de quienes son los patriarcas, y de quienes, según la carne, procede el Cristo, el cual está sobre todas las cosas, Dios bendito por los siglos. Amén.

1Jn 5:20 Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos al que es verdadero; y nosotros estamos en aquel que es verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna.

Heb 1:8 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino.

El Señor Jesús es Dios, la segunda Persona de la Trinidad, y cualquiera que lo rechace como tal, está, consecuentemente, rechazando al Dios verdadero.

 Los judíos consideraban al Señor Jesús como un transgresor de la Ley de Moisés

Ellos acusaban al Señor de ser una persona pecadora:

Jn 5:18 Entonces, por esta causa, los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo violaba el día de reposo, sino que también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios.

Jn 9:16 Por eso algunos de los fariseos decían: Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el día de reposo. Pero otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer tales señales? Y había división entre ellos.

Pero los cristianos sabemos que el Señor Jesús jamás quebrantó la Ley, ya que El era sin pecado:

2Co 5:21 Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.

Heb 7:26 Porque convenía que tuviéramos tal sumo sacerdote: santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores y exaltado más allá de los cielos,

1Jn 3:5 Y vosotros sabéis que El se manifestó a fin de quitar los pecados, y en El no hay pecado.

 El judaísmo está basado en las enseñanzas del Antiguo Testamento (¿Argumento a favor?)

Quienes afirman esto, estarían aseverando que el judaísmo debe ser igualado con la verdad del Antiguo Testamento.

Pero debemos hacernos las siguientes preguntas:

¿Interpretan los judíos el Antiguo Testamento de la misma forma que lo hacemos los cristianos?

¿Es nuestra teología del Antiguo Testamento igual a la teología que los judíos hacen del mismo?

Las respuestas para ambas preguntas es ¡Absolutamente no!

El judaísmo no es la religión del Antiguo Testamento; ¡El judaísmo es una degeneración del Antiguo Testamento!

Los judíos habían sustituido la Ley de Moisés por sus tradiciones. Ellos tenían otros libros además del Antiguo Testamento: El Talmud, la Mishna.

El Señor Jesús los acusa de esta manera:

Mat 15:3 Y respondiendo El, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios a causa de vuestra tradición?

Mar 7:8-9 Dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres. 9También les decía: Astutamente violáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.

 En conclusión

El judaísmo no es la verdadera religión del Antiguo Testamento, los judíos niegan a la Segunda persona de la Trinidad, por lo tanto niegan al único Dios Trino.

No toda religión que contenga las palabras “Jehová” o “Jesús es Señor” deben ser considerados necesariamente como cristianismo verdadero. Como ejemplos podemos ver a las diferentes sectas como los católicos romanos, los falsos testigos de Jehová, los sabáticos, los mormones; y también, a los judíos (entre muchos).

El cristianismo adora al verdadero Dios; por lo tanto, el cristianismo es verdadero.

lunes, 30 de enero de 2012

¿Cuánto te Costará Seguir a Cristo?

¿Cuánto te Costará Seguir a Cristo? El pastor Juan Carlos Ortiz lo expresó con el siguiente ejemplo, hablando de la perla de gran precio:

Un hombre le dice al mercader: “Quiero esta perla, ¿Cuánto cuesta?”
  • Mercader: ¡Es muy costosa!

  • Comprador: ¿Cuánto?

  • Mercader: ¡Muchísimo!

  • Comprador: ¿Piensas acaso que no puedo comprarla?

  • Mercader: ¡Sí puede comprarla! ¡Cualquier persona puede comprarla!

  • Comprador: Yo pensé que usted había dicho que es muy costosa

  • Mercader: ¡Sí lo es!

  • Comprador: Bueno, ¿Cuánto cuesta?

  • Mercader: ¡Cuesta todo lo que tienes!

  • Comprador: Tengo $ 10,000 en el banco

  • Mercader: $ 10,000 esta bien, dámelos. ¿Qué más tienes?

  • Comprador: Tengo $ 100 en mi bolsillo

  • Mercader: Eso es mío también. ¿Qué más tienes?

  • Comprador: ¡Eso es todo, no tengo nada más!

  • Mercader: ¿Dónde vives?

  • Comprador: En mi casa, soy propietario de una casa.

  • Mercader: Ok, es mía también.

  • Comprador: ¿Dónde espera usted que yo duerma? ¿En mi campera?

  • Mercader: ¡Oh, tienes una campera! ¿verdad? También es mía. ¿Qué más tienes?

  • Comprador: ¿Esta insinuando que voy a dormir en mi automóvil?

  • Mercader: ¿Tienes un automóvil?

  • Comprador: Sí, tengo dos.

  • Mercader: Son míos también.

  • Comprador: Pero ¿Dónde va a vivir mi familia?

  • Mercader: ¿Tienes una familia?

  • Comprador: Sí, tengo una esposa y tres hijos.

  • Mercader: Son míos también. Me estaba olvidando, ¡Tú también eres mío! Todo lo que posees es mío, tu familia, tu casa tu campera, tus automóviles ¡Todo!

  • Mercader: Voy a dejar que los tengas, pero cuando los necesite, debes renunciar a ellos, pues ahora me pertenecen, así como tú eres mío ahora.
Creo que no hay nada más que agregar a esta historia. Debemos poner a Cristo por encima de todo lo demás en esta vida.

sábado, 21 de enero de 2012

La Cautividad Pelagiana de la Iglesia (Por R.C. Sproul)

Inmediatamente después que se inició la Reforma, en los primeros años después de que Martín Lutero clavará sus Noventa y Cinco Tesis sobre la puerta de la iglesia en Wittenburg, publicó algunos cortos panfletos sobre una variedad de temas. Uno de los más provocativos fue el titulado La Cautividad Babilónica de la Iglesia. En este libro Lutero miró en retrospectiva al período de la historia del Antiguo Testamento cuando Jerusalén fue destruida por los ejércitos invasores de Babilonia y la elite del pueblo fue llevada a la cautividad. Lutero en el siglo dieciséis tomó la imagen de la histórica cautividad babilónica y la reaplicó a esa era y habló acerca de la nueva cautividad babilónica de la iglesia. Habló de Roma como la nueva Babilonia que aprisionó el Evangelio cautivándolo con su rechazó del entendimiento bíblico de la justificación. Puede entender cuan fiera era la controversia, cuan polémico sería este título en este período, al decir que la Iglesia no simplemente había errado o extraviado, sino había caído, y que ésta es en realidad ahora Babilonia; que está en un cautiverio pagano.

A menudo he pensado que si Lutero viviera hoy y viniera a nuestra cultura y echara una mirada, no en la comunidad de la iglesia liberal, sino en las iglesias evangélicas, ¿qué podría decir? ¡Oh claro!, no puedo responder esta pregunta con ningún tipo de autoridad definitiva, pero pienso que sería esto: Si Martín Lutero viviera hoy y tomara su pluma para escribir, el libro que podría escribir en nuestro tiempo sería titulado La Cautividad Pelagiana de la Iglesia Evangélica.

Lutero vio la doctrina de la justificación como el combustible de un profundo problema teológico. Él escribió extensamente acerca de éste en La Esclavitud de la Voluntad. Cuando miramos a la Reforma y vemos las solas de la Reforma -Sola Scriptura, Sola Fide, Solus Christus, Soli Deo gloria, Sola gratia- Lutero estaba convencido que el verdadero punto de la Reforma era el tema de la gracia; y que el subrayar la doctrina de solo fide, justificación sólo por fe, estaba precedida por un compromiso con sola gratia, el concepto de la justificación sólo por gracia.

En la edición de Fleming Revell de La Esclavitud de la Voluntad, los traductores J. I. Packer y O. R. Johnston, incluyeron una introducción teológica e histórica extensa y confrontante para este libro. El siguiente párrafo es parte del fin de esta introducción:

Estas cosas necesitan ser consideradas por los protestantes de hoy. ¿Con qué derecho podemos llamarnos a nosotros mismos hijos de la Reforma? Mucho del Protestantismo moderno ni podría llamarse Reformado o aún ser reconocido por los Reformadores pioneros. La Esclavitud de la voluntad coloca ante nosotros lo que ellos creían acerca de la salvación de la humanidad perdida. A la luz de esto, estamos obligados a preguntar si la cristiandad protestante no ha vendido su legado entre los días de Lutero y los nuestros. ¿No tiene el Protestantismo de hoy más de Erasmianismo que de Luterano? ¿A menudo no hemos tratado de minimizar y opacar las diferencias doctrinales en nombre de la paz entre grupos? ¿Somos inocentes de la indiferencia doctrinal, la cual Lutero atribuyó a Erasmo? ¿Permanecemos creyendo que la doctrina importa? [1]

Históricamente, apegándose a los hechos es claro que Lutero, Calvino, Zwinglio y todos los principales teólogos protestantes de la primera época de la Reforma sostuvieron en esto exactamente el mismo punto de vista. Sobre otros puntos tuvieron diferencias. Pero en la afirmación de la incapacidad del hombre en el pecado y la soberanía de Dios en la gracia, fueron enteramente uno. Para todos ellos éstas doctrinas fueron la pura esencia de la fe cristiana. Un editor moderno de las obras de Lutero dice esto:

Quienquiera que cierre este libro sin haber reconocido que la teología Evangélica se sostiene o cae con la doctrina de la esclavitud de la voluntad lo ha leído en vano. La doctrina de la justificación gratuita por la fe sola, la cual llegó a estar en el centro de la tormenta de mucha de la controversia durante el período de la Reforma, es a menudo considerada como el corazón de la teología de los Reformadores, pero esto no es preciso. La verdad es que su pensamiento estaba realmente centrado sobre el argumento de Pablo, que fue hecho eco por Agustín y otros, que la salvación de los pecadores es totalmente sólo por la gracia libre y soberana, y que la doctrina de la justificación por fe fue importante para ellos porque salvaguardaba el principio de la gracia soberana. La soberanía de la gracia encontraba expresión en un nivel más profundo de su pensamiento al descansar en la doctrina de la regeneración monergista. [2]

Esto quiere decir, que la fe que recibe a Cristo para justificación es en sí misma el libre don del Dios soberano. El principio de sola fide no es correctamente entendido hasta que es visto como afianzado al principio más amplio de sola gratia. ¿Cuál es el origen de la fe? ¿Es la fe el don de Dios, indicando por tanto que la justificación es recibida por la dádiva de Dios, o es ésta una condición de la justificación la cual es dejada para que el hombre la cumpla? ¿Puede percibir la diferencia? Déjame ponerla en términos simples. Escuché recientemente a un evangelista decir, “Aunque Dios llevó a cabo miles de pasos para alcanzarte y redimirte, sin embargo el punto culminante es que debes llevar a cabo el paso decisivo para ser salvo”. Considera la declaración que ha sido hecha por el más amado líder evangélico de América del siglo veinte, Billy Graham, quien dice con gran pasión, “Dios hace el noventa y nueve por ciento de ello, pero todavía debes hacer el último uno por ciento.”

¿Qué es pelagianismo?

Ahora, regresemos brevemente a mi título, “La cautividad pelagiana de la iglesia”. ¿De qué estamos hablando?

Pelagio fue un monje quien vivió en Bretaña en el siglo quinto. Él fue contemporáneo del más grande teólogo del primer milenio de la historia de la iglesia si es que no de todo el tiempo, Aurelio Agustín, obispo de Hipona en el Norte de África. Nosotros hemos escuchado de San Agustín, de sus grandes obras de teología, de su Ciudad de Dios, de sus Confesiones, las cuales permanecen como clásicos del Cristianismo.

Agustín, además de ser un teólogo titánico y tener un intelecto prodigioso, fue también un hombre de profunda espiritualidad y oración. En una de sus oraciones famosas, Agustín hizo a Dios un aparente daño, en una declaración inocente en la cual dice: “Oh Dios, ordena lo que quieras, y concédeme hacer lo que ordenas”. Ahora, ¿Quería Agustín que te diera una apoplejía al escuchar una oración como esta? Como ciertamente le dio a Pelagio, el monje inglés que se atravesó en su trayectoria. Cuando escuchó esto, protestó vociferando, aun apelando a Roma para conseguir que esta oración de la pluma de Agustín fuera censurada. Porque he aquí, él dijo: “¿Estás diciendo Agustín, que Dios tiene el derecho inherente de ordenar cualquier cosa que desee de sus criaturas? Nadie va a disputar eso. Dios inherentemente, como creador del cielo y la tierra, tiene el derecho a imponer obligaciones sobre sus criaturas y decir, debes hacer esto y no debes hacer eso.” La expresión ‘ordena cualquier cosa que quieras’ es una oración perfectamente legítima.”

Es la segunda parte de la oración la que Pelagio aborrecía, cuando Agustín dijo, “y concédeme hacer lo que ordenas.” Él dijo, “¿De qué estás hablando? Si Dios es justo, si Dios recto y Dios es santo, y Dios ordena de la criatura hacer algo, ciertamente que la criatura debe tener el poder en sí misma, la habilidad moral en sí misma, para llevarla a cabo o Dios nunca demandaría esto en primer lugar”. Ahora esto tiene sentido, ¿no es así? Lo que Pelagio estaba diciendo es que la responsabilidad moral siempre y en todo lugar implica capacidad moral o sencillamente habilidad moral. Entonces, ¿Por qué deberíamos orar, “Dios concédeme, dame el don de ser capaz de hacer lo que me ordenas que haga?” Pelagio vio en esta declaración una sombra que estaba siendo puesta sobre la integridad de Dios mismo, quién requería responsabilidad de la gente para hacer algo que no podían hacer.

Por ello, en el debate consecuente, Agustín dejó claro que en la creación, Dios no mandó a Adán y Eva nada que fueran incapaces de hacer. Pero una vez que la trasgresión entró y la humanidad llegó a estar caída, la ley de Dios no fue cancelada ni Dios la ajustó rebajando sus requerimientos santos para acomodarlos a la débil, condición caída de su creación. Dios castigó a su creación al descargar sobre ellos el juicio del pecado original, por lo que cada uno que nace en este mundo después de Adán y Eva, nace ya muerto en pecado. El pecado original no es el primer pecado. Este es el resultado del primer pecado; se refiere a nuestra corrupción inherente, por la cual nacemos en pecado, y en pecado nos concibió nuestra madre. No nacemos en un estado neutral de inocencia, sino que nacemos en una condición pecaminosa y caída. Prácticamente cada iglesia dentro del histórico Concilio Mundial de Iglesias en algún punto de su historia y en el desarrollo de su credo articula algún tipo de doctrina del pecado original. Así que, es claro para la revelación bíblica, que se tendría que repudiar el punto de vista bíblico de la humanidad para negar el pecado original como un todo.

Este es precisamente el punto que estuvo en la batalla entre Agustín y Pelagio en el siglo quinto. Pelagio dijo que no hay tal cosa como pecado original. El pecado de Adán afectó a Adán y solamente a Adán. No hay trasmisión o trasferencia de culpa o caída o corrupción a la progenie de Adán y Eva. Cada uno es nacido en el mismo estado de inocencia en el cual Adán y Eva fueron creados. Además él dijo, es posible para una persona vivir una vida de obediencia a Dios, una vida de perfección moral, sin ninguna ayuda de Jesús ni de la gracia de Dios. Pelagio dijo que la gracia-y he aquí la distinción clave- facilita la justicia. ¿Qué significado tiene “facilita?” Esta ayuda, ésta hace más fácil, hace más sencilla, pero usted no tiene que tenerla. Usted puede estar perfectamente sin ella. Pelagio declaró aún más, que no es solamente posible de manera teórica para algunos individuos vivir una vida perfecta sin la asistencia de la gracia divina, sino que de hecho hay personas que lo hacen. Agustín dijo, “No, no, no, no... nosotros estamos por naturaleza infectados por el pecado, hasta las profundidades y raíz de nuestro ser- a tal punto que no hay ser humano que tenga el poder moral para inclinarse a sí mismo y cooperar con la gracia de Dios. La voluntad humana, como resultado del pecado original, permanece sin tener el poder de escoger, sino que es esclava de sus malos deseos e inclinaciones. La condición de la humanidad caída es tal que Agustín podía describirla como incapacidad para no pecar. En términos sencillos, lo que Agustín estaba diciendo es que en la Caída, el hombre perdió la capacidad para hacer las cosas de Dios y quedó cautivo a sus propias inclinaciones malvadas.

En el siglo quinto la iglesia condenó a Pelagio como herético. El Pelagianismo fue condenado en el Concilio de Orange, y fue condenado de nuevo en el Concilio de Florencia, el Concilio de Cartago, y también irónicamente, en el Concilio de Trento en el siglo dieciséis en los primeros tres anatemas de los Cánones de la Sexta Sesión. Por lo tanto, consistentemente a través de la historia de la Iglesia se ha condenado firme y completamente el Pelagianismo- porque el Pelagianismo niega la caída de nuestra naturaleza; éste niega la doctrina del pecado original.

Ahora, que es el llamado semi-Pelagianismo, como el prefijo “semi” sugiere, era algo posicionado en medio del pleno Agustinianismo y el pleno Pelagianismo. El semi-Pelagianismo dice esto: sí, hubo una caída; sí hay tal cosa como pecado original; sí, la constitución de la naturaleza humana ha sido cambiada por este estado de corrupción y todas las partes de nuestra humanidad han sido significativamente debilitadas por la caída, a tal punto que sin la asistencia de la gracia divina ninguno puede tener la posibilidad de ser redimido, por consiguiente la gracia no es únicamente útil sino necesaria para la salvación. Pero, aún cuando estamos tan caídos que no podemos ser salvos sin la gracia, no estamos tan caídos que no podamos tener la capacidad para aceptar o rechazar la gracia cuando nos es ofrecida. La voluntad está debilitada pero no es esclava. Hay remanentes en el centro de nuestro ser, una isla de justicia que permanece intocable por la caída. Es la respuesta de esta pequeña isla de justicia, ésta pequeña pieza de bondad que está intacta en el alma o en la voluntad lo que hace la diferencia determinante entre el cielo o el infierno. Es esta pequeña isla que debe ser ejercida cuando Dios lleva a cabo sus miles de pasos para alcanzarnos, pero en el análisis final es un paso que debemos tomar el que determina ya sea el cielo o bien el infierno, el ejercitar ésta pequeña isla de justicia que está en el centro de nuestro ser o no hacerlo.

Agustín no reconoció esta pequeña isla ni aún como un arrecife de coral en el Pacífico sur. Él dijo que ésta era una isla mitológica, que la voluntad estaba esclava, y que el hombre estaba muerto en sus delitos y pecados.

Irónicamente, la Iglesia condenó el semi-Pelagianismo tan vehementemente como lo hizo cuando condenó el Pelagianismo original. Pasado el tiempo usted llega al siglo dieciséis y lee el entendimiento Católico de lo que sucede en la salvación, y la iglesia ha repudiado básicamente lo que Agustín enseñó y también lo que Aquino enseñó. La Iglesia concluyó que hay remanentes de esta libertad que están intactos en la voluntad humana y que el hombre debe cooperar con -y asentir con- la gracia precedente que es ofrecida a ellos por Dios. Si ejercemos esta voluntad, si ejercemos una cooperación con cualquiera de los poderes que en nosotros han sido dejados, seremos salvos. Y por lo tanto en el siglo dieciséis la Iglesia volvió a abrazar el semi-Pelagianismo.

En el tiempo de la Reforma, todos los reformadores estaban de acuerdo en un punto: la incapacidad moral de los seres humanos caídos para inclinarse a sí mismos a las cosas de Dios; que toda la gente, en el orden para ser salvas, estaban totalmente dependientes, no noventa y nueve por ciento, sino un cien por ciento dependientes de la obra de regeneración monergista como primer paso para venir a la fe, y que la fe es en sí misma un don de Dios. La fe no es lo que estamos ofreciendo para la salvación y que naceremos de nuevo si escogemos creer. Sino que no podemos ni aún creer hasta que Dios en su gracia y en su misericordia primero cambia la disposición de nuestras almas a través de su obra soberana de regeneración. En otras palabras, en lo que todos los reformadores estuvieron de acuerdo fue con, que a menos que un hombre nazca de nuevo, no puede ni ver el reino de Dios, ni puede entrar en él. Tal como Jesús dijo en Juan capítulo seis, “Ninguno puede venir a mí, a menos que le sea dado por mi Padre”, la condición necesaria para la fe y la salvación de cualquiera persona es la regeneración.

Los Evangélicos y la Fe

El Evangelicalismo moderno casi uniformemente y universalmente enseña que en el orden para que una persona sea nacida de nuevo, debe primero ejercer fe. Tienes que escoger nacer de nuevo. ¿No es ésto lo que escuchas? En una encuesta de George Barna, más del setenta y cinco por ciento de “cristianos evangélicos profesantes” en América expresaron la creencia que el hombre es básicamente bueno. Y más del ochenta por ciento articularon el punto de vista que Dios ayuda a aquellos que se ayudan a sí mismos. Estas posiciones -déjeme decirlo de manera negativa- ninguna de estas posiciones son semi-Pelagianas. Ambas son Pelagianas. El decir que somos básicamente buenos es un punto de vista Pelagiano. Yo estaría dispuesto a asumir que en casi un treinta por ciento de la gente quien está leyendo este tema, y probablemente más, si realmente examinamos su pensamiento con detenimiento, encontraremos que en sus corazones está latiendo el Pelagianismo. Estamos plagados con él. Estamos rodeados por él. Estamos inmersos en él. Lo escuchamos cada día. Lo escuchamos cada día en la cultura secular, lo escuchamos cada día en la televisión y la radio cristiana.

En el siglo diecinueve, hubo un predicador quien llegó a ser muy popular en América, escribió un libro de teología, que surgió de su propia formación en leyes, en el cual no abrevió su Pelagianismo. Él rechazó no sólo el Agustinianismo, sino también rechazó el semi-Pelagianismo y sostuvo claramente la posición Pelagiana sin encubrirla, diciendo en términos no inciertos, sin ambigüedad, que no había Caída y que no había tal cosa como pecado original. Este hombre vino a atacar cruelmente la doctrina de la expiación sustitutiva de Cristo, y además de eso, repudió tan clara y tan fuertemente como pudo la doctrina de la justificación por la sola fe por medio de la imputación de la justicia de Cristo. La tesis básica de este hombre fue, no necesitamos la imputación de la justicia de Cristo porque tenemos la capacidad en y de nosotros mismos para llegar a ser justos. Su nombre: Carlos Finney, uno de los más respetados evangelistas de América. Ahora, si Lutero estaba correcto en decir que la sola fide es el artículo sobre el cual la iglesia se sostiene o cae, si lo que los reformadores dijeron es que la justificación por la fe sola es una verdad esencial del Cristianismo, quienes además argüían que la expiación sustitutiva es una verdad esencial del Cristianismo; si ellos estaban en lo correcto en su evaluación de que estas doctrinas son verdades esenciales del Cristianismo, la única conclusión a la que podemos llegar es que Carlos Finney no era Cristiano. Yo leo sus escritos y digo, “no veo cómo alguna persona cristiana pudiera escribir esto.” Y aun, él está en el Salón de la Fama del Cristianismo Evangélico de América. Él es el santo patrón del Evangelicalismo del siglo veinte. Y él no es semi-Pelagiano; él es descarado en su Pelagianismo.

La Isla de Justicia

Una cosa es clara: puedes ser pelagiano puro y ser bienvenido por completo en el movimiento evangélico de hoy. Esto no es simplemente que el camello metió su nariz en la tienda; no solamente es que está dentro de la tienda- sino que ha sacado al propietario de la tienda. El Evangelicalismo moderno mira hoy con suspicacia a la teología Reformada, la cual llegado a ser colocada como ciudadano de tercera clase del Evangelicalismo. Ahora, usted dice, “Espera un minuto R. C. No encierres a todos en el argumento del Pelagianismo extremo, después de todo, Billy Graham y el resto de las personas están diciendo que hubo una Caída; que debes tener la gracia; que hay tal cosa como pecado original; y los semi-Pelagianos no están de acuerdo con el simplista y optimista punto de vista acerca de la no caída naturaleza humana de Pelagio.” Y esto es verdad. No cuestionaré acerca de ello. Pero es esta pequeña isla de justicia donde el hombre todavía tiene la habilidad, en y de sí mismo, para retornar, cambiar, inclinar, disponer, y abrazar la oferta de la gracia, que revela por qué históricamente el semi-Pelagianismo no es llamado semi-Agustinianismo, sino semi-Pelagianismo, éste realmente nunca escapa a la idea central de la esclavitud del alma, la cautividad del corazón humano en pecado, que no está simplemente infectado por una enfermedad que puede ser mortífera si es dejada sin tratamiento, sino que es mortal.

Escuché a un evangelista usar dos analogías para describir lo que sucede en nuestra redención. Él dijo, el pecado tiene tal fortaleza sobre nosotros, un estrangulamiento, que es semejante a una persona quien no puede nadar, quien cae por la borda en un mar furioso, y es la tercera vez que se sumerge y únicamente las puntas de sus dedos permanecen fuera del agua; y a menos que alguien intervenga a rescatarle, no tiene esperanza de sobrevivir, su muerte es cierta. Y a menos que Dios le tire un salvavidas, no puede ser rescatado. Y Dios no solamente le debe tirar un salvavidas en cualquiera área donde él se encuentra, sino que el salvavidas tiene que caerle en el lugar correcto donde sus dedos permanecen extendidos fuera del agua, y acertarle de tal manera que pueda sostenerlo. El salvavidas tiene que haber sido tirado perfectamente. Pero todavía este hombre se ahogará a menos que lo tome con sus dedos y los sostenga alrededor del salvavidas, entonces Dios le rescatará. Si esta pequeña acción no es hecha, él ciertamente perecerá.

La otra analogía es esta: Un hombre esta terriblemente débil, enfermo de muerte, yaciendo en su cama de hospital con un padecimiento que es terminal. No hay manera que pueda curarse a menos que alguien externo venga con una cura, una medicina que curará su enfermedad fatal. Y Dios tiene la cura y camina hacia el cuarto con la medicina. Pero el hombre está tan débil que no puede tomarse la medicina por sí mismo; Dios tiene que ponerla en la cuchara. El hombre está tan enfermo que se halla casi en un estado comatoso. El no puede ni siquiera abrir su boca, y Dios tiene que inclinarse y abrirle la boca. Dios coloca la cuchara en los labios del hombre, sin embargo el hombre todavía tiene que tomarla.

Ahora, si vamos a usar analogías, usemos las adecuadas. El hombre no se está sumergiendo por tercera vez; él está tan frío como una piedra en el fondo del mar. Ése es el lugar donde usted estuvo cuando una vez estaba muerto en sus delitos y pecados y andaba conforme a la corriente de este mundo, de acuerdo con el príncipe de la potestad del aire. Y cuando estaba muerto Dios le dio vida juntamente con Cristo. Dios se sumergió al fondo del mar y tomando este cadáver sopló el aliento de su vida en él y lo resucitó de la muerte. Y no es que usted estaba en la cama del hospital con cierta enfermedad, más bien, cuando usted nació, llegó muerto. Esto es lo que la Biblia dice: que estamos muertos moralmente.

¿Tenemos nosotros una voluntad? Sí, oh claro que la tenemos. Calvino dijo, si quieres decir por libre albedrío una facultad de escoger aquello que tienes el poder en ti mismo, de escoger lo que deseas, entonces tenemos libre albedrío. Si quieres decir por libre albedrío la capacidad de los seres humanos caídos para inclinarse a sí mismos y ejercer la voluntad para escoger las cosas de Dios sin la previa obra monergista de regeneración, entonces, Calvino dijo, libre albedrío es un término exorbitantemente grandioso para aplicarlo al ser humano.

La doctrina semi-Pelagiana del libre albedrío que prevalece en el mundo evangélico de hoy es un punto de vista pagano que niega la cautividad del corazón humano en el pecado. Esta visión desestima el dominio que el pecado tiene sobre nosotros.

Ninguno de nosotros quiere ver las cosas tan mal como son realmente. La doctrina bíblica de la corrupción humana es dura. No escuchamos al Apóstol Pablo decir, “Usted sabe, es triste que tengamos tal cosa como pecado en el mundo; ninguno es perfecto. Pero estemos de buen ánimo, somos básicamente buenos.” ¿Puede ver que aún una lectura superficial de la Escritura niega esto?

Ahora, regresemos a Lutero. ¿Cuál es el origen y la posición de la fe? ¿Es la fe el don de Dios significando con ello que la justificación es recibida por la dádiva de Dios? O ¿Es una condición de la justificación, la cual tenemos que cumplir? ¿Es su fe una obra? ¿Es ésta la única obra que Dios le deja hacer? Recientemente tuve una discusión con algunas personas en Gran Rapids, Michigan. Estaba hablando sobre sola gratia, y una de las personas estaba en desacuerdo. Él dijo, “¿Estás tratando de decirme que en conclusión es Dios quien soberanamente regenera o no el corazón?”

Y le dije, “Sí”; y él estuvo aún más en desacuerdo por esto. Le dije, “Déjame preguntarte esto: ¿Eres cristiano?

Él dijo, “Sí.”

Le dije, “¿Tienes amigos que no son cristianos?”

Él dijo, “¡Oh!, claro que sí.”

Le dije, “¿Por qué eres cristiano y tus amigos no lo son? ¿Es por qué eres más justo que ellos? Él no era estúpido. El no iba a decir, “¡Oh! claro es porque soy más justo. Yo hice la cosa correcta y mis amigos no”. Él sabía a donde quería llegar con esta pregunta.

Y él dijo, “Oh, no, no, no.”

Le dije, “Dime por qué. ¿Es por qué eres más inteligente que tus amigos?

Y él dijo, “No.”

Sin embargo el no estaba de acuerdo que al final, el punto decisivo era la gracia de Dios. El no quería venir a esto. Y después de discutir por quince minutos, él dijo, “ESTA BIEN, te lo diré. Soy un cristiano porque hice la cosa correcta, tuve la respuesta correcta y mis amigos no lo hicieron”.

¿En qué estaba confiando esta persona para su salvación? No en sus obras en general, sino en una obra que había hecho. Y él era un protestante, un evangélico. Pero su punto de vista de la salvación no era diferente del punto de vista Romano.

La Soberanía de Dios en la Salvación

Este es el punto: ¿Es la fe una parte del don de Dios en la salvación? O ¿Es ésta tu propia contribución a la salvación? ¿Es nuestra salvación totalmente de Dios o depende finalmente de algo que hagamos por nosotros mismos?

Aquellos quienes dicen esto último, que finalmente depende de algo que hagamos por nosotros mismos, por consiguiente niegan la absoluta incapacidad de la humanidad en el pecado y afirman con ello una forma de semi-Pelagianismo que es cierta después de todo. No es de maravillarse que más tarde la teología Reformada condenara el Arminianismo en su esencia, porque en principio, ambos regresan a Roma. En efecto, éste torna la fe en una obra meritoria, y es un rechazo de la Reforma porque niega la soberanía de Dios en la salvación de los pecadores, la cual fue el principio teológico y religioso más arraigado del pensamiento de los reformadores. El Arminianismo era sin lugar a dudas, a los ojos de los Reformados, una renunciación del Cristianismo del Nuevo Testamento a favor del Judaísmo del Nuevo Testamento. En esencia confiar en la fe de uno mismo no es diferente que confiar en las obras de uno mismo, y el uno es tan sub-cristiano y anti-cristiano como el otro. A la luz de lo que Lutero le dice a Erasmo no hay duda que tenemos que ratificar este juicio.

Y aunque este punto de vista es el que predomina en las encuestas de hoy en la mayoría de los círculos evangélicos profesantes y así como el semi-Pelagianismo es en esencia simplemente una versión ligeramente velada del Pelagianismo verdadero, de igual manera éste es el mismo que prevalece en la iglesia, y no sé qué pasará. Sin embargo, si sé que no sucederá: no tendremos una nueva Reforma. Hasta que nos humillemos y entendamos que ningún hombre es una isla y que ningún hombre tiene una isla de justicia, que somos completamente dependientes de la pura gracia de Dios para nuestra salvación, no empezaremos a descansar sobre la gracia y a regocijarnos en la grandeza de la soberanía de Dios, hasta que no desechemos la influencia pagana del humanismo que exalta y coloca al hombre en el centro de la religión. Hasta que esto suceda no tendremos una nueva Reforma, porque en el corazón de la enseñanza Reformada está el lugar central de la adoración y gratitud dadas a Dios y sólo a Dios. Soli Deo gloria: solamente a Dios la gloria.

[1] J. I. Packer and O. R. Johnston, “Introduction” to the The Bondage of the Will (Old Tappan, NJ, Fleming Revell, 1957, 59-60

[2] Ibid

lunes, 16 de enero de 2012

El Decisionismo: Una Respuesta a los Pelagianos

“Ahora mismo un poco de claridad en llamar las cosas por su nombre nos haría bien a todos. Estos caballeros desean que los dejen en paz. No quieren que se haga ruido. Por supuesto, los ladrones detestan a los perros guardianes y aman la oscuridad. Ya es hora de que alguien haga sonar su silbato y llame la atención sobre la forma como Dios está siendo robado de Su Gloria, y el hombre de su esperanza”  [Charles H. Spurgeon - “Un comentario adicional sobre el declive de la Iglesia” – La Espada y el Palustre (Agosto 1887) P. 399]

 Esta entrada la escribo como una respuesta para la publicación de un artículo en el blog “Descubriendo la Verdad” (no sé que verdad) del 5 de enero del 2012, que lleva el título “El Decisionismo – Una Respuesta a los Washerianos”

He colocado el link de esta respuesta en los comentarios de la entrada del mencionado blog, pero quizás no aprueben mi comentario; o quizás sí lo hagan, eso no lo sé; pero igual aquí está mi comentario para la referida entrada y espero que de alguna manera llegue al hermano Enoc Príncipe, quien aparece como autor del mencionado artículo.

Yo tuve conocimiento de ese artículo desde la fecha de su publicación por medio de un hermano del facebook (5/01/2012), donde escribí que iba a preparar un comentario. He orado a Dios durante todo este tiempo pidiéndole que El prepare mi corazón para poder escribir lo que voy a escribir.

Quiero enfocar mi respuesta desde el punto de vista ortodoxo, de la orto-praxis  y también desde el punto de vista de la historia de la iglesia, para mis diferentes respuestas.

Hay dos cosas que me han llamado la atención, la primera es que solamente aparezcan los comentarios del hermano Carlos Alberto Paz (CAP) refutando con argumentos teológicos lo errado del artículo (¿será que no han aprobado los comentarios de los demás hermanos?); y, por otro lado, el hecho de que nadie ha respondido a los comentarios del hermano CAP (¿será que fueron suficientes para derribar la publicación engañosa?)

Cuando hablo del aspecto doctrinal de mi respuesta, procuraré abarcar algunos puntos que no ha tratado el hermano CAP, y reforzar los que ya se han expuestos.

Primeramente, el engaño de la publicación comienza diciendo que el término “decisionismo” ha sido acuñado por los hiper-calvinistas washerianos. Aquí me sorprende que usted, hermano Enoc Príncipe, quien es una persona que supuestamente debe reconocer las diferentes escuelas de interpretación bíblica, tenga el craso error de confundir  a los lectores llamando al pastor Paul Washer un “hiper-calvinista”. Observo que el hermano CAP ya ha esclarecido la diferencia entre “un calvinista histórico” de un “hiper-calvinista”.

Pero no debemos preocuparnos por ello, considerando que no es la primera vez que sucede, ya que Charles Finney tampoco podía distinguir entre ortodoxia calvinista e hiper-calvinismo(1), pero esto no es lo único que tienen en común el hermano Enoc Principe con Charles Finney como lo veremos más adelante.

Es preciso en esta parte, hacer uso del argumento histórico para demostrar que el pastor Washer no fue quien “acuñó”  la palabra “decisionismo”. Para esto quiero hacer citas del libro “Today’s Apostasy: How decisionism is destroying our Churches” (Apostasía Hoy: Cómo el decisionismo está destruyendo nuestras iglesias) cuyos autores no son “bautistas reformados” (Calvinistas), estoy hablando de los pastores R. L. Hymers, Jr. y Christopher Cagan. En este libro de 220 páginas (cuya primera edición fue publicada en 1999), los autores hacen un estudio del decisionismo que incluye sus orígenes en la historia. Haré la traducción al español de mi cita y mencionaré la página donde se encuentra:

“En su libro “Revival and Revivalism: the Making and Marring of American Evangelicalism 1750-1858”  (Avivamiento y Revivalismo: La fabricación y el deterioro del Evangelicalismo Norteamericano 1750-1858), Iain H. Murray señala que el evangelismo se alejó de la vieja idea de la conversión en el siglo XIX con el "decisionismo", enseñado por Charles G. Finney (1792-1875)” (P. 15)

Como se observa, antes de Charles Finney, ningún predicador utilizaba los métodos “decisionistas”, solamente esto debería llamar la atención de muchos que tienen esa práctica que no es bíblica.

R. L. Hymers, Jr. y Christopher Cagan definen al decisionismo de la siguiente manera, voy a traducir:

“Decisionismo: Es la creencia que una persona es salva por pasar al frente, levantar la mano, decir una oración, creer en una doctrina, hacer una compromiso relacionado al Señorío de Cristo, o algún otro acto externo humano,  el cual es tomado como un equivalente de, y una prueba de el milagro de una conversión interna; es la creencia que una persona es salva a través de la agencia de una decisión meramente externa; la creencia que realizando una de estas acciones humanas es una muestra que una persona ha sido salvada” (P. 17)

¿Qué tiene que ver esto con lo que quiero demostrar? Bueno, si sabemos algo de la vida del pastor Washer, lo sabemos a partir del año 2002 por su famoso sermón a los jóvenes en Montgomery, Alabama. Antes de esa fecha creo que predicaba pero no era conocido como lo es hoy.

El libro de Iain H. Murray fue publicado en el año 1994 (8 años antes de la “fama” del pastor Washer) y el libro de de los pastores R. L. Hymers, Jr. y Christopher Cagan fue escrito en el año 1999. ¡Estos hombres usaban la palabra “decisionismo” antes que sea conocida por boca del pastor Washer! Creo que el error de adjudicar al pastor Washer el origen de la palabra “decisionismo” queda claro; y no quiero abundar más en ello, por que tengo mucho que escribir.

En segundo lugar, el hermano Enoc Principe afirma en sus conclusiones: “Los bautistas independientes no encajamos en la definición de  un “decisionista”; y por lo general procuramos que el evangelismo no sea superficial; y no aprobamos la manipulación de las personas para que tomen una decisión sin entendimiento”

Eso no es cierto en absoluto, quiero dar mi testimonio como prueba.

Yo regresé de USA al Perú en Marzo del 2010 y a partir de Abril de ese mismo año estuve sirviendo al Señor en una obra nueva en el distrito de Carabayllo al norte de Lima (Como usted, seguramente, fue bien informado en su oportunidad hermano Enoc Príncipe). La misión era parte de una iglesia “arminiana” del distrito de Los Olivos. Ustedes se preguntarán ¿Qué hace un calvinista trabajando con los arminianos? Bueno, esta iglesia contestó mis correos desde USA, donde no escondí mi posición doctrinal y el pastor estuvo de acuerdo. Esto me recordaba al pastor Martyn Lloyd Jones, quien también ministró al lado del pastor Campbell Morgan, quien fuera arminiano en su teología, en sus inicios en Westminster Chapel. Pero las cosas para mí no resultaron de esa manera y lo explicaré mas adelante.

El hecho es que esta iglesia recibía (y aun recibe) a los seminaristas de Trujillo, donde usted, hermano Enoc Príncipe, es el director, y yo he visto con mis ojos y oído con mis oídos los métodos “decisionistas” de sus alumnos cuando fueron para apoyar la obra de evangelismo en Carabayllo donde yo estaba a cargo. “Regaron decisiones” por donde pudieron. Como anécdota le diré que cuando fuimos a verificar algunas de las “tarjetas” entregadas, una persona dijo “solamente me dijeron que ore una oración, que no es necesario que yo vaya para el templo pues no tengo tiempo” el resto de las demás tarjetas era más de lo mismo. ¿Qué puede usted decir de esto? ¿Dónde aprendieron sus alumnos esta forma superficial de evangelismo?

También yo he sido testigo cuando el pastor principal (de la iglesia de Los Olivos) invitaba a un joven a una conversación privada de solamente diez minutos, luego de los cuales se acercaba al grupo con el muchacho diciendo “este muchacho ha hecho su decisión por Cristo, ahora es hermano en la fe” el muchacho vivía a diez metros del templo, pero nunca congregó en todo el año que estuve allí, a pesar de mis invitaciones. El mismo método fue usado con la madre de este joven, la Sra. Antonia, quien tampoco congregó después de haber “hecho su decisión por Cristo”, también a pesar de mis invitaciones.

Fue igual cuando las damas de la iglesia principal fueron para apoyar con evangelismo por la zona de Carabayllo, regresaron con sus “tarjetas de decisiones”, fuimos a visitar a estas personas y nos decían que no querían saber nada de congregar ni de la religión, que solamente hicieron la oración por que así se lo pidieron. ¡Lo peor de todo es que estas personas creían que eran salvas!

Pero esto no se queda aquí nomas. También fui invitado por el pastor principal para una reunión de pastores en una iglesia que quedaba por la autopista de Evitamiento, donde se presentaban los reportes de los campamentos bautistas. Todos estos pastores, sin ninguna excepción tenían el siguiente reporte al final: “x personas hicieron su decisión por Cristo”, “x personas decidieron reconciliarse con el Señor”, “x personas decidieron servir al Señor”, “x personas decidieron re-dedicar su vida a Dios” “decisiones, decisiones y más decisiones” Como dato le diré que en esa reunión estaba el pastor a cargo del Centro Aucallama, lugar de sus “campamentos decisionistas”, donde se les enseña hasta a los niños a hacer “sus decisiones”

También esta iglesia hacía (no estoy seguro si hasta ahora) evangelismo los viernes por la noche. Un hermano me comentaba que cada viernes, un aproximado de 15 personas hacían sus decisiones por Cristo. El tratado que ellos usaban lo he publicado en este blog(2) El asunto está en que ellos hacían estas actividades desde hace mucho tiempo, pero su membrecía nunca aumentaba. Hagamos cálculos: 15 personas por viernes, 52 viernes al año, hacen ¡780 personas anuales! ¿Dónde estaban estos “hermanos” que hicieron “su decisión” por Cristo?

Otro caso es el de un pastor que ha salido de sus aulas que predicó en la calle diciendo: “Cristo te ama y quiere salvarte” ¿Dónde dice eso en las Escrituras?, al contrario la Biblia dice claramente Isa 46:10  “y todo lo que quiero realizaré" Es decir, todo lo que Dios quiere hacer, lo hace y no hay quien detenga Su mano como dice Daniel 4:35. Pero claro, para este “predicador”, el hombre puede detener y hasta cambiarle los planes a Dios haciendo uso de su “libre albedrio”

¿Acaso no son todos estos ejemplos reales de superficialidad en el evangelismo? El hermano CAP también le hace llegar un link donde puede ver más del decisionismo, solamente tómese la molestia de buscar en google y verá los reportes “decisionistas” de muchísimas iglesias bautistas ubicadas en el Perú.

La historia ha demostrado el fracaso del decisionismo como método de evangelismo(3)

Pasando al punto de la Depravación Total y la Gracia Irresistible, por la cual, según usted, “un calvinista enseña que el hombre no decide ser salvo, que Dios salva al hombre sin su voluntad y hasta en contra de su voluntad”. Quiero pedirle que usted haga la cita del libro del cual ha sacado esas conclusiones. Le digo que no va poder hacerlo, ya que eso no se encuentra en ningún libro respetable de teología (incluyendo a los pocos autores arminianos respetables)

No hermano Enoc Principe, un calvinista no enseña que Dios salva al hombre en contra de su voluntad. Vayamos a las Escrituras, pues creo que a ninguno de nosotros nos interesa conversar nada que no se encuentre en la Biblia.

Dt 10:16 “Circuncidad, pues, vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz” ¿Se da cuenta usted de este mandamiento del Señor? ¿Entiende usted lo que Dios requiere?

Matthew Henry comenta de este versículo de la siguiente manera: “Circuncidad vuestros corazones. Desechad todos los afectos e inclinaciones corruptos que os estorben para temer y amar a Dios. Por naturaleza no amamos a Dios. Este es el pecado original, la fuente de la cual procede nuestra maldad; la mente carnal es hostil a Dios porque no se sujeta a la ley de Dios ni tampoco puede, en verdad; de manera que, los que andan en la carne no pueden agradar a Dios, Romanos 8:5-9”

¡Aquí se esta hablando de regeneración o nuevo nacimiento!, eso es lo que significa “circuncidar el corazón”

¿Cree usted que el hombre sin Cristo pueda hacer esa obra? ¿Puede el hombre desechar el pecado original producto de la herencia adámica?

¡Ustedes enseñan que sí! Ustedes dicen: “Dios ha mandado al hombre que haga lo que es bueno; de aquí que el hombre debe tener la capacidad para hacerlo” ¿Quién ha afirmado lo mismo antes? ¡Charles Finney lo hizo! y esta es una segunda coincidencia que usted tiene con este controversial predicador del pasado. Pero ¿Quién además dijo eso siglos antes? Fue el monje de nombre Pelagio. Usted, hermano Enoc Príncipe, y Finney simpatizan con las afirmaciones de Pelagio.

Quiero citar la obra “Teologia Basica” de Charles Ryrie, quien no es “calvinista” como usted bien lo sabe (Ryrie es arminiano). En la página 97 dice:

A. Pelagianismo.- Pelagio, un monje de Británico que predicó en Roma alrededor de 400 A.D., creía que, puesto que Dios no podía mandar algo imposible de realizar, y puesto que El ha mandado que los hombres sean santos, todos entonces pueden vivir una vida libre del pecado. El enseñó que el hombre fue creado neutral —ni pecaminoso ni santo—y con la capacidad y la voluntad de escoger libremente o el pecar o el hacer el bien.

B. Semipelagianismo.- (…) Los semipelagianos enseñan que el hombre retiene una medida de libertad con la cual puede cooperar con la gracia de Dios. La voluntad del hombre ha sido debilitada y su naturaleza afectada por la Caída, pero él no es totalmente depravado. En la regeneración el hombre escoge a Dios, quien entonces agrega Su gracia. La doctrina del pecado sostenida por la Iglesia Católica Romana es semipelagiana. El pecado original se elimina por el bautismo con agua.

¿Acaso no es esa su posición doctrinal? ¡Claro que lo es! Eso mismo es lo que enseñan sus ex-alumnos (pastores) en esa iglesia del distrito de Los Olivos.

Pero lo que jamás enseñarán ustedes es que tanto el pelagianismo como el semi-pelagianismo han sido declarados como herejías en los siguientes concilios de la iglesia:

Concilio de Cartago (412, 416, 418); Concilio de Éfeso (431); Concilio de Orange (529); Concilio de Trento (1546); en el Helvético (1561-1566); por la Confesión de Augsburg (1530); por la Confesión Belga (1561); por los Artículos Anglicanos (1571) y por los Cañones de Dort (1618-1619)

Pero estábamos en que Dios no salva al hombre en contra de su voluntad. Continuemos con las citas de las Escrituras y del mismo libro:

Dt 30:6 “Además, el SEÑOR tu Dios circuncidará tu corazón y el corazón de tus descendientes, para que ames al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas”

De la lectura simple del versículo se deduce que (1) un corazón “no-circuncidado” no puede amar a Dios, (2) Es Dios quien circuncida el corazón del hombre (monergismo), (3) luego que Dios circuncida el corazón del hombre, éste “responde” con amor a Dios; y (4) Un hombre cuyo corazón no ha sido circuncidado por Dios, permanece en muerte.

Veamos otra vez el comentario de Matthew Henry: “Porque el mismo Señor se compromete aquí: “circuncidará Jehová tu Dios tu corazón”, y cuando la gracia regeneradora haya eliminado la naturaleza corrupta, y el amor divino haya suplantado al amor por el pecado, ellos ciertamente reflexionarán, se arrepentirán, volverán a Dios y le obedecerán; y Él se regocijará en hacerles el bien. El cambio ocasionado en ellos no sólo será por fuera ni consistente sólo de opiniones; llegará a sus almas. Producirá en ellos un supremo odio por todo pecado y un amor ferviente hacia Dios, como su Dios reconciliado en Cristo Jesús; ellos lo amarán con todo su corazón y con toda su alma”

Como ya se habrá dado cuenta, Dios no salva al hombre en contra de su voluntad. Sino que al cambiar Dios el corazón de piedra del pecador por uno de carne (regeneración) la voluntad del hombre cambia y responde voluntariamente y con amor al llamado de Dios. Esto es lo mismo que Dios hizo en el Nuevo Testamento, el ejemplo es Lidia: Hch 16:14 (LBLA) “Y estaba escuchando cierta mujer llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira, vendedora de telas de púrpura, que adoraba a Dios; y el Señor abrió su corazón para que recibiera lo que Pablo decía”

A mayor abundamiento, quisiera citar a Louis Berkhof: “Hablando de la conversión verdadera: … (a) La conversión activa es aquel acto de Dios por medio del cual El hace que el pecador sea regenerado en su vida consciente, para volverse a Dios con arrepentimiento y fe. (b) La conversión pasiva es el acto consciente del pecador regenerado por medio del cual él mediante la gracia divina se vuelve a Dios con arrepentimiento y fe” Teologia Sistematica P. 577

Usted, hermano Enoc Príncipe, no alcanza a distinguir que la diferencia entre una “decisión” por Cristo y una “respuesta” al mensaje del evangelio es infinita: Los que en verdad responden al mensaje son aquellos que han sido espiritualmente capacitados por Dios para “responder” al mensaje. Aquellos que sienten que tienen que tomar una decisión por Cristo, no están siendo llamados. Un hombre muerto no puede decidir por sí mismo y tiene que ser regenerado por Dios en primer lugar. Entonces, cuando Dios le da vida al pecador, Dios le llama y él no podrá rechazarlo. Un ejemplo lo vemos cuando el Señor llamó a Mateo, y a los cuatro pescadores para que sean sus discípulos. Ellos inmediatamente dejaron sus profesiones y siguieron al Señor. Fue una convicción del Espíritu Santo que hizo a estos hombres seguir de inmediato el Señor.

Lo que usted afirma con sus argumentos en defensa del decisionismo, es que el hombre tiene la capacidad, en sí mismo, para dar el primer paso y escoger su salvación. Es decir, el hombre muerto espiritualmente tiene la capacidad de decidir nacer de nuevo, y Dios es quien da el segundo paso otorgándole gracia. ¿No es esto sinergismo? ¿No es esto semi-pelagianismo, o pelagianismo?

Debo aclarar que este no es todo el peso de las Escrituras; por razones de tiempo y espacio no se puede profundizar más. Me gustaría escribir más, pero lo dejaremos para después.

Otra coincidencia que usted, hermano Enoc Príncipe, tiene con Charles Finney está en su afirmación: “El hecho que algo no esté explícitamente declarado en la Biblia, no significa que sea anti bíblico”

Charles Finney interpretaba las verdades de las Escrituras desde el punto de vista jurídico, ya que él era abogado: (Finney) estudió la doctrina tan solo de manera superficial y procedió a inventar un sistema único de teología que satisfacía su propio sentido de la lógica. Aplicó normas propias de la jurisprudencia norteamericana del siglo XIX a todas las doctrinas bíblicas. “No había leído sobre el tema [de la expiación] excepto en mi Biblia”, escribió; “y lo que encontré sobre el tema lo interpreté tal como habría entendido el mismo pasaje o pasajes similares en un libro de derecho”(4)

Usted se preguntará ¿Cuál es esa coincidencia con su afirmación citada arriba? Simple, usted aplica las normas constitucionales del Perú como una regla para interpretar las Escrituras. La Constitución Política del Perú de 1993 dice en su artículo 1º Num 22. a) “Nadie esta obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe”

Para su entendimiento, hermano Enoc Príncipe, “Nadie esta impedido de hacer lo que la Biblia no prohíbe” y esto lo busca “aplicar” para defender el “decisionismo” que practican usted, sus alumnos y las iglesias con las que colabora. Ese fue el mismo argumento que utilizó el hermano que estaba a cargo de sus seminaristas cuando visitaron Carabayllo, argumento que no pudo sostener por mucho tiempo.

Pero esto es un serio error que vulnera la doctrina de la “Suficiencia de las Escrituras”, ya que la Biblia no es como la Constitución Política del Perú, ni de ningún otro país, o cualquier libro de leyes:

Dt 29:29  Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR nuestro Dios, mas las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley.

Todo lo que Dios quiere decirnos se encuentra en la Biblia, y donde la Biblia guarda silencio nosotros también debemos hacerlo, ya que no podemos pensar más de lo que esta escrito. Pero le alcanzo lo que la Confesión de Fe Bautista de Londres de 1689 (La que ustedes rechazan, pero el pastor Spurgeon recibía) afirma al respecto, en el capítulo 1 numeral 6:

Todo el consejo de Dios tocante a todas las cosas necesarias para su propia gloria; y para la salvación, la fe y la vida del hombre, está expresamente expuesto o implícitamente revelado en las Escrituras y, a esta revelación de su voluntad, nada será añadido, ni por nuevas revelaciones del Espíritu, ni por las tradiciones de los hombres (2 Ti 3:15-17, Ga 1:8,9)

Sin embargo, confesamos que la iluminación interna del Espíritu de Dios es necesaria para que las cosas reveladas en la palabra se entiendan de una manera salvadora (Jn 6:45, 1Co 2:9-12), y que hay algunas circunstancias tocante al culto de Dios y al gobierno de la iglesia, comunes a las acciones y sociedades humanas, que deben arreglarse conforme a la luz de la naturaleza y de la prudencia cristiana, pero guardándose siempre las reglas generales de la Palabra (1Co 11:13,14 1Co 14:26,40)

Pero esta forma de querer “aprovecharse” del silencio de las Escrituras para defender posturas nuevas y herejes, es muy popular entre teólogos del campo arminiano.

Por ejemplo, para defender el postulado que dice “uno puede recibir a Cristo como salvador, y posteriormente, y si quiere, como Señor” (para defender el no-Señorío de Cristo en la vida del creyente; y que dicho sea de paso tiene que ver con el “cristiano carnal”, que a su vez esta ligado con el “cristiano decisionista”) utilizan la ausencia de la palabra “arrepentimiento” en el evangelio de Juan; el cual, según ellos, es explícitamente evangelístico (Jn 20:31). Voy a traducir:

Lewis Sperry Chafer escribe: “El Evangelio de Juan, el cual esta escrito para presentar a Cristo como el objeto de fe para vida eterna, no utiliza ni una sola vez la palabra “arrepentimiento” (Teología Sistemática, 3:376)

Charles Ryrie ha escrito: “Es llamativo recordar que nunca el Evangelio de Juan, el Evangelio de la fe, hace uso de la palabra arrepentimiento ni una sola vez. Y sin embargo, Juan seguramente tuvo muchas oportunidades para usarlo en los acontecimientos de la vida de nuestro Señor, que ha registrado. Hubiera sido más apropiado utilizar arrepentirse o arrepentimiento en el relato de la conversación del Señor con Nicodemo” (SGS 97-98)

Zane Hodges escribió: “Uno de los hechos más llamativos acerca de la doctrina del arrepentimiento en la Biblia es que esta doctrina está totalmente ausente del evangelio de Juan. ¡No hay ni siquiera una referencia de ello en los veintiún capítulos de Juan! Sin embargo, un escritor que defiende el Señorío de Cristo dice: "Ningún evangelio que omita el mensaje de arrepentimiento puede llamarse el evangelio, los pecadores no pueden venir a Jesucristo, aparte de un cambio radical de corazón, mente y voluntad."
Esta es una declaración asombrosa. Partiendo que el Evangelio de Juan omite el mensaje de arrepentimiento, ¿podemos concluir que su evangelio no es el evangelio bíblico, después de todo?” (AF 146-147)


Espero, hermano Enoc Príncipe, no estar dándole más ideas para defender las doctrinas del “Cristiano decisionista” o “cristiano carnal” o “el no-Señorío de Cristo” (como se observa estas tres falsas doctrinas están íntimamente relacionadas)

¿Usted que piensa hermano Enoc Príncipe? ¿Debemos predicar el arrepentimiento para perdón de pecados como el Señor nos manda en Lc 24:46-47? ¿Es necesario el arrepentimiento para la salvación? ¿Debe un verdadero creyente mostrar los frutos dignos de arrepentimiento como un distintivo de su salvación?

Con relación a las 33 cosas que deben ocurrir para ser salvo (según Lewis S. Chafer), le hago llegar solamente 4 puntos que el pastor bautista reformado Charles Spurgeon expone en ¿Es necesaria la Conversión? (El Púlpito del Tabernáculo Metropolitano, Publicaciones Peregrino, 197, Volumen XX pag. 398), voy a traducir:

“En todas las conversiones verdaderas hay cuatro puntos de coincidencia esenciales: debe haber en todo una confesión penitente de pecado, y un mirar a Jesús para el perdón de los pecados, y debe haber un verdadero cambio de corazón, el cual afectará la totalidad del resto de la vida, donde no se encuentren estos puntos esenciales no hay verdadera conversión”

La Biblia lo explica en un solo versículo: 2Co 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

¿Pueden verse estos resultados en sus campañas decisionistas? ¿Presentan estos 4 puntos los “cristianos decisionistas” que reciben en sus templos? Solamente se necesita observar las vidas de ellos para contestar estas preguntas.

En cuanto al tema del cristiano carnal, quiero contestar con los argumentos bíblicos y con el testimonio de mi paso por aquella iglesia que predica esa falsa doctrina.

Hermano Enoc Príncipe, es cierto lo que usted dice en cuanto a los deseos de la carne que se oponen a los deseos del Espíritu. Pero, ¿Qué quiere decir usted con esto? ¿Qué el creyente se deja vencer por esos deseos? ¿Qué el creyente experimenta derrota en su santificación progresiva? ¿Está usted afirmando que un nacido de Dios anda según la carne?

¿Esta usted de acuerdo con esta enseñanza de Charles Stanley, quien dice lo siguiente sobre el Cristianismo “carnal”?:

"Algunas veces ya por ignorancia u otras razones, ellos (los cristianos carnales) intentan gratificar y llenar sus necesidades de igual manera que lo hacían antes de estar salvos, por lo tanto, no se puede diferenciar entre un creyente y un impío. Esto es, no puedes distinguir la frialdad del carnal pues verdaderamente ambos se comportan de igual modo. Uno de ellos está en Cristo y el otro no. Uno se ellos está perdido y el otro está en Cristo. Uno de ellos conoce sobre Dios y lo conoce en la experiencia de la salvación; el otro no lo conoce de ninguna forma."(5)

Pero ¿Qué dicen las Escrituras? (que dicho sea de paso, no puede contradecirse ella misma):

Ro 8:1 Por consiguiente, no hay ahora condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu.

Ro 8:4 para que el requisito de la ley se cumpliera en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

Ro 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.

Ga 5:16 Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne.

Ga 5:25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.

Pero yo puedo entender su posición de afirmar la doctrina del cristiano carnal ya que, puesto que la “regeneración decisional” no puede impartir vida espiritual cuyo poder pueda vencer a la carne, se les deba llamar a los “cristianos decisionistas” como “cristianos carnales”

Retomando el tema de mí testimonio en aquella iglesia de Los Olivos donde se enseña, y practica, esta doctrina del “cristiano carnal” (No todos lo hacen, yo sé que allí hay verdaderos hermanos y hermanas); debo decir que no solamente predican el cristiano carnal; sino que además estos mismos predicadores son el ejemplo de esa carnalidad. Y esto es lógico considerando que una persona practica lo que cree.

Para comenzar a hablar de la doctrina del “cristiano carnal” que, según el pastor Washer y muchos otros teólogos ortodoxos del pasado, no es bíblica; quiero referirme a la última frase del párrafo anterior: “una persona practica lo que cree”

No tengo el placer de conocer personalmente al pastor Paul Washer, pero Dios me ha dado la oportunidad de encontrarme con hermanos americanos de buen testimonio, que han tenido una comunión muy cercana con este hombre de Dios, ya que hasta algunos de ellos congregaban con él en la misma iglesia (en USA). Ellos han hablado palabras edificantes sobre el testimonio de vida del pastor Washer que denota la “irreprensibilidad” de este siervo de Dios que niega esa falsa doctrina del “cristiano carnal”, no solamente utilizando los argumentos claros que se enseñan en la Palabra de Dios; sino también con el testimonio de su propia vida, una vida que se va conformando cada día en la imagen del Hijo de Dios, donde la carnalidad y la mundanalidad no se ven.

Y por ese lado quiero comenzar ¿Son irreprensibles aquellos predicadores que afirman la doctrina del cristiano carnal? Eso es precisamente lo que voy a testificar sobre la base de mi experiencia el año pasado.

En aquella congregación, y seguramente por la forma de doctrina que abrazo, fui alertado por varios hermanos que el líder de los jóvenes y adolescentes se refería a mi persona con palabras despectivas e insultantes en sus reuniones. Cada vez que les respondía a ellos que yo iba a conversar con el pastor principal ellos respondían: “el pastor no le va a llamar la atención, por que este hermano tiene dinero y aporta muy bien a las arcas templo” A pesar de estas advertencias, informé al pastor lo que estaba sucediendo todas las semanas. ¿Y adivine que? ¡Era verdad lo que me dijeron estos hermanos! El pastor principal nunca hizo nada para disciplinar a este “líder adinerado” a pesar de mis reiterados avisos; mas aun, considerando mi condición de pastor.

¿Qué más podemos decir de este “líder adinerado”? Para la celebración del año nuevo se vistió con gorra, lentes, camisa y otros arreglos de color amarillo. Nosotros sabemos que esa es una costumbre mundana para atraer la “suerte” en el año entrante ¿No es eso mundanalidad?

Pues, también he recibido el testimonio de algunos jóvenes hermanos quienes aseguran haber oído a este “líder adinerado” insultarle la madre a un taxista por pretender cobrarle una tarifa elevada. ¿Refleja este “líder adinerado” la imagen de Cristo?

Cuando fui invitado por el líder de los adolescentes a predicar, este “líder adinerado” le llamó la atención por haber hecho eso. Le dijo: “A los adolescentes debemos hacerlos jugar, llenar “sopa de letras”, entretenerlos y darles un mensajito que huela a Biblia” Yo había predicado a ellos Ex 20:12 “Honra a tu padre y a tu madre” pero al parecer, es muy peligroso enseñar eso a un adolescente.

Una noche, este “líder adinerado”, fue grosero con mi esposa, al retirar a la hermana con quien ella conversaba en el templo sin pedir permiso, dejando a mi esposa conversando sola (ni de mundano yo hacía esas cosas) Pero seguramente alguien dirá “ella se lo merece por ser la esposa de un calvinista”

El pastor principal conocía esto y otras abominaciones ¿Lo va a retirar del liderazgo? ¡Claro que no! un diezmo de este “hermano adinerado” es muy importante para la “salud financiera” de esa congregación. Una vez escuché que él iba a solventar los pasajes de sus seminaristas. Usted sabe de quien estoy hablando.

Lo que me sorprende es que la Biblia enseña que una persona para servir las mesas (sí, para servir a las mesas), debe ser “de buen testimonio, lleno del Espíritu Santo y de sabiduría” (Hch 6:1-3); pero claro, “no debemos ser muy legalistas”

El Señor Jesús dijo “No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mateo 6:24)

Dios dice así: “Y no participéis en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, desenmascaradlas; porque es vergonzoso aun hablar de las cosas que ellos hacen en secreto” (Efesios 5:11-12 -LBLA)

Todavía voy a argumentar un poco más sobre este punto del “cristiano carnal” con otro testimonio de la misma congregación, le ruego un poco de paciencia.

Ahora quisiera, hermano Enoc Príncipe, decirle lo que sucedió para mi salida de esa “Iglesia Bautista Fundamentalista” (Creo que usted no conoce los detalles)

Bueno, el pastor principal llamó a reunión a los líderes de su congregación, con la propuesta de “retirarme” de la congregación “por motivos doctrinales” y les hizo firmar un documento donde ellos habrían respaldado la decisión del pastor. En eso no hay problema, él puede retirar a cualquiera cuando desee; aunque uno de esos líderes le dijo que era importante mi presencia en aquella reunión, pero esos son detalles “sin importancia”

El asunto está, hermano Enoc Príncipe, que cuando este pastor vino a mi casa el 25 de Abril del 2011 por la mañana, el argumento fue totalmente diferente. Este pastor, que cree en la doctrina del “cristiano carnal” me dijo lo siguiente sobre la sentencia de retirarme:

“Guillermito (así me llamaba él), los líderes y los diáconos me llamaron a una reunión “donde ellos” han acordado retirarte de nuestra congregación. Uno de ellos, el diacono W.M. (esas las iniciales de su nombre y apellido) me sorprendió mucho, pues fue el más afanoso y vehemente por verte fuera ¿Qué es lo que le has hecho para que reaccione de esa manera en contra tuya? Yo hice todo lo posible por defenderte, pero no me escucharon” (Debo indicar que nunca me entregó el documento que hizo firmar en aquella reunión)

Bueno, hay testigos de esta mentira e hipocresía que era innecesaria, pues yo había presentado mi renuncia en tres oportunidades anteriores, las cuales este pastor nunca quiso aceptar. Hay testigos de esto que sucedió.

En esa congregación habían echado fuera al anterior pastor por pecado de adulterio. Mi pregunta es ¿Es la mentira y la hipocresía un pecado que descalifica a un hombre para el ministerio? Quizás se pueda pensar que la mentira y la hipocresía son pecados “veniales”, pero el adulterio es pecado “mortal”, por esa razón este “profeta del Altísimo” continúa en el ministerio.

Pero mi punto es: El testimonio de vida de una persona que afirma y predica la doctrina del “cristiano carnal” es un testimonio de vergüenza para el Glorioso Evangelio de Jesucristo (una persona practica lo que cree). Los pecados del liderazgo en las iglesias bautistas aquí en Perú, son un “secreto a voces” pero las congregaciones tienen parte de culpa por no aplicar firmemente lo que la Biblia manda en estos casos (claro, ellos dicen “no hay que ser tan pegados a las Escrituras”)

Algo sorprendente es que en el website de esta congregación tienen un espacio “Biografía de Grandes Cristianos” ¿Y sabe usted, hermano Enoc Príncipe, quienes están allí? ¡No lo va a creer! Tienen a Juan Calvino, Jonathan Edwards, Charles Spurgeon, William Carey, Adoniram Judson, John Knox, Hudson Taylor; ¡Todos ellos son calvinistas, y a mi me echaron por ser calvinista! ¿Qué es lo que esa congregación quiere aparentar? Peor aun, uno de los pastores salido de sus aulas predicó un jueves por la noche contra el pastor Spurgeon diciendo: “Spurgeon fue un pecador como todos nosotros” ¿Quiénes eran algunos de esos “nosotros” que escuchaban? Eran “cristianos decisionistas” o “cristianos carnales” que es lo mismo ¿Increíble verdad?

Con relación al “Dilema Washeriano” de una “invitación universal no sincera del evangelio” le voy a contestar brevemente: Exo 4:21 dice “Y el SEÑOR dijo a Moisés: Cuando vuelvas a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón de modo que no dejará ir al pueblo” ¿Faltó sinceridad en la oferta de Dios a Faraón? ¿Estaba quitando con una mano lo que ofrecía con la otra? ¿Estaba en conflicto mutuo estas dos revelaciones de Dios? En realidad, esta objeción al calvinismo también se aplica al arminianismo. Si Dios sabe quienes se salvarán y quienes no (como admiten los arminianos) ¿Acaso no es insincero (Dios) al ofrecer salvación a quienes sabe que no la aceptarán? Después de todo, la presciencia de Dios es infalible. Voy a ponerlo en términos claros: Si Dios sabe que los hombres no aceptarán su oferta, ellos no pueden aceptarla, sin importar la razón por la cual digan que no(6)

Para terminar, ya he escrito bastante, cuando vine de USA en Marzo del 2010 se estaba promocionando una conferencia donde usted, hermano Enoc Principe, era el expositor. Esta conferencia se trataba acerca de los “Bautistas y el Calvinismo”, y yo, en esta oportunidad quisiera que coordinemos una conferencia donde usted y yo participemos juntos, usted defendiendo la doctrina arminiana y yo la calvinista.

Le voy a dar las razones con esta ilustración, que quisiera pedirle que la reciba en el buen sentido: “No se puede reconocer la habilidad de un luchador cuando lucha contra un saco de arena que no puede presentar defensa; sino cuando lucha con otro que puede hacerlo” En aquella oportunidad faltó un contendor. Véalo usted, hermano Enoc Príncipe, como una oportunidad de “terminar con el calvinismo de una vez por todas” en presencia de los bautistas de nuestro tiempo.

Los verdaderos debates edifican, no como el debate que organizaron en la “iglesia bautista fundamentalista” de Los Olivos, donde escogieron de la congregación (que postula el dispensacionalismo), a un hermano para que defienda esta posición; y escogieron a otro hermano a quien le dieron pocos días para prepararse y defender la posición reformada. ¡Eso no es serio!. Además por el testimonio de unos hermanos, ese “debate” resulto siendo “una función circense”

Le animo pues a un debate alturado y en el Señor, como se hacen en otras partes del mundo. Esperando sus respuestas a este comentario, me despido de usted hermano Enoc Príncipe. Dios lo bendiga.

A los hermanos que quieran participar con comentarios para esta entrada, les diré que no se aceptarán comentarios anónimos o con nombres inventados. La tecnología permite identificar el lugar de donde sale un correo, y eso no es propio de un creyente verdadero. Tampoco se aceptarán comentarios que sean groseros o que insulten a cualquiera de las personas involucradas en esta entrada. También les recuerdo que deben marcar la casilla “recibir siguientes comentarios por correo” para que puedan conocer los diferentes comentarios o las réplicas a los suyos.

Si tardo en “aprobar” sus comentarios, será por que estaré ocupado en el ministerio. Bendiciones.

Notas:

(1)        John Macarthur, “Avergonzados del Evangelio” P. 265

(2)        Tratado de evangelismo: https://bautistasreformadosperu.wordpress.com/2012/01/09/usarias-este-tratado-para-hacer-evangelismo/

(3)        El fracaso de Billy Graham: https://bautistasreformadosperu.wordpress.com/2012/01/09/ha-hecho-billy-graham-discipulos-a-todas-las-naciones/

(4)        John Macarthur, “Avergonzados del Evangelio” P. 265.- Charles Finney: Autobiography P. 42

(5)        Spiritual Vs. Carnal -- Study in 1 Cor., Tape #8 PQ092

(6)        Esta respuesta corta la he tomado del libro “Doctrinas que Dividen” de Erwin Lutzer. Pag. 214