domingo, 25 de enero de 2015

Respondiendo a la oposición y persecución

Es imposible vivir una vida cristiana fiel sin experimentar oposición y persecución. Jesús prometió a sus discípulos que en este mundo nosotros “tendremos tribulación” (Juan 16:33) y Pablo advierte a Timoteo que “todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2 Timoteo 3:12). Dada esta realidad inevitable ¿Cómo, entonces, deben responder los seguidores de Jesús a este trato?

El Señor Jesús responde claramente cuando dice: “Amad a vuestros enemigos y orad por los que os ultrajan y os persiguen” (Mateo 5:44) y “bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian” (Lucas 6:28) Esto es lo que también enseñan los apóstoles: “Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis” (Romanos 12:14); “no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición” (1Pedro 3:9)

Es natural ponerse a la defensiva o a la combativa cuando uno es maltratado. Pero la forma en que Cristo nos llama a responder es con humildad y amor. Mientras recordemos nuestros pecados y lo que realmente merecemos, seremos humildes. Al recordar a nuestros oponentes y lo que en realidad ellos necesitan, desearemos verlos bendecidos.

Dos ejemplos sobresalen en mi mente como una ilustración de esta clase de gracia obrando. El primero viene de una escena fascinante en la vida del rey David. Cuando su hijo, Absalón, usurpó su trono, David fue forzado a huir de Jerusalén. Al inicio de su viaje, Simei lo confrontó a él y a su compañía, tirándoles piedras y maldiciendo a David, “¡Fuera, fuera, hombre sanguinario y perverso! Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la casa de Saúl, en lugar del cual tú has reinado, y Jehová ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón; y hete aquí sorprendido en tu maldad, porque eres hombre sanguinario” (2 Samuel 16:7-8)

Esas palabras tuvieron suficiente verdad para perforar la consciencia de David. Uno de sus hombres poderosos, Abisaí, quería decapitar a aquel “perro muerto”, Simei; pero David, recordando su propio pecado y la soberanía de Dios sobre tales eventos, se negó a permitir cualquier respuesta vengativa y dejar el problema con Dios.

El segundo ejemplo viene de la vida de George Whitefield, el evangelista del siglo 18vo quien fue grandemente usado en el Gran Avivamiento. A menudo era abusado por sus oponentes, recibiendo la fruta podrida y gatos muertos que en ocasiones le lanzaban. Tal vez nada lo hirió más profundamente que ser difamado en el Nombre de Cristo por sus compañeros ministros del evangelio. El describe una de tales ocasiones que se llevó a cabo un domingo por la mañana en Charleston, Carolina del Sur en 1740. Whitefield dijo:
Por la mañana, fui a la iglesia, y escuché predicar al comisario (representante del obispo de Londres). Tenía algún espíritu infernal que había sido enviado para retratarme, creo que difícilmente era posible que él pudiera haberme pintado con colores más horribles. Creo que en ese entonces, como nunca,  fue el tiempo en que toda clase de mal fue hablado contra mí en el Nombre de Cristo. El comisario parecía estar escudriñando la historia de la iglesia por ejemplos de entusiasmo y abuso de la gracia. El trazó un paralelo entre mi persona y los Olivarios, Ranteros, Quakeros, profetas franceses, hasta que él llegó a una familia de los Dutartos, quienes vivieron no muchos años atrás, en Carolina del Sur, y fueron culpables de los incestos y asesinatos más notorios.

¿Cómo habría respondido usted al ser señalado de esa forma, con tales mentiras y desprecios en un sermón de un domingo por la mañana? La respuesta de Whitefield nos demuestra la manera de Cristo:
Para el honor de la libre gracia de Dios se habló, mientras que el comisario estaba representándome de esa manera, yo sentí que el Bendito Espíritu fortalecía y refrescaba mi alma. Dios, al mismo tiempo, me permitió ver lo que yo era por naturaleza, y cómo yo había sido merecedor de Su ira eterna; y, por lo tanto, yo no sentí el menor resentimiento contra el predicador. No; más bien sentí lastima, y oré por él, yo deseé desde el fondo de mi alma que el Señor le convirtiera como una vez lo hizo al perseguidor Saulo, y le conceda saber que es a Jesús a quien él persigue. En la noche, muchos vinieron, fui informado, para escuchar lo que yo diría; pero como el comisario insinuó que sus sermones deben imprimirse, y como ellos estaban llenos de falsedad maliciosa, me mordí la lengua e hice poca o ninguna respuesta.

Esta es precisamente la forma en que nuestro Señor respondió cuando Él sufría para lograr nuestra salvación. Al hacerlo así, Él estaba dándonos un ejemplo de cómo nosotros quienes lo seguimos, debemos responder: “quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente” (1Pedro 2:23)

Los cristianos debemos recordar que nuestro Maestro aseguró nuestra salvación a través del sufrimiento y la crucifixión. La senda a la que estamos llamados a caminar mientras nos ocupamos en la salvación de nuestras propias vidas, no es diferente. Como siervos, no estamos por encima de nuestro Maestro. Por la gracia que viene por medio de nuestro Señor, podemos aprender a vivir por fe en Él para que no respondamos a la oposición y persecución de la misma forma en que lo hacen aquellos quienes no conocen Su gracia. Al hacer esto, demostramos que hay un poder más grande que nuestras propias fuerzas obrando en nuestras vidas y que proporciona una plataforma para que la fuente de este poder sea proclamado con una credibilidad persuasiva.


Escrito por el pastor Tom Ascol, de la iglesia Grace Baptist Church

viernes, 23 de enero de 2015

¿Cómo reconocer a un falso maestro?

Hermanos, los resultados en el ministerio no se miden por medio de los números, si alguna persona cree eso en su corazón, no ha entendido el significado de servir al Señor.

Por ello, es importante que nosotros podamos discernir en esta tarea. Por ejemplo, veamos este pasaje:
No envié yo aquellos profetas, pero ellos corrían; yo no les hablé, mas ellos profetizaban. Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras. (Jeremías 23:21-22)
Quisiera traer el comentario de Matthew Henry que nos trae más luz en este tema tan importante:
Los falsos profetas de Samaria habían seducido a los israelitas para la idolatría; sin embargo, el Señor consideraba a los falsos profetas de Jerusalén como culpables de iniquidad más horrible, por la cual la gente se había hecho más osada para pecar. Los falsos maestros serían llevados a sufrir la parte más amarga de la ira del Señor. Los hicieron creer que no había daño en el pecado y así lo practicaron; entonces, hicieron que los demás les creyeran. Los que resolvieron ir por mal camino, serán justamente dados a creer enormes engaños, pero, ¿qué pasa con los que han recibido revelación de Dios o han entendido algo de su palabra? Viene el día en que ellos reflexionarán con remordimiento en su necedad e incredulidad.

La enseñanza y el ejemplo de los profetas verdaderos condujo a los hombres al arrepentimiento, la fe y la justicia. Los falsos profetas condujeron a los hombres a confiar en formas y nociones y a estar tranquilos en sus pecados. Pongamos cuidado de no seguir la injusticia.
La doctrina de alguno que enseña en el Nombre de Cristo no es suficiente para aceptarla como tal: Si es complaciente con el pecado, el tal está contra Cristo. Si es amable con el mundo, tal persona está contra Cristo. Si la enseñanza los vuelve más osados para pecar, tal predicador está contra Cristo. Si la enseñanza conduce a ser consentidores con los apóstatas y ecuménicos, el tal está contra Cristo. Si conduce a la indiferencia a los mandamientos del Señor, tal orador está contra Cristo.

El Señor advierte a la iglesia sobre los tales diciéndonos por medio de Su Palabra:
Así que, por sus frutos los conoceréis (Mateo 7:20)
¿A qué se refiere con ello? Bueno, el Señor nos dice que podemos reconocerlos por los resultados en sus ministerios. Parafraseando a Matthew Henry podemos hacernos las siguientes preguntas:
¿Cómo son las personas que congregan junto con tal orador que usa las Escrituras? ¿Son llevados a un temor reverente a Cristo y Sus mandamientos? ¿Son liderados hacia una adoración reverente a Dios? ¿Son llevados a honrar a Dios con su manera de vestir? ¿Qué es lo que ha producido en el alma de los oyentes la predicación de ellos? ¿Un evangelio que cambia la manera de pensar, pero que no cambia toda la manera de vivir?
¡Esos son algunos de los frutos de aquellos que predican en el Nombre de Dios, sin haber sido enviados por Él! Y las Escrituras nos dice que debemos apartarnos de los tales.

 (Extracto del sermón “Para Cristo no hay terreno neutral” predicado por el Ps. Guillermo de Lama el domingo 18 de Enero del 2,015)

miércoles, 21 de enero de 2015

Una inculpación de los arminianos para el nuevo calvinismo

Es indudable que las etiquetas denominacionales son de alguna ayuda en nuestros días, y en el título de esta entrada vemos dos de ellas: “arminiano” y “nuevo calvinista” (evidentemente no soy ni lo uno ni lo otro) pero quisiera traer a consideración un artículo que he leído el día de ayer en un blog cuyo título original es: “La piedad, el Nuevo-Calvinismo y Calvino” donde se analizan las doctrinas de la piedad y santificación bíblicas, cuya ausencia es la acusación que se le imputa a los nuevos calvinistas desde un sitio web arminiano en un artículo titulado “La muerte del Nuevo Calvinismo” (the- death-of-new-calvinism)

No se necesita ser arminiano, para reconocer que las Escrituras dicen claramente: “Sin santidad nadie verá al Señor”; cualquier cristiano genuino sabe eso y además lo vive.

Voy a  traducir de la cita arminiana, incluida en el artículo, solamente la parte que tiene que ver con el tema de la piedad y la santificación, pero no lo relacionado al amor particular de Dios, ya que el autor del artículo que traduzco no lo hace.

Antes de introducirnos en este tema, quisiera recordar una cita de J.C. Ryle, la cual es pertinente y que exhorto sea meditado por el lector:
La doctrina es inútil si no se acompaña de una vida santa. Es peor que inútil, ésta hace un daño positivo. Algo de la ‘imagen de Cristo’ debe ser visto y observado por los demás en nuestras vidas privadas, en nuestros hábitos, en nuestro carácter y en nuestros hechos

La Piedad, El Nuevo Calvinismo, y Calvino

No soy un nuevo calvinista en ninguna extensión de la imaginación. Pero voy a compartir algunas preocupaciones del siguiente arminiano:
Además, creo que los Nuevos Calvinistas deberían preguntarse ¿Por qué su tradición y teología no los conduce, natural e inherentemente, a la disciplina espiritual de la santidad?

… Voy a limitar mi punto a la relación de la santidad con el calvinismo  desde el punto de vista de Calvino.

En la actualidad, los Estados Unidos están viendo un renacimiento del Calvinismo. En muchas formas es ortodoxo, y podemos regocijarnos por ello. Sin embargo, hay una torcedura en este resurgimiento del Calvinismo. Es cierto que, hay muchos dentro de la iglesia que están tanto alarmados como perplejos por esta nueva forma de calvinismo. Recientemente Ian Murray lamentó que “en nuestros círculos, la piedad y la santidad no son las características de la creencia calvinística en la medida en que debería ser” Esta también ha sido la voz de Peter Masters, quien escribió un artículo titulado “La Fusión del Calvinismo con la Mundanalidad” donde él da respuesta al “Joven, Inquieto, Reformado” (Young, Restless, Reformed ) de Collin Hansen:
Este autor, sin embargo, tuvo gran tristeza al leerlo, porque describe un calvinismo seriamente distorsionado al que le falta mucho, mucho por parecerse a una auténtica vida en obediencia a un Dios soberano. Si este tipo de calvinismo prospera, entonces la genuina piedad bíblica estará bajo ataque como nunca antes lo ha estado.

Cualquier cosa podamos decir acerca de este nuevo resurgimiento del calvinismo, pero debemos afirmar claramente que el Calvinismo de Calvino estaba casado con la santidad, y la piedad era su palpitar. Por lo tanto, la santidad y la piedad desempeñaron una parte no pequeña en la teología de Calvino. Como yo, John Hesselink señala que “una preocupación constante de la teología de Calvino fue siempre la de fomentar la piedad o santidad y la utilidad (utilitas) de la verdadera doctrina” De hecho, Calvino pudo insistir en que un verdadero teólogo “edifica la conciencia en el temor de Dios” De la misma manera, un buen predicador o maestro está para exhortar a sus oyentes a una vida santa, en lugar de llenarlos con cuestiones inútiles.

Es importante señalar que Calvino creía firmemente que la verdadera piedad es tanto la raíz y el fruto de una correcta teología. La teología verdadera y bíblica es muy práctica. Para que podamos conocer a Dios correctamente (teología), debemos poseer la piedad, ella es el prerrequisito de cualquier conocimiento verdadero de Dios. A medida que ganamos una visión espiritual por un verdadero conocimiento de Dios, somos más movidos en el camino de la piedad. “Porque el conocimiento de Dios es el principio de la vida y la primera entrada en la piedad” Así, la piedad es el alma de la vida espiritual de un cristiano verdadero.
Hasta que los hombres aprendan realmente cuanto le deben a la misericordia de Dios, ellos nunca estarán con un verdadero sentimiento  de adoración a Dios, tampoco serán eficazmente estimulados al temor y la obediencia a Dios

Si Calvino pone tanto énfasis sobre la piedad, entonces es correcto preguntar ¿A qué se refería él con esta principal virtud? En su Institución, Calvino afirma “La esencia de la verdadera piedad no consiste en un temor que gustosamente me hace huir del juicio de Dios, sino… en un celo puro y verdadero que ama a Dios por completo como Padre, y lo venera verdaderamente como Señor, abraza Su justicia y teme más ofenderlo que morir” En su Institución, él escribe de manera similar:
Llamo piedad a una reverencia unida al amor de Dios, que el conocimiento de Dios produce. Porque mientras que los hombres no tengan impreso en el corazón que deben a Dios todo cuanto son, que son alimentados con el cuidado paternal que de ellos tiene, que Él es el autor de todos los bienes, de suerte que ninguna cosa se debe buscar fuera de Él, nunca jamás de corazón y con deseo de servirle se someterán a Él. Y más aún, si no colocan en Él toda su felicidad, nunca de veras y con todo el corazón se acercarán a Él. [I, ii, 2]

Por consiguiente, cualquier cosa que podamos pensar del Nuevo Calvinismo, o cómo podríamos aun definirlo, a menos que persiga la santidad y la verdadera piedad, no es el heredero legítimo del Calvinismo de Calvino. Está desprovisto del corazón mismo del verdadero Calvinismo.



https://ilyston.wordpress.com/2013/09/18/piety-new-calvinism-and-calvin/

martes, 20 de enero de 2015

El deseo de complacer a la congregación ha causado que muchos predicadores tuerzan las Escrituras

Para estar de acuerdo con lo que se acaba de decir, instamos por un enfoque imparcial, un corazón honesto y un espíritu de fidelidad por parte del intérprete.

“Nada puede ser obtenido del texto sino lo que es proporcionado por la explicación razonable y gramatical de lo redactado” (P. Fairbaim) Es fácil estar de acuerdo con esta sentencia, pero a menudo es difícil ponerlo en práctica.

Una disminución personal de lo que condena al predicador, un prejuicio sectario de la mente, un deseo de agradar a los oyentes, han causado que no pocos evadan la fuerza llana de ciertos pasajes, y de imponer sobre ellos significados que están bastante alejados de su sentido original. Martín Lutero dijo: “No debemos hacer que la Palabra de Dios diga lo que nosotros deseamos. No debemos cambiarla, sino permitir que ella nos cambie y darle el honor de ser mejor de lo que podemos hacer” Cualquier otra cosa que aquello, es altamente reprochable. Debemos tener gran cuidado de no exponer nuestros propios pensamientos en lugar de los de Dios. Nada debe ser mas reprochable para un hombre que profesa estar declarando un “Así dice el Señor” cuando aquel simplemente está expresando sus propios pensamientos. Sin embargo, ¿Quién, sin darse cuenta, no lo ha hecho?

Arthur W. Pink - Interpretation of the Scriptures

domingo, 18 de enero de 2015

El arrepentimiento que nació en la tormenta, muere en la calma

¡Cuántos muchos rebeldes endurecidos abordo de un barco, cuando las vigas se tensan y comienzan a crujir, cuando el mástil se rompe, y el barco está a la deriva enfrentando la tempestad, cuando las voraces olas abren sus fauces para tragarse la nave completa y rápidamente, como aquellos que son llevados a la fosa – cuántos marineros endurecidos han doblado sus rodillas y con lágrimas en sus ojos han exclamado: “he pecado”!

Pero ¿De qué sirve, y de qué valor era su confesión? El arrepentimiento que nació en la tormenta, muere en la calma; el arrepentimiento de aquel que fue concebido en medio del trueno y del relámpago, termina tan pronto cuando todo enmudece y está en calma; y el hombre que fue un marinero piadoso cuando estaba a bordo de la nave, se convierte en el marinero más malvado y abominable cuando ha puesto su pie en tierra firme.

¡Con cuánta frecuencia también hemos visto esto en una tormenta de truenos y rayos! ¡Muchas mejillas de los hombres empalidecen al oír los potentes truenos, y las lágrimas brotan de sus ojos y claman “Oh Dios, he pecado”! mientras que las vigas de sus casas están temblando, y el mismísimo suelo tambalea debajo de ellos al escuchar la voz de Dios en toda Su majestad. Pero, ¡Ay, por tal arrepentimiento! Cuando el sol nuevamente brilla, y se han retirado las negras nubes, el pecado viene de nuevo sobre el hombre, y se vuelve peor que antes. ¡Cuántos de la misma clase de confesión, hemos visto también en los tiempos de cólera, fiebre y peste! Entonces nuestras iglesias han sido abarrotadas de oyentes, quienes, por causa de los muchos funerales que han cruzado sus puertas, o por tantos que han muerto en la calle, no han podido abstenerse de ir a la casa de Dios para confesar sus pecados. Y bajo tal visita, cuando uno, dos o tres han muerto en la casa o en la del vecino ¡Cuántos han pensado verdaderamente que tendrían que volverse a Dios!

Pero, ¡ay! Cuando la peste ha terminado su trabajo, la convicción termina; y cuando la campana ha anunciado la última muerte causada por el cólera, entonces sus corazones dejan de latir con arrepentimiento y sus lágrimas no fluyen más… ya de nada sirve para ellos decir: “he pecado”; únicamente lo dicen bajo la influencia del terror, para olvidarlo después.



Charles H. Spurgeon.

sábado, 17 de enero de 2015

El Evangelio y la cultura – Él condena todo en lo que nos deleitamos

Cuando John G. Paton estaba predicando el evangelio en la isla de Tana, hubo una oposición enorme – no por el mensaje mismo del evangelio sino por los cambios en el estilo de vida que el evangelio demanda. Paton creía que el cumplimiento de la Gran Comisión requiere que se les enseñe a los habitantes de la isla de Tana a obedecer en todo lo que Cristo demanda (Mt 28:20) Como él experimentó una oposición significativa de parte de los nativos de la isla, él describió el odio dirigido hacia los misioneros y las razones para tal odio.
 Le escribieron lo siguiente:
Hemos quitado todo lo que contenía su casa, y lo quitaríamos a usted si pudiéramos; porque nosotros odiamos la adoración, que causa todas nuestras enfermedades y muertes; ella va contra nuestras costumbres y condena las cosas en las que nosotros nos deleitamos.
Una señal que una iglesia necesita avivamiento es que ellas no están cambiando la cultura a su alrededor. Esta es en realidad la señal de una iglesia desobediente porque no hace un llamado al cambio cultural que la obediencia produce, porque el evangelio debe tener un efecto en todo – en el pensamiento, en el vivir, en el trabajo, en la música, en el entretenimiento… ¡en todo! El evangelio trae la ocasión para cambiar lo vil del mundo por el verdadero tesoro y la belleza verdadera.
 El Evangelio trae belleza para las cenizas. A menudo, sin embargo, hemos participado en estas cosas viles por tanto tiempo, que no vemos lo dañinas que son y cuan groseras comparadas con las cosas del Reino de Dios. Como resultado, los incrédulos de hecho odian lo que es bello y bueno y, en consecuencia, odian la adoración a Dios y todo lo que ella trae. John G. Paton, misionero a las Nuevas Hebridies a mediados del siglo 19 se encontró con esto en muchas maneras muy vívidas.

Escrito por Scott Brown

jueves, 15 de enero de 2015

Cisternas Rotas (Parte 2)


Pero ahora nuestro pecado es un oprobio para nosotros – no sólo nuestro pecado de una degeneración moral podrida, sino nuestro pecado de una horrible apostasía religiosa. ¿Cómo se ha manifestado tal apostasía? Jeremías 2:11, 13 “¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses? Sin embargo, mi pueblo ha trocado su gloria por lo que no aprovecha… Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua”

… Permítame continuar señalando algunas de esas cisternas rotas que constituyen la evidencia innegable de nuestro pecado nacional de apostasía en la esfera de la realidad religiosa.

Culpables de derramar sangre

De manera contraria a las sentimentales habladurías hipócritas y sin sentido de los abogados actuales, de los jueces, de los sociólogos, y aun de los teólogos evangélicos; es una cachetada a la dignidad y singularidad del hombre permitir que la sangre de las personas asesinadas quede sin castigo. Se dice que el ser humano tiene poco valor. Que la vida humana puede ser apagada, y todo lo que se pagará por ello son unos cuantos años de una existencia fácil a expensas de los esforzados contribuyentes…

Esta tierra está contaminada con sangre, no solamente con unos cuantos coágulos de sangre de un inocente Abel asesinado en las manos de Caín. Es nada menos que una piscina llena de la sangre de los niños y adultos quienes son asesinados sin motivo alguno, y sin que sus asesinos sean llevados a la muerte – son los asesinos confesos que en este país van por docenas, todos los días, y que aún permanecen vivos.

Aborto

Si hay una piscina de adultos y niños asesinados sin motivo alguno… hay un océano de sangre por el asesinato de los bebés no-nacidos en el vientre de sus madres. Se nos ha dicho con un análisis estadístico frío y calculado que el último año, en nuestra nación, se han registrado 1.5 millones de asesinatos [cometidos] en los vientres de las madres, y que fueron perdonados. ¡Oh, La sangre de aquellos clama desde los tachos de basura de nuestros quirófanos esterilizados! ¡Oh, la sangre que clama desde los contenedores de basura que se encuentran en la parte trasera de los hospitales!...

Yo le digo a esta nación, que el Dios Todopoderoso le llama asesinato al derramamiento de sangre inocente. Y, querido cristiano, si esto no le ha impresionado a usted, mejor, porque si algo moverá a Dios para impulsar a un hombre en algún lugar subterráneo de Rusia para apretar un botón y volar esta nación en una nube, yo le digo que será por causa de la sangre de los millones de vidas indefensas y sin protección en los vientres maternos.

Perversión Sexual

Cuando cualquier ciudad, cualquier nación, cualquier segmento grande de la humanidad se abandona ella misma con la desvergüenza a la sensualidad y a la perversión sexual, aquella ciudad, aquellas ciudades, aquella nación, aquellos grupos de personas llaman sobre ellos mismos el juicio espantoso del Dios Todopoderoso…

Dios es muy explícito en prohibir todas las formas de perversión sexual, todas las formas de adoptar una política que diga: “Mis apetitos y preferencias sexuales son asunto mío, y voy a satisfacerlos según los dictados de mis propias pasiones y mis propias inclinaciones” Dios le dice a usted que no haga eso…

No permita que la palabra “gay” sea pronunciada por los labios de un cristiano; es un eufemismo para suavizar la naturaleza horrenda de la perversión de la homosexualidad. ¡Llámelo sodomía, perversión! Nunca los llame “gays” Ellos no son gays. Ellos tienen la miseria de una conciencia torturada por dentro, y los fuegos del infierno les esperan…

Junto con la heroína y el alcohol, no hay cadenas que yo haya tenido que enfrentar, en un marco de la consejería pastoral, como las cadenas de la sensualidad… O esas cadenas son rotas, o usted irá al infierno. Y es mejor que usted tome esto seriamente. No escuche usted lo que el mundo dice, que sus cadenas son los símbolos de su libertad. ¡Esas son cadenas que lo encadenarán ahora aquí, y en el infierno por siempre!… usted no irá al cielo con tales cadenas de inmundicia y de perversión. ¡Usted será hundido en el infierno!

… es mucho más fácil pasar una agitante hora en algún movimiento organizado contra la pornografía que pasar una hora en sus rodillas clamando a Dios para que Su Santo Espíritu descienda sobre los predicadores de la tierra y haga efectiva la Palabra para purgar el mar de la pornografía.
 
Estos fueron algunos extractos de una serie de mensajes sobre “La Palabra de Dios para nuestra nación” predicado en la década de los 1980 por el pastor Albert N. Martin.

martes, 13 de enero de 2015

Cisternas Rotas (Parte 1)



Nunca hemos sido una nación cristiana en el sentido de que la mayoría han estado en una unión vital con Cristo. Pero hemos sido una nación marcada por la justicia nacional, y esa fue nuestra exaltación. “La justicia engrandece a la nación” Y así de poderosa fue la influencia directa del evangelio a través de los avivamientos, tan extendida… la influencia directa del evangelio sobre nuestra vida nacional, que fue verdad de nosotros como nación. La justicia engrandeció esta nación.

Pero ahora nuestro pecado es un oprobio para nosotros – no sólo nuestro pecado de una degeneración moral podrida, sino nuestro pecado de una horrible apostasía religiosa. ¿Cómo se ha manifestado tal apostasía? Jeremías 2:11, 13 “¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque ellos no son dioses? Sin embargo, mi pueblo ha trocado su gloria por lo que no aprovecha… Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua”

… Permítame señalar algunas de esas cisternas rotas que constituyen la evidencia innegable de nuestro pecado nacional de apostasía en la esfera de la realidad religiosa.

Humanismo Decadente

¿Por qué se han convertido los experimentos con animales, por decirlo así, en los dictados en cuanto a la naturaleza del hombre, y los patrones de conducta que se esperan del hombre? A causa de la maldición de este humanismo malvado y decadente es que se dice: “La mente del hombre es la medida de toda realidad, él puede descubrir quién es él, por qué está aquí, lo que es correcto, lo que está mal, lo que es aceptable o inaceptable, sin tener que recurrir a lo sobrenatural: todo está dentro de él mismo”

Liberalismo Religioso

No estoy hablando del liberalismo político, sino… del liberalismo religioso… de las llamadas iglesias cristianas… que mantienen el nombre y las formas y los rituales del cristianismo – y que han rechazado todo lo que es distintivamente cristiano según la Biblia. Ha habido un rechazo de la infalibilidad y la inerrancia de este bendito Libro… está visto como el falible, el plagado de errores, el relato patético del desarrollo del hombre cambiando su conciencia religiosa. Ya no hay una visión del hombre en la que él es esencial y fundamentalmente malvado, caído desde Adán, cada hombre o mujer, niño o niña, concebido en pecado, nacido con una tendencia positiva hacia el mal.

El liberalismo ha desechado una Biblia infalible, ha desechado un hombre depravado, ha desechado un Salvador sobrenatural, ha desechado el corazón del evangelio, el cual es una sustitución penal… Lo trágico es, querido pueblo – y puede que nunca lo olvide – que millones en nuestra nación cada domingo son puestos a dormir y arrullados en el regazo del engaño hasta que ellos aterrizan en el infierno debido a la cisterna rota de un liberalismo engañoso.

Evangelicalismo Débil

Finalmente, nos hemos vuelto a la Cisterna Rota de un evangelicalismo débil, centrado en el hombre, que agrada a la carne, que se ajusta a la moda, un evangelicalismo de auto-adulación. Está marcado por una profesión de adherencia a una Biblia infalible, a un Salvador sobrenatural, con el hombre como pecador en necesidad de una gracia sobrenatural, pero el mensaje que es predicado y el ambiente en el cual es predicado niega aquella profesión… ¿Quiénes son los predicadores populares de nuestros días? Los predicadores del evangelio de la salud, la riqueza y la prosperidad.

… la Escritura dice que hay un tiempo para reír y hay un tiempo para llorar, pero este evangelicalismo no tiene lugar para el llanto. De hecho, se vive con el temor morboso de que no debe darse la más mínima impresión al mundo que el cristianismo no es otra cosa que “feliz, feliz, feliz, todo el tiempo”. Su mensaje carece de una trompeta que llame a un arrepentimiento profundo y completo…

… carece de un llamado a un discipulado radical… páginas enteras de nuestras mejores revistas evangélicas [son] dadas al culto del materialismo. No hay ningún llamado al discipulado radical con auto-negación, con una entrada agonizante, cortando la mano derecha y arrancándose el ojo derecho.


Estos fueron algunos extractos de una serie de mensajes sobre “La Palabra de Dios para nuestra nación” predicado en la década de los 1980 por el pastor Albert N. Martin.

lunes, 12 de enero de 2015

La Ley y el Evangelio

Importancia
¿Por qué este asunto de “la Ley y el Evangelio” es importante? Permítame exponer seis razones:
  1. Porque no hay ningún punto de la Verdad Divina sobre el cual los ministros y los cristianos cometen grandes errores que sobre la relación propia que existe entre la Ley y el Evangelio.

  2. Porque no puede haber una verdadera santidad evangélica, ya sea en el corazón o en la vida, si no procede de la fe que obra por el amor, y ninguna fe verdadera, bien de la Ley o del Evangelio, a menos que la distinción principal entre la una y la otra sea espiritualmente discernida. La Ley y el Evangelio son puestos delante de nosotros en la Biblia como un sistema indivisible de la Verdad, sin embargo hay una línea inmutable de distinción entre ellos. También hay una conexión y relación inseparable entre ellos. Desafortunadamente, algunos ven la diferencia pero no ven la relación; sin embargo, el hombre que conoce la posición relativa de la Ley y el Evangelio tiene las llaves de la situación en un entendimiento de la Biblia y su doctrina.

  3. Porque un entendimiento apropiado entre la Ley y el Evangelio es la marca de un ministro que divide bien la Palabra de Verdad. Charles Bridges resumió bien esta marca del verdadero ministro: “la marca de un ministro ‘aprobado por Dios, un obrero que no tiene de qué avergonzarse’, es aquel que, ‘usa bien la Palabra de Verdad’ Esto implica una aplicación completa y directa del evangelio a la masa de sus oyentes no convertidos, combinado con un cuerpo de instrucción espiritual a las diferentes clases de cristianos. Su sistema será marcado por la simetría y la amplitud de la Escritura. Abarcará toda la Revelación de Dios, en sus instrucciones doctrinales, privilegios experimentales y resultados prácticos. Esta Revelación se divide en dos partes – la Ley y el Evangelio – esencialmente distintas la una de la otra; aunque tan íntimamente conectadas, que ningún conocimiento exacto de cualquiera de ellos puede ser obtenido sin el otro…”  (The Christian Ministry, [London: Banner of Truth Trust, 1967], p. 222)
La Ley, como Cristo, siempre ha sido crucificada entre dos ladrones  - el antinomianismo, por un lado; y el legalismo en el otro. El antinomiano nove ninguna relación entre la Ley y el Evangelio excepto el de ser libre. El legalista falla en entender la vital distinción entre los dos.

Algunos predican la Ley en lugar del Evangelio. Algunos los modifican y no predican ni la Ley ni el Evangelio. Algunos piensan que la Ley es el Evangelio, y otros creen que el Evangelio es la Ley; aquellos que sostienen estos puntos de vista no tienen claridad en ninguno de ellos.

Pero otros preguntan: ¿No ha sido la Ley totalmente abrogada mediante la venida de Cristo a este mundo?; ¿Nos traería usted bajo este pesado yugo de esclavitud el cual nadie ha sido capaz de soportar?; ¿No declara expresamente el Nuevo Testamento que no estamos bajo la Ley sino bajo la Gracia?; ¿No dice que Cristo nació bajo la Ley para liberar a Su pueblo de ella?; ¿No es un intento de sobre-atemorizar la conciencia de los hombres por medio de imponer de forma legalista la autoridad del Decálogo, en total desacuerdo con la libertad cristiana que el Salvador ha traído por medio de Su obediencia hasta la muerte? Nosotros respondemos: Está tan lejos que la Ley haya sido abolida por la venida de Cristo a este mundo, Él mismo declaró enfáticamente.-  “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido” (Mt 5:17-18)  Es cierto que el cristiano no está bajo la Ley como un pacto de obras, ni como un ministerio de condenación; pero él está bajo ella como una regla de vida y un objetivo estándar de justicia para todas las personas de todos los tiempos. Esto hace que ella sea importante.
  1. Porque el poder de una vida santa necesita estar acompañada por la instrucción en el modelo de la misma. ¿En qué consiste una conducta santificada? Respuesta.- Consiste en agradar a Dios. ¿Qué es lo que agrada a Dios? Respuesta.- Que se haga Su voluntad. ¿Dónde está Su voluntad para ser discernida? Respuesta.- en Su Santa Ley. La Ley, entonces, es la regla cristiana de vida, y el creyente encuentra que él se deleita en la Ley de Dios según el hombre interior (Ro 7:22) El cristiano no está sin ley sino “bajo la Ley de Cristo” una frase de Pablo que se vuelve más exacta cuando se interpreta: “en la ley de Cristo” (1Co 9:21) Pecado es iniquidad, y la salvación es la presentación de la iniquidad en su verdadera relación con Dios, dentro de la bienaventuranza de Su Santa Ley. La Ley de Moisés no es otra que la Ley de Cristo, es el estándar objetivo así como Cristo es nuestro modelo.

  2. Porque únicamente los Diez Mandamientos fueron honrados por Dios, fundados en amor, y son obedecido por los afectos sentidos hacia Aquel que proveyó la redención. A.W. Pink, escribiendo acerca de la singularidad de los Diez Mandamientos, dijo: “Su singularidad aparece primero en que esta revelación de Dios en el monte Sinaí – la cual iba a servir para todos los siglos venideros como la gran expresión de Su santidad y la suma del deber de todo hombre – contó con tales fenómenos que inspiraron temor, que la misma manera en que fueron publicados mostró claramente que Dios mismo asignó al Decálogo una peculiar importancia. Los Diez Mandamientos fueron pronunciados por Dios en una Voz audible con los temores unidos de nubes y oscuridad, truenos y relámpagos y el sonido de una trompeta, y ellos fueron las únicas partes de la Divina Revelación tan habladas – ninguno de los preceptos ceremoniales o civiles fueron así distinguidos. Aquellas Diez Palabras, y ellas solas, fueron escritas por el Dedo de Dios sobre tablas de piedra, y ellas solamente fueron depositadas en el Arca Santa para su resguardo. Así, en el único honor conferido sobre el Decálogo mismo, nosotros percibimos su suprema importancia en el Gobierno Divino” (The Ten Commandments, ([Swengel Pennsylvania: Reiner Publications 1961], p.5)

  3. Porque hay una necesidad de una norma moral fija y objetiva. La Ley Moral lleva validez permanente ya que es una norma objetiva aprobada únicamente por Dios y va directamente a la raíz de nuestros problemas morales. Pone su dedo en la necesidad más profunda de la iglesia en el evangelismo, así como en la vida cristiana: santificación. Los Diez Mandamientos se necesitan desesperadamente no solamente en la iglesia, sino también en la sociedad. Vivimos en una era-sin-ley al final del siglo XX. El desgobierno reina en los hogares, en las iglesias, en las escuelas y en la tierra. Las Escrituras nos dicen que “La justicia engrandece a la nación; mas el pecado es afrenta de las naciones” (Pro 14:34) Los Diez Mandamientos son la única norma verdadera de justicia.
La Medida Moral

Trágicamente, los cristianos han contribuido al declive moral de nuestra sociedad por medio de quitar los Diez Mandamientos de su propia instrucción. La Ley restringe el pecado. Sin la Ley Moral, este mundo sería un campo de sangre, como es evidente en los lugares donde no hay respeto por los Mandamientos de Dios. El puritano Samuel Bolton, en “Los Verdaderos Límites de la Libertad Cristiana” ([London: Banner of Truth Trust, 1964], p. 79) dice:
Bendito sea Dios que hay este temor sobre los espíritus de los hombres malvados, de otra manera no podríamos vivir bien en este mundo. Un hombre sería un demonio para otro. Cada hombre sería un Caín a su hermano, un Amnón a su hermana, un Absalón a su padre, un Saúl a sí mismo, un Judas a su maestro; porque lo que uno hace, todos los hombres lo harían, sino fuera por una restricción a sus espíritus.
No solamente los impíos, sino también los seguidores de Jesús necesitan un objetivo, fijo, sí, una norma absoluta del bien y del mal. Una vida devocional no puede existir sin considerar la moralidad. No podemos separar la devoción de la obligación. Después de todo, ¿Qué constituye a una persona como devota? Respuesta.- Alguien que está buscando hacer la voluntad de Dios, alguien quien es instruido en un carácter santo. Y, ¿En qué consiste un carácter santo? Respuesta.- En hacer la Voluntad de Dios. Y, ¿En dónde encontramos la Voluntad de Dios con respecto a la moralidad? Repuesta.- En las únicas normas verdaderas que resumen la Ley Moral – los Diez Mandamientos.

Este tema, la Ley y el Evangelio, está en el grado más alto, es importante y edificante, tanto para los santos como para los pecadores. Conocerlo experimentalmente, es ser “sabio para salvación”, y vivir habitualmente bajo su influencia, es ser al mismo tiempo santo y feliz. Tener puntos de vista espirituales distintos del mismo, es la manera de ser guardados de acercarnos, por un lado, hacia la auto-justicia, y por un lado, del libertinaje; y ser capaces de afirmar la absoluta libertad de la gracia soberana, y al mismo tiempo, el sagrado interés por la verdadera santidad. Sin un conocimiento experimental, y una fe sincera, de la Ley y el Evangelio, un hombre no puede ni venerar la autoridad de uno, ni estimar la gracia del otro.

La Ley y el Evangelio son las partes principales de la Revelación Divina; o más bien, ellos son el centro, la suma y la sustancia de todo. Cada pasaje de la Sagrada Escritura es Ley o es Evangelio, o es competente de estar mencionando a uno o al otro. Aun en las historias del Antiguo y Nuevo Testamento el accionar del hombre es introducido como narrativa de hechos,  realizados en conformidad o en oposición a la Ley Moral de Dios; y realizados en la fe o incredulidad del Evangelio. Las ordenanzas de la ley ceremonial, dada a los antiguos israelitas, fueron, en su mayor parte, injertados en el Segundo y Cuarto Mandamiento de la Ley Moral; y en su referencia tipológica, fueron una oscura revelación del Evangelio. Los preceptos de la Ley Judicial, son todos mandamientos resumidos en la Ley Moral, y especialmente, a aquellos contenidos en la Segunda Tabla. Todas las amenazas, ya sea en el Antiguo o Nuevo Testamento, son amenazas de la Ley o amenazas del Evangelio; y cada promesa, es una promesa ya sea de uno o sea del otro. Cada profecía de la Escritura, es una declaración de cosas oscuras o futuras, conectadas ya sea con la Ley o con el Evangelio, o con ambos. Y no hay, en el Sagrado Libro, una amonestación o una reprensión, o una exhortación, que no se refiera a la Ley, al Evangelio o a ambos. Entonces, si un hombre no puede distinguir correctamente, entre la Ley y el Evangelio, él no puede comprender correctamente, tanto como ningún artículo de la Verdad Divina. Si él no tiene comprensiones justas y santas de la Santa Ley, tampoco puede tener las acciones espirituales transformadoras del glorioso evangelio; y, por un lado, sus puntos de vista del evangelio serán erróneos o equivocados, sus nociones de la Ley no pueden ser correctas.

Además, si el conocimiento especulativo, de la Ley y el Evangelio, son superficiales e indistintos, ellos por lo general estarán en peligro de mezclar el uno con el otro y, en un mayor grado que pueda ser concebido, ellos retardarán su progreso en santidad; así como en paz y confortamiento. Pero por el contrario, si ellos pueden distinguir bien entre la Ley y el Evangelio; por lo tanto, bajo las influencias iluminadoras del Espíritu Santo, serán capaces de discernir la gloria de todo el plan de redención, al reconciliar todos los pasajes de la Escritura los cuales parecen contradecirse uno del otro; al probar si las doctrinas son de Dios, para calmar sus propias conciencias en tiempos de problemas intelectuales, y avanzar resueltamente en la santidad evangélica y en la consolación espiritual.

Es importante considerar la diferencia entre la Ley y el Evangelio así como la concordancia entre ellos. El establecimiento de la Ley por el Evangelio, o la dependencia del Evangelio a la autoridad y honor de la Ley debe ser tratado. El privilegio del creyente de estar muerto a la Ley como un pacto de obras, con una consecuencia necesaria de ello, es muy importante. Para enfatizar esta importancia de la Ley (los Diez Mandamientos) voy a llamar a tres testigos fidedignos.

El Testimonio de Tres Testigos

Considere las actitudes expresadas por tres de los voceros escogidos de Dios con respecto a Su Ley:

  1. David, un hombre conforme al Corazón de Dios – el dulce cantor de Israel. “Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad” (Sal 119:35) “Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos que dejan tu ley” (Sal 119:53) “¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación” (Sal 119:97) “Aborrezco a los hombres hipócritas; mas amo tu ley” (Sal 119:113) “Tiempo es de actuar, oh Jehová, porque han invalidado tu ley” (Sal 119:126)

  2. El principal apóstol de nuestro Señor – Pablo. “¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley” (Ro 3:31) “De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno” (Ro 7:12) “Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios” (Ro 7:22) “De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe” (Ga 3:24)

  3. Nuestro Señor mismo. “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido” (Mt 5:17-18)
Por lo regular oímos esta expresión: “Sé como Jesús” ¿Cómo era Él? Él era Perfecto. ¿Cómo lo sabemos? Nosotros podemos tener una norma perfecta por la cual juzgar, y aquella norma perfecta es la Perfecta Ley de Dios (Sal 19:7)

El Testimonio de toda la Biblia

La importancia de este tema se ve en que en toda la Biblia se refiere, ya sea a la Ley o al Evangelio. Por ejemplo:

* La historia del Antiguo y Nuevo Testamento, en lo que respecta al hombre, es nada más que las narraciones de las vidas vividas en conformidad con, o en oposición a la Ley Moral de Dios; o vividas en fe o incredulidad del Evangelio.

* Todas las amenazas del Antiguo y Nuevo Testamento son amenazas ya sea de la Ley o del Evangelio. “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Jn 3:18)… Cuando el Señor Jesús sea revelado desde el cielo con sus poderosos ángeles, en llama de fuego tomará venganza de aquellos quienes no conocieron a Dios, y sobre aquellos quienes no obedecieron al evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Estos serán castigados con destrucción eterna de la Presencia de Dios y de la gloria de Su poder (2Ts 1:7-9)

* Cada profecía de la Escritura es una declaración de cosas oscuras y futuras y están conectadas ya sea con la Ley o con el Evangelio.

* Cada promesa, es una promesa relacionada ya sea con la Ley o con el Evangelio.

* Cada buena amonestación, reprensión o exhortación, es con referencia con la Ley, el Evangelio, o ambos.

Así, la Ley y el Evangelio son el centro, la suma y la sustancia de toda la Biblia. ¿Cuán importante es entonces relacionar y distinguir propiamente a los dos?; Cuanto más nos acerquemos a una visión clara de la diferencia entre la Ley y el Evangelio, y la conexión entre ellos, ya que uno sirve para establecer al otro; más entenderemos las Sagradas Escrituras, y así la voluntad y la mente de Dios y más útiles seremos en Su servicio.

Dos Clases de Conocimiento

Otra indicación de la importancia de la Ley, es que ella revela las dos clases de conocimiento que son necesarios para la salvación:

  1. La Ley revela el carácter de Dios. La Ley de Dios viene de Su naturaleza. La naturaleza de Dios determina lo que es correcto, y la voluntad de Dios impone tal norma sobre todas Sus criaturas como una obligación moral. Siendo que Su voluntad fluye de Su naturaleza, y la Ley es perfecta (Sal 19:7), la Ley refleja la perfección de Su naturaleza.
El hombre no es responsable ante una ley abstracta, sino ante Dios. Detrás de la Ley está el Dador de la Ley. En consecuencia, encontrar defectos en la Ley es encontrar defectos en el Dador de la Ley. La Ley no son edictos arbitrarios de un déspota caprichoso; sino son los sabios, santos y amorosos preceptos de Uno quien es celoso por Su gloria y por el bien de Su pueblo.

Cristo fue Perfecto. ¿Cómo lo sabemos? Él guardó la Ley perfectamente. El era la Ley personificada. Cristo manifestó al Padre perfectamente: “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Col 2:9)
  1. La Ley revela la condición del hombre. Acercarse a alguien y decirle: “Todos hemos pecado” no trae convicción a menos que la persona sepa lo que es el pecado. “Pecado es la transgresión de la Ley” (1Jn 3:4) “porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado” (Ro 3:20) El conocimiento del pecado como violación de la Ley de Dios trae convicción.
La Ley y el Evangelismo

De igual manera, la importancia de la Ley es vista en un tema que es estimado en el corazón de todo verdadero predicador y todo evangelismo cristiano verdadero.

En los días pasados, los niños aprendían los mandamientos antes de aprender Juan 3:16, porque solamente entonces Juan 3:16 llegaba a tener sentido. Igualmente, la primera obra de traducción de John Elliot entre los indígenas no fue Juan 3:16, sino los Diez Mandamientos, y su primer sermón fue acerca de los mandamientos. ¿Pensaba John Elliot que los indígenas serian salvos por medio de los Diez Mandamientos? Por supuesto que no, pero los mandamientos les mostraría a ellos el por qué de la necesidad de ser salvados, que ellos eran quebrantadores de la Ley; y que ellos necesitaban un sustituto que haya guardado la Ley.

John Patton, un gran misionero presbiteriano para las Nuevas Hébridas, primero enseñó los Mandamientos. ¿Por qué? Las personas nunca se interesarán debidamente en una relación con el Redentor hasta que ellos vean la terrible brecha en sus relaciones con el Creador. Los mandamientos son el mandato moral del Creador para las criaturas. La aguja fina de la Ley abre el camino para el hilo de grana del evangelio. La Ley es indispensable en un evangelismo bíblico, centrado en Dios.

Resumen

  1. Toda la Biblia es Ley y Evangelio, y los dos están vitalmente vinculados entre sí que un conocimiento exacto del uno no se puede conseguir sin el otro.

  2. La Ley revela el carácter de Dios y la condición del hombre. Estas dos clases de conocimiento son absolutamente necesarios para la salvación. (Vea por ejemplo el primer capítulo de la Institución de la Religión Cristiana de Juan Calvino)

  3. La Ley es esencial para la verdadera evangelización bíblica porque por la Ley es el conocimiento del pecado. Fue la Ley la que fue efectiva en la conversión del apóstol Pablo “Yo no conocí el pecado, sino por la Ley” (Ro 7:7)

  4. La Ley es la única regla y orientación bíblica para la obediencia – esto es, una vida santificada. ¿En qué consiste una conducta santificada? En hacer la voluntad de Dios. ¿Cuál es la voluntad de Dios con respecto a la moralidad? La Ley Moral resumida en los Diez Mandamientos.

  5. La Ley es una de las tres verdades de la Biblia que se mantiene o caen juntas: 1) La Ley de Dios, 2) la Cruz de Cristo; y, 3) El justo juicio de Dios Todopoderoso.

En primer lugar, si no hay Ley no hay pecado porque el pecado es la transgresión de la Ley (Los Diez Mandamientos).

En segundo lugar, si no hay Cruz entonces no hay esperanza para los pobres pecadores – no hay perdón de los pecados.

En tercer lugar, si no hay un juicio justo del Todopoderoso Dios nadie se preocuparía por el pecado o por un Salvador. Estas tres verdades permanecen o caen juntas.

Las siguientes palabras de J. Gresham Machen, el fundador principal del Seminario Teológico Westminster enfatizará la importancia del lugar de la Ley:
Una nueva y más poderosa proclamación de la Ley es quizás la necesidad más apremiante de esta hora, los hombres tendrían poca dificultad con el evangelio si ellos hubieran aprendido la lección de la Ley. Así que siempre: un punto de vista bajo de la Ley siempre conduce al legalismo en la religión; un punto de vista alto de la Ley hace a un hombre buscar la gracia. Ore a Dios para que un punto de vista alto pueda prevalecer nuevamente (What is Faith?, [Edinburgh: Banner of Truth Trust], pp. 141-142)
Predicador, predique la Ley Moral de Dios; y padres, enseñen a sus hijos los Diez Mandamientos.


Law and Gospel; escrito por Ernest Reisinger

http://founders.org/fj28/law-and-gospel/

sábado, 10 de enero de 2015

Una masa religiosa de corrupción


¡Una masa de corrupción he sido! Cuanto tiempo viviendo sin Dios en el mundo; dado a los sentimientos y todas las cosas perecederas que me rodean. Al ser yo de una naturaleza sentimental, ¡Cuánto de mi religión se ha teñido con estos tintes terrenales, y hasta este día! Aunque guardado del vicio flagrante por mi formación educacional y por temor al hombre, ¡Cuánta iniquidad ha reinado en mi corazón! ¡Y cuantas veces, a pesar de todos mis esfuerzos, ha irrumpido esa iniquidad en forma de deseos e iras, ambiciones locas y palabras corruptas! Aunque mi vicio ha sido siempre refinado, sin embargo ¡Cuán sutilmente y de qué manera ha prevalecido! Y el día de Reposo, la prueba de todo ello, gran parte dedicado al servicio de Dios ¡y con un total aburrimiento! ¡Corrompido por mis hipocresías, mi auto-suficiencia, mis pensamientos mundanos y mis amigos incrédulos! Con cuanta formalidad he leído la Biblia, sin estar atento a sus Palabras, y qué poco he leído: ¡tan poco que aun hoy no la he leído siquiera! ¡Con cuánta facilidad he obedecido los impulsos de mi corazón indómito! ¡Cuánto más he amado la criatura que al Creador! Oh Señor mi Dios, me permitiste vivir mientras te deshonraba, Tú lo sabes todo; y sólo Tu mano ha podido despertarme de la muerte que me rodeaba, y en donde estaba yo contento de morar.
 [Palabras de Robert Murray M’Cheyne, recordando su pasado antes de su genuina conversión - Tomado del Libro “La vida de Robert Murray M’Cheyne”; págs. 31-32]

 “Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite” Isaías 1:6

jueves, 8 de enero de 2015

Soy vil

Esto no fue dicho por Caín en un momento de remordimiento después de haber asesinado a Abel; tampoco por Judas después de haber traicionado al Salvador poniéndolo en manos de sus enemigos; en cambio, esta es la expresión de uno de quien Dios dijo: “no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” (Job 1:8) ¿Era justificable que Job use tal lenguaje fuerte de auto-desprecio? Y si lo fue ¿Son los cristianos de hoy justificables de hacer eco del mismo lenguaje?
¿Cuándo fue que Job declaró “He aquí que yo soy vil”? Fue cuando el Señor se apareció a él y le dio una revelación asombrosa de Sus propias perfecciones maravillosas. Fue cuando él se paró en la toda-penetrante luz de la inmaculada santidad de Dios que le hizo darse cuenta de algo de Su gran poder.

 ¡Ah! Cuando un alma es verdaderamente traída a la presencia del Dios Vivo, la jactancia se acaba, nuestra hermosura se convierte en corrupción (Dn 10:8) y clamamos “Ay de mi, que soy muerto” (Isa 6:5) 
Cuando Dios hace al alma una revelación personal de Sus perfecciones maravillosas, aquella persona queda convencida, de manera efectiva, de su propia condición miserable. Cuanto más se nos da a discernir de la gloria inefable del Señor, tanto más nuestra auto-complacencia se marchita. Es en la luz de Dios que, y solo en ella, “veremos la luz” (Sal 36:9) Cuando Él brilla en nuestros entendimientos y corazones, y trae a la luz, “lo oculto de las tinieblas” percibimos la absoluta corrupción de nuestra naturaleza, y es abominable ante nuestros propios ojos. Mientras nos midamos por nuestros propios semejantes, nosotros, muy probablemente, tendremos el más alto concepto de nosotros mismos (Ro 12:3), pero cuando nos medimos por los requerimientos santos de la naturaleza de Dios, vamos a clamar “soy polvo y ceniza” (Gn 18:27) El verdadero arrepentimiento cambia la opinión que un hombre tiene de sí mismo.

Escrito por A.W. Pink (1886 – 1952)

lunes, 5 de enero de 2015

De las doctrinas primarias, secundarias y otras

Siempre es un desafío escribir en medio de una generación donde las personas ponen mucho interés no en “lo que se dice”; sino más bien en “quién es el que lo dice”; sin embargo, sé que aun hay algunos hermanos quienes, como los Bereanos, toman sus Biblias para escudriñar y ver si las cosas que se escriben o se hablan, van de acuerdo con las Sagradas Escrituras.

En estos días, la verdad ya no es verdad por sí sola; la verdad es verdad dependiendo del apellido de la boca que la proclama. Si el apellido no tiene fama alguna, entonces se llega a dudar de las palabras pronunciadas o escritas por tal desconocido. Los Bereanos no cerraron las Escrituras para recibir las palabras del famoso apóstol Pablo, ellos filtraban todos los dichos de este célebre apóstol con lo que la Escritura decía. Ellos no se impactaban por la popularidad de nadie y ese debe ser ejemplo para cada uno de nosotros.

Creo que es necesario escribir sobre este tema del ranking de las doctrinas de la Biblia; ya que es sorprendente la forma cómo se extiende en las redes sociales “reformadas” y también por medio de muchos “púlpitos reformados” desde donde se enseña (como si fuera un nuevo dogma) acerca de esta división que se ha hecho a las doctrinas de la fe cristiana. Seguramente que los pastores que sostienen esta posición deberán reconocer que tal enseñanza no proviene de la Biblia; sino más bien que están siguiendo a un autor contemporáneo.

Debemos decir que en la historia cristiana se registra un hecho similar impulsado por Jorge Calixto (1586 – 1656) al que se le conoció como “el sincretismo de Calixto” Justo Gonzales, en su obra “Historia del Cristianismo” (The Story of Christianity – Parte II, págs. 176-178) registra lo siguiente, hablando del pensamiento de Calixto:
Todo lo que está en las Escrituras ha sido revelado por Dios. Pero no todo tiene igual importancia. Lo fundamental y absolutamente necesario es lo que se refiere a la salvación. Lo demás es también importante, pues es parte de la revelación divina, y por tanto no podemos desentendernos de ello. Pero no es fundamental.

(…)

En consecuencia, aunque Lutero tenía razón, y debemos sostener su doctrina (de la justificación por fe), esto no ha de llevamos a declarar que los católicos son herejes.

(…)

De ese modo, Calixto esperaba llegar a un mayor entendimiento y aceptación mutua entre los cristianos de diversas confesiones. Por ello se le ha considerado uno de los precursores del movimiento ecuménico. (Cursivas añadidas)

No hace muchos años atrás, el Dr. Albert Mohler redactó un escrito al que tituló: “Un llamado para el triage teológico y la madurez espiritual”, donde se postula la división de las doctrinas de la Biblia en tres niveles principales. Resumidamente es como sigue a continuación:
Doctrinas de primer nivel.- Estas representan las verdades más fundamentales de la fe cristiana, y una negación de estas doctrinas significa negar el cristianismo mismo: 1) La completa deidad y humanidad de Cristo, 2) La Trinidad, 3) La justificación por fe sola, 4) La autoridad de las Escrituras

Doctrinas de segundo nivel.- Estas doctrinas no hacen que se pierdan el reconocimiento entre unos y otros como cristianos auténticos, siempre que ellos afirmen las doctrinas de primer nivel. Dentro de este nivel de doctrinas se encuentran: 1) La doctrina de la iglesia – su gobierno, 2) el bautismo - el método y los sujetos del mismo, 3) la cena del Señor, 4) el papel de los géneros en la iglesia – liderazgo o pastorado de la mujer.

Doctrinas de tercer nivel.- Este nivel comprende doctrinas sobre las que los cristianos pueden tener desacuerdo pero permanecer en una comunión íntima, aun dentro de una iglesia local. Estas doctrinas son: 1) los puntos de vista del milenio, 2) la Segunda venida de Cristo – cómo y cuántas veces, 3) los asuntos donde el evangelio deja libertad, 3) ciertas preguntas escatológicas, 4) el entendimiento de algunos pasajes difíciles.

El llamado a la madurez que se hace por medio del escrito del Dr. Mohler es que:
“la Verdad de Dios debe ser defendida en cada punto y en cada detalle, pero los cristianos responsables deben determinar cuáles temas merecen el primer lugar de nuestra atención en un tiempo de crisis teológica” (Cursivas añadidas)
Mohler continúa diciendo:
Un paseo por una sala de emergencias de un hospital local hace algunos años atrás, me despertó por una herramienta intelectual que es de mayor ayuda en el cumplimiento de nuestra responsabilidad teológica. En años recientes, el personal de emergencias médicas ha practicado una disciplina conocida como triage – un proceso que permite al personal entrenado hacer una rápida evaluación de la relativa urgencia médica. Dado el caos en la recepción de una sala de emergencias médicas, alguien debe estar equipado con la experiencia médica para hacer una determinación inmediata de la prioridad médica ¿Cuáles pacientes deben ser llevados a cirugía? ¿Cuáles pacientes deben esperar por un examen menos urgente? El personal médico no puede retroceder y debe hacer estas preguntas, y deben tomar la responsabilidad de dar a los pacientes con las necesidades más críticas las mayores prioridades en términos de tratamiento.
En otro lugar, el Dr. Mohler dice lo siguiente:
El fundamentalismo, por otro lado, tiende hacia el error opuesto. El juicio erróneo del verdadero fundamentalismo es la creencia que todos los desacuerdos conciernen a las doctrinas de primer nivel. De esta forma, las doctrinas de tercer nivel se elevan a una importancia de primer nivel y así los cristianos están equivocada y dañinamente divididos.

Viviendo en una época de negación doctrinal generalizada y de una confusión teológica intensa, los cristianos pensantes deben levantarse al desafío de la madurez cristiana, aun en medio de una emergencia teológica. Debemos ordenar los problemas con una mente entrenada y un corazón humilde, para proteger lo que el apóstol Pablo llamó “el tesoro” que nos ha sido confiado. Dada la urgencia de este desafío, solamente una lección de la sala de emergencias nos puede ayudar. (Cursivas añadidas)
Estos son unos extractos del escrito del Dr. Mohler el cual quisiera someterlo a las Escrituras con la ayuda de Dios.

Nuestras primeras preguntas, las cuales debemos responder según la Biblia son las siguientes: ¿Quién tiene derecho a dividir la Palabra de Dios en orden prioritario?; ¿Cuál es el criterio Bíblico para dividirlas?

Las doctrinas de primer nivel representan las verdades más fundamentales de la fe cristiana, y una negación de estas doctrinas significa negar el cristianismo mismo.

En esta afirmación debemos estar todos de acuerdo. Si una persona niega la completa deidad y humanidad de Cristo, no puede ser cristiana. Si alguien rechaza la doctrina de la Trinidad, tampoco puede ser considerado como una persona regenerada. Si alguno se atreve a negar la doctrina de la justificación por fe sola, el tal no es creyente. Como vemos, estas doctrinas de primer nivel separan a quienes con cristianos de los que no lo son. Por lo tanto, excluye a los falsos testigos de Jehová, a los mormones, a los unicitarios, a los adventistas, a los católicos-romanos y a cuanta secta existe. Pero, al mismo tiempo incluye a los cristianos comprendidos desde el pentecostal y carismático más extremo, hasta el reformado más ortodoxo.

El cristianismo no es solamente un conjunto de doctrinas; sino una vida práctica que se caracteriza por un caminar en justicia y rectitud moral.

Esto es algo que debe considerarse como un asunto de mayor importancia, ya que no se trata, solamente, de una mente correctamente calibrada en un sentido teológico.

Lo primero que nosotros podemos notar de esta idea de dividir las doctrinas, es que no se hace ningún énfasis en cuanto a la vida práctica y moral que un cristiano debe vivir. Es como si se recomendara tomar en las manos un libro de teología sistemática (de un autor reformado, por supuesto) y se arrancaran ordenadamente sus páginas agrupándolas en tantas doctrinas como contenga tal tomo, para luego distribuirlas en una pizarra según un orden primario, secundario o terciario de las mismas. Para esta generación muy conocedora de la Palabra de Dios, pero poco hacedora de ella, esta idea puede resultar muy fascinante, ya que lo que caracteriza mucho a ellos es el conocimiento teológico, el devorar a los teólogos reformados y participar de cuanto debate doctrinal se pueda. Pero debemos preguntarnos: ¿Es de esto que se trata el cristianismo? ¿Es el cristianismo puro adoctrinamiento intelectual?

Quisiera poner un ejemplo: El Dr. Mohler sostiene que las doctrinas de “primer nivel, representan las verdades más fundamentales de la fe cristiana, y una negación de estas doctrinas significa negar el cristianismo mismo” entonces debemos llevar a la práctica esta afirmación por medio de la siguiente pregunta: ¿Cómo debemos reaccionar frente a una iglesia que afirma las doctrinas de primer nivel, pero que también admite la unión matrimonial de dos personas del mismo sexo? ¿O de otra congregación que sostiene las doctrinas primarias pero también se encuentra a favor del aborto? Inmediatamente debemos preguntar ¿Es la unión homosexual una doctrina de segundo nivel? ¿Es la posición doctrinal del aborto una doctrina de tercer nivel? ¿Podemos seguir llamando “cristianos” a los que creen en las doctrinas de primer nivel, pero también creen en la unión homosexual y el aborto? Sabemos por la Biblia que el aborto y la homosexualidad son asuntos moralmente serios para Dios. En el caso de la homosexualidad, la Escritura nos demuestra que es un juicio de Dios, “Él los ha entregado a esas pasiones vergonzosas”; sin embargo, sabemos de iglesias que apoyan estos pecados y a la vez creen en las doctrinas de primer nivel. Esta manera de pensar, pondría a tales iglesias “pro-gay” en el mismo nivel que cualquier iglesia ortodoxa y reformada del mundo, ya que ellos no “niegan las doctrinas fundamentales de la fe”; pero la diferencia está en que la iglesia “pro-gay” y “pro aborto” no serían aceptadas mientras que las otras sí lo serían.

Las contradicciones que se levantan de los mismos autores

El objetivo de dividir a las doctrinas es evitar las controversias innecesarias y tolerar nuestras diferencias de doctrina y de práctica; es decir, promover un ecumenismo denominacional y procurar la unidad “en el evangelio”

Es evidente que el objetivo de este “triage teológico” es abrir la puerta para las uniones entre ministros y ministerios de los cuales la Palabra de Dios ordena estar separados. De eso no cabe la menor duda, y la excusa para tal unidad en desobediencia es “el evangelio” Ahora, sabemos que el evangelio es, en su sentido primario, las buenas nuevas de salvación para los pecadores; pero no podemos ignorar que el evangelio, en su sentido secundario, representa todas las doctrinas de Cristo. La Escritura lo dice de esta manera: “Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo” (Flp 1:27) ¿Qué significa este mandamiento que encontramos en la Palabra del Dios Vivo? (Sí, es un mandamiento)

Juan Calvino, en su comentario a la Carta a los Filipenses, dice de este verso:
Cuando [Pablo] habla de una conducta pura y honorable como siendo digna del evangelio, el apóstol da a entender, por otro lado, que quienes viven de manera contraria, hacen una injusticia al evangelio.
Albert Barnes, en sus notas a la Biblia, escribe de este versículo:
Las reglas del evangelio deben ser aplicadas a toda nuestra conducta – a nuestras conversaciones, transacciones comerciales, nuestra manera de vestirnos, estilo de vida, entretenimientos, etc. No hay nada que nosotros hagamos, o digamos, o nos propongamos, que sean exceptuadas de estas reglas. Hay una forma de vivir la cual es apropiada con el evangelio, o son las que el evangelio requiere. Hay algo que el evangelio aseguraría como sus propios frutos en nuestra conducta, y por los cuales nuestras vidas deben ser reguladas.
Sin embargo, vemos con mucha lástima que el evangelio sobre el cual los neo-reformados procuran una unidad, son en realidad “las doctrinas de la gracia”; y éstas no llevadas a una vida humillada y obediente al Cristo Salvador; sino que se trata solamente de sostenerlas de manera intelectual. ¡Sería una gran cosa que la unidad sea sobre el evangelio y sus santas doctrinas que regulan la vida de aquellos que afirman haber experimentado su poder salvífico! ¿Quién podría rechazar ese tipo de unidad? Tristemente, los conflictos dentro del ámbito reformado se han levantado entre aquellos que reclaman una piedad práctica de vida contra quienes, sosteniendo las doctrinas de la gracia, desprecian dicha piedad.

Pero dentro de las inconsistencias prácticas del Dr. Mohler con su postulado de dividir las doctrinas, observamos su posición en cuanto a la relación que debe existir entre el cristiano y la práctica del yoga. El Dr. Mohler dijo:
Los cristianos que practican yoga están abrazando, o por lo menos coqueteando con, una práctica espiritual que amenaza transformar sus propias vidas espirituales en una ‘realidad post-cristiana espiritual políglota’ ¿Debería un cristiano, voluntariamente, arriesgarse a ello?

(…)

A la pregunta: ¿deben los cristianos practicar yoga?, el Dr. Mohler respondió:

Mi respuesta es la respuesta que durante mucho tiempo han ofrecido aquellos comprometidos con el cristianismo ortodoxo bíblico: - NO

Pero nosotros sabemos que hay profesantes que han optado por la práctica del yoga y que también afirman las doctrinas de primer nivel del triage teológico del Dr. Mohler ¿O debe ser considerado el yoga como una doctrina de primer nivel junto con la doctrina de la Trinidad?

Con estos argumentos, debemos preguntarnos: ¿Es el yoga más importante que la doctrina de la iglesia o la doctrina del bautismo, las cuales han sido ubicadas como doctrinas de segundo nivel?

Esto nos lleva a más contradicciones, ya que por un lado el Dr. Mohler afirma que es un riesgo para el cristiano  la práctica espiritual del yoga, pero se olvida de mencionar la práctica de las oraciones contemplativas que son impulsadas por los Drs. John Piper, Tim Keller, entre otros; las cuales se asemejan mucho al misticismo oriental ¿Será que para el Dr. Mohler el yoga resulta peligroso pero la oración contemplativa, que se sitúa en el mismo nivel del yoga, no es un peligro?

¿Quién determina lo esencial?

Si en la Palabra de Dios no existe tal clasificación, ni de manera explícita o implícita; entonces, ningún pecador mortal tiene el derecho de hacerlo.

Pero la pregunta ¿Quién determina lo esencial? es muy subjetiva. Un pentecostal ubicaría al “hablar en lenguas” como una doctrina de primer nivel. Los que adoran mundanamente dirán que la doctrina de la adoración es una doctrina de tercer nivel; o como ya se viene diciendo en los círculos neo-reformados: “es indiferente” ¿Podríamos imaginarnos la clasificación que podría hacer un predicador liberal y mundano? Los distintivos bautistas ¿son esenciales?

La santificación, la mortificación del pecado, la separación del mundo, ¿No son características compatibles con la regeneración que produce el poder del evangelio cuando salva? ¿En qué nivel doctrinal han sido ubicadas? Pues temo decir que ni siquiera son mencionadas. La modestia cristiana ¿Es doctrina de qué nivel?; ¿y la disciplina eclesiástica? ¿Son esenciales, no son esenciales? ¿Podemos desobedecer a Dios cuando nos manda separarnos?

El molinismo, el teísmo abierto, el señorío de Cristo, la gracia común, la libre oferta del evangelio, Dios autor del pecado, la doctrina de la suficiencia de las Escrituras, los dones espirituales, el antinomianismo, el cristiano carnal o el reformado mundano, ¿Son doctrinas esenciales?

La división de doctrinas ha sido inventada para tener una unidad que Dios prohíbe por medio de Su Palabra. Por medio de reducir la Palabra de Dios a “lo esencial y lo no-esencial” se termina alentando a los cristianos a ser desobedientes en algunos mandamientos que Dios ha establecido para sus vidas por medio de Su Palabra Escrita. Dividir a las doctrinas en “esencial y lo no-esencial” es una tradición humana que no se encuentra en las Sagradas Escrituras. Esta tradición ha hecho que muchos hombres dejen sin efecto muchas enseñanzas del Señor. Debemos recordar nuevamente las Palabras de Cristo cuando acusa a la clase religiosa de Su tiempo: “Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición” (Mat 15:6)

En ese mismo sentido, quisiera traer el ejemplo de otros pastores quienes apoyan el triage teológico del Dr. Mohler; es decir, la unidad en las doctrinas de primer nivel. Quiero referirme al Dr. John MacArthur y al pastor Phil Johnson, ambos pertenecientes a Grace Community Church. ¿Qué sucede con ellos? Bueno, luego del infame sermón predicado por el Sr. Mark Driscoll cuando utilizó palabras pornográficas irreproducibles, ellos reclamaron muchas cosas. Primero, que el Sr. Driscoll no debería predicar nunca más. Segundo que los ministros no deberían tener comunión con él en ninguna forma.

Aquí también debemos de preguntar ¿Deben ser consideradas las palabras sucias como doctrinas de primer nivel? ¿Deben ser las palabras sucias una causal para separarnos de quien las pronuncia? ¡La respuesta es afirmativa, y lo es por un asunto moral! Esto nos lleva necesariamente al campo de las comparaciones. ¿Hablar palabras sucias es una cuestión de mayor importancia que la adoración que debe darse a Dios?, ¿Hablar palabras sucias es una cuestión de mayor importancia que guardar el Cuarto Mandamiento de la Ley Moral de Dios? Si usted es aficionado a ordenar las doctrinas bíblicas tendrá que reconocer que tanto el Día del Señor como la adoración bíblica están comprendidos en la Ley Moral de Dios ¿verdad? Entonces, si debemos separarnos de quienes hablan palabras sucias, con mayor razón debemos de hacerlo de quienes profanan el Día del Señor y de quienes le adoran irrespetuosamente según sus propias invenciones.

Piense usted en lo siguiente: Cuando un predicador escribe y predica en una conferencia, de manera mordaz contra las doctrinas carismáticas, para luego tener comunión de plataforma con los tales en una conferencia ¿Qué es lo que nos enseña?

Otra inconsistencia del Dr. Mohler es con relación a su afirmación que debemos estar unidos sobre la base de las doctrinas del evangelio. Pero también es conocida la cercanía del Dr. Mohler con el Dr. Billy Graham; yo pregunto ¿Sostienen ellos el mismo evangelio? ¡Yo creo que no!; sin embargo el Dr. Mohler mantiene comunión con quien fuera llamado el Josafat del siglo XX. Y esto nos lleva a preguntarnos ¿Qué nivel de doctrina tiene la apostasía en el ranking que el Dr. Mohler ha propuesto? Para ser más claros ¿Es la apostasía una razón para separarnos de quienes han caído en ella? ¿Qué hay de Rick Warren, podemos asociarnos con él para alguna conferencia o tarea que involucre el evangelio? En nuestros corazones sabemos que debemos separarnos de los tales, pero lo callamos para no tocar a los “predicadores calvinistas famosos” que tienen comunión con los traidores del evangelio. El Dr. Billy Graham predica el universalismo, que un pecador puede ser salvado sin la Biblia, sin saber de Cristo, sin el evangelio. Los que postulan el ranking de doctrinas caen bajo la acusación del Señor cuando Él dice: “Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición” (Mat 15:6)

El Dr. Mohler, por su propio criterio e iniciativa, ha puesto a la adoración como una doctrina de segundo nivel. ¿Qué pensarían los hijos de Aarón quienes murieron por encender un fuego extraño?; ¿Qué le respondería Uza quien también hizo lo que no debía en cuanto al Arca del Pacto? ¿Qué dirían ellos de esta clasificación? El hecho que Dios no le quite la vida a quienes hoy adoran mundanamente no significa que no se encuentre molesto.

Lo que parece es que la doctrina de la adoración y del Día del Señor han sido colocadas en el mismo nivel de los asuntos indiferentes como el color de la alfombra del templo y las flores que se colocan en el púlpito. Las han colocado en el nivel de adiáfora.

El triage doctrinal es una tradición humana que no se encuentra en la Biblia. Anula los mandamientos de Dios por intereses particulares y egoístas. Exhorta a los cristianos a desobedecer a su Señor en muchos de Sus mandamientos. Busca la unidad por medio de quitarle a Dios la autoridad expresada en Su Palabra.

La enseñanza del Señor acerca de lo esencial y lo no-esencial, es esta:
“De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos” (Mat 5:19)
¿Quién tiene autoridad para decir que es más importante, y que es menos importante, de la Palabra de Dios?

Los católicos-romanos creen que el papa tiene tal autoridad como “vicario de Cristo en la tierra”; sin embargo, la Biblia no habla de tal posibilidad en ninguna de sus páginas; es decir, a nadie se le ha atribuido autoridad para establecer niveles primarios, secundarios o terciarios del contenido de la Palabra de Dios. Si no está en la Biblia, no debería ser recibido por los creyentes ni enseñado en los púlpitos.

Yo quisiera hacer una pregunta un poco tentadora: ¿Debe reconocerse como autoritativa esta propuesta del Dr. Mohler? ¿Qué pasa con aquellos quienes creemos que estos argumentos no son bíblicos y, por lo tanto, deben ser desechados?

Decir que algunas doctrinas son esenciales y otras no tan esenciales, ya sea para la salvación del hombre o para la gloria de Dios, es acusar a Dios de falta de sabiduría, es engañar a los incautos y llevarlos por caminos inciertos. Es más, esta idea atenta contra el Señorío de Cristo. Usted debe saber que todos los que hemos sido redimidos por Cristo somos sus esclavos ¿Qué esclavo sería capaz de decirle a su Señor: ‘esto que usted está mandando es esencial, pero esto otro no lo es; así que voy a prestar más atención en lo primero y no en lo segundo’? Aquellos que creen en “esencial y no-esencial” son los que obedecen de manera parcial al Señor.

El pastor Charles Spurgeon dijo en su sermón #359 “El Tabernáculo fuera del Campamento”:
No hay tal cosa como una doctrina bíblica no-esencial. Toda la doctrina bíblica es esencial, de lo contrario ¿Por qué el Rey haría preceptos? ¿Diría Dios cosas que no deben ser tomadas seriamente? ¿Desperdiciaría Dios Su aliento? ¿No dijo Él que ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido? ¿No escogió el Autor de las Escrituras cada palabra y cada verbo para hacer su Soberano propósito?
También dijo en otra oportunidad:
Las cosas que no son esenciales para la salvación, son esenciales para la obediencia.
John L. Dagg:
Ya sea que los hombres nos entiendan o no, nosotros estamos obligados a obedecer a Dios en todo. Ningún mandamiento que Dios haya dado puede ser tan poco importante para que nosotros estemos en la libertad de desobedecerlo según nuestro placer. Cuando el dedo de Dios señala el camino, ningún lugar nos es dejado a la preferencia humana. Y cuando conocemos la voluntad de Dios no solamente estamos obligados a obedecer por nosotros mismos, sino también para enseñar a otros a obedecer… El hombre que puede desobedecer a Dios por que la cosa mandada es de menor importancia, no tiene el espíritu de obediencia en su corazón; y el hombre que, conociendo la voluntad de Dios, se abstiene de declararla porque el peso de la autoridad humana está contra él, el tal teme más a los hombres que a Dios.
D.L. Moody
Dios pudo escribir el evangelio en una moneda de diez centavos (Dime); sin embargo, Dios pensó que era necesario escribir un libro bastante largo
¿Dónde dice en la Biblia que debemos estar unidos en las doctrinas de primer nivel y que debemos ser indiferentes a lo demás?

¡Solamente quisiera una respuesta directa! Por favor no me digan que por el bien del avance del evangelio, o para concentrar más fuerzas, etc. ¡Esos son argumentos humanos!; ¡Solamente quisiera que alguien cite la Biblia y la interprete conforme a las reglas de exégesis y hermenéutica para extraer el significado! No puede hacerlo ¿verdad? Entonces usted no debería ser contado entre aquellos que postulan Sola Scriptura.
Sal 119:127-128 Por eso he amado tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro. Por eso estimé rectos TODOS tus mandamientos sobre TODAS las cosas, y aborrecí TODO camino de mentira. (Mayúsculas añadidas)
Se establece un nuevo criterio para la separación violando flagrantemente la Palabra de Dios en cuanto a esta importante doctrina bíblica.

Según los promotores de esta enseñanza, el creyente debe separarse de otro que profesa la fe cristiana SOLAMENTE cuando rechace las doctrinas de primer nivel.

Dios nos dice, por un lado, que no quiere que haya divisiones en el Cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:25); y por otro lado, nos manda a que estemos separados de ciertas personas en particular (2 Tesalonicenses 3:6-15)  ¿Se está contradiciendo Dios? ¿Qué debe hacer un cristiano? ¿Escoger el que más le convenga? ¿O leer estos mandamientos en sus respectivos contextos y obedecerlos? Dios no se contradice, lo que nos enseña es que la iglesia debe estar unida en doctrina y práctica; y separada por las mismas razones.

Nuestros padres Bautistas fueron perseguidos y puestos a muerte por causa de su posición en cuanto a la doctrina del bautismo; para ellos esta era una doctrina fundamental. Sin embargo, para muchos “Bautistas Reformados” de hoy, el bautismo ha sido establecido (humanamente hablando) como una doctrina de “segundo nivel”

¿Vamos a esperar a que los predicadores famosos nos indiquen que debemos separarnos de aquellos que andan desordenadamente, o simplemente obedecemos lo que la Biblia ya menciona de una manera muy clara? ¿Qué dice usted?

El punto para separarnos no es solamente el doctrinal, sino el de los frutos de la vida práctica. No basta con preguntar ¿Qué es lo que crees?; sino también ¿Cómo vives? La Biblia nos manda separarnos por causa del testimonio de los otros que no caminan conforme a la Verdad inspirada.

Dios manda la separación no solamente por temas doctrinales, sino que los mandamientos para la separación son más abundantes por causa del carácter impío y mundano de aquellos quienes han hecho una profesión falsa de fe.

La doctrina de la Santidad, o santificación ¿Es primaria, secundaria o terciaria? Parece que para la Biblia es primaria, pues dice que “sin santidad nadie verá al Señor” (Heb 12:14) No debemos olvidar que el carácter del creyente se forma por meditar en toda las Escrituras.

Cuando una persona desobedecía o rechazaba el mandamiento de Dios, éste era separado de la congregación.
2Ts 3:6 Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.

2Th 3:14-15 Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence. Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano.
¿Por qué esta forma de aproximarse a la fe cristiana es tan aceptada?

La respuesta es que el pensamiento posmoderno enseña que “vivimos en una era de tolerancia e indiferencia” y la iglesia-cultural rápidamente ha adoptado esta ideología anti-separatista. Sumado a ello, encontramos el nuevo paradigma (también tomado del pensamiento mundano) del éxito basado en los números. Todavía podemos seguir añadiendo el pensamiento del miedo a ser separados y estar fuera del grupo mayoritario, de perder fama y status. La idea es formar parte de la para-iglesia-virtual del futuro que está basada en las redes sociales y el internet. Bajo este nuevo prototipo, los ministerios solitarios de los profetas Jeremías, Elías y otros más, que fueron aprobados por Dios, quedarían descalificados en esta era de tolerancia e indiferencia donde ha resurgido una iglesia- posmoderna-cultural.

La fría ortodoxia reinante en los reformados de nuestros días continúa presa del friaje dogmático en que se encuentra. En consecuencia, se puede ver que el triage teológico no tiene como objetivo mejorar la vida práctica-moral cristiana; sino el mero intelectualismo.

En el fondo de todo este “triage teologico” se encuentra el espíritu de unidad entre profesantes del cristianismo e iglesias de diferentes denominaciones, pero que tienen un común denominador: “Las Doctrinas de la Gracia”

Santificando la indiferencia al cristianismo como un estilo de vida separado para Dios.

Para algunos solamente la teología es importante, para otros solamente la práctica cristiana; pero para otros, ambos son importantes. No solamente debemos preguntar lo que creen, sino que debemos ver cómo viven, sus testimonios personales. Muchos pueden tener buena doctrina, pero con sus vidas hacen que los incrédulos blasfemen el Nombre del Señor.

Una persona puede ser ortodoxa en su doctrina, pero no en su ortopraxis. ¿No hace a éstos iguales que el diablo y sus demonios?

Debemos recordar que no podemos desobedecer un mandamiento pequeño sin que caigamos en pecado; y que el relativismo moral proviene del relativismo doctrinal. Lo que se busca es una unión teológica con el nivel más bajo de doctrina y de moralidad. Ellos afirman que para tener una mayor congregación debemos aprender a tener un mínimo esencial para que nadie se sienta ofendido. Doctrinas mínimas atraen muchos congregantes.

Cuando se habla de “la unidad en lo esencial” es una manera de imponer la idea que “el error debe ser soportado” Enseña a tener un punto de vista bajo con relación a la Palabra de Dios. Los reformadores nunca creyeron en este refrán popular “en lo esencial unidad y en lo no esencial libertad”

Esencial y no-esencial. La pregunta es ¿esencial para qué?

Lo que se encuentra detrás de esta enseñanza es aprender a aceptar todos los puntos de vista y que el discernimiento ya no es necesario. Esto es, en realidad, un Caballo de Troya cargado de mundanalidad, ecumenismo, libertinaje, etc. Esto representa un “Pacto de no Agresión” sin importar lo que el otro pueda pensar de la Persona de Dios.

Es lamentable escribirlo pero las iglesias confesionales se han movido al terreno de “unidad en lo no-esencial”, silenciando las voces de convicción doctrinal, para poder tener mayor cantidad de congregantes. Esto, según ellos, las convierte en iglesias más espirituales y maduras. Hablan de estar unidos en el evangelio, pero en realidad nadie evangeliza. Se promueve una unión intelectual, fría y sensiblera teniendo como eje a las doctrinas de la gracia. ¿Necesito estar unido con alguien para predicar el evangelio en las calles o para repartir tratados evangelísticos? ¿Cuál es el gran denominador común?, ¿El evangelio, o las doctrinas de la gracia?

Pensamientos finales

¿Dónde dice en las Escrituras que solamente un número limitado de sus enseñanzas son dignas de ser puestas aparte? Respuesta.- en ningún lugar, ¿verdad?

Según la misma Escritura ¿Qué es esencial en ella y que no es esencial?
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (2Ti 3:16-17 – Todas las negritas añadidas)
El Señor dijo:
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. ” (Mat 28:19-20)
¿Qué persona podría ponerse delante del Cristo y decirle: “Sabe Señor, usted ha ordenado que debemos enseñar a tu pueblo que guarden todas las cosas que usted ha mandado, pero nosotros vamos a clasificar lo que ellos deben guardar en doctrinas primarias, secundarias y terciarias”?

¿Cómo reaccionaría el Señor si estuviera en la tierra y leyera esta propuesta de dividir Su Palabra en esenciales y no-esenciales?

Se habla de Sola Scriptura. Pero ¿qué han hecho de Sola Scriptura? ¡La han seccionado en partes!

Un hijo de Dios obedece sin preguntar: ¿Cuál mandamiento, o enseñanza de mi Padre Celestial puedo pasar por alto?; sino mas diría junto con el salmista: “Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, para que no sea yo avergonzado” (Sal 119:80)

No debemos temer a los debates doctrinales. Los fariseos del tiempo del Señor, tuvieron grandes confrontaciones con el Señor Jesús por diferentes razones, pero todas ellas relacionadas con las doctrinas de las Escrituras.

No debemos temer a las separaciones por causa de la doctrina. Las diferencias doctrinales son necesarias para que se muestre quienes son aprobados por Dios: “No hay duda de que habrán diferencias entre ustedes. Así es como se identifica a los que son aprobados” (1Co 11:19 - PDT)

No debemos temer enseñar todas las doctrinas como “importantes para Dios” Pablo dijo que no había rehuido predicar “todo el consejo de Dios” (Hch 20:27)

Ni la iglesia primitiva, ni los reformadores buscaron doctrinas en común con otros grupos profesantes de la fe cristiana con el propósito de procurar una unidad sobre la diversidad doctrinal. El cristianismo ha sobrevivido como un rebaño pequeño, con una doctrina sana, desde que la iglesia fue fundada por el Señor hace dos mil años.

Amén.


Puede descargar gratuitamente los audios de estas notas en los siguientes enlaces:

Parte 1: http://www.sermonaudio.com/sermoninfo.asp?sermonid=1515944596

Parte 2: http://www.sermonaudio.com/sermoninfo.asp?sermonid=15151530349



Pueden ver los videos de las predicaciones sobre este tema en nuestro canal de youtube:

Parte 1: https://www.youtube.com/watch?v=n3yra4BH_RM

Parte 2: https://www.youtube.com/watch?v=Lz99sZ6RizY



El escrito del Dr. Mohler se encuentra en: http://www.albertmohler.com/2004/05/20/a-call-for-theological-triage-and-christian-maturity-2/