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jueves, 22 de agosto de 2013

¿Puede un Cristiano cometer Suicidio?

Esta pregunta se ha levantado en estos últimos días como consecuencia de la declaración de unos pastores quienes afirmaban de manera positiva que 1) un cristiano sí puede suicidarse; y, 2) que su camino al cielo está asegurado por la expiación de Cristo quien ha cubierto tal pecado en Su sacrificio en la cruz.

¿Por qué se ha levantado la polémica sobre este tema, aun entre el grupo de los autodenominados “reformados”?

En estos últimos tiempos la internet nos ha vuelto perezosos para la lectura de aquellos libros de más de 1,000 páginas que conocemos bajo el nombre de “teología sistemática” (o “dogmática”) En el pasado, cuando la internet era escaza, los pastores y maestros debían de recurrir de manera obligatoria a estas obras para poder llevar a cabo el estudio de las grandes doctrinas de la Biblia, y alcanzar la calificación de “apto para enseñar” (1Ti 3:2) En la actualidad queremos aprender doctrina sin esforzarnos en un estudio arduo y concienzudo, aprendemos de los videos en youtube, de algunas meditaciones cortas sobre alguna doctrina, o de algunos artículos publicados en los blogs como este, recurren hasta la sicología secular para buscar respuestas; pero el asunto es que queremos aprender de materiales que no contengan más de 2 páginas, y luego nos lanzamos a presentar debates en las redes sociales.

Otro de los problemas que debemos sumar al primero, es la realidad de que cada uno aprende lo que quiere y como quiere; es decir, sin la guía del pastor y los ancianos de la iglesia local (en muchos casos ni existen), quienes han sido suplantados por la internet, el efecto de esto es la diferencia de opiniones dentro de una sola congregación local en cuanto a las doctrinas bíblicas.

Finalmente, todo esto ha tenido como consecuencia que sea otra persona (un pastor o maestro) quien piense por nosotros en cuanto a las cuestiones teológicas. La primera idea que ellos afirman, la recibimos como la verdad absoluta, y no podemos discernirla, ya que no tenemos cimientos teológicos de la fe que profesamos.

Muchos hermanos y hermanas conocen cual es mi posición en cuanto a la teología bíblica, soy un Bautista Reformado; en ese sentido, he estudiado y afirmado lo que conocemos como “Las Doctrinas de la Gracia”, y precisamente quisiera exponer de manera breve, la última de esas cinco doctrinas, “La Perseverancia de los Santos”, para responder a la pregunta ¿Puede un cristiano cometer suicidio? Y lo haré desde la posición calvinista histórica que es muy diferente en muchos aspectos a las nuevas enseñanzas planteadas por los proponentes del nuevo calvinismo.

Considerando lo limitado del espacio para escribir, veo por conveniente citar a los académicos en cuanto a la postura bíblica, calvinista e histórica sobre esta doctrina y hacer comentarios breves. Finalmente les compartiré un breve articulo acerca de la diferencia entre la doctrina “la salvación no se pierde” o “una vez salvo siempre salvo”; de la doctrina calvinista-histórica “La Perseverancia de los Santos”, cuyo nombre verdadero por los argumentos postulados debería ser “La Perseverancia de Dios en la Salvación de Sus Redimidos”

Charles Hodge, en el segundo volumen de su obra “Teología Sistemática” afirma lo siguiente, con relación a la doctrina de la Perseverancia

En el capítulo II “El Pacto de Gracia”, en la sección “Cristo como mediador del Pacto” escribe lo siguiente:
Como Cristo es una parte del pacto de la redención, también es constantemente presentado como el mediador del pacto de la gracia, y no sólo en sentido de un internuncius, como Moisés fue mediador entre Dios y el pueblo de Israel, sino en el sentido, (1) De que fue por Su intervención y sólo en base de la que Él había hecho, o prometido hacer, que Dios entró en este nuevo pacto con los hombres caídos. Y, (2) en el sentido de una garantía. Él garantiza el cumplimiento de todas las promesas y condiciones del pacto. Su sangre fue la sangre del pacto. Esto es, Su muerte tuvo todos los efectos de un sacrificio federal, no sólo vinculando a las partes del contrato, sino también asegurando el cumplimiento de todas sus estipulaciones. Por ello, se le llama no sólo Mesistës, sino también Enguos (Hc 7:22), un patrocinador, o prenda de garantía. Al cumplir las condiciones de las que dependían las promesas del pacto de la redención, la veracidad y la justicia de Dios quedan comprometidas para asegurar la salvación de Su pueblo; y esto asegura la fidelidad de Su pueblo. De manera que Dios responde tanto por Dios como por el hombre. Su obra asegura los dones de la gracia de Dios, y la perseverancia de Su pueblo en la fe y en la obediencia. Por ello, Él es en todos los sentidos nuestra salvación.

Esta cita hace referencia a la obra de Cristo, la cual no solamente es perfecta para perdonar los pecados; sino también para asegurar la perseverancia de Su pueblo en fe y obediencia. La Escritura lo dice de esta manera: “ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios” (Ga 2:20)

Más adelante, Charles Hodge, en el capítulo XVI referido a la fe, afirma lo siguiente:
Se tiene que recordar aquí que el Apóstol no argumenta para demostrar meramente la certidumbre de la salvación de los que creen; sino su segura perseverancia en la santidad. Según el sistema de Pablo, la salvación en pecado es una contradicción lógica. Esta perseverancia en santidad es asegurada en parte mediante la influencia secreta interior del Espíritu, y en parte por todos los medios adaptados para lograr este fin: instrucciones, amonestaciones, exhortaciones, advertencias, los medios de la gracia, y las dispensaciones de Su providencia.

Aquí Hodge no dice que vamos a morir sin pecados ya que en el párrafo siguiente cita el pasaje que se está utilizando mucho en este debate del suicidio del creyente: “Estoy persuadido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús nuestro Señor” (Ro 8:38-39) Sin embargo, en ese mismo párrafo Hodge declara:
La perseverancia, nos enseña él, se debe al propósito de Dios, a la obra de Cristo, a la morada del Espíritu Santo, y a la fuente primaria de todo; al infinito, misterioso e inmutable amor de Dios. No nos guardamos a nosotros mismos: somos guardados por el poder de Dios, por medio de la fe, para salvación (1 P 1:5)

1Pe 1:5 nos dice “que sois protegidos por el poder de Dios mediante la fe, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo”

Juan Calvino también escribe acerca de la necesidad de la Perseverancia de Dios en la Salvación del creyente. Las citas corresponden a su obra “La Institución de la Religión Cristiana”. En esta primera, vemos la manera como Calvino utiliza el pasaje de Ef 2:10 para sostener la perseverancia de los santos hasta el final; Calvino dice:
Pero, a fin de disipar esta fantasía de un mérito de nuestra parte, argumenta de esta manera: "porque en Cristo fuimos creados para las buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano"; con las cuales palabras quiere decir que todas las buenas obras en su totalidad, desde el primer momento hasta la perseverancia final, pertenecen a Dios. (II.III.6)

A continuación, Juan Calvino continúa hablándonos de la perseverancia de Dios en guardar a sus santos; aquí menciona la palabra “albedrio” en el salvado, lo que en el artículo final tocaremos bajo el nombre “Libertad Libertaria”. El autor también refiere de una fuerza invisible para resistir al mal, hecho que en sus palabras “lo podemos sólo por la Gracia de Cristo”:
Pero no es posible resumir esta materia más brevemente de lo que él lo expone en el capítulo octavo del libro De la Corrección y de la Gracia. Enseña allí primeramente que la voluntad del hombre no alcanza la gracia por su libertad, sino la libertad por la gracia; en segundo lugar, que en virtud de aquella gracia se conforma al bien, porque se le imprime un deleitable afecto a perseverar en él; lo tercero, que es fortalecida con una fuerza invencible para resistir al mal; en cuarto lugar, que estando regida por ella jamás falta, pero si es abandonada, al punto cae otra vez. Asimismo, que por la gratuita misericordia de Dios la voluntad es convertida al bien, y convertida, persevera en él. Que, cuando la voluntad del hombre es guiada al bien, el que, después de ser a él encaminada, sea constante en él, todo esto depende de la voluntad de Dios únicamente, y no de mérito alguno suyo. De esta manera, no le queda al hombre más albedrío -. si así se puede llamar - que el que él describe en otro lugar: "tal que ni puede convertirse a Dios, ni permanecer en Dios, mas que por la sola gracia; y que todo cuanto puede, sólo por la gracia lo puede"3 (La gracia de la perseverancia es gratuita.- II, III, 14.)

En la siguiente cita, Calvino niega que la fe salvífica se puede limitar a un momento de tiempo; sino que dice que esa fe salvífica supera la vida presente y nos lleva a la gloria eterna. El teólogo utiliza la palabra “dislate” que también significa “absurdo”, “necedad”, con ello, señala como necios a aquellos que dicen que la certidumbre de la fe pueda ser abandonada en esta vida:
Es cierto que el Apóstol en otro lugar nos pone sobre aviso, recordándonos nuestra debilidad e inconstancia: "El que piensa estar firme", dice, "mire que no caiga" (1 Cor.10:12). Esto es verdad. Sin embargo, él no se refiere a un temor que deba hacernos desmayar y perder el ánimo, sino de un temor en virtud del cual aprendamos a humillarnos bajo la poderosa mano de Dios, como lo declara san Pedro (1Pe. 5:6). Además, ¿qué dislate no sería querer limitar a un momento de tiempo la certidumbre de la fe, cuando es cualidad propia suya superar la vida presente y llegar a la inmortalidad futura? (La naturaleza de la verdadera fe es perseverar III, II, 40.)

En esta parte de las citas de los teólogos calvinistas-históricos, quisiera traer aportes de la obra “Teología Sistemática” de Louis Berkhof. ¿Por qué cayeron los ángeles que cayeron? ¿Fue por una causa de libre elección de cada uno de ellos? Sabemos que algunos escogieron quedarse con Dios ¿Por qué lo hicieron? El autor nos refiere este hecho a “una gracia especial de perseverancia”:
Los ángeles buenos se llaman elegidos en 1Ti 5:21. Recibieron, evidentemente, en adición a la gracia con que todos los ángeles fueron dotados, y que fue suficiente para hacerlos capaces de retener su posición, una gracia especial de perseverancia por medio de la cual fueron confirmados en su posición. (pag. 171)

En la sección que Berkhof habla acerca del Orden de la Salvación, encontramos un aporte por el cual el autor afirma que la bendición de Cristo preserva al hombre para su herencia eterna, lo libra de los sufrimientos y lo libra de la muerte:
Bavinck distingue tres grupos en las bendiciones de la salvación. Comienza por decir que el pecado es culpa, contaminación y miseria, porque envuelve el quebrantamiento del pacto de obras, una pérdida de la imagen de Dios y una sujeción al poder de corrupción. Cristo nos libró de estos tres mediante sus padecimientos, su satisfacción de las demandas de la ley y su victoria sobre la muerte. En consecuencia, las bendiciones de Cristo consisten en lo siguiente:

1. El restaura la relación correcta del hombre con Dios y con todas las criaturas mediante la justificación, incluyendo el perdón de los pecados la adopción de hijos, la paz con Dios y la libertad gloriosa.

2. Renueva al hombre a la imagen de Dios por medio de la regeneración, el llamamiento interno, la conversión, la renovación y la santificación.

3. Preserva al hombre para su herencia eterna, lo libra de los sufrimientos y de la muerte, y lo pone en posesión de la salvación eterna mediante la preservación, la perseverancia, y la glorificación. (Berkhof.- el orden de la salvación (Pag. 497)

Cristo libra de la muerte a sus ovejas: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resistirla” (1Co 10:13) de este versículo se desprenden las siguientes afirmaciones: 1) las tentaciones que recibimos los creyentes no son únicas; sino que otros hermanos son también tentados de la misma manera, 2) Cristo no va a permitir que la tentación a Su oveja sea mayor a la que ésta pueda soportar, si ocurriese el caso que la tentación fuera superior a la capacidad del creyente, entonces Cristo ha fallado en Su promesa; finalmente, 3) Cristo promete proveer una salida junto con la prueba, si una oveja llega al suicidio, debemos entender que Cristo falló en su promesa. Todo esto se refiere a la Perseverancia de Cristo para preservar a Su pueblo.

En esta cita final, Berkhof añade a su argumento los Cánones de Dort, donde sabiamente se hace una diferencia entre “el pecado de muerte” y “el pecado en contra del Espíritu Santo” en la actividad espiritual de la perseverancia de Dios:
Sólo en las iglesias calvinistas es donde la doctrina se ha mantenido en una forma que proporciona seguridad absoluta. Los Cánones de Dort, después de llamar la atención a la mucha debilidad y fracasos de los hijos de Dios, declara: "Pero Dios que es rico en misericordia, según su inmutable propósito de elección, no quita por completo el Espíritu Santo de aquellos que son su pueblo, ni siquiera en sus más graves caídas; ni los deja que se alejen tanto como para que pierdan la gracia de la adoración y sean despojados del estado de la justificación, o cometan el pecado de muerte o en contra del Espíritu Santo ; ni les permite desertar totalmente, y lanzarse a la destrucción eterna".(Pag. 653)

Para terminar esta entrada, quisiera citar un artículo que enseña la diferencia entre la Doctrina de la Perseverancia de los Santos, de otras doctrinas que pueden parecer similares. Es interesante la forma en que se debe abordar este tema, partiendo de la premisa de si “tienen los redimidos de Dios libre albedrio (Libertad Libertaria) para tomar sus decisiones libres de cualquier fuerza externa y del plan soberano de Dios:

Las Doctrinas de “Una Vez Salvo, Siempre Salvo” (UVSSS) y la “Seguridad Eterna”; Versus la “Doctrina de la Perseverancia de los Santos”


Breves definiciones:

Libertad Compatible.- Una teoría del libre albedrío que postula que la voluntad del hombre es libre de tomar una decisión, pero limitada por las circunstancias y consideraciones externas, y por el decreto soberano de Dios.

Libre albedrio.- Un término que denota la libertad del hombre para hacer cosas y tomar decisiones sin estar sujeto a fuerzas externas.

Libertad Libertaria.- Una teoría del libre albedrio que postula que la voluntad del hombre es libre para tomar decisiones libres de todas las fuerzas externas, circunstancias y consideraciones, y libre del plan soberano de Dios.

Artículo:

Muchos arminianos modernos por ejemplo David Hunt y el llamado “calvinista moderado” Norman Geisler son arminianos de cuatro puntos quienes solamente están en desacuerdo con el arminianismo clásico en su rechazo de la perseverancia condicional en la fe, y abrazan la doctrina de la “eterna seguridad” o “Una vez salvo, siempre salvo” (UVSSS). Esto suena como la doctrina cristiana de “La Perseverancia de los Santos” ¿Son ellas iguales?

La doctrina arminiana de la seguridad eterna y la doctrina calvinista de la perseverancia de los santos, tienen en común su compromiso con el hecho de que la salvación es por la gracia de Dios y no por obras (Ef 2:8-9) y en consecuencia, cuando una persona es salvada, ellos son verdaderamente salvos y no pueden caer, señalando que Jesús dijo que ninguno de aquellos quienes fueron dados a Él, ninguno se perderá (Jn 6:39) La gran diferencia, sin embargo, surge de la premisa de la “Libertad Libertaria” de los arminianos la cual conduce a un divorcio entre la justificación y la santificación en las vidas de los creyentes verdaderos.

El apologista del arminianismo clásico Dan Corner, del llamado ministerio “Alcance Evangélico” acusa a los evangélicos de predicar un evangelio falso y atacar directamente a la doctrina evangélica arminiana de la seguridad eterna, llamándola “el falso evangelio del diablo de la seguridad-en-el-pecado”. Esto es debido a la forma en que enmarcan la doctrina y la presentan en los círculos evangélicos.

En la doctrina de la seguridad eterna, el proceso de justificación está divorciado del proceso de santificación. Por lo tanto, una persona quien es justificada puede no someterse a la santificación. Como se ha declarado arriba, esto se levanta de la creencia de una “Libertad Libertaria”, la cual, en consecuencia, le da la libertad al hombre de escoger si él, o ella, quieren ser santificado después que él/ella ha sido justificado. De este modo, una situación puede levantarse cuando una persona, después de haber sido justificado delante de Dios, resbala hacia atrás en sus viejos hábitos de pecado y convertirse en un llamado cristiano carnal. Además, es afirmado por algunos, especialmente en el campo del no-Señorío, que incluso que si esta persona comete pecados graves como asesinato o violación, aquella persona finalmente será salva así como él/ella son justificados delante de Dios. Es entonces fácil ver porque tal doctrina destructora-de-almas provocaría tal reacción de arminianos como Dan Corner. Sin embargo su alternativa no es mejor en rescatar personas y es igualmente condenable ya que lógicamente conduce a la doctrina de salvación por “fe y obras”, la posición del Catolicismo Romano, aun cuando él diga lo contrario.

La doctrina calvinista de la Perseverancia de los Santos es mucho mejor de lejos. A diferencia de la seguridad eterna, no separa la justificación de la santificación (aunque ambos procesos son distintos el uno del otro) ni tampoco cae en la falsa premisa arminiana de la “Libertad Libertaria”. En su lugar, proclama que toda persona quien es justificada, también es santificada (Ro 5:2-11 vea especialmente el versículo 5 y 8) y finalmente glorificado (Ro 8:30) En contraste con el arminiano, aquellos que son justificados no tienen “el libre albedrio” para ‘resistir’ la santificación, aunque ellos deseosamente se someten a ella (Compatibilismo) En consecuencia, aquellos quienes son justificados no caerán en tales pecados gravosos para oscurecer su salvación, sino que finalmente se arrepentirán. Por lo tanto, la objeción del arminianismo clásico hacia el cristianismo reformado, se desmorona con el entendimiento de la doctrina de la Perseverancia de los Santos. Más aún, si hay tales personas quienes pecan gravosamente sin ningún remordimiento, la doctrina reformada de la Perseverancia de los Santos también declara que aquella persona quien peca deseosa y felizmente, no puede ser salva después de todo (1 Jn 2:19)

En conclusión, la doctrina de la seguridad eterna y la Doctrina de la Perseverancia de los Santos parecen similares. Sin embargo, en el fondo, son totalmente diferentes la una de la otra y conducirán a conclusiones diferentes con respecto a la salvación.

http://www.angelfire.com/falcon/ddd_chc82/theology/OSAS.html

Todos estos argumentos deben concluir en que un cristiano genuino, POR CAUSA DE LA PERSEVERANCIA DE CRISTO EN SU SALVACION, NO PUEDE COMETER SUICIDIO, siendo esto cierto, queda por demás preguntarnos si el destino del alma que comete tal pecado irá al cielo o no.
Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. (2Co 1:5)

Soli Deo Gloria