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lunes, 13 de febrero de 2012

Refutando a la Teología Reformada Bautista

He visto que en google algunos hermanos están utilizando las palabras “refutando a la teología reformada bautista” (lo sé por que así llegan a mi blog). Lo que yo haría, en lugar de ellos, son dos cosas: Primeramente abriría la Biblia (no google) para escudriñar si las cosas que dicen o predican los bautistas reformados son en realidad la Palabra de Dios; (Debemos considerar que hay en el internet muchos que se hacen llamar “reformados” y no lo son) y, en segundo lugar buscaría un libro de teología, principalmente de los autores bautistas antiguos y de los puritanos, para conocer si esa interpretación corresponde a los 20 siglos de vida de la iglesia. ¿Quieren aprender leyendo 15 minutos en un blog, lo que a muchos nos ha tomado 5 años estudiando en las Escrituras y en la Teología Sistemática? Eso no es sabio, creo que eso es muy necio. (Este blog no tiene como propósito reemplazar el estudio diligente de la Palabra de Dios; ni un estudio responsable de la Teología Sistemática)

Amigo, amiga; mi consejo es que leas las Escrituras sin ningún prejuicio en tu mente; y que oigas las voces de los maestros del pasado que Dios los levantó como tales: Ef 4:11 “Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros,”

También debes de ser bereano, no debes poner tu confianza en lo que un predicador predica; debes escudriñar las Escrituras y verificar en ellas lo que predicamos desde los púlpitos; incluyendo (principalmente) lo que yo predico y enseño. Así lo hicieron los de Berea con el apóstol Pablo,  ¡cuanto más debe ser así con nosotros los que estamos en la posición de maestros! Ellos pensaron: “Sí, Pablo, ya nos dijiste que tú estuviste en el tercer cielo recibiendo palabras inefables del mismo Dios; pero voy a verificar en las Escrituras lo que tú enseñas” ¡Ese es el consejo de Dios para su pueblo redimido!

Muchos hablan mal de una o de otra doctrina por que así han escuchado de otros; pero ¿has estudiado esas doctrinas? ¿O solamente repites como un loro lo que otros ni siquiera han estudiado e investigado? Hch 17:11  “Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, para ver si estas cosas eran así” (Resalte usted “Para ver si estas cosas eran así”)

¿Hace usted lo que Dios le ordena por medio de Su Palabra? ¿Es usted un escudriñador? Si usted no lo hace de esa manera, déjeme decirle bajo la autoridad de las Escrituras que usted está en desobediencia abierta contra Dios.

Como testimonio personal le contaré que en los inicios de mi vida como creyente, de una lectura personal de las Escrituras, yo notaba que habían diferencias entre lo que el predicador predicaba y lo que yo entendía de la Biblia, yo no sabía cual era mi posición doctrinal, solamente sabía que la Escritura hablaba diferente de lo que yo escuchaba en los púlpitos; y así anduve poco mas de un año de mi vida como creyente. Hasta que un día cayó en mis manos, por la providencia de Dios, un libro de Charles Spurgeon, y yo dije ¡Este hombre entiende la Biblia igual que yo! Y desde ese día conocí como se llamaba la denominación a la que yo pertenecía. Soy cristiano primeramente, también soy bautista; y soy reformado. ¡Toda la gloria es para mi todo soberano Dios!

martes, 18 de octubre de 2011

“Sola Scriptura” no es lo mismo que “Solo Scriptura”

(Traducido por Guillermo de Lama. Tomado de http://effectualgrace.com/2011/10/17/well-done-phil/)

 “Sola Scriptura” no es lo mismo que “Solo Scriptura”. Un entendimiento adecuado de “Sola Scriptura” no conducirá a una actitud  individualista “mi biblia y yo en el bosque” para una interpretación de la Biblia. Debido a los dones de Cristo para la Iglesia a través de los siglos, tenemos el privilegio de estar parados en los hombros de gigantes.

 En este tema, me encanta leer la respuesta de Phil Johnson (hace un tiempo atrás) a un interlocutor en su blog “Piromaníacos” quien preguntó:

Su identidad como un bautista, sus interminables citas de Charles Spurgeon, su fe devota a John Macarthur, y especialmente su deseo de llamarse a si mismo “calvinista” son grandes banderas rojas que me dicen que algo está seriamente equivocado con su teología. ¿Por qué usted enseña un sistema de doctrina que lleva el nombre de un simple hombre? ¿Por qué está usted siguiendo maestros humanos, en lugar de ir a la Biblia sola? Después de todo 1 Jn 2:27 dice: “la unción que recibisteis de El permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe” ¡Debemos ir a la sola Escritura para establecer nuestra doctrina! La verdad está en la Santa Palabra de Dios, no en un sistema teológico o en un libro de teología desarrollados por simples hombres. ¿No fue ese el principio original de la reforma? ¿Sola Scriptura? ¿Aun el mismo Calvino no fue a la Escritura por la verdad, en lugar de leer otros hombres? Yo creo que si Calvino mismo escribiera para este blog, él guiaría a las personas hacia la verdad en la Santa Palabra de Dios, no hacia una teología desarrollada por algún otro hombre.

La respuesta de Phil: Usted ha malentendido seriamente “Sola Scriptura” si realmente se imagina que ésta excluye a los maestros humanos o que elimina a la teología sistemática. Los reformadores (incluyendo Calvino) por lo general citaban las obras de Agustín, Tertuliano, Jerónimo, Cipriano, Ambrosio, y otros que van desde los padres de la iglesia hasta Tomás de Aquino. Los reformadores no siguieron a ellos de manera “esclavizada”, por su puesto, pero es cierto que ellos los tomaron seriamente. Ninguno de los grandes reformadores habría tolerado la afirmación que por que los padres de la iglesia eran simples hombres, ellos fueran irrelevantes o incapaces de arrojar alguna luz de ayuda en cuestiones teológicas difíciles.

Sola Scriptura significa que la Escritura sola es la última instancia de apelación en todos los asuntos de fe y práctica. Es una afirmación de que "todo el consejo de Dios, sobre todas las cosas necesarias para su propia gloria, la salvación del hombre, la fe y la vida, están en forma expresa establecidos en la Escritura, o por buena y necesaria consecuencia se deduce de las Escrituras" y que "nada en ningún momento se va a agregar (a la Biblia), ya sea por nuevas revelaciones del Espíritu, o por las tradiciones de los hombres". Reconoce en última instancia que no hay ninguna autoridad espiritual más elevada que la Palabra de Dios, por lo que "la única regla infalible para interpretar la Biblia es la Biblia misma, y en consecuencia, cuando hay una pregunta sobre el sentido verdadero y completo de algún pasaje de la Escritura. . . éste debe ser examinado y conocido por otros pasajes que hablan con más claridad"

Pero nada de esto significa que estamos obligados a descartar la sabiduría de hombres piadosos del pasado, y requerir que cada hombre intente discernir la verdad, partiendo de cero, por la lectura de nada más que la Escritura misma.

En cuanto a Calvino, él ciertamente “guiaba a las personas hacia la verdad en la Santa Palabra de Dios” pero una cosa que él no hizo fue alejar a las personas de los teólogos importantes del pasado. De hecho, las obras de Calvino están llenas con referencias de los padres de la iglesia – Agustín en particular. Calvino sabía que era importante demostrar que él no estaba proponiendo nada nuevo y que su teología estaba en el linaje de la doctrina de los más grandes teólogos de la iglesia. Se consideraba a sí mismo como “agustino”, exactamente de la misma manera que hoy en día muchos se consideran a sí mismos "calvinistas".

Si Calvino escribiera para este blog y alguien respondiera en uno de sus posts, el rechazo a leer lo que Agustín escribió, Calvino probablemente escribiría que esa persona es arrogante e ineducable.

Por cierto, 1 Juan 2:20, 27 es la respuesta del apóstol Juan a un antiguo brote con sabor gnóstico hacia un elitismo espiritual. Estaba refutando a algunos de los falsos maestros (que él llamó los "anticristos"), quienes insistían que la verdad real es un secreto profundo, diferente del mensaje apostólico, en el que la gente debe ser iniciada por un guía ungido. El Espíritu Santo habita y unge a cada creyente, y El es el único quien verdaderamente ilumina para entender la verdad. Pero El también ha dado dones a ciertas personas con una capacidad peculiar para enseñar a otros (Romanos 12:6-7; Efesios 4:11) Por lo tanto, mientras Juan estaba condenando la noción de guías iluminados con el estilo de “masonería” y “gnosticismo” él no estaba haciendo una condenación general en contra de los maestros. El mismo era un maestro.