viernes, 5 de diciembre de 2014

¿Qué dice la Biblia sobre la cremación del cuerpo?


Hace algunos años tuve la oportunidad de predicar acerca de las Cinco Solas de la Reforma. Cuando estaba tratando el tema de la “Sola Scriptura” recuerdo haber mencionado que en nuestros días muchos evangélicos, aun los llamados de sana doctrina, habían abandonado tal principio para adherirse a uno nuevo; abrazar el principio de “Solo Pastor” por el cual, un pastor famoso se convierte en la regla de lo que el creyente debe creer y practicar, dejando el estudio de las Escrituras y el escudriñar cada día para ver si las cosas que se leen o se escuchan son como Dios enseña en Su Palabra.

En un blog estaba leyendo una entrada que trataba el tema de “La cremación del cuerpo”, en el cual pude notar que la conclusión estaba equivocada, y por tal motivo me veo obligado a escribir este artículo.

No debería resultar difícil escribir sobre este tema del cual la Biblia habla de una manera muy clara, no de una manera explícita, pero sí de una manera implícita. Por ejemplo, los creyentes no tenemos un mandamiento explícito en el Nuevo Testamento que nos diga: “El día del Señor es ahora el primer día de la semana, ya no más el sétimo”; sin embargo, reconocemos que esta enseñanza la encontramos en la vida práctica de los santos del Nuevo Testamento; es decir, el mandamiento está enseñado de manera clara en una forma implícita.

El objetivo es rebatir los argumentos que llevan a una conclusión equivocada cuando el autor escribe:
No sería contra la voluntad de Dios si uno envuelve con el fuego de la cremación el cuerpo muerto. Por tanto, podemos parafrasearlo con estas palabras: Quien entierra a sus muertos y da gracias a Dios, para el Señor entierra. Y quien hace cremación del cuerpo de sus difuntos, y da gracias a Dios, para el Señor ha cremado.
En ese sentido, pido al lector que escudriñe en las Escrituras los argumentos que comienzo a presentar a partir de este punto.

La Biblia es la única autoridad para el cristiano en asuntos de lo que debe ser creído y practicado

En este punto tenemos que considerar que existe algunas veces el deseo de justificar una práctica haciendo preguntas incorrectas a la Palabra de Dios. Por ejemplo, son muchos quines nos preguntan con el ánimo de justificar un hábito pecaminoso: ¿Dónde dice en la Biblia que no se puede fumar?; o ¿Dónde dice en la Biblia que no podemos asistir a una discoteca?; o para el tema que nos concierne: ¿Dónde dice en la Biblia que no podemos cremar el cuerpo de los cristianos muertos? Esta manera de acercarse a la Biblia es equivocada.

No podemos desconocer las crecientes estadísticas que demuestran una tendencia creciente a cremar los cadáveres de los muertos antes que enterrarlos. En países como los Estados Unidos, por ejemplo, la cremación es más barata que una sepultura y se reconoce que ese es el motivo por el cual las personas prefieren cremar antes que enterrar. Pero los creyentes debemos movernos por lo que la Palabra de Dios nos manda, no por tendencias sociales o económicas. El hecho que la mayoría creme a sus muertos, no significa, necesariamente, que están cumpliendo el mandamiento del Señor.

Nuestro estudio bíblico sobre este tema, por lo tanto, debería comenzar con la siguiente pregunta: ¿Existe algún pasaje en las Sagradas Escrituras por el cual un creyente (del AT o del NT) haya practicado la cremación de un cuerpo  muerto con el consentimiento y la aprobación de Dios?

La respuesta a esta pregunta es un simple ¡No, no hay un solo texto que lo apoye!

La cremación ha sido (y es) la costumbre de las civilizaciones paganas

En este punto creo que no hay mucho que escribir. Si buscamos en el internet acerca de este tema, vamos a encontrar que quienes practicaban, y en algunos casos aun practican la cremación, han sido los vikingos, los hindúes, los budistas, los romanos, entre otros; pero nunca fue la práctica de los hebreos ni de los cristianos. En este punto, me parece que todos debemos estar de acuerdo.

Entonces, ¿Por qué un hijo de Dios debería hacer las cosas que hacen los enemigos de Dios en el tratamiento con sus muertos?

En tiempos bíblicos, la falta de la sepultura de un cadáver representaba una maldición de Dios.

Existen muchos versículos que nos demuestran que estar sin sepultura era el colmo de la degradación (el énfasis es mío):
Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. (1 Samuel 17:45-46)

Y clamó al varón de Dios que había venido de Judá, diciendo: Así dijo Jehová: Por cuanto has sido rebelde al mandato de Jehová, y no guardaste el mandamiento que Jehová tu Dios te había prescrito, sino que volviste, y comiste pan y bebiste agua en el lugar donde Jehová te había dicho que no comieses pan ni bebieses agua, no entrará tu cuerpo en el sepulcro de tus padres. (1 Reyes 13:21-22)

Aunque el hombre engendrare cien hijos, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren numerosos; si su alma no se sació del bien, y también careció de sepultura, yo digo que un abortivo es mejor que él. (Eclesiastés 6:3)

Todos los reyes de las naciones, todos ellos yacen con honra cada uno en su morada; pero tú echado eres de tu sepulcro como vástago abominable, como vestido de muertos pasados a espada, que descendieron al fondo de la sepultura; como cuerpo muerto hollado. No serás contado con ellos en la sepultura; porque tú destruiste tu tierra, mataste a tu pueblo. No será nombrada para siempre la descendencia de los malignos. (Isaías 14:18-20)

Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacim hijo de Josías, rey de Judá: No lo llorarán, diciendo: ¡Ay, hermano mío! y ¡Ay, hermana! ni lo lamentarán, diciendo: ¡Ay, señor! ¡Ay, su grandeza! En sepultura de asno será enterrado, arrastrándole y echándole fuera de las puertas de Jerusalén. (Jeremías 22:18-19)

Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacim rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David; y su cuerpo será echado al calor del día y al hielo de la noche. (Jeremías 36:30)
Las Escrituras demuestran que Dios ordenaba que el cuerpo de pecadores gravosos sea consumido por el fuego
Y la hija del sacerdote, si comenzare a fornicar, a su padre deshonra; quemada será al fuego. (Lev 21:9)

Y le dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado?  Túrbete Jehová en este día.  Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron después de apedrearlos. (Jos 7:25)
Las Escrituras enseñan claramente que Dios condena a la persona que crema un cadáver
Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Moab, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque quemó los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos. (Amo 2:1)
El pueblo de Dios siempre enterró a sus muertos

En el artículo referido se dice que José “fue embalsamado” (Génesis 50:2, 26) pero la Biblia revela que finalmente fue sepultado, un hecho que fue omitido por el autor.

Sin embargo, las Escrituras nos demuestran que los creyentes de ambos testamentos enterraban a sus muertos:
  • Sara fue enterrada por Abraham (Gn 23:1-4)

  • Abraham fue enterrado por Isaac e Ismael (Gn 25:8-10)

  • Raquel fue enterrada por Jacob (Gn 35:19-20)

  • Isaac fue enterrado por Esau y Jacob (Gn 35:29)

  • José fue enterrado (Josué 24:32)

  • Moisés, Josué, Samuel, David, Salomón, etc. ¡Todos fueron enterrados!
En el Nuevo Testamento fueron enterrados:

  • Juan el Bautista (Mt 14:12)

  • El Señor Jesús (Mt 27:30)

  • Esteban (Hch 8:2)

  • Ananías y Safira (Hch 5:6, 10)
¿Se da cuenta usted, estimado lector, que la cremación es un pecado delante de Dios?

Solamente han sido presentados los pasajes de las Escrituras que tratan de una manera directa con este tema sin hacer mucho comentario; el pastor Spurgeon diría “se ha soltado al león para que se defienda”

Como usted puede ver, la Biblia habla de este asunto de una manera muy clara y no es como dice el autor del artículo al que me refiero: “Y quien hace cremación del cuerpo de sus difuntos, y da gracias a Dios, para el Señor ha cremado” ¡No Hermano, la cremación no es del agrado de Dios!

Ahora quisiera preguntarle a usted:

¿No dice la Biblia que nuestro cuerpo es del Señor?;

¿Entonces porque no hacemos con él como el Señor ordena y le damos sepultura después que muere?

Actualización:

Dios le dijo a Adán:
“Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás” (Gen 3:19) – énfasis mío

Este artículo fue escrito por el pastor Guillermo de Lama para responder a los argumentos del pastor Oscar Arocha en su publicación en el blog del movimiento para-eclesial “La Coalición por el Evangelio”

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