Quisiera comenzar esta entrada escribiendo lo siguiente:
“Un hombre puede ser, evidentemente, de la familia elegida por Dios; y sin embargo, a pesar de ser un elegido, puede que no crea en la doctrina de la elección. Afirmo que hay muchos llamados para salvación, que no creen en el llamamiento eficaz, y que hay muchos que perseveran hasta el fin, quienes no creen en la doctrina de la perseverancia. Confiamos en que los corazones de muchos están muchísimo mejor que sus cabezas. No ponemos sus falsedades abajo por cualquier oposición deliberada a la verdad que es en Jesús, sino que simplemente es un error en sus juicios, que oramos a Dios para que sean corregidos. Confiamos en que si ellos piensan que nosotros también estamos equivocados, ellos nos retribuirían con la misma cortesía cristiana; y cuando nos reunamos alrededor de la cruz, esperemos que alguna vez sintamos que somos uno en Cristo Jesús”
Es más, creo que también sería oportuno que yo escriba además lo siguiente:
"Creemos en los cinco grandes puntos comúnmente conocidos como calvinistas; pero no consideramos que esos cinco puntos sean como espinos de púas que deban ser empujados entre las costillas de nuestros hermanos en Cristo"
Si se han dado cuenta, por el nombre de este blog, quien escribe estas palabras sería alguien que afirma sostener las doctrinas reformadas. Y yo estaría afirmando que aun las personas que no creen en algunos “puntos del Calvinismo” son también salvas y pertenecientes a la familia de Dios.
Es decir, aunque algunos hermanos cristianos nieguen “la Elección Incondicional”, “El Llamamiento Eficaz” y “La Perseverancia de los Santos”; doctrinas en las que nosotros creemos firmemente; eso no los descalificaría como herederos de las Promesas Divinas y de la salvación eterna.
Si las primeras palabras han despertado el enojo de algunos “Hipo-Calvinistas”; las últimas deben haber terminado por enfurecerlos.
¿Hipo-Calvinistas? ¿Qué es eso? ¿Estoy inventando algo nuevo?
¡No! no estoy inventando nada nuevo, este término ya tiene algún tiempo en el ambiente “evangelical”; solamente que no ha sido conocido por muchos de nosotros, y creo que debe ser explicado. Quisiera hacerlo mediante un ejemplo: Sabemos que el “hiper-calvinismo” es una palabra que denota la distorsión o exageración del Calvinismo histórico. Tomemos como muestra la libre oferta del evangelio. Un “hiper” postula que el evangelio debe ser predicado únicamente a los escogidos por Dios; en tanto que un “Hipo” condena a los calvinistas que piensan y practican de manera contraria; es decir, a los que predican a toda criatura.
El “Hipo-Calvinismo” es una enseñanza que cae por debajo del verdadero calvinismo y que obra la apostasía del calvinismo histórico en las iglesias reformadas.
Con relación a nuestro tema, un “Hipo-Calvinista” condena a otros “Calvinistas” por no condenar a aquellos que no sostienen las doctrinas de la gracia. Cuando digo la palabra “condena” quiero decir “manda al infierno”, los consideran como “no regenerados”.
Un “Hipo” afirma que una persona “ha sufrido verdadera conversión” (o regeneración) cuando cree (aunque sea intelectualmente) en los famosos “Cinco Puntos del Calvinismo”; y además, reprueba y condena a quienes no creen de la misma forma. Si estos dos factores no obran juntos; entonces la persona es “no salva”. No basta con creer, hay que condenar también.
Un “Hipo” es en realidad un sandemaniano elevado a la enésima potencia.
La prueba de conversión para un “Hipo” es “¿Crees en las doctrinas de la Gracia? ¿Si?, entonces bienvenido ‘hermano’; ahora condenemos al resto que no piensa como nosotros”. Para un “Hipo” no es importante el testimonio de vida de la persona. No importa si la persona vive como las bienaventuranzas del Sermón del Monte expresan; si no cree en los cinco puntos: no es cristiana (así de simple).
Esto es algo que, creo yo, tenía que aparecer de todas formas. ¿Por qué? Pues por que la mayoría de “reformados” salen (nacen) de la “internet” o la “blogosfera”.
Hay muchos que recurren a los blogs “reformados” buscando material para sus sermones y enseñanzas; ellos han sido formados doctrinalmente en ese “ciber-espacio”; por lo tanto, no notan la diferencia entre un “Hiper” o un “Hipo” y menos un “Histórico” calvinista.
Morgan Guyton escribe en su blog: “Para aquellos de ustedes que fueron dichosamente inconscientes, en la blogosfera cristiana, hay un grupo de feroces pirañas teológicas conocido como los calvinistas. Si usted no sabe lo que el calvinismo es, en pocas palabras, es la creencia de que Dios decidió antes del comienzo del tiempo quién va al cielo y quién va al infierno y nadie sabe quién va a donde (salvo que la gente que va al lugar correcto siempre parece estar de acuerdo con la teología calvinista). Hay otros aspectos a ello también, como ser muy argumentativo con otros cristianos y radicalmente seguro de su propia rectitud teológica (aunque estoy seguro de que hay calvinistas que son realmente humildes, buena gente, que incluso podría tener sentido del humor)”
Es de esperar que este post pueda despertar la “pluma” de los “Hiper” y de los “Hipo” para condenarme a mí en el infierno. Siempre me ha parecido sumamente divertido leer algunos comentarios que me escriben con “letras mayúsculas” pues los imagino a estos “siervos” levantándome la voz y haciendo aspavientos con sus manos, rechinando los dientes enfurecidos y caminando de una pared a otra en sus oficinas, (evidentemente tienen que presentar palabras suaves y moderación delante del público), lo lamentable es cuando no encuentro en sus comentarios citas bíblicas o históricas que refuercen sus posiciones y afirmaciones.
Esta es la primera de varias entradas con el mismo tema: “Los Hiper Hipo-Calvinistas Condenando a Todos”
Antes de terminar, y antes que me olvide, las dos primeras citas en realidad fueron palabras del pastor Charles Spurgeon. La primera es una cita de la predicación: “Los Efectos de la Sana Doctrina” del 22 de Abril de 1860. Y la segunda fue expresada en “La ceremonia de la instalación de la primera Piedra para la construcción del Nuevo Tabernáculo el 11 de Abril de 1861.
Como debe bien suponer usted; por estas y otras citas, el pastor Charles Spurgeon ha sido condenado (en un sitio web) por los “Hipo-Calvinistas”, quienes no están seguros que este hombre de Dios haya alcanzado el cielo; a no ser que se haya arrepentido de estas afirmaciones y, por supuesto, haya condenado a quienes no creen en los famosos cinco puntos.