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jueves, 3 de noviembre de 2011

Los Hipo-Calvinistas Condenando a Todos (Parte 2)

Como lo hicimos en el anterior post, vamos a comenzar exponiendo lo siguiente:

En este punto yo haría un comentario, y lo pongo en forma de pregunta: ¿No hay un peligro real de convertirnos en culpables de una forma muy sutil de Arminianismo si sostenemos que la doctrina correcta y el entendimiento son esenciales para que nosotros podamos ser usados por el Espíritu de Dios? Es puro Arminianismo insistir en una comprensión verdadera y correcta como esenciales.

El caso del joven Harris refuta esto. Por dieciocho meses él fue usado en esta poderosa manera mientras que no solo estaba confundido, sino en realidad equivocado en su doctrina. Lo mismo, por supuesto, es verdad en el caso de John Wesley. Yo recuerdo haber hablado una vez en el aniversario en el Hall Central, Westminster. Le dije que sentía que estaba allí para representar a George Whitefield, y exponiendo un poco sobre la diferencia entre el punto de vista teológico de Whitefield y Wesley hice una observación la cual repito en esta ocasión.

Yo dije que John Wesley era para mí la gran prueba del calvinismo. ¿Por qué? ¡Porque a pesar de su pensamiento erróneo él fue utilizado enormemente por Dios para predicar el Evangelio y convertir a las almas! ¡Esa es la prueba definitiva del calvinismo – la predestinación y la elección!. Sin duda, viene con toda claridad en el caso del joven Harris Howell

También quiero aportar esto que sigue:

Yo resumiría esta sección así. Una de las mayores pruebas de la verdad de las doctrinas enfatizadas por Calvino, lo que se conoce como "calvinismo" - aunque ya he dicho que no me gustan estos términos - es John Wesley. El era un hombre que fue salvo a pesar de sus pensamientos confusos y erróneos. La gracia de Dios lo salvó, a pesar de él mismo. ¡Eso es calvinista! Si tú dices, como calvinista, que un hombre es salvado por su entendimiento de doctrina, tú estás negando el calvinismo. No eres calvinista. Todos nosotros somos salvos a pesar de lo que nosotros somos en todos los aspectos. Por lo que sucede que los hombres que pueden estar tan confundidos, por lo que llevan en su propia razón humana, como fue con John Wesley y otros, son hombres salvos y cristianos, como todos nosotros, porque “todo es por la gracia de Dios y a pesar de nosotros"

Creo que es preciso decir por adelantado que no es mi intención hacer una defensa del sistema teológico arminiano. Por el contrario, estoy seguro que el arminianismo es un sistema inconsistente de principio fin, que ha sido fácilmente refutado por las Escrituras en diferentes tiempos de la iglesia cristiana. El arminianismo y sus postulados son un error teológico. Han sido teólogos arminianos quienes han inventado (creo que está bien decirlo así) doctrinas que destruyen la esencia y los atributos de Dios, tal como el “teísmo abierto” con la finalidad de defender el indefendible “libre albedrío”; entre otras doctrinas “nuevas” tal como “el no-Señorío” de Cristo en la vida del salvado, etc. Soy reformado, no solamente en mi soteriología, sino también en las doctrinas mayores de la Biblia.

El punto de estas entradas es el siguiente ¿Puede una persona que se llama cristiana y que rechaza las doctrinas de la gracia, ser salva? O dicho directamente ¿Son salvos los arminianos?

Esto quiero decir como un paréntesis (no soy dispensacionalista). Hay algunos que  abrazan la soteriología calvinista, pero que no necesariamente han sufrido regeneración espiritual. Creo que todos en algún momento nos hemos encontrado con “calvinistas intelectuales” (ortodoxos) pero cuyo testimonio de vida deja mucho que desear. El Evangelio no es solamente soteriología, el evangelio es un código de conducta por el resto del peregrinaje del nacido de nuevo aquí en la tierra: Filipenses 1:27 “Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo” y no todos los “calvinistas” viven bajo ese código; es decir, no se comportan como es digno del evangelio.

Enfocarse tanto en la soteriología ha hecho que se pierdan de vista otras doctrinas mayores como la regeneración y la justificación por fe. Pareciera que muchos solamente leemos “Doctrinas Clave” de Edwin H. Palmer.

Pero la pregunta es ¿Puede una persona ser condenada al infierno por ser arminiana? O también ¿Es necesario ser calvinista para ser salvo? Como buen calvinista, voy a ir a las Escrituras y espero ser lo suficientemente argumentativo y sencillo desde todos los ángulos.

Comencemos: ¿Qué sucede primero: el nuevo nacimiento o el discernimiento doctrinal? La Biblia dice claramente que el nuevo nacimiento es primero que todo. En Efesios 1:1 vemos que el apóstol Pablo dirige su epístola a “los santos”; es decir su carta va dirigida a nacidos de nuevo, a cristianos, a regenerados por el Espíritu Santo, a hijos de Dios; y en el versículo 15 lo confirma cuando dice que “he oído de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestro amor por todos los santos” Mas adelante habla del conocimiento que estos “santos” aun no tenían y por eso ruega a Dios para que se los conceda (ver versículos del 15 al 23). Aquí esta muy claro, el nacimiento espiritual antecede al conocimiento. Si luego del nuevo nacimiento, el creyente no tuviera un conocimiento correcto de las Escrituras ¿Volvería a su estado perdido por eso?

Ahora, olvidándonos del resto contestemos la siguiente pregunta ¿Debo amar al nacido de nuevo, no importando su posición doctrinal? El mismo Señor Jesucristo nos manda que así sea; y si no lo estamos haciendo entonces nos encontramos en abierta rebelión contra Dios y eso se llama pecado, para quien sea, calvinista o arminiano.

Rebatiendo un poco más; Efesios 2:8 “Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios” Este versículo elimina cualquier obra o mérito humano para ser salvado. ¡La salvación es del Señor! Pero cuando escuchamos que otras personas quieren añadir “algo” a la cruz, como la fe por ejemplo; inmediatamente levantamos el dedo para acusarlos de ¡herejes! Pero en el lado reformado intentamos “añadir” la “doctrina calvinista” a la cruz pero nadie nos puede acusar; por que somos “reformados”. En sencillas palabras: Decir que además de la cruz, debo sostener el calvinismo como doctrina personal para ser considerado salvo, es una herejía tan igual como el pelagianismo; o mejor dicho: eso sería “Calvinismo-Pelagiano”

Esto no es todo el peso de las Escrituras por el cual se refuta la necesidad de ser calvinistas para ser considerados como pueblo de Dios. Ya lo he dicho al principio, que existen “calvinistas” que son esclavos de pornografía y de la sensualidad, pero son muy convincentes en cuanto a los cinco puntos del calvinismo. El calvinismo no salva a nadie, ¡El evangelio salva! Y el evangelio nos manda a amar al hermano. Es más, el amor al hermano es una prueba de nuevo nacimiento, es una demostración que soy verdadero discípulo del Señor.

Yo quisiera saber una cosa ¿Dónde dicen las Escrituras que es necesario ser calvinista para ser salvo? Y si no lo dice en ninguna parte ¿Por qué actuamos como sí lo dijera?

No voy a agotar mis argumentos bíblicos en esta entrada, dejaré más de ellos para los siguientes posts. Ahora quiero conversar algo acerca de John Wesley, y es preciso hacerlo pues mis propios ojos han leído comentarios en facebook diciendo que este hombre no era cristiano; y por consecuencia lógica de ideas, está en el infierno.

George Whitefield conocía a John Wesley por los años que estudiaron juntos en Oxford. Fueron amigos al principio pero luego hubo un distanciamiento por cuestiones doctrinales, el asunto de la predestinación era sostenido por Whitefield, pero rechazado por Wesley. La historia cristiana relata de manera clara que Wesley aborreció el calvinismo y predicaba en contra de esta forma de doctrina.

¿Sabían que Whitefield siempre respetaba a Wesley como su “padre espiritual en Cristo”? Aunque se decía que las multitudes de Whitefield eran mucho mayores que las de Wesley, el continuó mostrando gran respeto por Wesley hasta el final de su vida. A pesar que el arminianismo de Wesley fue muy hostil hacia el calvinismo de Whitefield, George Whitefield pidió que fuera John Wesley quien diera el sermón en su funeral, y así fue hecho. Whitefield tenía la certeza que, a pesar de la oposición de Wesley hacia el calvinismo, él era un cristiano y ministro de Dios, por esa razón eligió a este ministro para el responso ante sus restos.

Creo que si George Whitefield leyera los comentarios de los calvinistas que condenan a Wesley en facebook diría: “estos no son calvinistas”, como lo dice la segunda cita que puse al principio de esta entrada. Estas poquísimas líneas deben invitarnos a reflexionar.

Antes que me olvide de decir, las dos primeras citas de esta entrada las escribió el exponente más grande del calvinismo histórico del siglo XX ¿su nombre? D. Martyn Lloyd Jones; quien también ha sido condenado por los “otros calvinistas” por escribirlas. Según estos “condenadores” tampoco se tiene certeza que este hombre de Dios se encuentre en el cielo; a no ser por supuesto, que se haya arrepentido de escribirlas. Estas citas las puede leer en el libro del Dr. Jones “Los puritanos: Sus Orígenes y Sucesores”

 Escrito por Guillermo de Lama, Este artículo puede ser reproducido de manera gratuita, sin quitar ni agregar nada y considerando el nombre del autor y el sitio web desde donde ha sido tomado.

lunes, 31 de octubre de 2011

Los Hipo-Calvinistas Condenando a Todos (Parte 1)

Quisiera comenzar esta entrada escribiendo lo siguiente:

“Un hombre puede ser, evidentemente, de la familia elegida por Dios; y sin embargo, a pesar de ser un elegido, puede que no crea en la doctrina de la elección. Afirmo que hay muchos llamados para salvación, que no creen en el llamamiento eficaz, y que hay muchos que perseveran hasta el fin, quienes no creen en la doctrina de la perseverancia. Confiamos en que los corazones de muchos están muchísimo mejor que sus cabezas. No ponemos sus falsedades abajo por cualquier oposición deliberada a la verdad que es en Jesús, sino que simplemente es un error en sus juicios, que oramos a Dios para que sean corregidos. Confiamos en que si ellos piensan que nosotros también estamos equivocados, ellos nos retribuirían con la misma cortesía cristiana; y cuando nos reunamos alrededor de la cruz, esperemos que alguna vez sintamos que somos uno en Cristo Jesús”

Es más, creo que también sería oportuno que yo escriba además lo siguiente:

"Creemos en los cinco grandes puntos comúnmente conocidos como calvinistas; pero no consideramos que esos cinco puntos sean como espinos de púas que deban ser empujados entre las costillas de nuestros hermanos en Cristo"

Si se han dado cuenta, por el nombre de este blog, quien escribe estas palabras sería alguien que afirma sostener las doctrinas reformadas. Y yo estaría afirmando que aun las personas que no creen en algunos “puntos del Calvinismo” son también salvas y pertenecientes a la familia de Dios.

Es decir, aunque algunos hermanos cristianos nieguen “la Elección Incondicional”, “El Llamamiento Eficaz” y “La Perseverancia de los Santos”; doctrinas en las que nosotros creemos firmemente; eso no los descalificaría como herederos de las Promesas Divinas y de la salvación eterna.

Si las primeras palabras han despertado el enojo de algunos “Hipo-Calvinistas”; las últimas deben haber terminado por enfurecerlos.

¿Hipo-Calvinistas? ¿Qué es eso? ¿Estoy inventando algo nuevo?

¡No! no estoy inventando nada nuevo, este término ya tiene algún tiempo en el ambiente “evangelical”; solamente que no ha sido conocido por muchos de nosotros, y creo que debe ser explicado. Quisiera hacerlo mediante un ejemplo: Sabemos que el “hiper-calvinismo” es una palabra que denota la distorsión o  exageración del Calvinismo histórico. Tomemos como muestra la libre oferta del evangelio. Un “hiper” postula que el evangelio debe ser predicado únicamente a los escogidos por Dios; en tanto que un “Hipo” condena a los calvinistas que piensan y practican de manera contraria; es decir, a los que predican a toda criatura.

El “Hipo-Calvinismo” es una enseñanza que cae por debajo del verdadero calvinismo y que obra la apostasía del calvinismo histórico en las iglesias reformadas.

Con relación a nuestro tema, un “Hipo-Calvinista” condena a otros “Calvinistas” por no condenar a aquellos que no sostienen las doctrinas de la gracia. Cuando digo la palabra “condena” quiero decir “manda al infierno”, los consideran como “no regenerados”.

Un “Hipo” afirma que una persona “ha sufrido verdadera conversión” (o regeneración) cuando cree (aunque sea intelectualmente) en los famosos “Cinco Puntos del Calvinismo”; y además, reprueba y condena a quienes no creen de la misma forma. Si estos dos factores no obran juntos; entonces la persona es “no salva”. No basta con creer, hay que condenar también.

Un “Hipo” es en realidad un sandemaniano elevado a la enésima potencia.

La prueba de conversión para un “Hipo” es “¿Crees en las doctrinas de la Gracia? ¿Si?, entonces bienvenido ‘hermano’; ahora condenemos al resto que no piensa como nosotros”. Para un “Hipo” no es importante el testimonio de vida de la persona. No importa si la persona vive como las bienaventuranzas del Sermón del Monte expresan; si no cree en los cinco puntos: no es cristiana (así de simple).

Esto es algo que, creo yo, tenía que aparecer de todas formas. ¿Por qué? Pues por que la mayoría de “reformados” salen (nacen) de la “internet” o la “blogosfera”.

Hay muchos que recurren a los blogs “reformados” buscando material para sus sermones y enseñanzas; ellos han sido formados doctrinalmente en ese “ciber-espacio”; por lo tanto, no notan la diferencia entre un “Hiper” o un “Hipo” y menos un “Histórico” calvinista.

Morgan Guyton escribe en su blog: “Para aquellos de ustedes que fueron dichosamente inconscientes, en la blogosfera cristiana, hay un grupo de feroces pirañas teológicas conocido como los calvinistas. Si usted no sabe lo que el calvinismo es, en pocas palabras, es la creencia de que Dios decidió antes del comienzo del tiempo quién va al cielo y quién va al infierno y nadie sabe quién va a donde (salvo que la gente que va al lugar correcto siempre parece estar de acuerdo con la teología calvinista). Hay otros aspectos a ello también, como ser muy argumentativo con otros cristianos y radicalmente seguro de su propia rectitud teológica (aunque estoy seguro de que hay calvinistas que son realmente humildes, buena gente, que incluso podría tener sentido del humor)”

Es de esperar que este post pueda despertar la “pluma” de los “Hiper” y de los “Hipo” para condenarme a mí en el infierno. Siempre me ha parecido sumamente divertido leer algunos comentarios que me escriben con “letras mayúsculas” pues los imagino a estos “siervos” levantándome la voz y haciendo aspavientos con sus manos, rechinando los dientes enfurecidos y caminando de una pared a otra en sus oficinas, (evidentemente tienen que presentar palabras suaves y moderación delante del público), lo lamentable es cuando no encuentro en sus comentarios citas bíblicas o históricas que refuercen sus posiciones y afirmaciones.

Esta es la primera de varias entradas con el mismo tema: “Los Hiper Hipo-Calvinistas Condenando a Todos”

Antes de terminar, y antes que me olvide, las dos primeras citas en realidad fueron palabras del pastor Charles Spurgeon. La primera es una cita de la predicación: “Los Efectos de la Sana Doctrina” del 22 de Abril de 1860. Y la segunda fue expresada en “La ceremonia de la instalación de la primera Piedra para la construcción del Nuevo Tabernáculo el 11 de Abril de 1861.

Como debe bien suponer usted; por estas y otras citas, el pastor Charles Spurgeon ha sido condenado (en un sitio web) por los “Hipo-Calvinistas”, quienes no están seguros que este hombre de Dios haya alcanzado el cielo; a no ser que se haya arrepentido de estas afirmaciones y, por supuesto, haya condenado a quienes no creen en los famosos cinco puntos.